Una habitación Especial
Hoola aqui les traigo un nuevo cap, espero les guste.
Julio.
Pleno verano.
La época en que los adolescentes están de vacaciones en la playa, con algún familiar o simplemente divirtiéndose.
Pero había una excepción.
Elsa Arendell.
Madre primeriza, con 7 meses de embarazo. Su doctora le había recomendado descansar durante un mes completo, debido a que su estado era algo delicado. Cosa que provoco la preocupación excesiva de, su ahora novio, Jack Frost.
Ahora ella se encontraba acostada en su sofá mientras el mundo se derretía, soplándose con un abanico. Llevaba un short y blusa ligeros de color blanco.
- ¿Por qué me sucede esto? Hace demasiado calor y quiero salir a pasear. No es justo- decía Elsa mientras hacía un puchero.
La puerta de la entrada se abrió.
- Ya llegue- dijo Jack. Llevaba una bolsa con los víveres.
- Bienvenido a casa- contesto Elsa mientras se sentaba correctamente.
- Elsa, ¿qué haces levantada? -
- No me regañes Jack. Es solo que estoy aburrida y hace demasiado calor- dijo Elsa haciendo un puchero.
- Lo sé pero Fiorella dijo que tenías que descansar- contesto Jack mientras sacaba las cosas de la bolsa.
- Ya descanse por dos semanas Jack-
- No importa. Ve a recostarte, enseguida te prepararé algo de comer-
Fue la gota que derramó el vaso. Elsa estaba furiosa. Camino directo a la mesa y se sentó.
- No iré a la cama Jack. Me sentaré aquí a esperarte-
- ¿Qué te ocurre El...?-
- ¡Nada! - gritó Elsa volteándolo a ver pero enseguida se arrepintió por haberle hablado de esa manera. El rostro de Jack estaba sorprendido y la observaba como si no la conociera.
- Yo...Ehmm... Lo siento, Jack. No quería gritarte- se disculpo la peliplateada, ocultando su rostro.
Jack no dijo nada, solo espero.
- Es solo que... Estoy cansada y... muy preocupada. No quiero que nada le suceda a Jackson... Aunque él no ha nacido yo... lo amo mucho. Además estoy aquí encerrada, sin poder salir y... ¡Hace mucho calor! - exclamo Elsa dejando que gruesas lágrimas empaparan sus rosadas mejillas.
- ¡Buaaawwwhhh! - lloro la peliplateada.
Jack suspiro y mostró una sonrisa de lado. Se acerco por su espalda y la abrazo fuertemente, permitiendo que su dulce novia mojara sus brazos desnudos.
Una hora después...
- Perdón por la demora- dijo Jack entrando a la habitación. Elsa lo observo un poco molesta.
- No me mires así Elsa, es por tu propio bien y el del niño- contestó Jack frunciendo el ceño, retando a su novia. Se sentó en la orilla de la cama, junto a ella y le colocó la bandeja sobre su regazo.
- Te preparé spaghetti-
- Gracias- contestó ella desviando la mirada. Jack suspiro cansado. Tomo a la chica por el cuello y la atrajo hacia sus labios.
Elsa abrió sus ojos con sorpresa y luego intentó resistirse. Jack lo noto y la sujeto por la cintura para acercarla más hacia él.
Jack usó su lengua para abrir los labios de su novia, la introdujo en la dulce cavidad para poder hacer le beso más intenso. Elsa se relajo, dejándose llevar por el placer que le otorgaba su novio.
Fue entonces cuando ella comenzó a jugar con la lengua de su novio. Con la punta del músculo comenzó a tocar la lengua del chico, tomándolo desprevenido.
Jack soltó el cuello de su novia y comenzó a deslizar la mano hasta llegar a su pecho. Pudo sentir como el pezón comenzaba a crecer y a ponerse duro debajo de su mano. Tomo el pequeño botón entre sus dedos y comenzó a apretarlo.
Elsa emitió un gemido, volviendo loco a Jack. La ojiazul se aferro a la espalda de su novio, atrayéndolo a ella. Fue cuando Jack decidió que era suficiente.
Se separó de ella de un solo golpe. Elsa se sobresaltó un poco, pero su mirada era de confusión. Ambos respiraban agitadamente. El chico se acerco a su oreja y susurró:
- Lo siento Elsa pero nada de sexo hasta que estés estable-
La peliplateada se sonrojo hasta las orejas y fulminó a Jack con la mirada. Estaba a punto de protestar cuando Jack le colocó con el tenedor comida en la boca.
- Solo come Elsa- dijo Jack con una gran sonrisa.
