Ultrasonido y Chocolates

Hola aquí les traigo otro Cap disfrutenlo! :3

Otro día en el Instituto ColdBridge.

Para la mayoría de los estudiantes hoy sería un día normal. Profesores, tareas que entregar, exámenes que presentar, amigos que frecuentar.

Pero para una chica de cabello rubio platinado y ojos celestes, no es un día normal.

Elsa se encontraba almorzando con sus amigas en los jardines de la escuela.

– Elsa, ¿qué estas comiendo? – se atrevió a preguntar Rapunzel, observando su comida.

– ¿Ah? Es Pollo con verduras ¿Quieres? –pregunto alegre ofreciéndole a Rapunzel.

– Tal vez en otro momento– dijo Punzie sonriendo mientras una gota pasaba por su nuca.

– Y dinos Elsa, ¿qué querías contarnos? –pregunto Anna mientras le da una mordida a su Sándwich.

– Pues verán… hoy es mi primer ultrasonido– dijo Elsa con un rubor en las mejillas y sonriendo tímidamente.

– ¡Guau! ¿En serio? ¿Podemos ir? – dijo ilusionada Rapunzel.

– ¡No! ¡Rapunzel! ¡Me daría mucha vergüenza! –contestó Elsa roja hasta las orejas.

– ¿Entonces para que querías privacidad? –pregunto Anna.

– Bu-Bueno… me gu-gustaría que Jack… me acompañara–

– ¿Quieres que Jack…? ¿Qué? – dijo incrédula Rapunzel observando la reacción de Elsa.

La peliplateada bajo su mirada. Estaba apenada.

– Es demasiado pedir, ¿verdad? – y no aguanto más.

Elsa se llevo las manos a su rostro ocultando sus ojos, tratando de no llorar.

– Elsa– susurro Rapunzel, acercándose a su amiga para poder abrazarla.

– Jack, idiota– dijo Anna viendo hacía la azotea del instituto.

– ¡Achu! – estornudo fuertemente Jack.

– ¡Hey! Jack, ¿estás enfermo? – pregunto Eugene a su amigo.

– No. Lo más seguro es que alguien esté hablando mal de mí– contestó Jack sin mucha importancia.

– ¡Hey chicos! Dentro de dos días será San Valentín. ¿Harán algo en especial? – pregunto Hiccup mientras veía su celular.

– ¡¿Ese día no tendremos clases verdad? – dijo emocionado Aster.

– Así es y me parece una tontería. Deberíamos tener más clases– dijo Kristoff.

Los chicos lo voltearon a ver mientras un aura oscura y lúgubre los rodeaba.

– Por eso no tienes novia Kristoff– dijo Tadashi.

– Es cierto hasta Jack ya va a tener un bebé con una chica linda y tú nada– dijo Aster burlándose.

– ¡Cállate Aster! – gritaron al mismo tiempo Kristoff y Jack.

– Eugene, ¿harás algo especial con Rapunzel? –pregunto Hiccup comiendo su almuerzo al parecer preparado por su novia.

– ¿Eh? ¿Con Rapunzel? ¿Po-Por qué ha-haría algo con e-ella? – contestó Eugene nervioso y con el rostro del mismo color rojo.

– ¿Por qué? Por favor Eugene, todos sabemos que adoras a Rapunzel– dijo Jack.

– A sí embarazado, ¿tú que vas hacer con Elsa? –pregunto Eugene encarando a Jack.

– Con ella no haré nada. Ella no es nada mío. Solo fue un error– contestó amargamente Jack volteando a ver hacía otro lado.

Y fue cuando Tadashi le tocó el hombro, llamándolo.

Jack volteo a ver a su amigo y Tadd señalo hacía enfrente, hacía la puerta de la azotea. Jack giro su rostro hacía el lugar señalado y la vio.

Era Elsa.

Tenía los ojos muy abiertos y de ellos salían unas gruesas lágrimas. Sus pequeñas manos se encontraban cerca de su pecho, entrelazadas.

Observaba a Jack directo a los ojos. Parpadeo y salió disparada del lugar.

– ¡Elsa! ¡Jack eres un imbécil! – gritaron al mismo tiempo Rapunzel y Anna antes de salir detrás de la peliplateada.

– Jack, en verdad eres un idiota– dijo Eugene viendo de reojo la reacción de Jack.

El peliblanco estaba totalmente incrédulo. Ella lo había escuchado.

Demonios– pensó amargamente Jack.

Después de clases Elsa se despidió de sus amigas y se dirigió hacía el hospital. Aún estaba triste por lo que dijo Jack.

Ella no es nada mío. Fue solo un error.

– "¿Por qué me duele tanto?¿Qué significo para él?" –pensó Elsa.

