Capítulo 5
¡Hola a todo mundo!
Se que no actualizo este fic desde hace algún tiempo (mucho a decir verdad), pero véanle el lado bueno: no reiniciare la historia. Eso sí, puede que haya algunas incongruencias en este capítulo, pero eso lo solucionaré cuando transcriba los demás capítulos al estilo de escritura que verán en este, por lo que mientras transcribo los anteriores capítulos puedo ir escribiendo los siguientes. Tampoco esperen que publique algo mañana ya que ni yo se cuando actualizare.
Creo que eso sería todo. Solo me queda desearles un próspero año nuevo y que todas sus metas y sueños se cumplan.
PD: Deseen para mí más de ganas de escribir y que deje de ser tan perezoso.
Disfruten el capítulo.
¿La opinión de Izuku sobre Iida Tenya? Bueno, él te diría: —Es demasiado estricto. Pero, creo que está bien; es mejor que ser un idiota, un pervertido o un idiota pervertido.
Tenya había sugerido a su presidente de clase que los estudiantes formasen dos filas de acuerdo a sus números para así asegurar un mejor orden al momento de entrar en el autobús —que los llevaría a USJ— y seleccionar un lugar para cada uno, pero Izuku le aseguró que no sería necesario. El haki de observación tenía sus ventajas e Izuku lo sabía muy bien.
Finalmente, el autobús llegó y todos los estudiantes de la clase A subieron a él sentándose cada uno en el lugar que preferían y no como había sugerido Iida. El presidente de la clase terminó sentado entre la vicepresidenta y una chica con características de rana de nombre Asui Tsuyu.
Tenya se preguntó cómo es que Izuku sabia la clase de autobús que los llevaría a USJ. ¿O tal vez solo fue una coincidencia? En todo caso él estaba seguro de que Izuku era el más adecuado para ocupar la posición de presidente de la clase.
El recorrido era de lo más normal; todos actuaban como los típicos adolescentes que van a una excursión. Aizawa estaba sentado en la parte delantera mientras parecía dormir, sin embargo, de vez en cuando, daba pequeños vistazos a la parte trasera para observar a sus alumnos sobre todo para asegurarse que no destruyeran nada. Ya tenía una idea de quienes eran los problemáticos de la clase.
—Midoriya-chan —llamó Asui—. Siempre digo lo que pienso sin importar lo que este en mi mente...
—¿Mm? —Izuku desvió su mirada a la chica que lo llamó— ¿Qué sucede, Asui-san?
—Llámame Tsuyu —dijo ella.
¿Acaso esto es un deja vu?, fue lo que Izuku se preguntó en ese momento. Recordó que sucedió algo parecido con la chica pelinegra sentada a su derecha. Algunas semanas pasaron desde que Izuku y Momo se habían conocido y desde entonces se frecuentaban para pasar el rato y divertirse ya que eran el primer amigo verdadero para el otro. Resulta que uno de esos días, Momo le insistió que la llamara por su nombre. Aún se acuerda de su hermosa cara maquillada con un suave albornoz en las mejillas. Momo luego de haberlo dicho se corrigió y dijo que, ya que se conocían y eran cercanos, llamarse por su nombre era lo más adecuado. Él terminó aceptando; la lógica de Momo tenía sentido para el Midoriya.
Las orejas de Momo se crisparon, atentas a lo que dijera el pecoso.
—Asui-san, creo que solo las personas cercanas entre si deberían llamarse por su primer nombre —dijo él—. Nosotros solo nos conocemos de unos pocos días. ¿Está bien si te llamo por tu apellido?
Momo relajó su cuerpo que hasta entonces se percató estaba tenso. Miró sutilmente al pecoso. Solo ella poseía el derecho para ser llamada por su nombre por Izuku; solo ella y nadie más... Sus mejillas se tiñeron de un suave rojo debido a lo que había pasado por su cabeza. Rápidamente se tranquilizó y fingió que nada había ocurrido. Por suerte nadie la había visto sonrojarse o al menos eso creía ella. Su amiga Jirou Kyoka sonrió con un poco de malicia; ahora tendría un modo para molestar a la correcta y educada vicepresidenta de la clase. Un pequeño escalofrió recorrió por la columna de Momo.
