Mudanza

Hola! Aquí les dejo otro Cap! Las quiero, disfrutenlo.

Era sábado por la mañana.

Elsa se encontraba empacando.

Ya casi guardaba todo lo que necesitaba.

Su ropa, artículos personales, sus peluches favoritos y fotografías especiales.

¿Por qué estaba guardando sus cosas?

Bueno ese día se va a vivir a su nueva casa.

Junto con Jack Overland Frost.

Apenas con 17 años, Elsa estaba embarazada y tendría que vivir con el padre de su hijo o hija.

Estaba muy nerviosa.

Unos días antes había ido a ver su nuevo hogar.

Era un departamento con dos habitaciones muy amplias, un baño, una cocina, una sala, un comedor y garaje. Para poder salir del departamento se tenía que bajar unas escaleras que daban al recibidor, con un pequeño jardín la casa era perfecta para tener a una familia.

El lugar estaba un poco sucio, necesitaba una mano de pintura nueva y arreglar algunas cosas en la cocina y el baño. Por eso Jack y Elsa les pidieron ayuda a sus amigos.

La peliplateada aún recordaba la reacción de sus amigos.
*****
- ¡¿VIVIR JUNTOS? - habían gritado al mismo tiempo, sorprendidos.

- Por favor no tan alto- suplicó Elsa algo apenada.

- ¿Cómo paso? - pregunto aún desconcertada Rapunzel.

- Pues mi papá y la tutora de Elsa creen que debemos pasar más tiempo juntos por... el bienestar del bebé- explicó Jack rascándose la cabeza con nerviosismo.

Eugene y Aster comenzaron a derramar lágrimas, tomaron a Elsa por las manos y dijeron:

- Te compadezco Elsa- dijo Eugene

- Vivirás con el grosero de Jack- dijo Aster.

- ¡Ya basta ustedes dos! - se defendió Jack separándolos de Elsa.

- Bu-Bueno... queremos pedirles un favor- dijo amablemente Elsa.
*****

- ¿Estás lista Elsa? - dijo Bella.

Elsa salió se sus pensamientos girando el rostro hacía Bella.

Asintió y se dirigieron hacía su nuevo hogar.

Jack bajaba por las escaleras de su casa con una gran caja en sus manos.

- Jack, ¿llevas todo lo necesario? - pregunto Nicolás que estaba sentado en la sala.

- Sí, creo que sí- contesto extrañado Jack.

Nicolás se levanto de su cómodo lugar y se acerco a Jack. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón negro y sacó una tira de color plateado colocándolo en la cima de la caja.

Al observarla con detenimiento Jack de dio cuenta que eran... preservativos.

- Son por si acaso hijo mío- explicó Nicolás guiñándole el ojo a su hijo.

- ¡No serán necesarios! ¡Gracias! - exclamó Jack con las mejillas rojas, tomó los anticonceptivos y los lanzó hacia algún lugar.

- ¡Precisamente por eso estamos en está situación! - gritó Nicolás.

- ¡No los necesito porque no pasará nada! -gritó Jack al punto de enojarse.

- Ja. ¡Claro que pasará! ¡Elsa es muy hermosa y sexy! ¡Caerás de nuevo en tentación! -

- ¡Viejo pervertido! ¡No hables así de ella! - gritó enojado Jack.

- ¿Qué es esto? - dijo una dulce voz.

Los hombres Overland detuvieron la discusión en seco. Al mismo tiempo giraron sus rostros hacia el lugar de donde provenía la voz.

Era Emma y sostenía la tira plateada de preservativos.

Estaban petrificados.

- ¡Olivia! ¡Mire lo que me encontré! ¡Usemoslos! - exclamó contenta Emma apresurándose hacía su hermana que se encontraba en la cocina tomando leche.

Al escuchar esas palabras Nicolás y Jack corrieron como locos tras Emma.

Pensaban en lo peor. En Emma y Olivia usando esas cosas con los chicos.

De golpe derribaron la puerta de la cocina.

- ¡Olivia! ¡Emma! -gritaron al mismo tiempo los Overland.

- ¡No pueden utilizar eso! - gritó alarmado Jack.

- ¿Pero por qué? Yo quiero usar los globos como adorno- dijo una Emma inocente.

Jack y Nicolás suspiraron aliviados.

- Era eso- susurro Jack.

- Pues claro. ¿En qué pensabas hermano? -pregunto Olivia.

A Jack se le subió la sangre al rostro coloreándolo de rojo.

