Te Amo Jack!

Hola aquí les traigo un nuevo Cap lamento la tardanza, no olviden comentar aquí tienen c:

"Me gustas Elsa"

Estas simples palabras, habían hecho que el mundo de Elsa diera un giro de 180°

Y lo peor es que no había podido darle una respuesta a Jack.

En cuanto salieron de los árboles, Elsa y Jack fueron separados por Rapunzel.

Ella había dicho:

- Lo siento Jack, la verás en la Feria nocturna-

Ahora Elsa se encontraba en la habitación de Rapunzel, suspirando por su amado.

- Ya basta Elsa, un suspiro más y me volverás loca- dijo Rapunzel saliendo de su enorme armario de caoba.

La habitación de Rapunzel era digna de una princesa. Con enormes candelabros de cristal, alfombras peludas de colores, un tocador de madera de cedro, un armario del tamaño de una casa y la cama King size para ella sola.

- Lo siento Rapunzel pero... no me dejaste hablar con él- dijo Elsa agachando la mirada.

- Lo sé Elsa y lo siento pero quiero que tu confesión sea especial- le dijo Rapunzel con una sonrisa muy linda.

- Está bien. Gracias Punzie-

- Esa es mi chica. Veamos que te vas a poner para esta noche- dijo Rapunzel guiando a Elsa a su armario.

La Feria...

Un evento parecido al Festival pero este se realizaba en la noche.

Con cientos de puestos por todo el parque, las hermosas luces de colores iluminando las caminos, hacían parecer que está noche todo era posible.

O eso pensaba nuestra amiga Rapunzel.

Las chicas ya estaban llegando al punto de reunión. Habían decidido que irían con vestidos.

Rapunzel llevaba un vestido corto color rosa pálido, con algunos toques de color morado con flores blancas. Se recogió el cabello con una pinza y se coloco una flor blanca en el cabello del lado izquierdo.

Anna llevaba un vestido estilo chino de color verde con estampados de lirios blancos. De alguna manera Rapunzel le alació el cabello, haciendo que se le viera un poco más largo, le colocó unas horquillas de color verde con brillantes.

Elsa llevaba un vestido de color aqua, era corto y tenía un lindo liston en la parte trasera. El cabello lo llevaba totalmente amarrado y Rapunzel le había puesto flores de cerezo reales.

Los chicos al verlas, quedaron hipnotizados.

¿Esas eran sus novias?

- Rapunzel, te ves... hermosa- dijo Eugene acercándose a su princesa.

- Lo sé- dijo Rapunzel con una sonrisa tomando el brazo de Eugene.

- Anna...-

- ¡No digas nada! Con ver tu cara es suficiente-exclamó ella, interrumpiendo a su novio. Anna tenía la cara roja de vergüenza.

Kristoff sonrió con la actitud de Anna, seguía siendo ella. Así que le dio un beso en la punta de la nariz, provocando un sonrojo excesivo en ella.

Elsa observaba con alegría a sus amigos, al parecer todo estaba como tenía que estar.

- Elsa...-

Una voz familiar sacó a Elsa de sus pensamientos. Ella giro el rostro hacia el dueño de esa voz.

-Jack- dijo Elsa, para después sonreír con un leve sonrojo en sus mejillas.

Jack le devolvió la sonrisa. Avanzó dos pasos para poder estar cerca de ella pero...

-¡Elsa! -

-¡Va-Vanellope! - exclamó Elsa por la repentina aparición de su pequeña prima.

- ¡Vamos a jugar prima! - dijo alegre Vanellope mientras se llevaba arrastras a Elsa.

Jack no podía creer su mala suerte.

- Maldita enana- dijo Jack en voz baja, mientras comenzaba a caminar.

- Esa chiquilla arruinará todo- dijo Rapunzel haciendo una mueca de disgusto.

- Creí que habías dicho que tenías un plan- le dijo Eugene a su novia.

- No me subestimes. Claro que lo tengo pero, aún tengo que pensar en cómo quitar a esa enana del camino- decía Rapunzel con enojo.

- En verdad das miedo Rapunzel- dijo Eugene mientras un escalofrío recorría su espalda.

- Kristoff... vámonos antes de que sea...-

- No te vas a escapar Anna- interrumpió Punzie la huida de la pelinaranja.

- Demasiado tarde Anna- dijo Kristoff.

- Muy bien escuchen, esto es lo que vamos a hacer- dijo Rapunzel con alegría haciendo que sus amigos y su novio suspiraran con cansancio.