Tsuyu asintió. Lo que dijo Izuku tenía sentido para ella. Solo tendría que conocerlo más y el asunto estaría solucionado.
—Entonces, Midoriya-chan, me preguntaba por qué eres tan poderoso —dijo ella—. Tu quirk es defensivo así que eso explica tu resistencia y la fuerza de tus golpes, pero no tu gran velocidad o tu capacidad de adelantarte a los sucesos. —Un fugaz recuerdo de lo sucedido en la cafetería hace unos días pasó por su mente—. Así que, ¿por qué eres tan poderoso?
Esa simple pregunta llamó la atención de toda la clase, incluso del explosivo Katsuki que quería saber cómo es que un quirkless logró volverse tan fuerte como para poder derrotarlo. Aizawa —sentado en la parte delantera del bus mientras fingía dormir—, también miró discretamente al Midoriya; Nedzu le había pedido que lo vigilara y él todavía se preguntaba por qué. Izuku, a sus ojos, no pasaba de ser otro mocoso con aspiraciones para convertirse en héroe, es decir, un chico completamente normal a excepción, claro, de que siempre parecía estar conteniéndose por alguna razón. Tal vez la respuesta del pecoso ayudaría a aclarar sus dudas o, al menos, eso pensaba Aizawa.
¿Cómo logró ser tan poderoso? La pregunta se repetía una y otra vez en la cabeza de Izuku. Breves recuerdos llegaron a su mente: el día en el que despertó su haki, los días en los que entrenó con su maestro antes de que este se marchase, pero uno sobresalió sobre todos los demás: el día que conoció a Momo, el día que se convirtió en el héroe de aquella azabache por la que empezaba a tener sentimientos más allá de una simple amistad. Entonces recordó por qué se volvió tan fuerte, el por qué se sometió a tan abrumador entrenamiento: su sueño. Él anhela cumplir ese sueño que surgió en lo más profundo de su corazón desde la primera vez que vio el video del debut de All Might hace ya varios años...
—Ser un héroe como All Might —dijo mientras observaba con una sonrisa sus manos repletas de cicatrices—. Mi sueño es ser un héroe como All Might, un héroe que siempre salve a las personas con una sonrisa. Por esa razón entreno cada día; para cumplir mi sueño. Por eso me hice tan fuerte, Asui-san. —Por su mente paso una conversación que tuvo hace tiempo con su maestro. Él creía que su maestro era una de las personas más fuertes del mundo solo por detrás de All Might, pero grande fue su sorpresa cuando su propio maestro le aclaro que ahí afuera hay verdaderos monstruos que incluso pondrían en duda si en verdad el Símbolo de la Paz es el más poderoso—. Pero todavía me queda un largo camino por recorrer.
—Ya veo —dijo Tsuyu observando las cicatrices del chico de cabello verde—. Lamento si te incomode con mi pregunta.
—No te preocupes. —Descartó él con una sonrisa sincera.
A Izuku no le importaba. Mientras no le preguntaran sobre su maestro o sobre su relación actual con Momo, él estaba bien; en especial con lo último ya que no sabía cómo responder correctamente. ¿Eran solo amigos o había algo más entre ellos? Esa pregunta lo carcomía cada noche antes de ir a dormir.
Fue hasta entonces que notó como muchos seguían observándolo; incluso sintió a Aizawa viéndolo discretamente como lo había hecho desde su primer día como estudiante en UA. Él, sin saberlo había impresionado a todos con sus sinceras palabras. Ahora lo veían con nuevos ojos; algunos incluso con admiración como en el caso de Eijiro al ver lo que alguien con un "quirk" similar al suyo había logrado y por eso respetaba al pecoso. Momo sonrió dulcemente; para ella, Izuku ya era un héroe, su héroe.
—Serás un gran héroe profesional, Izuku-kun —aseguró Momo con una sonrisa que compartió con el pecoso.
—Profesionales, ¿eh? —interrumpió Aoyama el momento entre presidente y vicepresidenta—. Sabes, el heroísmo es también como un concurso de popularidad, ¿verdad? —Izuku lo miró fijamente; él no estaba de acuerdo con esa filosofía, pero también entendía que en estos días ser un héroe es un trabajo no diferente a cualquier otro como maestro, doctor o policía—. Mi láser de ombligo es tan llamativo y fuerte como el de un profesional.