- ¡Mis niñas! ¡No le hagan esto a su padre! -exclamó Nicolás llorando y abrazando a sus pequeñas hijas.

- ¡Suéltame viejo! -dijo Olivia empujando a su padre desde la barbilla con una mano.

- ¡Todo es tu culpa Jack! -regaño Nicolás, ignorando a Olivia.

- ¿Mi culpa? ¡Tú sacaste esas cosas! - se defendió Jack con las mejillas rojas.

- Sí pero tú los arrojaste- dijo Nicolás.

Jack no supo que responder, estaba furioso.

Le quito la tira plateada a Emma y los guardo en el bolsillo del pantalón.

- ¡Listo! - dijo furioso Jack saliendo de la cocina.

- ¡Ese es mi hijo! - grito alegre Nicolás.

Jack tomo sus cosas y se dirigió a su nuevo departamento, que estaba a lado

Sacó la llave de su bolsillo y abrió la puerta.

Subió las escaleras que llevaban a la sala de estar y dejo sus cosas ahí.

Observó su nuevo hogar. Estaba sucio pero era bonito.

- Creo... que está bien- pensó con algo de alegría Jack.

Escucho unos pasos detrás de él, se giro y vio a Elsa parada en el umbral de la puerta.

Llevaba unas maletas en las manos.

- ¡Elsa! ¡Deja te ayudo! - dijo Jack tomando las cosas de Elsa.

- No es necesario Jack- dijo apenada la ojiazul.

- Está bien. Quiero hacerlo- dijo Jack moviendo de lugar las pesadas maletas de Elsa.

La peliplateada observaba a Jack como si fuera lo más hermoso del mundo. En verdad lo admiraba.

Jack sintió una mirada sobre él y volteo.

Elsa tenía una mirada dulce, dedicada solo a él. Con las mejillas sonrojadas y una pequeña sonrisa, se veía hermosa.

A Jack le faltó el aire.

- Elsa...-

- ¿Hay alguien en casa? - gritó Rapunzel desde la puerta de las escaleras.

Solo ese grito fue necesario para sacar a ambos peliplateados del trance.

- ¡E-Estamos arriba! -gritó Elsa.

Sus amigos subieron.

- ¡Hola Rapunzel! ¡Eugene! ¡Kristoff! ¡Anna! - dijo alegre.

- Hola Elsa- saludo Rapunzel  con la misma alegría.

- Elsa, ¿no vendría tu tutora contigo? - pregunto curiosa Anna.

- No pudo. Tenía que ir al trabajo-

- Con que este será su hogar- dijo Eugene examinando el lugar.

- Pues si que necesita un arreglo- dijo Kristoff subiéndose las gafas.

- Sí, lo sabemos. Por eso necesitamos su ayuda-dijo Jack.

- ¿Eh? ¿En dónde están Hiccup, Aster y Tadashi? - pregunto Elsa dándose cuenta de la ausencia de sus tres amigos.

- No pudieron venir- contestó Anna sin dar más explicaciones.

- Bueno sin Aster tendremos una tarde tranquila-dijo Kristoff.

- ¡Comencemos! - exclamó Rapunzel alzando una mano en forma de puño al aire.

Jack y Eugene se encargarían de la tubería del baño. Las chicas pintarían la casa. Y Kristoff arreglaría el estante de la cocina.

Jack se encontraba debajo del lavabo del baño. Con una llave estaba aflojando la tubería y cuando la retiro...

- ¡Argh! Geugenne... jierra ja jave! - dijo apenas Jack, ahogándose.

Eugene se había olvidado cerrar la llave del agua y ahora caía sobre el rostro de Jack.

El chico de cabello castaño se estaba carcajeando mientras cerraba la llave.

- ¡No es gracioso! ¡Mandril! - exclamo furioso Jack lanzándole agua en la cara a Eugene.

- Me pregunto que estarán haciendo en el baño-dijo Elsa viendo en dirección al baño.

- De seguro están haciendo tonterías- contestó Rapunzel.

- Como siempre- terminó Anna.

Las chicas se encontraban pintando las paredes de la sala de un color rojo, muy otoñal. Llevaban puesto unos overoles tipo short de mezclilla y debajo llevaban un top sin mangas y con algo del torso descubierto.

Anna llevaba el top de color verde, Rapunzel de color morado y Elsa de color celeste.

- Oye Anna, ¿en dónde dejaste la pintura blanca? -pregunto Elsa.

- Por allá- dijo Anna girando su cuerpo para indicar la dirección, pero como llevaba una brocha en la mano por accidente pinto a Rapunzel justo en la cara.