- Aquí vamos de nuevo- dijo Kristoff.

Cerca de ahí se encontraba Elsa junto a Vanellope y su tío Ralph, estaban jugando en el puesto de tiro al blanco.

- ¡Papá yo quiero ese oso! - exclamaba la pelinegra.

- ¡Deja de gritar! ¡Eso intento! - contestaba histérico Ralph, después de todo este era su quinto intento y no conseguía ese maldito oso.

- Tío, yo puedo ganarlo- se ofreció Elsa pero lo único que consiguió fue una mirada de enojo por parte de su tío.

- O... o tal vez no- contestó Elsa mientras un sudor frío le recorría la nuca.

Ralph se volteó para seguir intentando ganar el premio para su hija.

Elsa lo observaba muy atentamente, en verdad su tío se veía muy gracioso. Aunque él no lo aceptara, en verdad quería complacer a su adorada hija. Era un papá muy cariñoso.

- Me pregunto sí, Jack será así contigo Jackson- pensó Elsa tocándose el vientre con suavidad.

De repente se dio cuenta de algo. Sus mejillas se colorearon de rosa y su cuerpo comenzó a temblar.

- Tengo que encontrar a Jack- pensó con determinación Elsa.

- ¡Papá! ¡Apresúrate! ¡Me estoy haciendo vieja! -decía Vanellope.

- ¡Cállate de una buena vez! ¡Ya casi lo ganó! -

Elsa decidió no interrumpir esa platica padre e hija y se apresuró a salir de ahí.

Recorrió gran parte del parque buscando a Jack o a sus amigos pero no los encontró.

- ¿En dónde se metieron todos? - decía Elsa preocupada por no encontrar a nadie.

De pronto sintió como era abrazada por atrás.

-¡Elsa te encontré! - exclamó Rapunzel con alegría.

- Rapunzel, me asustaste-

- Lo siento Elsa, le dije que no hiciera eso, pero a ella le gusta ser sutil como una pistola- dijo Eugene mientras le daba palmadas en la cabeza a su novia.

- ¡Eugene! - exclamó Rapunzel con furia. Eugene solo sonrió y le dio un beso en la mejilla para después ir a un puesto de sodas.

- Vaya, sí que te quiere- dijo Elsa provocando el sonrojo de su amiga.

- Eso no importa ahora Elsa. Lo importante por el momento es que tú le des a Jack una respuesta-dijo Rapunzel con algo de picardía.

- S-Sí... pero no lo-logro encontrarlo. ¿Tú lo has visto Punzie? -

- ¿A Jack? Mmm... ¡Ah, ya recordé! Lo vi cerca del estanque- dijo Rapunzel señalando hacia la izquierda.

Elsa dio un paso y enseguida se congelo por los nervios.

- Elsa, tú puedes- le dijo Rapunzel con muchos ánimos.

La peliplateada asintió y le dedicó una sonrisa a su amiga ojiverde para después apresurarse por el camino indicado.

- ¡Eugene! ¡Es hora! - exclamó Punzie, en cuanto Elsa desapareció de su vista.

En otro lado...

Jack caminaba con su ceño fruncido más marcado que nunca.

- No puedo encontrarla. No es posible, ¿en dónde se metió esa mujer? - pensaba Jack con enfado.

Llevaba un buen rato buscando a Elsa. Quería saber su respuesta, la duda lo estaba aniquilando.

- ¡Hey Jack! -

El joven peliblanco escucho como su amiga Anna lo llamaba.

- ¿Qué ocurre Anna? -

- ¿No has visto a Elsa? - le pregunto Anna con algo de preocupación.

- ¿Eh? No-

- Oh no, esto es malo-

- ¿Por qué? ¿Acaso no está con Rapunzel? - pregunto Jack mientras comenzaba a desesperarse.

- No. Hace un momento Rapunzel nos llamó para decirnos que buscáramos a Elsa porque ella no la encuentra- le explicó Kristoff a Jack.

- ¡Jack espéranos! - gritó Anna pero él no la escucho

Jack se dio media vuelta comenzando a buscar a Elaa.

Intentaba localizar la cabellera rubia que tanto la diferenciaba pero no estaba por ningún lado.

- Disculpe señora, ¿no ha visto a una joven de cabello rubio platinafo, ojos celestes y que está embarazada? - Jack le pregunto a una señora que iba caminando cerca de ahí.

- No lo siento- contestó la señora y comenzó a alejarse.

