Coincidencias.

     Sakura caminaba de vuelta a casa después de otro día de academia. Como siempre, lo había observado de lejos, sin atreverse a hablarle.

     Habían pasado muchos días desde aquella ocasión en que Sasuke Uchiha le había dirigido la palabra, sin embargo, no podía decir que aun pasaba desapercibida para el niño azabache, pues cuando se topaba, que últimamente ocurría a menudo, por lo menos le dedicaba una mirada a la que no sabía si denominar saludo, quizá un simple gesto de reconocimiento. Porque así era él, no más que un niño desinteresado de la vida.

     Sakura suspiro con aburrimiento, observando a Ino caminar en la misma dirección que ella, iba unos pasos adelante, pero a diferencia de ella Ino se veía rodeada de muchos otros niños y niñas de la academia, no pudo evitar recordar el tiempo en que fueron amigas, antes de que Ino se alejara de ella sin dar explicaciones. Le había tomado algún tiempo descubrir por qué razón su amiga se había alejado, pero todo era muy simple, la razón era Sasuke.

     Su vista se dirigió rápidamente hacia sus propios pasos, cuando observó que la niña rubia le dedicó una mirada en la lejanía.

     —Ino.

     Murmuró con un aire nostálgico para sí misma, antes de cambiar a propósito de dirección para no tener que caminar detrás de ella evidenciando su soledad. No estaba muy segura de que ruta debía tomar para evitar cruzarse en el camino con ella, o con algún otro de sus compañeros de clase, no es que no quisiera convivir con ellos, pero nunca habían sido muy agradables con ella.

     —No te había visto por aquí — dijo una voz conocida a sus espaldas. Sakura salió de sus cavilaciones, sobresaltada.

     —Sasuke-kun — respondió la niña llevándose una mano al pecho.

     —hmp — la ligera mueca de diversión en su rostro fue inevitable, y percibida por la niña de ojos verdes, quien sorprendida y contagiada, sonrió en respuesta.

     —No es gracioso — se quejó ella con las mejillas sonrojadas.

     —Sí que lo es —rebatió Sasuke. — debiste ver tu cara. No sabía que vivías por aquí.

     — ¡No es gracioso!— repitió Sakura con el ceño fruncido y cruzando los brazos. —Y en realidad vivo cerca del parque.

     —Vas en la dirección equivocada. — Dijo elde ojos negros mirándola fijamente y encogiéndose de hombros antes de seguir caminando.

     —Sasuke-kun, ¡espera!— grita la niña apresurandose a caminar para alcanzarlo. —Te importaría si te acompaño hasta tu casa.

     El niño la mira con gesto desagradable, notando como las mejillas de la niña volvían a sonrojarse, Sasuke se pregunta la razón por la que aquella niña, y la mayoría en si reaccionaba así a su presencia, era un tanto incómodo, en especial viniendo de aquella extraña niña de cabellos rosas que de alguna manera lograba llamar su atención, quizá por su incómoda persistencia.

     —No puedo— respondió tajante el Uchiha, cruzándose de brazos con lo que pareciera ser indiferencia.

     La peli rosa se congeló por un momento, sintiendo como el aire escapaba de golpe de sus pulmones, de alguna manera que no lograba entender, el rechazo de aquel niño le hacía sentir ganas de echarse a llorar, pero de algún modo intentó contener sus lágrimas para no llorar frente a él.

      — ¿Por qué no? — preguntó con voz estrangulada.

      Sasuke observó sus enormes ojos verdes llenándose de lágrimas y lo primero que le vino a la mente fue una reprimenda de su padre, "demasiado débil para ser un ninja", aquel comentario había provocado una discusión entre Mikoto y Fugaku (sus padres), mientras Itachi le consolaba y le guiaba de la mano hasta su habitación.

     Aquella niña iba a llorar.

     —Porque aún no iré a casa— respondió Sasuke con un tono de innecesaria obviedad, cambiando su gesto por uno un poco menos hostil.

     Sakura se permitió reír un poco sintiéndose un poco tonta — entonces, ¿puedo acompañarte a donde vayas?

     Sasuke se lo piensó un momento, últimamente pasar tiempo solo le resultaba agradable, pero finalmente se encogió de hombros y se echo a caminar, dando algunos pasos antes de girar la vista hacia ella y decirle un simple pero significativo —date prisa.

     Sakura volvió a obsequiarle una sonrisa con un brillo que solo el sol puede brindar, apresurandose a alcanzarlo por segunda vez solo para preguntar con curiosidad a dónde se dirigían. Sasuke respondió un simple "Ya verás" mientras seguían caminando.

