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¿Ven que si actualizo rápido cuando comentan rápido?

Son 8 letras, no es difícil comprender

C O M E N T E N

😘😘😘

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-¿Ni-ki se hizo amigo del nuevo?- unas voces se escuchaban por el pasillo.

Pero habían cosas que Sunoo y Ni-ki compartían, a ninguno les importaba si hablaban bien o mal de ellos.

-Parece que se llevan bien- dijo otra persona -¿A caso Sunoo está usando la chaqueta de Ni-ki? ¿Es un omega?

-Talvez, aunque nunca pude sentir su aroma, solo huele a Ni-ki- volvieron a decir, entonces, las variables aumentaron dentro de esos dos, pero no les importaba.

-Iré al coliseo, tengo entrenamiento matutino ¿Nos vemos después?- Sunoo había cambiado mucho su manera de hablarle a Ni-ki,  ahora sus ojos se suavizaban cada vez que lo miraba y su voz era más suave.

-Sí, recuerda que la merienda de hoy son sándwiches de jamón y queso, mamá en verdad te quiere, hace todo lo que te gusta.

Ella me quiere...

Sunoo estaba parado enfrente de Ni-ki, con su cabello negro revoloteando en el aire por el viento que entró por las puertas.

-¿Porqué no te trajiste algo más abrigado?- dijo Ni-ki -yo sabía que no ibas a traer bufanda así que traje una para ti- saco de su mochila una bufanda azul marino y la acomodó en el cuello de su mayor, acomodando su cabello al mismo tiempo.

-¿Porqué eres así?- dijo Sunoo, ocultando su rostro, mirando para abajo.

-¿Así cómo?- preguntó Ni-ki con una sonrisa.

-Justo así... ¿Porqué te preocupas tanto por mi? Cuando yo te traté tan mal cuando nos conocimos...

-Por eso mismo, ahora que nos conocemos, no me tratas mal, también te preocupas por mi, aunque te cueste tanto admitirlo, a demás...- estaba por decir algo, pero el timbre sonó -ve a entrenar antes de que te castiguen.

Sunoo solo sonrió suavemente y se fue sin decir nada más.

Era invierno, pero no sentía frío ¿Porqué será?

Aún pensando un poco en eso, Sunoo entró a su entrenamiento, ya serían las intercolegiales y le dejaban saltar clases para entrenar, como ese día.

Mientras caminaba, alguien chocó contra él, al parecer también iba al gimnasio, pero parecía un poco más apurado que él.

-Ay, como lo siento- dijo ese chico -soy el nuevo armador y no quería llegar tarde a mi primer día pero termine chocando contigo y--

-Está bien, no pasa nada- por alguna razón, no se sentía como otras veces que lo habían empujado, donde insultaba y empujaba más fuerte a la otra persona, ese día, estaba en calma.

-Ah... soy Jungwon, de sexto- dijo ofreciendo su mano para ayudar a Sunoo.

-Soy Sunoo... igual de sexto.

-Ah, entonces eres el nuevo del paralelo... no eres malo como dicen- dijo mientras caminaba junto a él hasta el gimnasio.

-Dicen muchas cosas sobre mi... pero está bien, puedes creer en lo que dicen o no, no me molesta- sonrió.

-Pues no pienso mal de ti, ¿Quieres practicar remates conmigo?- él era colocador, Sunoo era rematador, talvez podrían ser amigos.

-Claro.

Talvez no soy tan difícil de querer.

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-Y entonces el remate vino directo a mi cara y mi nariz empezó a sangrar- contaba Jungwon -En verdad que me dolió, pero al menos elevé el balón.

-JajJAJAJAJA- Sunoo reía -Yo en mi primer partidos me tocó sacar cuando el último punto lo tenía el rival, nunca voy a olvidar ese momento, fallé- estaba grabado en su mente.

-Ay, no puede ser, más bien a mi no--

Una voz los interrumpió.

-Amor- dijo un alfa, también de último grado, sexto, dirigirse hacia Jungwon.

-Ah, Sunoo, él es mi novio- Jungwon señaló muy feliz al alfa, Sunoo ya sabía que él era un omega, su aroma era dulce y suave -Jay, él es mi nuevo amigo, Sunoo- dijo presentando a su novio con su amigo.

