Era seguro decir que su primer día no se parecía en nada a lo que imaginaba. Claro, eso era porque la última vez que se imaginó yendo a la escuela, tenía 8 años.

En lugar de ir a clase y hacer amigos al instante, Lyanna se quedó fuera de la escuela con torpeza mientras esperaba que Peter llegara en tren. Obtuvo algunas miradas divertidas de los estudiantes que pasaban, quienes probablemente se preguntaban quién diablos era ella, pero no dejó que eso la molestara.

Cuando vio que el conocido adolescente se dirigía a la entrada, instantáneamente se interpuso en su camino. Casi chocó contra ella, si no fuera porque miró hacia arriba en el último segundo—. Hola.

—Hola —dijo Lyanna alegremente—. Estuve esperándote durante casi una hora.

—Sí, perdí el tren —respondió Peter—. Tuve que tomar otra ruta.

Lyanna puso los ojos en blanco con su significado oculto. Por supuesto que usaría al Hombre Araña como un medio para no llegar tarde—. De todos modos, ¿quieres decirme qué tengo que hacer?

Justo en ese momento, pasó un coche. Un elegante Audi plateado que estuvo a punto de atropellar a Peter si no se hubiera apartado en el último segundo. El chico que conducía el auto tocó la bocina y gritó—: ¡Oye, Pene Parker, sal del camino!

Lyanna lo vio irse, con una mezcla de sorpresa y molestia en su rostro. Peter se había puesto rojo de vergüenza, pero Lyanna estaba sorprendida—. ¿Cómo te llamó?

—No importa —murmuró Peter.

—¿Pene Parker? —respondió Lyanna—. Qué creativo.

—Está bien —dijo Peter—. Ya me acostumbré.

Lyanna negó con la cabeza—. Nadie debería tener que acostumbrarse a ser intimidado. Voy a hablar con él.

Peter la agarró por los hombros mientras ella marchaba detrás del chico, guiándola en dirección a la escuela—. No. Por favor, no te metas con Flash.

—Pero Parker, eso no es justo para ti —se quejó Lyanna, entrando a la escuela con Peter todavía sosteniendo sus hombros.

—Sí, pero yo tengo algo que él no —dijo Peter, y Lyanna renunció a su argumento.

—Ah, ¿tus superpoderes? —preguntó Lyanna, sonriendo.

—Iba a decir una amiga como tú pero... ¿sí? —respondió Peter.

—Eres demasiado tierno. Eh... ¿qué se supone que debo hacer? —preguntó Lyanna con curiosidad.

—Te llevaré a la oficina de estudiantes —sugirió Peter—. Puedes obtener tu horario y luego te mostraré tu casillero.

Peter demostró ser la mejor ayuda, ya que estaba tan nervioso que no se atrevía a decir una palabra fuera de lugar. Lyanna no entendía por qué estaba tan nervioso, porque ella estaba bastante relajada con toda la situación.

La mujer de la oficina fue increíblemente servicial y acompañó a Lyanna por donde estaban todas sus clases mientras Peter se hacía a un lado, cambiando torpemente su peso de un pie a otro. La recepcionista lo notó y sonrió.

—Ah, señor Parker —dijo la mujer—. Puedes mostrarle a la señorita Stark su primera lección. Creo que es inglés con la señorita Owens.

Lyanna volvió a agradecerle a la mujer antes de que ella y Peter salieran de la oficina. Una vez en el pasillo, Lyanna revisó su horario, y Peter miró por encima de su hombro—. Genial, doble química.

Dijo nadie nunca.

—Parece que estamos en casi todas las mismas clases —dijo Peter, pasando el dedo por el horario de Lyanna—. Sí.

—Genial, al menos tengo un amigo —dijo Lyanna, sonriendo.

—Sí, sobre eso —comenzó Peter, guiando a Lyanna por el pasillo lleno de gente—, en realidad no soy considerado popular. Por lo general, solo salgo con Ned y soy parte del equipo de Decatlón y somos los nerds y probablemente quieras hacerte amiga de los chicos más populares.