     Por el resto del camino ambos niños se mantuvieron en silencio, hasta que Sakura se encontró frente a la majestuosa puerta de entrada de lo que alguna vez fue la radiante y llena de vida Villa de los Uchiha.

     Había caminado cerca del lugar, desde luego con la compañía de sus padres. La última vez la zona estaba siendo acordonada por cintas que prohibían el paso.

     — Iré primero— advirtió el pelinegro antes de ponerse en marcha. Sakura se aseguró de que ningún aldeano estuviese mirando y finalmente comenzó a seguir a Sasuke.

     Sakura observó sorprendida la zona de desastre, y pudo admirar a Sasuke moviéndose por el lugar con tanta familiaridad que le comenzó a causar escalofríos. Ese mismo lugar había sido su hogar en algún momento, y ahora no quedaba nadie, ni siquiera él.

    — ¿Vienes todos los días después de la escuela?— La pregunta le salió tan natural que a Sasuke no lo tomó por sorpresa.

     —A nadie le importa— respondió el pelinegro con tono neutral, como restándole importancia al asunto.

     — ¿No te asusta estar aquí solo?— preguntó la niña con tono inocente.

Sasuke la observó seriamente antes de negar  con la cabeza un par de veces.

     — ¿A ti te asusta?

     Sakura decidió pensárselo por un momento, pues en ese mismo instante con la presencia de aquel niño de ojos negros, el miedo no era algo que tuviese lugar. Pero si estuviese sola en medio de aquel lugar seguramente lo único que querría sería salir corriendo para jamás volver.

    — No— respondió la peli rosa mirándole a los ojos. — porque estás aquí.

     Sasuke sospechó que no será la última vez que la niña de cabellos rosados lo acompañaría en su tiempo de soledad, sin embargo no dijo nada, manteniendo su mirada fija en sus ojos verdes. Eran unos ojos muy bonitos.

...

      —Mitsuko-chan—habló la peli rosa con tono tímido. — ¿sí caminaremos juntas a casa terminando la clase?

     —Gomen Sakura-chan, Ino nos invitó a celebrar su cumpleaños en su casa.

     La peli rosa bajó la mirada con desilusión y sueltó un suspiro resignado.

     —No hay problema, nos veremos después— dijo intentando ocultar cualquier atisbo de tristeza.

     —Hasta mañana Sakura— se despidió la niña distraídamente, apresurandose a alcanzar al gran grupo de niñas que rodeaban a la rubia.

     Sakura tomó su mochila con exceso de lentitud, comprendiendo el rechazo que implicaba intentar encajar con las otras niñas de su clase. Sus ojos comienzaron a empañarse mientras aún podía  escuchar a lo lejos la conversación del grupo de niñas que siempre rodeaba a la popular Ino.

     Sabía que aquella invitación a su casa después de la academia había sido una invitación general, desde luego, Ino es muy educada como para rechazarla abiertamente, pero ella sabía sin necesidad de que la rubia lo dijera, que no era del todo bienvenida por la Yamanaka.

     — Ino-chan tu cabello es precioso, ¿lo estás dejando crecer cierto?

     —Arigato—sonrió niña la rubia con un gesto encantador. —hace todo un año que no lo corto.

      —Te queda muy bien el cabello largo te ves más linda.

     — ¿No piensas cortarlo de nuevo?

     — ¿Que dices?, Ino-Chan se ve preciosa como sea que lleve el cabello.

     —En realidad planeo dejarlo largo por mucho, mucho tiempo.

     — ¡Te verás tan linda!

     —Es por Sasuke-Kun?

Las risitas de Ino fueron más que suficiente para que todas las niñas comprendieran que así era, lanzando suspiros al aire.

     —Escuche que Sasuke-kun rechazo a una niña porque no le gusta el cabello corto.

     — ¡Hi!, yo escuche lo mismo el otro día creo que la chica era...

     La niña se acercó al oído de la rubia para contarle lo que sabía, aunque Sakura no pudo escuchar quién era, una extraña sensación se instaló en su estómago en ese mismo instante, solo esperaba que nadie se hubiera enterado que ella también había intentado declarase a Sasuke, pues había fallado estrepitosamente en el intento, pero por lo menos el niño aún hablaba con ella y parecía aceptar bien su presencia.

      El salón se quedó completamente vacío, quedando Sakura observando a la nada perdida entre sus pensamientos.

      "Se ve aún más linda con el cabello más largo" pensó Sakura repitiendo aquellas palabras en su mente una y otra vez. En todo ese tiempo y las pláticas cortas que sostenía con el silencioso Sasuke, nunca se le había ocurrido preguntar algo que fuera relacionado con su preferencia por las niñas. No es que no se sintiera igual de enamorada del niño Uchiha, pero simplemente en el momento de convivencia con él, todo aquello parecía estar de más. Aún continuaba siendo un amargado y tan callado como siempre, conversaciones cortas con palabras a cuenta gotas, pero eran reales, ocurrían tan esporádicamente como en un principio, más ahí estaban. Y ahí estaba él, observándola desde el marco de la puerta como si le impacientara tener que esperarla.