En la entrada del hospital Bella se encontraba esperando a su protegida. Elsa estaba retrasada.

– ¡Bella! – grito Elsa acercándose rápidamente a la castaña.

– ¡Elsa! ¡Llegas tarde! –la regaño Bella.

Cuando Elsa se acerco a su tutora, la castaña pudo notar la irritación de sus ojos celestes.

– Elsa, ¿estuviste llorando? –

– ¡No! Estoy bien. Vamos, estoy muy ansiosa– dijo Elsa fingiendo una sonrisa y empujando a la ojiazul dentro del hospital.

Se sentaron en la sala de espera y estuvieron en silencio por unos cinco minutos cuando…

– ¡Bella! – dijo una voz alegre pero gruesa.

– ¡Lucas!-saludo Bella

– Me da gusto verte Bella– dijo el doctor

-Igualmente – contestó la castaña.

Lucas sonrio. Llevaba puesta la bata del hospital e igual que la última vez, su barba ya estaba creciendo.

– ¡Pero si es la linda Elsa! – exclamó Lucas.

Ya en la oficina del doctor Castell.

– ¿Y qué las trae por aquí? – pregunto el castaño doctor sentándose en su lugar, de frente a las hermosas mujeres.

– Es obvio Lucas, queremos un ultrasonido para Elsa– explicó Bella.

– Aaa… ¿es eso cierto linda? – pregunto Lucas mientras observaba a la peliplateada sonrojarse.

Elsa solo asintió.

– Muy bien pero, yo no la voy a revisar– dijo Lucas levantándose de su lugar dirigiéndose a la puerta, abriéndola.

Lucas salió al pasillo llamó a una enfermera y le dio una orden. La joven enfermera se apresuro por el corredor.

– Doctor Castell, ¿quién me va a revisar? –pregunto intranquila Elsa.

El doctor no respondió, solo sonrió hacía la puerta.

Se escucharon dos golpeteos, alguien estaba llamando a la puerta.

– Al parecer ya llegó tu doctora– dijo Lucas.

– ¿Do-Doctora? ¿Acaso…?– dijo a medias Bella, se paró de la silla y volteo hacía la puerta justo cuando está se abrió.

– Elsa te presento a mi esposa Fiorella– dijo orgulloso Lucas acercándose a Fiorella para pasarle un brazo por el cuello y plantarle un beso en la mejilla.

– ¿Qué haces Lucas? –dijo la mujer de mirada felina sonrojándose levemente.

– ¡Fiorella! – exclamó Bella apresurándose hacía la esposa del doctor, para poder abrazarla.

–Bella, ¿cómo conoces a la esposa del doctor? –pregunto confundida Elsa.

– ¿No te lo dije? Pues Fiorella, Lucas y yo somos amigos desde la universidad– dijo contenta Bella.

– Bella, te ves muy bien. Tiene como 5 años que no te veo– dijo alegre Fiorella.

– Tú también. ¿Cómo te trata Lucas? – dijo la castaña.

– Pues ya sabes, sigue siendo un don juan– dijo la mujer de cabello negro.

– ¡Muy bien! ¡Ya basta de criticarme! ¡Está Elsa aquí! –dijo el doctor sonrojándose y cubriéndole los oídos a Elsa con las manos.

– Linda Elsa mi esposa será la que te revise–dijo Lucas dándole palmaditas en la espalda a la ojiazul.

– Así es, ven Elsa. Por aquí– dijo Fio guiando a Elsa hacía otra habitación.

El lugar era pequeño, con las paredes de color azul y había una camilla en medio del lugar.

A lado de la camilla estaba un monitor con muchos botones.

– Acércate Elsa– dijo Fio.

Elsa volteo a ver a su tutora buscando confianza, y la castaña le sonrió dándosela.

La joven peliplateada se recostó sobre la camilla. Fiorella se acercó al monitor y tomo un aparato blanco, que estaba conectado al monitor.

Encendió la maquina.

– Empecemos–

La doctora coloco un gel de color verde sobre el vientre de Elsa. La joven se estremeció porque estaba frío.

Después colocó más gel sobre el aparato pequeño y lo puso sobre su vientre. La doctora comenzó a masajear, con el aparato, su piel.

Apareció una imagen en el monitor. Era en blanco y negro.

– Ahí está– exclamó la doctora.

– ¿Eh? ¿En dónde? No lo veo– dijo Bella que se encontraba a lado de Elsa.

– ¿Ves este círculo de aquí? ¿Este pequeñito? –pregunto la doctora señalando sobre el monitor.

Era como una pelotita muy pequeña pero al parecer se movía.

Las dos mujeres asintieron.