Jack le preguntaba a cada persona que pasaba por ahí, estaba volviéndose loco por la angustia.

- Elsa... ¿en dónde estás? ¿Qué voy hacer si le pasa algo? Y ¿sí le hacen algo?- pensaba Jack mientras se tomaba los cabellos con un poco de fuerza.

- Disculpa jovencito, yo vi a una chica como la que tú estás describiendo- le dijo una anciana desconocida.

Jack sintió que la esperanza regresaba a él.

- ¿En dónde? -

- Cerca del estanque- dijo la señora señalando la dirección con su dedo índice.

- Gracias- dijo Jack haciendo una reverencia y corriendo hacia el estanque.

Cuando el peliblanco desapareció de la vista...

- ¡Oye niña! Ya hice mi parte quiero mis dulces- dijo la señora.

Rapunzel apareció detrás de un puesto cercano con una bolsa llena de chocolates.

- Aquí tiene señora, muchas gracias por su ayuda-dijo Rapunzel con una gran sonrisa entregándole la bolsa a la señora.

- Por nada fue un excelente trato- contestó la señora y después se fue caminando.

- Explícame otra vez, ¿por qué hicimos esto? - dijo Eugene quién se encontraba detrás de Rapunzel.

- Es obvio, para darles un poco de privacidad- dijo Punzie con una sonrisa de triunfo.

- Hablando de privacidad, ¿cómo lograste que Vanellope los dejara en paz? - pregunto Eugene mientras tomaba la mano de Rapunzel delicadamente.

- Eso fue fácil-

Flashback

- Disculpe señor, ¿ve a ese sujeto alto con cabello castaño? - dijo Rapunzel a el que parecía ser el dueño de un puesto.

- Sí, ¿qué hay con él? - quiso saber el señor.

- Pues sí hace que él pierda todos los intentos de ganarse el oso de peluche, yo le daré 500$ en efectivo- le explicó Rapunzel al señor.

- ¿500 dólares? ¡Trato hecho! -

Fin del Flashback

- Así fue como lo hice. Sabía que Vanellope pediría ese enorme oso, así que arregle un poco la suerte del tío de Elsa. Estarán jugando por varias horas - dijo Rapunzel con una gran sonrisa.

- Rapunzel te amo pero das miedo, ¿cómo se te ocurrió ese plan? - dijo Eugene mientras tomaba algo de su bebida.

- La idea me la dio la abuela de Elsa-

Cuando Rapunzel dijo esto, Eugene casi ahoga con la soda.

- ¿Verdad que es increíble? Cuando sea mayor quiero ser exactamente igual a ella- dijo Punzie quitándole la bebida a Eugene.

- Oh no... ¿en qué estoy metido? - pensó Eugene mientras cerraba los ojos rendido.

Mientras tanto...

Jack buscaba con desesperación a Elsa.

- Elsa... ¿en dónde estás? - se pregunto Jack con preocupación.

- ¡Esto está delicioso! - exclamó una voz que provenía detrás de unos arbustos, cerca del estanque.

Jack casi se desmaya del susto. Se acercó con cuidado y pudo verla.

Era Elsa. Estaba sentada sobre una banca a orillas del estanque. Al parecer comía algo muy sabroso.

- Por fin. Qué bueno que está bien- pensó Jack mientras el alma le regresaba al cuerpo.

- Elsa- la llamó haciendo que ella se estremeciera un poco.

- Ja-Jack, por fin te encuentro- dijo Elsa con una sonrisa.

- ¿Por fin? Pero si he sido yo el que te ha estado buscando como loco. Pero, ¿estás bien? ¿No te pasó nada? - le pregunto Jack y al mismo tiempo se sentaba al lado de ella.

- ¿A mí? No, estoy perfectamente bien. ¿Por qué estabas tan preocupado? -

- ¿Por qué? Elsa te perdiste claro que estaba preocupado-

- ¿Perderme? Yo no me perdí Jack, Rapunzel me dijo que estabas aquí, así que viene a buscarte. Pero cuando llegue no estabas por ningún lado, por eso me quede aquí a esperarte- dijo Elsa.

- ¿Qué? - exclamó Jack.

"Hace un momento Rapunzel nos llamó para decirnos que buscáramos a Elsa porque ella no la encuentra"

Esas habían sido las palabras de Kristoff.

- ¡Esa Rapunzel! ¡Me engaño vilmente! - pensaba Jack muy furioso.

De repente sintió una cálida mano sobre su brazo. Al voltear se topo con los ojos de Elsa, lo estaban viendo muy desconcertados.