—Pero sería malo que tu estómago colapsara —añadió Mina con una sonrisa dejando por los suelos lo dicho anteriormente por Aoyama sobre su quirk.
—Si hablamos de un ataque que sea llamativo y fuerte, no podemos olvidar a Todoroki y a Bakugou —comentó Kirishima.
Katsuki chasqueó la lengua. Ni siquiera le importaba la conversación que se estaba dando a cabo. Él solo pensaba en cómo superarse a sí mismo y tener una revancha contra el pecoso de la clase.
—Bakugou-chan siempre está enojado por lo que no será muy popular —añadió Tsuyu.
—¡¿Qué mierda dijiste?! —gritó Katsuki levantándose de su asiento con furia en sus ojos. ¡Él va a ser uno de los héroes más populares! Estaba seguro de eso y no iba a dejar que una rana o algún otro dijese lo contrario— ¡¿Acaso quieres pelear?!
—¿Ves? —Tsuyu señalo al irritado rubio sin prestarle atención lo cual ocasionó que este se irritara aún más.
—No nos conocemos hace mucho pero ya somos apodícticamente consientes de tu personalidad olorosa como el excremento en una alcantarilla —mencionó Denki con aire de suficiencia.
—¡¿Eh?!¡¿Qué porquería de vocabulario es ese?!¡Te voy a matar! —amenazó Katsuki.
Kyoka puso una mirada de molestia. El rubio sentado a su lado era demasiado gritón.
"Katsuki siendo molestado... —pensó Izuku con una sonrisa—. La UA es asombrosa".
—Que conversación tan vulgar —dijo Momo tapándose la boca con una de sus manos.
Las risas continuaron un buen rato, agrandando aún más la sonrisa de Izuku (si eso era posible), hasta que Aizawa notificó que faltaba poco para llegar a su destino.
Al bajar del autobús, los estudiantes vieron a una persona que se asemejaba a un astronauta con sobrepeso y grandes botas color mostaza. Uraraka lo reconoció rápidamente como el héroe profesional especializado en rescates: N° 13; y, juzgando por el brillo en sus ojos, era más que obvio su fanatismo por el héroe rescatista.
Luego de los saludos, Trece dirigió a los estudiantes adentro de la gigantesca instalación —en forma de cúpula— donde realizarían sus prácticas de rescate.
Todos los adolescentes quedaron asombrados de lo que veían. El recinto se dividía en varias áreas específicas para diferentes situaciones de rescate. Había lo que parecía una ciudad después de un terremoto; una gran zona de agua con barco incluido; un pequeño bosque artificial; zonas rocosas, de tormenta y otra de incendios... Izuku se preguntó cuánto dinero manejaba la UA como para tener y mantener instalaciones de este tipo; en definitiva, no era poca la cantidad.
—¡Increíble! —dijo Eijirou admirando cada sector— Se ve igual que USJ. [Universal Studios Japan]
—Inundaciones, desplazamientos de tierra, incendios, tormentas, entre otros —enumeró Trece—. Este es un campo de entrenamiento que simula diferentes accidentes y desastres de todo tipo. Y se conoce como "Unforeseen Simulation Joint", o USJ para abreviar. —El orgullo era palpable en su voz.
Realmente es USJ, fue el pensamiento de sorpresa compartido por toda la clase.
Aizawa se acercó al héroe especializado en rescate.
—Trece, ¿dónde está All Might? —preguntó—. Se suponía que debía estar aquí.
Trece se acercó un poco más al héroe borrador acortando la distancia entre ellos.
—Parece que estuvo haciendo muchos trabajos heroicos en el camino y se quedó sin tiempo —le susurró mientras levantaba tres dedos—. Ahora está descasando en la sala de siestas.
—Ese tipo es la eminencia de la irracionalidad— dijo Aizawa con su habitual tono (una mezcla entre cansancio y fastidio).
¿Sin tiempo?, se preguntó Izuku. Al parecer fue el único que escuchó lo dicho por Trece. Varias preguntas se formularon en su cabeza, pero tuvo que dejar eso de lado ya que Trece había empezado a hablar.