- Oh, lo siento Rapunzel, no te vi. Eres muy pequeña-dijo Anna soltando una pequeña risita de burla.

- ¿Crees que es muy gracioso? - dijo Rapunzel.

La ojiverde tomo una brocha con pintura azul y se la estrello a Anna en la frente.

- ¡¿Cómo te atreves enana? - gritó furiosa Anna.

- ¡Tú comenzaste! - gritó de igual manera Rapunzel

Elsa se comenzó a reír del aspecto de sus amigas. Ellas la voltearon a ver y dijeron al mismo tiempo:

- ¿Y tú de qué te ríes? -

Pintándola después de color blanco en el cuello.

- Oye Elsa ya encontraste la pintura que buscabas- dijo Anna provocando la risa burlona de Rapunzel.

- A sí...- Elsa tomo la brocha y pintó a Punzie en las piernas.

Rapunzel pintó a Anna en los brazos por reírse de ella.

Y así comenzaron la guerra de pintura.

- Eugene, ¿por qué tardas tanto con la tuerca? - dijo Jack saliendo del baño y acercándose a su amigo de cabello castaño.

Él no respondió.

Jack se dio cuenta que ni Eugene ni Kristoff, que estaba al lado de Eugene, le hacían caso. Tenían la mirada perdida, babeaban y tenían las mejillas rosadas.

- ¿Qué les pasa? - dijo Jack agitando la una mano enfrente de ellos, pero no reaccionaban.

Decidió girar su rostro para saber que veían con tanto interés.

Y las vio. Quedando igual que sus amigos.

Eran las chicas.

Pero estaban pintándose todo el cuerpo. Estaban riendo muy alegres. Tenían manchas de pintura en las piernas, cuello, brazos, nuca, cara y cerca de los pechos. Incluso brincaban, causando un movimiento en los pechos muy deseado por los hombres.

- Se ven muy sexys, ¿no creen? -dijo Eugene totalmente embelesado por las chicas.

Sus compañeros asintieron.

De repente apunzel les arrojo un bote entero de pintura rosa, bañándolos de pies a cabeza.

- ¿Qué están viendo? - grito la ojiverde sacándolos del trance.

Después del "descanso" los chicos siguieron con sus tareas.

Las chicas limpiaron todo su desastre y terminaron de pintar toda la sala y los cuartos de Elsa y Jack.

Después Anna abrió algunas cajas sacando los platos, vasos, cubiertos y demás cosas para acomodarlas en la cocina.

Llegó el tiempo de subir los muebles que se encontraban en el garaje de la casa.

Empezaron con lo más pesado, el refrigerador.

- ¡Kristoff! ¡Ayuda un poco más! - grito Jack sosteniendo el refrigerador por un extremo.

Eugene y Kristoff  estaban en la parte de arriba de las escaleras mientras que Jack estaba en la parte de abajo, por lo tanto cargaba más peso que sus amigos.

- ¡Hago todo lo que puedo Jack! -contestó Kristoff  irritado.

- ¡Pues no es suficiente! - dijo Jack.

- ¡Basta! ¡A un lado Kristoff! -grito con cansancio Anna, tomando a Kristoff  por el hombro empujándolo hacía atrás y tomando su lugar.

Ahora Anna cargaba el refrigerador.

- Creo que ya sabemos quién será la dama de esta relación, ¿No Kristoff? - dijo con burla Rapunzel, provocando el sonrojo del chico rubio.

Con la ayuda de Anna terminaron de subir el resto de los muebles para después acomodarlos.

Eugene estaba colocando el sofá de la sala cuando...

- Eugene mejor muévelo hacía acá- dijo Rapunzel señalando otro extremo de la habitación.

Eugene lo movió.

- Mmm... mejor por aquí- dijo de nuevo Rapunzel señalando otro lado de la habitación.

Algo molesto Eugene lo movió.

- Mmm... no mejor por allá- dijo otra vez Rapunzel.

Eugene siguió moviendo el enorme sofá hasta que Rapunzel exclamó:

- ¡Perfecto! ¡Ahí está bien! -

- ¡¿Qué? ¡Es el lugar en donde lo puse la primera vez! -gritó furioso Eugene.

- ¿Sí? Lo siento, estabas en lo correcto- contestó Rapunzel con una sonrisa de burla en el rostro mientras salía de la habitación.

- ¡Enana del demonio! - gritó Eugene totalmente colérico.

Y se escucharon las carcajadas de todos sus amigos.

Aún faltaba por armar las camas de los dormitorios pero ya era tarde y sus amigos tenían que volver a casa.