- Lo siento Jack. No era mi intención preocuparte- dijo Elsa agachando la cabeza y apoyándola contra él.

Jack suavizó la mirada. Lo importante era que había encontrado a Elsa y ella estaba bien.

Entonces recordó que ella le tenía que dar una respuesta. Pero... ¿no la estaría presionando mucho si le pregunta?

- ¿Qué debo de hacer? - pensaba Jack desviando la mirada hacia el estanque.

Todo estaba oscuro, la poca claridad que había era gracias a las pequeñas luces de los puestos del parque.

Había muchas luciérnagas volando por doquier. El estanque parecía un cielo estrellado.

- ¿Jack?-

Dijo Elsa sacándolo de sus pensamientos.

Jack la volteo a ver, pero en esos ojos azules había conformidad.

- ¿Por qué t-te gu-gusto? - dijo Elsa mientras un leve sonrojo aparecía sobre sus mejillas.

Jack abrió los ojos con sorpresa.

- Yo... yo pensé que me odiabas po-porque solo fui un e-error- dijo Elsa con voz quebrada.

La peliplateada ya se había separado un poco de Jack para poder verlo a los ojos.

Jack se sintió miserable. En verdad la había tratado muy mal en el pasado pero... él ahora había cambiado y tenía que dárselo a conocer.

- Yo no te odio Elsa- dijo Jack viéndola intensamente.

- Para serte sincero, al principio si te odiaba pero por hacerme sentir de esta manera- dijo Jack mientras se le formaba una sonrisa en el rostro.

Elsa lo escuchaba atenta y muy sorprendida.

- Cuando te conocí la primera vez... enseguida sentí un dolor el pecho. Me parecías hermosa y no quería pensar en ti de esa manera. Después de que ocurrió lo d-del baile de pri-primavera...- estas palabras hicieron que ambos peliplateados se sonrojaran hasta las orejas.

- Ejem... después de "eso", no podía sacarte de mi mente. Era como si me hubieras hechizado o algo parecido y me enojaba pensar en ti. Por eso te decía todas esas cosas, por eso mentía frente a mis amigos. Pero cuando comencé a vivir contigo... fue como una revelación. Yo estaba totalmente e irrevocablemente enamorado de ti, Elsa- dijo Jack para después tomar entre sus manos las de ella.

Elsa seguía en estado de shock.

- Yo Jack, Te amo-

Fue cuando Elsa reaccionó y con sus brazos formó una cadena alrededor del cuello de Jack, ocultando su rostro en el.

- Yo... yo es-estoy muy feliz. Yo su-sufría mucho, po-porque la persona que más amo m-me odiaba-dijo Elsa alzando su rostro para poder verlo a los ojos.

-Jack...-

La peliplateada no pudo retener más las lágrimas.

- Sí. Te amo Jack- dijo Elsa mientras sollozaba levemente.

Jack colocó una mano sobre su cabeza y la acercó a él para poder abrazarla.

Solo quería sentirla, para saber que todo era real y no un sueño.

- Elsa, es tan linda. Y huele muy bien- pensaba Jack con una sonrisa tonta en su rostro.

- Elsa, deja de llorar- dijo Jack.

- Pe-pero...-

Elsa lo observó. Jack tuvo que usar todas sus fuerzas para no reírse de ella. Tenía grandes lágrimas recorriendo su hermoso rostro y mocos escurriendo de su nariz. En verdad tenía una expresión graciosa.

- Ya deja de llorar o los mocos me caerán a mí- dijo Jack riendo.

- ¡Qué malo Jack! - exclamó Elsa sonrojada por su comentario y comenzó a golpearlo con sus pequeños puños.

Jack ahora reía fuertemente. Detuvo a Elsa, sosteniéndola por sus muñecas.

Esto hizo que ambos se dieron cuenta, que sus rostros estaban muy cercanos.

Se sonrojaron violentamente.

- Elsa... ¿pu-puedo besarte? - dijo Jack viéndola con ternura. Elsa solo asintió.

Jack se inclinó hasta sentir como el aliento de la peliplateada golpeaba su rostro. El beso fue corto, casi un roce. Jack se separó para poder verla.

- Una vez más- dijo Elsa sorprendiéndolo.

Jack asintió y se acercó de nuevo.

Este beso fue más largo. Está vez Jack pudo saborear sus labios, sabían a vainilla.

- Mi nuevo sabor favorito- pensaba Jack mientras besaba a la peliplateada.

