3 días después.

Habían pasado 4 días desde la batalla, Zaniel se había recuperado, pero no completamente.

Este se estaba había despedido de Bell y de sus amigos, ya que se iría un tiempo a buscar a un viejo amigo.

-¿No quieres que te acompañemos?- Pregunto Alex.

-No, tengo que hacer esto solo- Respondió Zaniel.

-¿Cuanto tiempo te va a llevar?- Pregunto Ranmoca.

-No lo sé, el tiempo que sea necesario, pero, háganmen un favor y no permitan que Bell muera- Dijo Zaniel, sabiendo como es buscando problemas.

O más bien como los problemas vienen a él, y el tras de todo va a buscar aún más problemas.

-Tu tranquilo, estará en buenas manos- Respondió Jack.

-Eso espero-Respondí -Nos vemos-

Después de ahí empecé a partir, a las afueras de Orario, pero, primero iría a ver a alguien que se encontraba en un lugar llamado "Valle de los dragones".

No existe mucha información de ese lugar, tengo entendido que es un reino con muchos mounstros fuertes, que sus mounstros entran a territorio de Orario.

Me había despedido de Airmid fue la primera de la que me despedi, ella y yo empezamos una relación, pero la llevaríamos lento, conociéndonos mejor.

Aunque éramos mejores amigos desde los 10 años, bueno la salve de un mounstro a los 8 años y ella tenía 4 apenas, tiempo después se fue volviendo cercana a mi.

Parece que con las demás personas es sería y una muñeca, pero conmigo siempre fue diferente, siempre fue mas expresiva y abierta conmigo.

La frontera con el reino del valle de los dragones, en las fronteras viven intentando pasar mounstros muy fuertes, por algo se fue Alhmira a cuidar esas fronteras.

Pues cada período de tiempo intentaban cruzar bastante de ellos, y un tiempo dejaban de intentar.

2 días después.

Ya habían pasado 5 días desde que llegué a las fronteras del valle de dragones, encontrando con Alhmira, la encargada de acabar con ellos y no pasen.

-Vaya, pero, si es la elfa hermosa que a rechazado a muchas propuestas de matrimonio- Dije en un tono sarcástico.

-Miren quien anda aquí perdido, el caballero que reto al Rey, que se le ofrece?- Respondió en forma burlona.

-Nada, solo me habian dicho que estabas aquí y quería venir a ayudar un poco- Respondí a Alhmira.

-Bueno, espero que sirvas de algo- Contesto Alhmira con su orgullo elfico.

-Bueno, ¿cuando salen?- Pregunté a Alhmira.

-Salen cada cierto tiempo un grupo fuerte y son demasiados, mañana si no me falla serían la última orda grande- Respondió Alhmira a mi pregunta.

-Será mejor descansar- Dijo Alhmira que veía el sol apuntó de esconderse.

La noche había llegado, Alhmira y yo teníamos una pequeña fogata encendida.

-Sabes, nose porque nunca pude ganarte, nunca entrenabas encerio conmigo y aun así me ganabas- Comento Alhmira que no olvidaba las batallas del pasado.

-Lo sé, si hubiera ido encerio, hubieras estado inconsciente por días- Respondí a Alhmira.

-Quiero una revancha- Exclamó Alhmira que no olvidaba el pasado.

-Sigues con eso?, mucho orgullo elfico te matara algún día- Respondí.

-¿Aceptas o no?- Preguntó Alhmira.

-Tengo 10 años que no entreno y no hago nada de eso, será ventaja para ti, pero, ¿donde y cuando?- Respondí a su pregunta.

-Mazmorra piso 52 o 58, cuando volvamos a Orario- Respondió Alhmira.

-¿Porque esos pisos?- Pregunte confundido a Alhmira.

-Es menos probable que aparezca una defensa del calabozo en esos pisos- Respondió.

Y un silencio se hizo presente, ninguno de los 2 seguimos hablando, parecía hablar encerio con retarme.

