Después de todo el alboroto y de haber bajado del tejado de aquella casa Adrien corrió al parque de nuevo en busca de su mochila.

- Demonios, demonios, demonios... - Maldecía el rubio por los intentos fallidos de encontrar su mochila, ¿Y si no la encontraba? ¿Y si no volvía a ver a Plagg?

- ¿Buscabas esto? - una voz dulce interrumpió su búsqueda, era Nathanaël sosteniendo su mochila.

- ¡Nathanaël! Por primera vez me alegra verte! - lo abrazo.

- ¿Que? - las palabras dichas por el mayor no le habían agradado así que lo alejo de golpe.

- Nada. - Mostró una falsa sonrisa.

- Pues tu tampoco me caes muy bien. - le aventó su mochila y se alejo caminando bien coqueto para el mayor quien solo veía el trasero del menor alejarse.

Chiflo viendo como el menor movía sus caderas, ¿Que? ¿hoy era el día de enojarse con un súper modelo?

No tardo nada en ponerse el anillo y sonreír, muy en el fondo le agradecía a pelirrojo... A los dos.

- ¿De que me perdí? - Bostezo Plagg.

- No mucho. - Seguía sonriendo, estaba feliz, tenia en mente aquellos ojos azules de su héroe. - Oye Plagg... ¿Quien es Firefox?

El kwami ladeó la cabeza y se tomo un tiempo para pensar.

- ¿No me digas que ya hay un nuevo héroe?

- Contesta lo que te pregunte. - Tomo su mochila y empezó a caminar hacia su casa pues perdió la sesión de fotos y se deshizo del guarda espaldas.

- Olvide su nombre... No convivía mucho con ese Kwami, pero si se hizo ver de nuevo quiere decir que hay menos trabajo para nosotros. - Se encontraba alegre.

- Claro...