Black Hole, un quirk que puede absorberlo todo y volverlo polvo. Un quirk perfecto para remover escombros y salvar personas heridas, pero al mismo tiempo uno que fácilmente puede matar a una persona. Y al igual que "Black Hole", los demás quirks no son diferentes; accidental o a propósito, cualquier quirk puede quitar una vida. Ese fue el recordatorio que recibieron aquel día por parte de Trece.
Izuku miró sus manos llenas de cicatrices. Tal vez no tuviera un quirk como el resto de sus compañeros, pero el mismo posee algo que no solo se le equipara, sino que incluso supera. Su entrenamiento lo había convertido en un arma viviente capaz de arrebatar vidas con solo uno de sus dedos.
Trece continuó con su discurso explicando que es lo que habían aprendido en sus anteriores practicas con Aizawa y All Might, y lo que aprenderían en ese lugar: usar sus quirks por el bien de la humanidad. El pecoso comprendió a lo que quería llegar el héroe: los quirks no son para dañar sino para ayudar. Lo mismo se aplicaba a él; todo lo que logro fue para ese fin: salvar a las personas con una sonrisa. Por esa razón se levanta cada mañana, se esfuerza todo el día y descansa pensando en cómo fortalecerse para el día siguiente.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Izuku. Se esforzaría al máximo en esta práctica.
Trece finalizó su discurso con una reverencia y un agradecimiento.
—¡Es asombroso! —dijo una entusiasmada Uraraka. Ver y escuchar en persona a su héroe favorito fue como un sueño hecho realidad para ella.
Iida aplaudió tales palabras de un héroe profesional como Trece mientras decía en voz alta: ¡Bravo!¡Bravo!
En general, esas palabras calaron profundamente en los estudiantes. Una pequeña lección que les serviría a futuro.
—Muy bien, entonces —dijo Aizawa señalando la fuente que se ubicaba en medio del gran domo llamado USJ—, empezaremos...
Las luces parpadearon antes de apagarse. En medio de la fuente, pareció que el mismo espacio se deformase en un vórtice que se tiño de una oscura sombra por la que se asomó una mano.
Un hombre con cabello celeste y manos sujetadas por todo su cuerpo, salió de la brumosa niebla negra. La locura era visible en sus ojos.
—¡Reúnanse y no se muevan! —ordenó Aizawa rápidamente al comprender la situación— ¡Trece protege a los estudiantes!
La niebla se expandió. Y al igual que el tipo con manos por todo el cuerpo, varios más lo siguieron y salieron de la niebla. Las oscuras vibras que desprendían hacían obvias sus intenciones.
"¿Cómo es posible? Solo me descuide un segundo", pensó Izuku apretando los dientes. Se confió y desde que subió al autobús no había usado su haki de observación. Si tan solo lo hubiera usado todo el tiempo como acostumbra, tal vez no estarían en tal predicamento.
Izuku miró a sus compañeros y se dio cuenta. Ellos todavía no habían captado la situación.
—¡No se muevan! —ordenó Aizawa— Esos son —Se colocó sus gafas. Ni por un momento dejó de mirar en dirección a la fuente—: villanos.
Y con solo esas simples palabras, los estudiantes lo comprendieron. La razón por la que existen los héroes apareció en medio de su ejercicio de cómo salvar vidas.
—Eraserhead y N° 13. —La voz provenía de la propia niebla—. De acuerdo al horario que recibimos el otro día se supone que All Might estaría aquí, sin embargo...
—Lo sucedido con la prensa —dijo Aizawa molesto—. Así que fue obra suya, ¿eh?
El tipo de las manos empezó a rascarse el cuello nerviosamente una y otra vez.
—¿Dónde está él? Pasamos por muchos problemas y trajimos muchos de nosotros aquí. No puedes decirme que All Might (el Símbolo de la Paz) no está aquí —dijo con ira, pero luego una tétrica sonrisa, oculta por la mano que tenía sujeta en su rostro, se le dibujó en la cara—. Me pregunto... ¿Él aparecerá si matamos a todos estos chicos?
Un ataque sorpresa... de una maldad exorbitante, se cierne sobre nuestros jóvenes héroes...
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