prologo

Inercia

Como empezar con mi vida, no sabría decir cuando comenzó y los recuerdos de mi niñez, eran nublosos para ver. Amaba la acción, adrenalina en mi vida. Era una sensación caótica de la buena forma de la palabra. Hubo mucho de eso en mi vida lo sabía porque lo sentía. No porque haya recordado una idea de ella.

En si podría comenzar desde alguno que otro recuerdo aleatorio. Como la vez que comencé con el futbol, recuerdo que mi padre había traído un balón a casa y me lo obsedió. De ahí comencé una buena línea de conocimientos físicos de ese deporte; se podría decir que era el mejor de toda la zona de mi hogar, era muy hábil con eso y junto con la inasistencia de mi padre, fui el mejor.

Al principio era muy divertido, había jugadas que nunca pensé que podría hacerlas. Y al completarlas mi ego se volvía un peligro para mi vida.

Era demasiado bueno.

Con el tiempo mis amigos se distanciaron, recuerdo a dos en específico, uno era regordete y el otro era un sucio. No recordó sus nombres pero sabían que eran buenos amigos. En ese tiempo teníamos un grupo de amigos; en total 5 chicas y 4 chicos, continuando a esos dos anteriores. Mencionados.

El primer signo de distan amiento fue, el no llamarme a divertirme con ellos. En si jugamos mucho y siempre ellos me buscaban a mi hogar para que yo juegue con ellos. Entonces un día ellos no lo hicieron y jugaron con el grupo de amigos que había mencionado. No le tome mucha importancia y así pasaron las semanas.

Me acuerdo un día al atardecer, cuando me acerque a ellos pedirles unirme a ellos. Solo para que todos se retiraran a sus casas dando una excusa o algo.

Y por ese sentimiento de soledad, es que recuerdo ese día, como si fuera una cicatriz. Pedí una explicación a una de las chicas del grupo. Solo me dijo que era injusto que yo jurara con ellos por mis habilidades físicas y mentales. Y antes de irse se disculpó.

El sentimiento de soledad, fue lo que hacía que recordara parte de mi pasado.

Pero también recordaba otro sentimiento en mi niñez. Era una mescla de miedo y tristeza.

Sabía que mis padres eran de esos que de un día están bien y para el otro se querían matar uno del otro. Hubo un momento que sentía odio por mi vida, por nacer. Ya que era lo que los unía a ambos. Recuerdo que las batallas de mis padres eran de muy fuerte vocabulario para un niño ese entonces.

Se insultaban la madre, de que no se aman, entre otras cosas.

Algunas veces llegaban hasta los golpes. Creo que un par de veces mi padre había golpeado a mi madre y mi madre le había provocado cortes a mi padre. Y donde quedaba yo en todo esto, fácil. Mi tía vivía al frente de nuestra casa y cuando veía o escuchaba que mis padres discutían, ella siempre me alejaba de mi casa para llevarme a la suya.

Mi tía, era la persona a la cual más admiraba; era profesora de secundaria y aunque no ganara mucho. Siempre estaba feliz. Ella tenía una hija y un esposo. Los cuales siempre me cayeron bien.

Mi prima, hija de mi tía, de unos 3 o 4 años, era alguien muy lista pero muy vaga y algo enojona. Pero pensaba que en el futuro esa faceta cambiaria a una mejor.

Con el tiempo las peleas mi padres eran peores, hasta que nació mi hermana.

Provocando una reducción considerable a las batallas de lenguas de mi padre. Para ese entonces ya no me importaba si padres se mataba entre sí. La verdad solo tenía un gran aprecio por el hecho de haberme criado muy bien.

Pero sabía que si para mí fue difícil, como lo sería mi hermana con las discusiones de mis padres. Entonces intente complacer a ellos dos como podía, levantarme temprano, ayudar en casa, estudiar con más empeño con ayuda de mi tía. Para su no causarles más problemas y que baje lo más posible esa raya de amenaza de discusiones.

Para mala suerte mía no fue suficiente, una noche ellos habían discutido tan fuerte, que había recorrido a golpes en algunas ocasiones. Solo tome a mi hermana y la abrase, intentando que se durmiera. Para eso momento ella tendría 4 o 5, realmente no lo recuerdo.

Solo pude recordar como mi tía y tío, entraron a mi casa y le gritaron a mis padres. Solo sabía que había funcionado, ya que desde ese momento, ya no volvieron a discutir, para suerte de mi hermanita.

Ya que en ese momento otra cicatriz se había marcado en mí.

El sentimiento de dolor, tristeza y alivio, provocaron que recuerde.

Entonces el sentimiento de la tracción, odio y cansancio; llegaron en mi a los 14 años.

Para ese momento en mi familia le iba bien. Mis padres ya no discutían y gracias a ello mi hermanita vivo una vida sin todo eso. Haciendo que ella se criara en un ambiente estable, pero como si fuera obra de mi mala suerte. Ella de alguna forma me detestaba o tenía vergüenza de mí.