-Sabes, hubo un tiempo, que senti atracción por ti, te hubiera dado eso es seguro- Comenté de manera burlona.

-¿Tú?, interesado en una elfa?, eso es nuevo- Cuestióno Alhmira.

-Si, lo que mató esa atracción fue tu ego de elfo y tus orejotas- Reí un poco por cómo molestaba a Alhmira.

Solíamos molestarnos en el pasado, ya que no era como que muy buena la amistad, pero ahí iba.

-Tu y tus chistes malos- Dijo Alhmira.

-Bueno, en ese entonces estaba joven y veía tu cuerpo muy sexy, ahora te ves vieja- Dije a Alhmira.

-Soy un elfo, vivimos mucho tiempo, y nuestra apariencia se queda igual- Respondió Alhmira un poco molesta.

-Lo sé, simplemente me gusta molestarte- Respondi.

-Has cambiado- Dijo Alhmira.

Eso llamó mi atención, ya que no se a que se refería con que e cambiado.

-No comprendo- Respondí confundido.

-Antes no bromeabas ni hacías nada de esto, que cambió?, o que te cambio?- Dijo Alhmira -Fue Airmid cierto?, ella te está cambiando-

-No lo puedo negar, creo, que gracias a ella, está saliendo una faceta de mi- Respondí a Alhmira -Pero no te acostumbres-

-Lo sé, necesito ver como te comportas cuando estas con ella- Dijo Alhmira curiosa de mi comportamiento cuando estoy con Airmid.

Al día siguiente.

Eran como las 10 de la mañana y en la frontera se empezaba a ver un grupo grande de mounstros, como unos 40 o 60 mounstros.

-Se ven bastante fuertes- Dije.

-Si, son como nivel 4 o 5, ningún pueblerino podría con ellos- Respondió Alhmira.

-Lo se- Dije.

Y empezamos nuestro ataque una vez pasaron la frontera, todos se centraron en nosotros 2.

Sangre volaba, cortes y golpes, partes de cuerpo de mounstros volaban al igual que ellos.

Muchas ocasiones nos rodearon, pero, podíamos fácilmente con ellos, ya solo quedaba unos 20.

En cuestión de 4 minutos habíamos acabado con la mayoría de ellos, sin ningún rasguño en nuestros cuerpos o armaduras.

Acabamos con los últimos, nuestras espadas estaban bañadas de sangre y nuestras armaduras salpicadas de sangre.

-Ese fue el último- Dijo Alhmira.

-¿Ahora cuando?- Pregunté.

-Deben salir de nuevo en unos meses, podemos estar tranquilos y volver a Orario, después de todo, me debes la revancha- Dijo Alhmira.

Suspiré, ya que no parecía querer olvidar el pasado y las veces que le gane con mucha facilidad, si quería que esto terminará tendría que dejarme ganar, pero ahora la diferencia es un nivel, entonces no tendré que contenerme.

O al menos un poco para que no salga tan herida.

-Bien, volvamos a Orario- Dije.

Tomamos nuestras cosas y nos fuimos devuelta a Orario, que nos llevaría unos días en llegar.

4 días después.

Una vez allí, nos fuimos directamente a la mazmorra, al piso 52, fuimos vistos por las personas, nos miraban con curiosidad.

Una vez en el piso 52, estábamos cara a cara, no desenvainabamos aún nuestras armas.

Teníamos pociones y comida, teníamos nuestras armaduras puestas, ahora mismo solo dejábamos las cosas en el suelo y nos preparábamos mentalmente para el enfrentamiento.

Uno que si usamos todas nuestras habilidades o magias, podría dejar muchos pisos destruidos y habría talvez muchos temblores, que mandarían a la familia Loki a investigar el paradero de ellas.

-¿Listo?- Preguntó Alhmira, llamando mi atención.

-Siempre- Respondi.

Desenvainamos nuestras armas, y aquí mismo se iba a dar el enfrentamiento, los únicos testigos serían los mounstros o la destrucción del piso.

Hasta aquí el capítulo.
Espero que les haya gustado.