-Hola- dijo agitando su mano -Bueno... solo vine a recoger a mi novio para pasar con él la merienda.

-¿Está bien que te deje solo?- Jungwon se preocupó por Sunoo, al ser nuevo, tenía pocos amigos.

-Sí, está bien, yo igual debo encontrarme con alguien- le sonrió.

-Oh~ a penas entras a la escuela y no pierdes el tiempo- lo miró cómplice a lo que Sunoo tardó poco en entender.

-N-no es eso, él y yo s-somos amigos y-y--

-Si, si, si, nos vemos luego~.

Jungwon se fue dejando a Sunoo con las mejillas sonrosadas y las orejas calientes.

Sunoo tenía unos cuantos minutos más hasta que Ni-ki saliera de sus clases, por lo que iría a los baños a lavarse las manos, tenía un poco de polvo por el entrenamiento.

Aún tenía el peluche en brazos, no entraba en su casillero, tampoco le molestaba llevarlo.

-No puede ser, ¿Eres un omega?- dijo un chico entrando al baño junto con él, a parte de otros tres chicos más.

-¿Qué te importa?- dijo Sunoo, ¿Cómo se había enterado?, ahí lo recordó, hace dos días que había tomado su último supresor.

Mierda...

-¿Un omega es el busca problemas?- dijo ese chico acercándose a Sunoo.

-Yo no quiero más problemas en esta escuela, solo vete- aunque estaba dispuesto a golpearlo si trataban de hacerle daño. -No soy un omega.

-¿Ah no?- uno de los chicos agarró el peluche que Sunoo había colocado a un lado para lavarse las manos.

-No lo toques- se aproximó a proporcionarle un golpe, odiaba que toquen sus cosas.

-Quieto- dijo el primer chico, era un alfa.

Sunoo no tuvo opción que sucumbir a sus instintos y quedarse totalmente quieto ante la voz de mando de un alfa.

-¡Mira!- dijo ese chico para después reír -si eres un omega.

-Devuélvemelo...- dijo suavemente.

-¿Y si no quiero?

El efecto de la voz de mando no solía durar mucho, por lo que Sunoo no bien dejó de sentir esa inmovilidad, pegó un golpe en ese tipo, justo en su rostro, haciendo que se tambalee, dándole tiempo a escapar junto al peluche en forma de conejo.

Corrió lo más rápido que pudo, por desgracia casi ni conocía esa escuela, a penas sabía dónde estaba el gimnasio y su clase, por lo que escapó hacía el patio.

Corrió hasta tropezar con sus propias agujetas, manchando su jean con tierra y sus manos, pero sin soltar el peluche.

Sunoo sabía defenderse, pero ahora sabían que él era un omega y que podían manejarlo con la voz de mando, era por eso que escapó.

No podía huir de sus instintos.

Cuando trató de levantarse para volver a correr, sintió un jalón en su pelo.

Lo habían alcanzado.

-¿Todavía quieres molestar?- dijo el chico al que le había dado una cachetada, le había agarrado del pelo cuando cayó, impidiéndole moverse.

Pronto Sunoo trato de proporcionarle una patada para alejarlo de él, pero no funcionó.

-Ni lo intentes- uno de los otros agarró el peluche, más bien se lo arrebató y amenazó empezando a jalar las costuras del mismo -Eres un niño pequeño o ¿Porqué tanta importancia? ¿Eres a caso un bebé?

-Solo suéltalo...- paró de tratar de soltarse.

-Te propongo algo- dijo el que agarraba de su pelo -Te devuelvo el golpe que  me diste y también te daré a tu peluchito devuelta,  fácil ¿no?

Sunoo se sentía sin salida, solo suspiró cerrando sus ojos, esperando el dolor dentro de poco.

Para su mala suerte, estaban en un lugar poco frecuentado y el timbre del receso aún no había tocado, por lo que nadie los vería y no podía pedir ayuda a nadie.

-Ay, que pena, se me cayó- el chico de la derecha, quien llevaba un iced coffee en manos, lo vació encima de Sunoo, con hielo y crema incluida.

El omega solo se estremeció por el frío pero no hizo nada, solo esperar a que terminase.