Para ese entonces yo había terminado la primaria y estaba por terminar la secundaria. Y mi hermana en estaba empezando a la secundaria.

Estudiábamos en la misma escuela y siempre que le intentaba hablar era cortante, o se alejaba. Un día estaba pensando en lo quería ser en un futuro, sabía que mis notas eran del promedio medio, y eso era un milagro ya que dormía en clases casi en la mayoría de veces. Era de esos que escuchaba y atendían una vez y lo aprendía. Pero tenía problemas la dormir desde los 9. Mis horarios de dormir eran de 03:00. Am hasta 6:30. Por eso solo dormía casi 3 horas al día. Y lo recuperaba en clases. Y para colmo aun los tengo.

Nos desviamos del tema, ya que mi hermana estaba en mi misma escuela, era recurrente que ella escuchara algunos chismes de profesores o estudiantes. Hablando de mí. Algunos profesores no soportaban mi estilo de sobrellevar la secundaria y a veces en forma disimulada, decían que era un bueno para nada.

Desde ese entonces mi hermana me observo con ojos de inferioridad. Y cada cierto tiempo me llamaba tarado, animal o burro. También sabía que ella de vez en cuando hablaba con mis padres para que yo ingrese a una escuela militar o algo así, explicando que yo no servía para ser nada más que un perro. Me sentí traicionado cuando sus intentos obtuvieran frutos y obligaron a entrar aun preparatoria de la mariana de guerra.

Para ese entonces estaba cansado y solo acepte de buena manera, ya que no me gustaba discutir. Sentía odio por mí mismo, solo puse en mi cabeza que era mi culpa y me lo merecía.

El sentimiento de tracción, odio y cansancio, me marcaron con otra cicatriz.

Y ahora en el presente a mis 16 años de edad, estaba postulando para ingresar a la marina de guerra "Citen".

Realmente no me sentía nervioso aunque ya subiera que no pasaría. No era por tener una mala fortaleza física ni mental. En si era uno de los mejores físicamente y mentalmente ahí dentro. Con todo mi ser sabía que era el mejor de todos adentro. Solo había un problema y eso era mi baja estatura media 1.60 c.t. Y lo estimado era de altura para un hombre ahí era de 1.70.

Desgraciadamente el no dormir causo factura en mi cuerpo de manera que deje crecer.

Por lo que sabía, mis padres tenían conocidos adentro. Que me ayudarían eventualmente pasar el examen de talla.

Pero olvidando todo eso, les contare lo que paso en todo estos años. Mis padres ya no pelaban, es más estaba esperando otro hijo. Mi hermana sigue despreciándome y ya no me hablo con nadie. Nos habíamos mudado hace dos años y perdí total contacto con mis ex amigos. De vez en cuando visitaba a mi tía ya que era complicado ir a su casa.

Con todo eso nunca pude ser feliz realmente, tal vez lo sentía pero no sabría saber si era eso o un momento de adrenalina. 

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Había sido descalificado y ahora caminaba por ahí, no queriendo ir a casa. Sabía que iba pasar, pero aun así me sentía como la mierda. Me senté en una banca en un parque cerca.

Solo reflexione de qué hacer con mi vida. Había varias vece que quería solo escaparme y no volver. Pero sabía que era un pensamiento estúpido, por no tener la mayoría de edad. Una vez casi intente asesinarme, saltar de una planta alta y golpear el pedimento con mi cráneo.

Pero antes de seguir con el rollo, una explosión se escuchó al frente. Observe como un edificio empezaba arder por el fuego de su segundo piso. Me acerque al desastre y mire de cerca como algunas familias gritaban por ayuda en los pisos de arriba. Mis ganas de ir ayudarlos eran intensos, cuando este sentimiento pedía y rogaba en ir a ayudar, era detenido por mi yo racional.

Mire a mis costados por ayuda, entonces solo vi cómo la gente acercaba a gravar, llamar a emergencias y observar. Apreté mis puños pero me di cuenta que era como ellos. No solo correría al peligro y morir. Había personas entrenas para esto. Pero sabía que no llegaría a tiempo. Mis miedos se fueron al caño cuando observe a un par de niños y su madre, intentando pedir ayuda, desde el quinto piso. Note que les costaba respirar.

Entonces no pude más.

Deje a un lado mi mochila y Salí corriendo hacia el edificio. Respire hondo para correr lo más rápido hasta el tercer piso, ya que el primer piso y el segundo ya estaban completamente de fuego y humo.

Escuche a varios gritándome, insultándome y rogándome. Cuando mi rostro y mi piel estaban calentándose soportablemente. Entre. Con la velocidad de mis piernas y con todo mi aire contenido en mis pulmones llegue hasta el tercer pido que recién se estaban prendiendo en llamas.