Se retiró de Elsa pero ella le impidió que se alejara más, sosteniéndolo de la playera.

- Una vez más- dijo Elsa. Jack la sostuvo por los hombros delicadamente.

Él toco sus labios con las yemas de los dedos, sintiendo su aliento cálido.

- Eres hermosa-

Él la besó nuevamente, sus labios más hambrientos esta vez, mordisquearon, acariciando, despertando su cuerpo, despertando su alma.

Con sus manos rodeo la pequeña cintura de ella, para poder atraerla más hacia él.

Ella se aferró con fuerza a la playera de Jack.

El beso estaba tomando un ritmo, casi desesperado pero muy excitante para ambos.

La lengua de Jack le provocaba cosquilleos cuando se topaba con la suya, era una sensación embriagante para ella.

Se separaron por falta de aire. Sus respiraciones estaban agitadas y sus rostros muy sonrojados.

- Pe-Perdón Jack, pero he estado esperando esto desde hace mucho tiempo- dijo Elsa mientras cerraba los ojos y se tocaba sus labios con la punta de sus finos dedos.

Jack sonrió.

Tomó el mentón de Elsa haciendo que ella lo volteara a ver y le dio un corto beso en los labios.

- Yo también lo esperaba Elsa-

La peliplateada sonrió con un rubor en las mejillas.

- ¡Te amo Jack! - exclamó contenta Elsa mientras se lanzaba a los brazos de Jack.

Cerca de ahí...

- No deberíamos estar haciendo esto Rapunzel- decía Anna mientras veían a la pareja de peliplateados.

- ¡Claro que sí! Obviamente quiero saber si mi plan funciono-

- Desde hace rato que funcionó, pero tú quieres seguir espiándolos- dijo Eugene viendo a su pequeña novia.

- Si tanto te incomoda porque no te has ido- dijo Rapunzel remarcando lo evidente.

- Eh... bueno... porque- intento decir Eugene

- Te atrapo- dijo Anna viéndolo con diversión.

- Eso es lo que pasa cuando tu novia es más lista que tú- dijo Kristoff

- ¡Cállense los de dos! ¡Rapunzel! ¡Ya nos vamos! -exclamó Eugene furioso.

- ¿Por qué? - lo desafío Rapunzel

- Porque si no le diré a tu hermano que sobornaste a sujeto de un puesto para conseguir lo que querías-

- ¡No te atreverías! -

- Claro que sí-

Rapunzel se sonrojo del coraje y comenzó a caminar. Eugene la siguió de cerca.

- Eugene sí que tiene agallas- dijo Kristoff siguiendo a la extraña pareja.

- Sí, por eso es perfecto para Punzie- dijo Anna tomando del brazo a su novio y perderse en la oscuridad de la noche.

En otro lado...

- ¡No! ¡Aún no puedo conseguirlo! - decía un Ralph histérico por no poder ganarle un premio a su propia hija.

- ¿Todavía no? - pregunto Bella, quien venía con el resto de la familia Overland.

- No- contesto Vanellope con enojo.

- Bien, yo lo resolveré- dijo Bella abriendo un poco más su escote y acercándose al dueño del puesto.

- Disculpe señor, ¿podría regalarme ese osito de allá? - dijo la castaño seductoramente, señalando el premio que su sobrina quería.

El dueño del puesto, al verla, le dio 4 osos de diferentes colores.

- ¡AH! ¡Muchas gracias! - le dijo Bella y se acercó a sus amigos.

- ¡Bella! ¡Ganaste muchos! - dijo Emma sorprendida.

- Sí, después te enseñare a usar tus atributos correctamente- dijo Bella y después comenzó a repartir los osos.

- No digas esas cosas Bella- dijo Nicolás sonrojado y molesto.

Para Vanellope el oso rosa, para Olivia el oso morado, para Emma el amarillo y ella se quedó con el azul.

Ralph estaba petrificado. Todas esas horas jugando para que su hermana llegará y ganará 4 osos.

- Lo siento Ralph, las chicas son mejores en esto- dijo Nicolás con burla. Recibiendo un golpe en el rostro.

- Cuando llegue a casa mañana, mataré a mis empleados- dijo Ralph furioso. Con alguien se tenía que descargar.

¡Arriba las mujeres!

Y eso fue todo por el cap de hoy, si les gusta denle clic a la estrellita de aquí abajo y no olviden seguir mi otra obra c: lamento demorar prometo ponerme al dia! Cuidense nos vemos en el próximo capitulo chau chau!

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