¿Porqué esperaba que aquí fuera diferente?

Toda su vida había sido víctima de bullying, solo que aprendió a defenderse, pero ahora, estaba indefenso otra vez.

¿Porqué esperaba que ahora si podría cambiar algo?

Sintió una cachetada en la mejilla, provocando un sabor a sangre en su boca y una gota de esta bajar por su mandíbula.

-¿Ahora-- sus palabras fueron cortadas por otra fría sensación, agua casi congelada encima de él -¿A-ahora ya?

-Mmm... no.

Pateó sus costillas sacándole el aire y luego lo tiró del cabello hasta hacerlo chocar contra la tierra.

Sunoo pronto se percató que ahora había más gente a su alrededor, gente que no era agresora, pero que no hacían nada para salvarlo, que solo miraban y se quedaban callados.

-A-ahora ¿Pue-puedes dármelo?...

-Talvez.

-Pero dijiste que--

-Muchas veces digo muchas cosas, acostumbrate- y agarró en sus manos el peluche y rasgó una de sus orejas en vista de Sunoo.

-¡Espera!- sentía tanta impotencia, pero talvez si trataba de impedirlo, le iría peor.

-Escucha, niño bonito, eres solo un omega que trata de ser rudo, solo apégate a tu debilidad y conoce tu lugar- lo sujetó de su sudadera, levantándolo del suelo -¿Ves que hay muchas personas mirándote? Ahora eres un perdedor, aún más abajo que ellos y yo estoy hasta arriba.

-Pero...

Sentía sus ojos llenos de lágrimas, tanto el dolor físico como el emocional estaban siendo demasiado para él.

-Pero nada- lo empujó hasta un árbol donde su espalda chocó y cayó al suelo.

Luego vio aquel peluche serle tirado, destruido en algunos pedazos.

Con sus manos lo alcanzó y aún a la vista de todos, aún en el suelo, se hizo bonita abrazando los pedazos del peluche, empezando a llorar.

-Eres solo un omega, ¿Quién crees que podrías ser ocultando eso?

Trató de sujetar su pelo otra vez, pero alguien sujetó su muñeca, impidiéndole hacerlo.

-¿Tu le hiciste eso?- era Ni-ki,  quien desde hace 4 minutos buscaba a Sunoo, les dejaron salir antes puesto que los maestros tenían una reunión.

No lo encontraba en ningún lado y vio un grupo de personas reunidas atrás de los vestidores del gimnasio, talvez Sunoo estaba ahí, no esperó que Sunoo sea una de las razones por las que había tanta gente ahí.

Cuando lo vio, sintió cómo si todo se hubiera puesto en silencio, solo estática y cómo estaba hecho bolita en el suelo, no quiso sacar conclusiones pero sentía cómo la razón dejaba su cuerpo de a poco.

Entonces le pregunto a ese tipo si era él el responsable.

-¿Y qué si es así?- dijo con una sonrisa -¿Eres su protector o--

Un gran golpe le llegó justo al rostro, haciendo que su nariz sangre y su labio se rompiera.

-¿Porqué le hiciste eso?- sus palabras carecían de piedad, solo quería acabar con ese tipo de una buena vez.

No obtuvo respuesta, puesto que lanzó cinco golpes, uno al rostro, otro en el estómago, otro en el costado, haciéndolo caer al suelo y por último, dos más en el rostro.

Luego de eso no dijo nada, simplemente se paró con sus nudillos con algo de sangre y se sacó la sudadera, quedando en solo una remera, con la sudadera se agachó hasta donde Sunoo y tapó su cuerpo mojado y temblando.

-¿Qué les hizo él?- preguntó Ni-ki mientras volvía a pararse, mirando a los otros tres chicos, listo para darles el mismo destino que al primero.

Sunoo miró de reojo lo que estaba pasando, puesto que la bulla empezó a ser más fuerte.

Vio a Ni-ki defenderlo a capa y espada, era él contra tres almas e iba ganando.

Vio cómo a pesar de tener un golpe en el rostro y su ceja partida, no paraba hasta que estos estén en el suelo.

Entonces algo si pudo pararlo, maestros.

Viniste por mi...



































Cami~

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