Cuando Salí del segundo piso, me saque mi saco de mi cuerpo, ya que estaba siendo consumido por las llamas, note que mis manos y algunas partes de mi rostros estaba con graves quemaduras, pero gracias a la adrenalina no los sentía mucho.

Respirando hondo nuevamente corrí hacia donde estaba la familia. Como mi cuerpo era humano, sabía que tenía que ser lo rápido posible. Al llegar a donde estaba pude ver como ellas estaba ahí adentro, inconscientes. Rápidamente me acerque a ellos y les tome el pulso, aun respiraban pero muy débil. El humo dentro la habitación se hacía más fuerte y me impedía respira.

Agarrando con fuerza a los dos niños, cargándolos y con mi mayor esfuerzo corrí hasta el último piso, dejándolos acostados muy apartado de la puerta. Deje a los niños y Salí corriendo por la señora. Cuando la encontré la puse en mi espalda y la lleve cargando hasta arriba. Ya para salir al último piso, observe como los niños estaban despiertos. Entonces huelo a gas. Mire mi atrás y vi como una de las tuberías estaba partida y Salí gas de él. También note que las llamas estaban acercándose al gas.

Faltaban unos escalones más para subir completamente al piso. Sabía que no había tiempo y con toda la fuerzas en mis brazo, lance a la señora hacia los niños. En ese momento e gas toco el fuego y una gran explosión se sintieron en mi espalda.

Fue como el tiempo se detuvo, mis oídos reventaron por el sonido y mi parte de atrás empezaba a calentarse más y más. La honda fue tanta que me mando directamente hacia el concreto, casi inconsciente mi brazo se levantó e intento cubrirme de ese choque.

Grite como loco cuando mis huesos se partieron y los músculos se hicieron papilla. Aun consciente, gruñí y grite por el maldito dolor. Las quemaduras en mi espalda ardían feroz. Sentí mi camisa fundirse con mi piel. Aun con dolor me levante, no podía rendiré ahora. Tenía que sacar a esos tres ahora mismo.

Voltee a ver a los que rescate para encontrarme con la mayoría despiertos y los niños viéndome con terror. Pensé que tal vez fuese por el brazo casi triturado. Y mis quemaduras.

La mujer y al parecer madre de los niños estaba llorando. Me acerque a ella y dije algo que siempre quise escuchar.

_ lucha, levántate y haz que tus hijos miren un mañana más_ dije seriamente, con mi mano buena la ayude a levantarse y entonces le hablo _ haz calmar tus hijos y escucha lo que haremos _ mire a mi alrededor buscando, una solución. Entonces la encontré una pequeña plataforma que podría llevar hacia el otro edificio de costado. Pero estaba rodeado por un poco de fuego pero era unas quemaduras que la muerte.

_ Vez la subida de ahí, intentaremos subir y esquivar las llamas _ mire como la mujer asentía y los niños también, con eso hice que corrieran hasta él. Una qu e otra quemadura pero nada grave. Solo subiría una por uno.

_ Tu primero_ apunte a un niño de los y le explique tenía que escalar rápido, y el niño la había hecho completamente bien, así también fue con el siguiente y luego la madre, que ahora se encontraba en el otro edifico unos piso arriba.

Cuando iba intentar subir con una mano, escuche un grito a mí atrás, y mire como una niña estaba a punto de caerse del edificio. Y gritaba por ayuda. Suspirando solo corrí hacia ella.

Y antes que cayera la tome con mi brazo bueno y la jale hacia mí.

La sostuve en mi pecho con fuerza y de vuelta me regrese hacia la plataforma, pero estaba derretida. Los dos estábamos rodeados por el fuego.

_ no te preocupes, saldrás de aquí _ observe como la niña solo se sostenía en mi pecho, mi mente estaba buscando alguna forma de salir de esta.

Mire a la mujer que ahora se encontraba salvó con sus dos hijos. Entonces descubrí una forma.

_ niña _ llame la atención de ella. Observadme intente sonreír para no preocuparla

_ quiero que le digas a mis padres, gracias por todo y a mi hermana que aun la amo _ no quería mirar a la niña, con fuerza agarre su muñeca y con un giro con un grito. La lleve a la dirección de la mujer con sus hijos. La fuerza que utilice fue tanta que mi hombro se disloco.

Mire como las llamas se acercaba a mí. Como el humo empezaba a expandirse. Me quede parado mirando a la nada. Esperando mi fin.

Y lo único que recuerdo de ese momento fue un boom. 

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Como si viajara a grandes velocidades, solo para caer a un lugar húmedo y mis pulmones se llenaron ese líquido, solo para después sentir frio. Y ver la luz. Saliendo de una forma algo extraña de algún lugar. Solo para ver que la luz se aclaró y ver a un doctor.

_ en buena hora señora Shika, su hijo a nacido _ escuche la voz del doctor, para después ponerme en una manta y entregarme hacia la mujer que parece que me pario. Para este entonces estaba muy confundido. O tal vez, sabía que había muerto, pensé que tal vez sería una nueva vida. 

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