- Está rico- dijo la ojiazul con un leve sonrojo.
- Si lo sé- contesto Jack antes de llevarse una cucharada el tambien.
Elsa lo observó por un momento y luego sonrió.
- Jack, pronto cumpliremos 5 meses de vivir juntos- comentó Elsa con una leve sonrisa.
- ¿Sí? Vaya el tiempo pasa rápido- dijo Jack viendo hacia la ventana.
- Sí. ¿Te gustaría hacer algo ese día? - pregunto Elsa, esperando que su novio entendiera la indirecta.
- No, porque no dejaré que salgas del departamento- dijo Jack viéndola seriamente.
- No me refería a salir... Uhmm...tal vez algo más material- dijo Elsa sonrojada.
- ¿Material? Pero aún no ingresamos a la escuela, no creo que lo necesitemos todavía- contesto Jack sujetándose la barbilla.
Elsa estaba sorprendida, su novio en verdad no entendía lo que le estaba pidiendo. Se levanto de la cama ante la confusa mirada de Jack.
- ¿Elsa? ¿Qué haces? -
- Voy a bañarme o ¿acaso me lo prohibieras también? - le contesto deteniéndose en el umbral de la puerta de la habitación.
- ¿Qué te sucede? - le pregunto Jack con el ceño fruncido.
- ¡Nada! - grito la chica.
- En verdad no te entiendo mujer- le contesto Jack con un tono de voz cansado.
- ¡Nunca entiendes nada Jack! - grito Elsa antes de cerrar la puerta de un golpe. Jack escucho un segundo azote y entendió que se había metido al baño.
- ¿Qué le sucederá? -
Al día siguiente...
- Eso fue lo que sucedió- dijo Jack mientras les servía un plato de tallarines a Eugene, Kristoff y Tadashi.
Jack los había invitado a su trabajo para poder conversar con ellos. En verdad le preocupaba la actitud de Elsa.
- Creo que estás haciendo demasiado alboroto. Deben ser la hormonas- dijo Eugene antes de comenzar a comer.
- Lo mismo pensé pero ella no durmió conmigo, se fue a su antigua habitación-
- ¿No me digas que en verdad no te has dado cuenta? - dijo Kristoff viéndolo incrédulo.
- ¿A qué te refieres? - pregunto Jack sentándose junto a ellos.
- En serio Jack, ¿eres idiota o lo haces por molestar? -
- ¡Cállate! - exclamo Jack enojado.
- Creo que incluso Tadashi ya se dio cuenta- dijo Kristoff para después suspirar. Tadd asintió.
- ¿Me podrían decir que le sucede a mi novia? - dijo Jack a punto de perder la paciencia.
- Ella quiere un regalo- dijo Tadashi con voz neutra.
- ¿Un regalo? - pregunto Jack.
- Sí, ella desea que le des algo para cuando cumplan 5 meses- dijo Kristoff mientras le deba un sorbo a su sopa.
- Creo... que es comprensible. No le he dado algo desde hace mucho tiempo-
- ¿No? En verdad eres un novio horrible - dijo Eugene con tono burlón, ganándose un golpe en la cabeza por parte de Jack.
- Cállate-
- Bueno, el punto es que debes regalarle algo a Elsa- dijo Kristoff.
- Sí, pero, ¿qué? - se pregunto Jack.
- ¡Un anillo de compromiso! - grito alguien a lado de ellos. Los cuatro chicos se sobresaltaron al ver a la vieja Aiko sentada en la mesa. Ninguno de ellos se había percatado de su presencia.
- ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué nos estas espiando? - exclamo Jack visiblemente enojado.
- Están en mi negocio, puede hacer lo que se me plazca- dijo la vieja colocando sus manos en sus caderas.
- Eso no te da derecho a escuchar conversaciones privadas -
- Por ahora eso no es importante, el punto es que le tienes que darle un anillo a Elsa, casarte y heredar la clínica de tu padre-
- ¿Todavía sigues con eso vieja? Ya te dije que aún soy muy joven para casarme- contesto Jack con un tono de voz irritado.
- Eso no fue un impedimento para que estés a punto de ser padre, ¿verdad? - dijo la vieja Aiko, causando el sonrojo de Jack y la risa de sus amigos.
- Te atrapó Jack- dijo Eugene entre risas.
- ¡Ca-Cállense! ¡Y tú deja de estar diciendo tantas estupideces!- gritó Jack señalando a su jefa.
- Solo digo la verdad-
- Volveré a trabajar- dijo Jack regresando a la cocina.