      Un momento...

La estaba esperando.

     — ¿No vas a darte prisa?— preguntó el impaciente azabache.

       De pronto el cuerpo de Sasuke fue empujado por la fuerza bruta del pequeño niño rubio que respondía al nombre de Naruto.

      —Gomen, gomen, he olvidado mi mochila, dattebayo!

       Sakura giró la vista un poco, hasta la butaca en donde aquel destrampado niño tomaba asiento cada día desde el día en que habían ingresado a la academia.

        —No debes correr dentro del aula— reprendió Sakura frunciendo el ceño con enfado. ¿Cuántas veces tendría que repetirle el reglamento escolar?

      Sasuke observó la escena ceñudo, enfadado por el descarado empujón que el rubio le había propiciado por accidente.

       Sakura decidió dejar a un lado su enfado para apresurarse a ir con Sasuke, quien inmediatamente se echó a andar por el pasillo con los brazos cruzados. No valía la pena pelear con aquel niño tonto.

        — ¿Te encuentras bien?—preguntó Sakura buscando alguna señal superficial que indicara que indicara lo contrario.

       —Hmp—dió por respuesta el niño Uchiha.

       Atravesaron el pasillo en silencio, al menos hasta que la niña decidió romperlo.

      —Sasuke-kun, ¿Vas a la fiesta de Ino?—preguntó como quien no quiere la cosa.

      —No—negó el niño con tono neutro. —tengo cosas que hacer.

      —Ya— respondió Sakura con tono aliviado.

      — ¿Vendrás o tienes que volver a casa pronto?

      —Puedo llegar un poco tarde—respondió la niña sin poder ocultar una sonrisa alegre.

      — ¡Hey! —La conocida voz de Naruto se hace escuchar desde unos cuantos metros atrás —¡¡Oigan esperen, esperen!!

        Sasuke detiene sus pasos con desagrado, mientras que Sakura lo hace por mera curiosidad. ¿Qué tenía que decir el niño desastre?

         — ¿Puedo volver a casa con ustedes?, mis amigos Chouji y Shikamaru tuvieron que adelantarse, y yo tenía que volver por mi mochila dattebayo!

        —No— respondió Sasuke tajantemente.

        — ¿Por qué no?— preguntó el rubio bajando la cabeza.

        De pronto Sakura comprendió que es lo mismo que le había venido ocurriendo durante todo el año anterior, cuando debía volver a casa sola.

        Si no fuera porque Sasuke la dejó acompañarle, ella también tendría que volver sola a casa, como ya había comprobado varias veces.

        — ¿Puede venir con nosotros Sasuke kun?, seguramente tampoco tienes que volver temprano a casa, ¿cierto?

        El rubio se lo pensó durante unos segundos, moviendo la cabeza hacia un lado y otro para negar enérgicamente. —Puedo volver hasta tarde Dattebayo.

     — ¿Puede Sasuke-kun?— pregunta Sakura con un tono que a Sasuke le pareció una súplica, por alguna razón la peligrosa no quería que el rubio volviera solo a casa.

      Por toda respuesta Sasuke se encogió de hombros en gesto indiferente.

     —Promete que  no seras tan pesado— condiciona la niña.

      Naruto asintió emocionado sonriendo de oreja a oreja. Sakura contagiada también sonrió, esta vez ante la mirada del pelinegro quien por primera vez pensó que Sakura se veía bien cuando sonreía de esa forma.

      El rubio caminaba mientras hablaba de mil cosas a la vez, Sakura asentía de vez en cuando se intercambiaba su opinión, incluso regañaba a al rubio en varias ocasiones, Sasuke observaba todo en silencio preguntándose a sí mismo por qué razón había aceptado la compañía de aquellos ruidosos niños, sin embargo sabía que su compañía tal vez hacía un poco más soportable el largo día que le esperaba.

       En soledad, el tiempo parecía ir mucho más lento, pero cuando Sakura lo acompañaba, el tiempo se iba más rápido, y aunque no hablaran demasiado, la peli rosa siempre tenía algo interesante que contar, de algún modo podía considerarla su amiga, y eso estaba bien.

        Sakura por su parte se daba tiempo para pensar en aquella conversación que las amigas de Ino habían mantenido, si lo que habían dicho era cierto, sería bueno para ella también dejar de llevar el cabello corto, quizá así Sasuke se fijaría en ella.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top