– Eso chiquito, es el bebé de Elsa– dijo alegre Fiorella.

– ¡¿Solo eso? – grito decepcionada Bella.

– ¡No! –gritó Elsa.

Las mujeres adultas la voltearon a ver sorprendidas. la peliplateada se tocó el vientre suavemente y las lágrimas no tardaron en aparecer.

– Es perfecto–

– Oh… Elsa– susurro Bella abrazando dulcemente a la nueva mamá.

– Elsa, ¿te gustaría tener la primera foto de tu bebé? – dijo alegre la doctora.

*****

Después de media hora de estar platicando, Bella y Elsa decidieron que era hora de volver a casa, dejando a los doctores solos.

Lucas se encontraba sentado en su silla y Fiorella estaba a su lado.

– Es muy linda Elsa, ¿verdad? – pregunto Lucas .

– Sí. Lástima que esta embarazada tan pequeña–contestó seria la hermosa mujer.

– Hablando de embarazos, ¿Cuándo quieres que lo intentemos? –dijo el doctor pícaramente mientras sentaba a su mujer en su regazo.

– Aaa… cuando tú lo desees– contestó la doctora totalmente sonrojada porque su marido le estaba besando el cuello.

– Mala respuesta–dijo el doctor antes de apoderarse de los sensuales labios de su esposa.

Esperemos que hayan dejado la oficina cerrada. ( xD )

Bella y Elsa se dirigían a su hogar tranquilamente.

La ojiazul no podía dejar de tocarse el vientre y sonriendo.

–"Voy hacer mamá. Eres hermoso bebé"– pensó ilusionada Elsa.

Y entonces la peliplateada pensó en él.

En Jack Overland Frost.

El padre de su bebé pero no quería saber nada de ella.

– Bella… ¿puedo quedarme un rato en el parque? –

– Mmm… ¿es muy necesario? –pregunto la castaña algo dudosa.

Elsa asintió.

– Argh… está bien. Pero no llegues tarde–dijo Bella alejándose de la ojiazul.

Elsa se adentro un poco en el parque, buscó una banca y se sentó.

Busco en su maletín escolar la foto de su bebé.

– Eres hermoso. Lástima que tu papá no te haya visto– dijo triste Elsa.

Se limpió unas lágrimas que se querían escapar de sus ojos celestes.

– Elsa–dijo una voz varonil que ella reconoció.

Elsa se tensó y dejo de respirar. Rápidamente guardó la fotografía en su mochila pero no la metió correctamente.

– Hola Jack–saludo Elsa con la cabeza agachada.

– ¿Qué haces aquí sola? –pregunto algo incomodo Jack.

– Nada. De hecho ya me iba a casa. Hasta luego–contesto Elsa apresurándose hacía la salida del parque.

Al pasar junto a Jack, la peliplateada choco levemente con él.

– Oh… ¡Lo siento mucho Jack! –dijo apenada Elsa.

– No es nada–dijo Jack con una voz y una mirada indiferentes.

Elsa se sintió mal por molestar a Jack y salió corriendo del lugar.

El peliblanco la observo alejarse mientras sus manos se cerraban en forma de puños.

¿Por qué no pude disculparme? – pensó amargamente Jack bajando la mirada.

Y la vio.

Era una foto. Pequeña y en blanco y negro. El joven Jack pensó:

Tal vez se le cayó a Elsa

Jack se acuclillo y tomo la fotografía para poder observarla. Lo que vio lo dejo helado.

Jack había visto suficientes ultrasonidos como para reconocer uno.

Y esa era una foto de un ultrasonido pero no cualquier ultrasonido.

Era de Elsa.

Entonces…

– E-Este es mi... bebé–dijo Jack mientras se la formaba una sonrisa en el rostro.

– Estoy… ¿feliz? –

El joven peliblanco sacudió esos pensamientos de su cabeza. Aún no estaba listo para aceptar tal cosa.

– Será mejor que le devuelva esto a Elsa– dijo Jack metiendo la fotografía en su mochila.

Al día siguiente, en el instituto Coldbridge.

– ¡Elsa! ¡Cuéntanos! –exclamó Rapunzel acercándose a la peliplateada, Anna venía detrás de ella.

Las tres salieron del salón

– ¿Qué cuente qué Punzie? – preguntó confundida Elsa.

– Pues sobre el ultrasonido– contestó Anna.

Elsa abrió los ojos con sorpresa.

– Aaa… pues fue muy bonito. Mi bebé es todavía muy pequeñito y me di-dieron una fo-fotografía de él– explico Elsa con la voz entrecortada y apenada.

– ¿En serio? ¿Podemos verla? –pregunto Rapunzel con un brillo de ilusión en los ojos.

