No recuerda con certeza en qué momento se ha vuelto una costumbre caminar de vuelta a casa con ella, solo sabe que cuando llega la hora de salida se le ha hecho costumbre esperarla en la entrada de la Academia, o en pasillo y permitir que de vez en cuando Naruto se les una al viaje.

La primera vez que el rubio entró a la villa Uchiha junto a ellos se había dedicado a admirar todo a su alrededor, haciendo más y más preguntas al respecto cada vez, pero con el paso del tiempo las preguntas habían ido disminuyendo y los tres se dedicaban a comer bocadillos que la niña pelisrosa les llevaba, a hacer tarea, intentar entrenar y ver la puesta de sol desde el lago.

Aún a pesar de tener compañía, Sasuke sigue siendo Sasuke, Naruto sigue siendo un desastre y por su parte Sakura finalmente había logrado abandonar aquel concepto de soledad que la caracterizaba.

Cuando Sasuke tiene a Sakura y Naruto cerca, las escenas de Shisui e Itachi siendo los mejores amigos siempre vuelven a su mente, y siempre se pregunta como su hermano había conseguido renunciar a eso.  Es agradable tener amigos, pues a querer o no eso es lo que son, aunque la mayor parte del tiempo dese enviar a volar a Naruto o a Sakura cuando se comporta muy infantil.

     Los tres han cambiado y crecido un poco más, el cambio más notorio era el cabello de Sakura, había crecido y realmente se veía muy bien con el cabello largo.

     Desde luego el cabello largo le recordaba a su madre y a su hermano, ambos compartían aquella similitud, cabello largo y negro tan obscuro como la noche. Itachi solía decir que él tenía los ojos de su madre, quizá por eso le gustaba recordarla.

Naruto aún es muy ruidoso y últimamente ha tomado la decisión de que quiere ser Hokage y se ha encargado de decírselo a cada persona de la aldea, y él, bueno aún no tiene un objetivo claro en mente, solo desea obtener una respuesta, un por que.

Es de tarde y los tres se encuentran sentados a la orilla del lago comiendo caramelos mientras observan la puesta de sol.

—¿Sasuke, tu vives en la villa Uchiha?— pregunto cierto rubio mientras se llevaba otro caramelo a su boca.

El niño negó con la cabeza en respuesta.

—Vivo en un apartamento que me asignó el Hokage, pero prefiero pasar el tiempo en la villa.

Sakura escucha atentamente mientras observa con fascinación los gestos del niño Uchiha.

—Igual que ¡yoooo! Dattebayo!!—responde el rubio con exceso de emoción. —deberían venir a visitarme tengo algunas cosas, podemos preparar ramen todos juntos.

—Es una gran idea, iré a visitarte uno de estos días— coincide una alegre pelirosa, quien inmediato se compromete a asistir.

—Hmp— da por respuesta el Menor de los Uchiha, encogiéndose de hombros. —podríamos vernos en el parque.

—Me gusta más la idea, dattebayo— responde el rubio guiñando un ojo y levantando el pulgar.

Pasan algunos instantes en silencio mientras el sol termina de ocultarse.

—Es hora de volver a casa— dice Sakura un poco preocupada, la noche ya comienza a caer y seguro sus padres se preguntarán en donde se ha metido.

—Podemos volver juntos Sakura-Chan— propone Naruto con una sonrisa zorruna. Sasuke los mira sintiendose un poco fuera de lugar.

—Podemos llevar a Sakura a su casa y caminar a nuestros apartamentos después— propone Sasuke con tono de obviedad, como si esa fuese la solución más rentable por pura lógica. Después de todo el también debía volver a la aldea.

—Está vez volverás antes Sasuke-kun?— pregunta Sakura con tono sorprendido.

Es cierto, comúnmente ellos suelen irse primero, pero por alguna razón la idea había dejado de agradarle del todo a Sasuke, no por que le asustara quedarse solo y a oscuras en la villa Uchiha, pero por que no regresar a la aldea con ellos si después de todo había llegado con ellos hasta ahí. Para nada le importa perderse algún tema de conversación entre Sakura y Naruto, o si?

Sasuke se encoge de hombros por toda respuesta y Sakura sonríe con alegría.

—¡Andando!— dice Naruto con algo de premura, tomando la mano de Sakura para correr más rápido.

—Naruto no me jales— grita Sakura enfurruñada, pero no tarda ni dos segundos en tomar la mano de Sasuke para tirar de el. Sasuke desconcertado se limita a dejarse llevar corriendo por el camino junto a sus dos "amigos". Por que así era como se les llamaba a aquellas personas con las que se suele pasar mucho tiempo, como Shisui e Itachi. Es entonces que se forma en su rostro una ligera sonrisa cómplice,  permitiéndose por primera vez en mucho tiempo dejarse llevar por la diversión.

...

—Donde has estado jovencita— reprende la madre de Sakura con las manos sobre la cadera, observándola desde la puerta de la casa de los Haruno.

Sakura agacha la cabeza ante la reprimenda y suelta la mano de sus dos amigos.

—Es muy tarde, seguro que deben estar hambrientos, ¿han estado jugando en el parque?

Naruto asiente enérgicamente. Mientras Sasuke permanece en silencio y completamente quieto en su lugar con las manos en los bolsillos.

—Entren he preparado panecillos, pero tu padre no volverá hasta mañana.— dice la madre de Sakura.

Sasuke se niega insistiendo en que ya debe volver a casa, pero Naruto lo empuja en direccion a la puerta que lleva dentro de la casa y prometiendo que solo comerían uno y después se irían, lo termina convenciendo, aunque claro, ese uno se convirtió en cinco más y Sasuke terminó encantado con la mermelada de fresa de la madre de Sakura.

Cuando la cena termina y los niños tuvieron que volver a casa la madre de Sakura sonrió feliz, por primera vez su pequeña niña encajaba en su propio grupo de amigos y parecía más que contenta estando con ellos.

***