- ¡Espera Jack! ¡No puedes escapar de esto! - dijo Aiko siguiéndolo.
- ¡Déjame en paz vieja lunática! -
- En verdad él siempre está rodeado de gente extraña- dijo Tadashi mientras veía como la vieja perseguía a Jack por toda la cocina.
- Sí es una lástima. ¡Sigamos comiendo! - exclamo Eugene para seguir devorando sus tallarines.
Cuando Jack terminó su turno, acordó con sus amigos de reunirse al día siguiente en el parque para decidir qué regalarle a Elsa.
- ¿Cómo te fue con Elsa? ¿Lograste saber que quiere que le regales? - pregunto Kristoff.
Los chicos se encontraban sentados en una de las bancas del parque, ayudando a Jack.
- Nada ni siquiera quiere hablar conmigo- contesto Jack cabizbajo.
- Eres inútil Jack-
- Cállate. ¿Qué debo hacer? - se pregunto Jack viendo hacia los juegos del parque.
- ¿No tienes idea de que podría gustarle? - le pregunto Eugene, quien estaba comiendo palomitas de maíz.
Jack cerró los ojos y comenzó a pensar en algo que le diera una pista.
Y entonces un recuerdo golpeó su mente.
- ¡Mira Jack! ¿No es hermosa? - exclamó Elsa mientras le mostraba una revista a Jack. En ella había una fotografía de una habitación para un bebé.
- Me encantaría poder darle una habitación como esta a Jackson- dijo Elsa con una bella sonrisa y ojos soñadores.
Jack abrió los ojos rápidamente.
- Ya sé que regalarle a Elsa-
- ¿Qué? - pregunto Tadashi con algo de curiosidad.
- Eugene, necesito que le hables a Rapunzel- dijo Jack.
- ¿Estás seguro? Sabes que Rapunzel puede ser muy obsesiva y si haces infeliz a Elsa, bueno pues... morirás- dijo Eugene con diversión, haciendo que Jack dudara por un momento.
- No...No importa. Solo habla a tu novia- contesto Jack tragando fuerte.
- Como quieras- dijo Eugene sacando su celular, marcando las teclas y llevándoselo a su oreja.
- ¿Rapunzel? Necesitamos tu ayuda- dijo el castaño con una sonrisa de lado.
En la mansión Corona...
- Entendido- dijo Rapunzel antes de cerrar su celular. Se encontraba tomando el sol en la piscina de su casa. Llevaba puesto un bikini de color morado con lunares blancos.
- Con que un regalo, ¿eh? - dijo la ojiverde mientras una sonrisa se formada en su bello rostro.
- ¡Hey Anna! ¡Tenemos una misión! - exclamo Punzie viendo a su amiga, que estaba en el trampolín de la piscina.
- ¿QUÉ? - grito la capitana antes de resbalar y caer al agua de cabeza.
Por fin el día había llegado.
Los rayos del sol dieron directo en el rostro de porcelana, haciendo que el sueño se esfumará. Elsa abrió lentamente sus ojos, dejando que la luz matutina llegara hasta sus orbes celestes.
Se incorporo perezosamente en la cama.
- Hoy es el día- susurro la chica con un poco de tristeza. Se levanto de la cama y se dirigió a su armario por algo de ropa. Tomó una falda blanca con flores rosas bordadas a un costado y una blusa de color rosa.
Se encamino al baño para poder bañarse.
Mientras el agua relajaba su cuerpo, comenzó a pensar en Jack. Ya era una semana desde que la última vez que le dirigió la palabra. Estaba empezando a sentirse mal.
- Tal vez... Aunque sea por hoy, lo perdonaré- se dijo así mismo antes de sonreír.
Se vistió y abrió la puerta del baño para poder salir, justo al mismo tiempo, Jack salía de su habitación.
Sus miradas chocaron.
Jack desvió la mirada. Comenzó a caminar hacia la cocina, cuando una voz lo hizo detenerse en seco.
- Buenos días Jack-
Giro su rostro rápidamente y en dos zancadas se posiciono enfrente de su novia. La veía incrédulo.
- Elsa... ¿tú...?-
- No quiero hablar de eso... al menos no este día. Solo quiero pasarla bien a tu lado... ¿Desayunamos juntos? - le contesto con una bella sonrisa en su rostro. Jack no pudo evitar devolverla la sonrisa y asintió.
- Iré a bañarme. Enseguida te alcanzó- dijo Jack para después besarla en la frente. Elsa se sonrojo levemente y se tocó el área besada mientras veía como el cerraba la puerta.