Elsa negó con la cabeza.

– Lo… Lo si-siento Rapunzel. Después de la consulta fui al parque y guarde la fotografía dentro de mi mochila pero creo que no lo hice bien y se cayó. Perdí la primera foto de mi bebé– dijo Elsa apenada.

La peliplateada se llevo las manos al rostro, ocultándolo y siguió hablando.

– Yo quería que ustedes y… Jack, vieran a mi bebé–

– Elsa, está bien. Puedes volver a pedir una foto con tu doctora, ¿no? – dijo Anna intentando tranquilizar a la pobre ojiazul.

– Anna tiene razón y la próxima vez iremos contigo– afirmó Rapunzel tomándole la mano a Elsa.

Elsa sonrió.

Como un gesto afectuoso, Anna le alboroto el cabello a Elsa.

– Por cierto Elsa, mañana iremos al parque de diversiones por el día de San Valentín. Aster lo organizó– dijo Anna a sus amigas mientras entraban al salón.

– Es verdad y hoy iremos a comprar las cosas necesarias para hacer chocolate– dijo entusiasmada Punzie .

– ¿Le vas a regalar chocolate a Eugene? –pregunto Elsa.

Rapunzel se sonrojo hasta las orejas y Anna se carcajeo. Había sido descubierta.

– ¡Calla Elsa! –

– ¿Por qué Punzie? ¿Dije algo malo? –

Así siguieron las amigas platicando sobre San Valentín sin darse cuenta de que alguien las estaba escuchando.

Al finalizar las clases las chicas se reunieron en la entrada y se dirigieron a comprar sus ingredientes para los chocolates.

– Creo que llevare unos moldes de estrellas para todos y uno de corazón para Eugene–dijo la ojiverde escogiendo los moldes para chocolate.

– Me parece una buena idea Punzie– dijo Elsa viendo las elecciones de Rapunzel. Volteo a ver a Anna porque no estaba escogiendo nada.

– Anna, ¿No vas a escoger nada? –

– Claro, ya lo hice– dijo mostrando un bolsa de plástico blanca con el nombre de la tienda impreso– Compré chocolate–

– ¡¿Qué? ¿No lo piensas hacer? –exclamó Rapunzel.

– No seas tan escandalosa. Y no lo voy hacer, terminaria comiendomelo–dijo la pelinaranja sin ninguna importancia.

– Pero, ¿no lo cocinaras ni para Tadd? –pregunto Elsa.

– No. Tadd ni siquiera me gusta–

– Entonces, ¿por qué fueron al baile juntos? –pregunto Rapunzel.

– Porque el chico que me gusta no me invito y no quería ir sola–dijo Anna con una mirada triste y amarga.

– Sí nadie fue con la persona que le gusta– dijo Elsa.

Y las tres suspiraron.

– Bueno… vamos a pagar esto– dijo Rapunzel dirigiéndose hacia la caja, Anna la siguió.

Cuando Elsa estaba dispuesta a alcanzar a sus amigas, observó en uno de los estantes, un molde.

Un molde con forma de león.

– Se parece a Jack– pensó mientras lo sostenía entre sus manos.(PD: por su cabello)

– Lo compraré– dijo Elsa yendo hacia la caja, comprando el león sin que sus amigas lo notaran.

Más tarde en casa de Elsa.

Eran alrededor de las 12 de la madrugada y Elsa seguía asiendo el chocolate para Jack.

– ¡Ah! ¡Sigo sin lograrlo! –exclamo Elsa observado como su chocolate se quemaba.

Cuando estaba tirando su séptimo intento escucho unos pasos bajando por las escaleras.

–Elsa, ¿qué haces? Son las 12 de la mañana–

– Bella. Lo siento es que… quiero hacer un chocolate– dijo Elsa avergonzada.

La castaña observo la cocina y la ropa de Elsa. Todo estaba hecho un desastre. Suspiro con cansancio.

– Yo te ayudo– dijo Bella acercándose a la estufa y comenzando todo otra vez.

Con la ayuda de su tutora, Elsa logró terminar un bonito y rico chocolate. Lo metió en una caja de color negro con un lazo azul.

– Está listo– dijo Elsa en un susurro para después formar una linda sonrisa.

En otra casa, un chico de cabellos blancos y ojos azules estaba terminando un regalo.

– Bueno… espero que esto sea suficiente– dijo Jack con una caja de color rosado y con un moño de color blanco.

Elsa – pensó el chico y guardo el regalo en la mochila que llevaría al parque de diversiones.

Y bueno eso es todo por el Cap de hoy si te gusto dale click a la estrellita, nos vemps en el otro Cap, cuidense chau chau!

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