- Lo sentimos de verdad, nos estábamos divirtiendo mucho- dijo Rapunzel con una sonrisa.

- Pero volveremos mañana para seguir ayudándolos- dijo Anna.

Elsa asintió contenta.

Los peliplateados acompañaron a sus amigos hasta la puerta y se despidieron de ellos con un movimiento de manos. Y en la lejanía se escucho...

- ¡Ahora sí parecen esposos! - gritó Eugene buscando avergonzar a los peliplateados, lográndolo.

- Eugene es muy gra-gracioso, ¿no? - dijo Elsa con un leve sonrojo en los mejillas.

- Es un idiota- contestó Jack mientras pensaba en como vengarse de Eugene después.

- Al parecer tú y Eugene son muy amigos- dijo Elsa con una gran sonrisa.

- Mmm... pu-puede que tengas razón- contestó algo nervioso Jack.

El estomago de Elsa protesto por la falta de comida.

Jack se rió un poco.

Elsa se sorprendió mucho. Era la primera vez que escuchaba la risa de Jack.

- Jack... que bonita risa tienes-dijo sin darse cuenta.

Jack se sonrojo mucho cubriéndose con la palma de la mano la mitad de su rostro.

- Lo... Lo siento... Jack- se disculpo Elsa por su comentario.

- E-Está bien... vamos a comer algo- dijo Jack cerrando la puerta de la nueva casa con la llave.

- Sí- dijo contenta Elsa siguiendo a Jack.

Cuando llegaron a la residencia Overland, Emma se encontraba preparando la cena.

- ¡Emma! ¡Déjame ayudarte! - dijo Elsa entrando a la cocina.

Jack sonrió un poco y se dejo caer en el sofá, cerrando los ojos.

Nicolás se acercó cuidadosamente hasta el sofá, no quería que su hijo lo escuchara.

Cuando pensó que no había sido descubierto, se incorporó e intento golpear en la cabeza a Jack, pero su hijo en el último minuto agacho la cabeza, esquivando el golpe.

- ¡Ese es mi hijo! ¡Incluso con los ojos cerrados me superas! - grito alegre Nicolás.

- ¡¿Por qué haces eso? ¡Estaba descansando! - grito Jack furioso tomando a su padre por el cuello de la camisa.

Nicolás cambió su mirada de alegría por una de picardía. Y sonrió.

- ¿Estás cansado? ¿Usaste los condones? - dijo Nicolás en un susurro.

Jack se sonrojo y estrello a su padre contra el suelo.

- ¡Viejo loco! ¡Claro que no los use! - dijo Jack alterado pero en voz baja.

- ¿Qué? ¿Por qué? - pregunto preocupado Nicolás.

- Porque no hicimos nada- dijo Jack irritado por la actitud de su padre.

- Jack... dame los preservativos- dijo Nicolás muy serio.

- ¡¿Para qué los quieres tú? - gritó Jack soltando a su padre.

- Se los daré a alguien que si aprecie mis consejos-

- ¡No lo haré! ¡Si los dejo aquí Olivia y Emma los encontrarán! -

- ¡Dámelos! - grito Nicolás abalanzándose sobre Jack.

El doctor metió la mano en el bolsillo de Jack para poder sacar la tira pero Jack tomo la muñeca de su padre evitándolo.

- ¡Jack dámelos! -

- ¡Saca la mano de ahí! - dijo Jack.

Nicolás uso toda la fuerza que tenía pero algo salió mal.

Cuando jaló la tira esta se rompió con gran fuerza ocasionando que los preservativos salieran volando por todas partes.

Elsa iba saliendo de la cocina con la cena cuando algunos preservativos le cayeron en la cara y en la cabeza.

Emma venía a su lado.

- ¡Globos! - exclamó Emma con gran alegría.

- Elsa- susurro Jack sorprendido viendo la vergonzosa escena.

- ¡Fue culpa de Jack! - dijo Nicolás saliendo del lugar a toda prisa.

- Ja... ¡JACK! - grito Elsa con los ojos llenos de sorpresa.

- Elsa... puedo explicarlo-

- ¡Cuantos globos!- exclamo feliz Emma mientras sostenía un preservativo con los dedos.

- Qué inocente eres Emma- dijo Olivia observando a su hermana y luego observo como Jack intentaba calmar a Elsa.

- Idiotas- dijo Olivia con un suspiro.

Jajaja un intenso capitulo si les gusto den le clic a la estrellita, nos vemos en el próximo Cap cuidense chau chau!

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