- No puedo creer que solo con eso hagas que se me aceleré el corazón- susurró antes de irse a preparar el desayuno.
Elsa había preparado panqueques. Cuando Jack vio el delicioso y normal desayuno, sonrió. Ambos chicos comieron tranquilamente.
- Estuvo muy rico Elsa, gracias- dijo Jack con alegría.
- Que bu-bueno que te gustó- contestó nerviosa Elsa. Ella estaba levantando los platos cuando Jack dijo:
- Estaba pensando que... llevas mucho tiempo descansado... ¿Qué tal si salimos a pasear? -
A Elsa se le ilumino el rostro. Corrió a abrazar a su novio, ella estaba muy contenta.
- ¡Gracias Jack! - exclamo la chica y le dio un inocente beso en los labios.
Jack se sonrojo, era la primera vez que ella lo besaba por su cuenta.
- Iré por mi bolso- dijo Elsa y salió corriendo hacia su habitación. Jack aprovecho esa oportunidad, sacó su celular e hizo una llamada.
- ¿Rapunzel? Vamos en camino-
Jack llevó a Elsa al centro comercial. En el lugar había mucha gente y su novia no paraba de ver todo lo que había en cada tienda. Llevaba tres horas así.
- ¡Jack! ¡Mira! ¿No crees que son adorables? - exclamo Elsa, mostrándole unos pequeños shorts de mezclilla con un león bordado.
- Eh... Sí-
Elsa sonrió y siguió viendo toda la ropa de bebé que le fue posible. Cansado, Jack se dejo caer en una de las bancas cercanas. La peliplateada se le acercó un poco apenada.
- Lo siento Jack, ya te cansé. Regresemos a casa-
- ¡No! Digo... Comamos algo. ¡Vamos! - dijo Jack algo nervioso. Elza asintió levemente y siguió al peliblanco.
Jack le coloco una hamburguesa enfrente.
- Gracias- dijo ella suavemente.
- ¿Ocurre algo? -
- No... Ehmm... lamento ponerme así de hiperactiva pero, hace mucho que no salía a caminar- dijo Elsa con algo de vergüenza.
- No te preocupes. Me gusta ver cómo te emocionas o cuando te diviertes. Te ves linda- comentó Jack, segundos después se dio cuenta de lo que dijo y se sonrojo desviando la mirada. Elsa también estaba apenada, pero sonrió.
En el casa de los peliplateados...
- ¡Vamos chicos! ¡Tienen que subir la cuna! - gritaba Anna, viendo como sus amigos y novio intentaban cargar la cama del bebé.
- ¿Por qué no mejor la cargas tú y yo dirijo? - exclamo Eugene cansado de los gritos de la pelinaranja.
- Porque soy demasiado hermosa para sudar- contestó Anna antes de entrar a la casa.
- Tu novia es muy odiosa. Además... ¿Por qué demonios compro una cuna de madera tan grande? Es solo un bebé- dijo Kristoff.
- Rapunzel es demasiado obsesiva. ¡Sigamos! -
Dentro de la casa...
- ¿Cómo vas con la pintura Punzie? - pregunto la pelinaranja entrando en la habitación. Pero su respuesta llego en cuanto vio las paredes.
El cuarto que antes era de Elsa, ahora tenía un hermoso color celeste, muy claro y en el techo había nubes tan blancas y tan perfectas que parecían de algodón. Rapunzel había pegado algunas imágenes de globos aerostáticos, aves y mariposas. Pinto árboles, un césped y flores. Era realmente bonito.
- ¡Rapunzel eres impresionante! - exclamo Anna viendo la obra terminada.
- Sí, bueno... solo lo hago por Elsa- dijo ella con las mejillas rosadas.
- Solo nos falta decorar- dijo Anna antes de revisar su reloj.
- Es muy tarde. Ya llego la hora de que entre en acción-
En el centro comercial...
- Vámonos a casa Jack- dijo Elsa.
- ¿Se-segura? ¿No quieres ver algo más? -
- No, así estoy bien. Estoy cansada, además...- algo capto la mirada de Elsa.
Corrió hacia un aparador, Jack la siguió con la mirada. Se acercó para intentar ver que estaba observando con tanta ilusión pero en cuanto ella se percato de su presencia se interpuso entre él y el objeto.
- Vamos a casa Jack-
- Quiero ver lo que estabas viendo-
- No es nada importante-
- Elsa, hazte a un lado-
- No, Jack, no es... importante-
- Elsa...-
- ¡Hey chicos! - exclamo una voz conocida por ellos. Rapunzel se acercó rápidamente.