Lyanna puso los ojos en blanco—. Al diablo con los chicos populares —anunció—. Seré amiga de quien yo quiera ser amiga.

—Parker, ¿quién es la chica? —gritó el mismo chico que intentó atropellar a Peter, rodeado de sus amigos.

Peter siguió caminando, pero Lyanna se giró para mirar al chico—. Uh, estoy aquí, ¿por qué no me preguntas tú mismo?

Luego, el chico pasó entre sus amigos y se paró frente a Lyanna—. ¿Quién eres? Creo que recordaría haber visto a alguien tan hermosa como tú por aquí.

—¿Esa línea te funciona con alguna chica? —preguntó Lyanna, antes de sonreír falsamente—. Lyanna Stark. Encantada de conocerte.

—El placer es todo mío. Flash Thompson —respondió el chico suavemente, antes de que sus ojos se abrieran con sorpresa—. Espera un momento, ¿dijiste Stark? Como Tony Stark...

—Felicitaciones —dijo Lyanna—. Te diste cuenta. De todos modos, tengo que irme. Vamos, Peter.

Mientras Lyanna empujaba suavemente a Peter para que se moviera, Flash les gritó—: Parker, ¿cómo diablos conseguiste a alguien tan hermosa?

Peter se sonrojó de nuevo, acelerando el paso. Lyanna lo alcanzó y colocó una mano en su hombro—. Oye, olvídalo, ¿de acuerdo? No importa.

—Es un idiota —dijo Peter en voz baja—. Es, honestamente, horrible —deteniéndose en un casillero—. Aquí está tu casillero.

Lyanna no tenía nada que poner en su casillero, así que simplemente memorizó su posición y luego le sonrió a Peter—. Bien, ¿dónde está el tuyo?

—A tres del tuyo —respondió Peter, pasando a través de un grupo de personas hacia su propio casillero, introduciendo la combinación apresuradamente.

Lyanna miró a su alrededor y finalmente reconoció que estaba allí. Una sensación de vértigo estalló en su estómago mientras trataba de memorizar cada detalle, desde los carteles en las paredes que anunciaban diferentes clubes y sesiones de estudio, las hordas de adolescentes que intentaban desesperadamente llegar a clase, la atmósfera feliz que parecía no tener fin... era todo lo que ella esperaba y más.

—Si es una escuela de ciencias, ¿por qué aprenden inglés? —preguntó Lyanna.

Peter se rió—. No es solo el idioma inglés. Se trata de analizar textos y estructuras y cosas por el estilo. Ya sabes, muy aburrido. La química y la física son mi fuerte.

—Ah, eres un nerd de la ciencia —bromeó Lyanna, pinchando la mejilla de Peter—. No te preocupes. Yo también prefiero la ciencia. Pero tengo una pregunta.

—Adelante —dijo Peter.

—¿Siempre está así de lleno?

—Es lunes —respondió Peter—. Siempre está lleno los lunes. Vamos, el primer período está a punto de comenzar.

Lyanna consultó su horario—. Inglés con la señorita... Owens.

—Te mostraré el camino —le ofreció Peter, guiando a Lyanna por el pasillo—. Me pregunto dónde está Ned.

—¿Ned, tu mejor amigo? —preguntó Lyanna, con las cejas fruncidas por la confusión.

—Sí —respondió Peter—. Es genial. Somos literalmente la misma persona.

—No puedo esperar para conocerlo —dijo Lyanna felizmente, notando a una chica con la cabeza metida en un libro—. ¿Quién es esa?

—Esa es MJ —explicó Peter—. Es aún más marginada que yo. Se sienta en nuestra mesa durante el almuerzo, pero nunca nos habla.

—Suena como mi tipo de mujer —dijo Lyanna, antes de estallar en carcajadas ante la expresión en la cara de Peter—. Estoy bromeando. Soy un 72% heterosexual.

