Estaba en la premiere de la película de After, había venido con mi mejor amiga, la cual en realidad había sido la que me había presentado los libros y no podría estar más agradecida con ella.
Termine enamorándome de la forma de escribir de Anna y tomándole cariño a cada uno de sus personajes, incluso a Hardin y eso que lo había odiado casi la mayoría del tiempo durante los primeros dos libros, pues ya había tenido que tratar con un chico peor que el, pero eso no había tenido un final feliz como el de Hardin y Tessa.

Iban a pasar por la alfombra todos los actores, pero a quien moría por conocer era a Hero, aunque al principio no me encantaba la idea de él como Hardin con los trailers y algunas fotos que se habían filtrado no podía estar más contenta con que lo hubieran elegido a él como Hardin Scott.

-Estoy nerviosa- me dijo mi mejor amiga sacándome de mis pensamientos.

-Yo también estoy nerviosa Ellie, muero porque Anna, Hero y Josephine firmen mi libro- dije sosteniendo mi libro contra mi pecho.

-Quiero una foto con Anna- me dijo Ellie.

-Yo quiero una con Hero- sonreí.

-Elizabeth ahí viene Anna- me dijo emocionada mi amiga.

Traía un vestido largo y en realidad se veía muy bien, comenzó a pararse con algunos fans a firmar cosas y tomarse fotos. Se tardo cinco minutos en llegar a donde nosotras estábamos.

-Gracias por venir- nos dijo a los que estábamos ahí.

-Gracias a ti por lo que escribes- le dijo una chica al lado mío.

Ella río mientras firmaba todo lo que le ponían enfrente, le extendí mi libro y lo firmo rápidamente mientras me sonreía amable.
Ellie extendió su teléfono y llamó a una para que volteara a la cámara, Anna posó y Ellie tomó una foto de las tres rápidamente antes de que ésta siguiera avanzando.

-No puedo creerlo- dije viendo mi libro- ella firmó mi libro.

-¡ELIZABETH!- me grito Ellie en medio de todo el bullicio- HERO VIENE.

Voltee y vi a una criatura alta, esbelta y elegante caminando por la alfombra. Hero se veía mil veces mejor en persona, parecía un ángel o algo que no podía ser real, desde donde me encontraba podía ver su piel perfecta, su pelo bien peinado y su traje que se ceñía perfectamente a su cuerpo.

-Sabia que era guapo- le dije a Ellie- pero en persona es impresionante.

Estaba a unos metros de nosotras del lado opuesto a nosotras saludando a muchas chicas y firmando libros, volteaba unos segundos para poder tomarse alguna foto rápida. Las chicas a mis lados lo llamaban a gritos pero yo me había quedado sin habla.
Volteo hacia donde nos encontrábamos y me encontré con sus ojos, me veía directamente a los ojos mientras se acercaba a nuestro lado con una sonrisa inocente.

Las chicas detrás de mí empezaron a empujarme como locas para que Hero pudiera firmar lo que sea que trajeran.

-Tranquilas chicas, no se empujen- río- les firmaré a todas.

Dijo con su acento el cual se oía melodioso, me miro de nuevo a los ojos como pidiendo una disculpa por como las demás me estaban aplastando contra la barda frente a mi.

-¿Estás bien?- me preguntó.

Yo asentí rápidamente y le dediqué una sonrisa, lo que hizo que su sonrisa se ensanchara aún más. Pedía internamente que no me hubiera sonrojado y que si había sido así que él no lo hubiera notado.

-¿Quieres que lo firme?- me preguntó señalando mi libro el cual apretaba a tal punto que mis nudillos ya estaban blancos.

-Claro, lo siento- reí y le extendí el libro.

Vi su cara de concentración al firmar mi libro, parecía que estaba tomándose su tiempo. En ningún momento deje de ver su rostro, termino de firmar mi libro, me dio una ultima sonrisa y siguió avanzando.

-Hero te hablo- me dijo Ellie dándome codazos muy fuertes.

Sin decirle nada abrí mi libro en donde él había puesto su firma. Tenía su firma y a un lado había puesto Bonita, y a continuación unos números. Releí los números dos veces, no entendía porque había puesto eso en mi libro. Hasta que lo entendí, era un número de teléfono, cerré mi libro y lo apreté contra mi pecho muy fuerte, estaba segura que ahora mi cara estaba de mil colores.
Voltee a ver a Hero y como seguía firmando libros, nuestros ojos se encontraron un segundo y me dedicó una sonrisa muy tierna, casi apenada.

Hero había puesto su número de teléfono en mi libro y estaba segura de que lo llamaría pronto.