- Rapunzel, ¿qué haces aquí? -
- Viene a pasear con Eugene pero, lo perdí de vista- dijo Rapunzel simulando buscar a su novio.
- Lo más seguro es que lo encontraras comiendo algo- comentó Jack.
- Si es verdad. Ahora que lo recuerdo, Elsa, ¿te importaría ayudarme con algo? -
- ¿Yo? Claro Rapunzel, dime que es-
- Bueno, verás... es algo de mujeres. Jack, ¿me la puedo llevar por un momento? - dijo Rapunzel tomando la mano de Elsa.
- Cla-Claro-
- Gracias. Te la devolveré en una hora- exclamo Punzie llevándose a Elsa casi arrastras.
Jack suspiro cansado. Solo esperaba que su novia regresara en una pieza. El peliblanco recordó algo. Se aproximo al aparador que hace unos momentos Elsa observaba. Se sorprendió el ver que era.
- ¿Cuánto cuesta? - le pregunto a la señorita.
Con Elsa y Rapunzel...
- ¿Quieres saber cómo es la primera vez? - pregunto Elsa totalmente estupefacta y sonrojada. Ambas se encontraban sentadas en un café.
- No puedo creer que este diciendo esto. Jack me debes una muy grande- pensaba Rapunzel con las mejillas rojas.
- S-Sí... Quiero saber si soy capaz de dar ese paso con Eugene-
- Bu-Bueno... La primera vez con Jack fue... extraña-
- ¿Por qué? - pregunto Rapunzel desconcertada, no esperaba esa respuesta.
- Porque... a pesar de no conocernos es absoluto y de ni siquiera tener una relación de amistad... Cuando estuve con él puede sentir que era lo correcto- dijo Elsa llevándose su puño cerca del pecho. Cerró los ojos y se dejo llevar por los sentimientos de su primera vez.
- No cabe duda de que tú y Eugene son el uno para el otro pero, tienes que estar segura de ti misma para dar este gran paso Rapunzel- dijo Elsa con una sonrisa cálida.
- Sí, gracias Elsa- le agradeció la rubia.
- Será mejor regresar. Jack debe estar preocupado- dijo Elsa incorporándose, lista para irse.
- Sí. Recibí un mensaje de texto de Kristoff. ¡Elsa! ¡Jack está enfermo! - exclamo Rapunzel.
- ¿Qué? -
Elsa entró de golpe a su casa. Sus amigos se encontraban en la sala esperándola.
- ¡Anna! ¿Qué le ocurrió a Jack? - le pregunto a la pelinaranja, la ojiazul estaba realmente espantada.
- Nos hablo diciéndonos que se sentía un poco mal. Cuando llegamos a verlo tenía un poco de fiebre- le explico Anna.
- ¿En dónde está? -
- En tu habitación- contesto Tadashi.
- Dijo que ahí se sentía más cómodo- dijo Kristoff.
Elsa se apresuró a su habitación y entro rápidamente. Al abrir la puerta, esperaba encontrarse a Jack totalmente deshidratado y delirando por culpa de la fiebre, pero fue todo lo contrario.
Él se encontraba perfectamente bien y no solo eso, le sonreía. Elsa observo a su alrededor. Esa ya no era su habitación. Era de alguien más.
Era de Jackson Frost Arendell.
Los colores de la habitación, los juguetes y peluches nuevos, los estantes llenos de libros con historias de fantasía, la alfombra de tomos azules y lilas, la cuna, el armario con ropa nueva, todo era perfecto.
Elsa se arrodillo y comenzó a llorar.
- Elsa, feliz día. Gracias por aguantarme durante cinco meses. Gracias- le dijo Jack arrodillado enfrente de ella. Elsa lloró con más fuerza y se arrojo a sus brazos.
- ¡Soy tan feliz! - exclamo Elsa.
- ¡Hey! ¿Para nosotros no hay un abrazo? - dijo la pelinaranja en el umbral de la puerta. Elsa volteo a ver a sus amigos y corrió a agradecerles.
- ¡Gracias chicos! -
Jack se limito a observar como su novia abrazaba a sus amigos. En verdad que era afortunado. Metió la mano en su bolsillo y fue cuando se acordó de eso.
Observo una vez más a su familia. No era el momento.
- Esperaré un poco más- pensó mientras lo envolvía con fuerza en su puño.
¿Qué será lo que oculta Jack?
Y eso fue todo por el cap de hoy que me encanto nwn si les gusto denle a la.estrellita y comenten :D no olviden leer mi otro fic "Enamorada de mi Enemigo" las quiero muchoo bye bye
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