—¿Cómo le pones un porcentaje a eso? —preguntó Peter, los ojos aún contenían sorpresa.

—Fácil —dijo Lyanna—. Soy bisexual. Mitad y mitad. Mujeres y hombres. ¿Capiche?

—Capiche —respondió Peter lentamente.

—Salí del armario con mi papá cuando tenía 14 años y juro por Dios que nunca había visto a un hombre adulto romper a llorar tan rápido —comentó Lyanna—. Fue divertido y Clint lo grabó todo.

—¿Hablas en serio? —preguntó Peter—. ¿Sobre ser bisexual?

Lyanna asintió—. Es raro decirle eso a la gente. Algunos piensan que es codicioso o lo que sea; querer salir con una mujer o un hombre. Pero, sinceramente, no debería importar en qué dirección te balancees, todos merecen ser felices.

—Sí, tienes razón —murmuró Peter, llegando a su clase de inglés—. Estamos aquí.

Al entrar en la habitación, Lyanna de repente se sintió abrumada por los nervios—. Esto es incómodo.

—Hola, debes ser la nueva estudiante —dijo una voz alegre. Peter se alejó y tomó asiento, y Lyanna se desanimó un poco al notar que no había otros espacios a su alrededor.

Lyanna miró a la maestra, asintiendo mientras trataba de tragarse el nudo en la garganta—. Uh... sí, ¿creo que sí?

Su tono inquisitivo provocó una serie de risas de sus compañeros de clase, lo que calmó los nervios de Lyanna. Lo mejor era dar una buena impresión, comenzar el día con un comienzo positivo. La maestra, una mujer con pelo rubio recogido en un moño desordenado pero sofisticado, le sonrió a Lyanna.

—¿Te gustaría presentarte? —preguntó la mujer, su voz diciéndole que no era obligación—. ¿Y tal vez contar un poco sobre ti?

Lyanna reflexionó sobre lo que podría decir. Hola, mi nombre es Lyanna y mi papá es Iron Man. Esa sería una gran manera de hacer amigos. En cambio, eligió la simplicidad.

—Eh, hola —empezó torpemente y vio que Peter le levantaba el pulgar—. Mi nombre es Lyanna... Stark. Sí, Tony Stark es mi papá —Lyanna sonrió—. Disfruto de la ciencia. Se me da bien construir cosas y me encanta leer. Aparte de eso, soy bastante aburrida.

La maestra, la señorita Owens, sonrió—. Bueno, es un placer conocerte, Lyanna. Por favor, toma asiento en la parte de atrás al lado de MJ.

Oh no, pensó Lyanna, caminando hacia la parte trasera del salón de clases. Esa es la chica de la que hablaba Peter.

Al tomar asiento, Lyanna sacó un cuaderno y un bolígrafo, y cuando se sentó de nuevo inclinándose hacia su mochila, vio una nota en su mesa. Abriendo con cautela el papel, vio una nota garabateada en la hoja.

¿Realmente eres Lyanna Stark?

Volviéndose hacia MJ, Lyanna asintió, destapando su bolígrafo para escribir una respuesta.

Sí, lo soy.

MJ le devolvió la nota unos segundos después.

Genial. Soy MJ.

Lyanna sonrió mientras respondía: Ya sabes mi nombre.

Las dos chicas compartieron una sonrisa y Lyanna luego desvió su atención hacia la maestra. Ya se sentía como en casa en el ambiente escolar, a pesar de que apenas estuvo dos horas. Era tan agradable sentirse incluida en todo, en lugar de estar en casa deseando estar en otro lugar.

La maestra parecía estar mirando directamente a Lyanna, sus ojos parpadearon cuando la morena la miró. La mujer reconocería esa cara en cualquier lugar. La había visto en los periódicos, leído sobre ella en las noticias, y la había visto crecer a través de las noticias a las que estaba suscrita.

No había duda.

Lyanna Stark era su hija.