5 meses después...
Ya han pasado meses desde que entré a la universidad, Ya casi me graduó, creo que lo haré antes de que nazca mi bebe, ya se me nota la barriga, esta súper grande, mi mamá dice que es normal que hay barrigas grandes y pequeñas, pero yo no había visto una de 6 meses y medio como la mía, me impresiona.
Con los gemelos todo va bien, me he echo mas amiga de ellos y se han encariñado con mi bebé, ya quieren que nazca. Yo no tanto, me gusta estar embarazada, aunque si me ilusiona tener a mi bebé en brazos. Mañana es mi próxima ecografía, a ver si el bebé caprichoso deja ver su sexo.
No he hablado con Peyton y la extraño, los chicos todavía siguen de gira, y no saben cuanta falta me han echo. Mi hermano, el fortachón, se va a casar, quien lo diría, se casa este año en diciembre, ya mi bebé habría nacido para ese tiempo, tendría como un mes, o menos.

—Gorda apurate —dice Mateo interrumpiendo mis pensamientos y lo miro mal.

—Gordo tu culo —Se me pegó esa pabrita de ellos y mi hermano. Este rueda los ojos y salgoo
de mi casa.

—Ya no te venimos a buscar mas, te demoras mucho —se queja el cabezón de Mateo.

—Aich tu si te quejas, pareces marica —le dice Melany y yo me río.

—Ella tiene razón —nos fulmina con la mirada.

—Si fuera marica no le hubiera dado duró a casi media universidad —Melany le tira un pan que ni se de donde sacó.

—Callense, quiero dormir, me despiertan cuando lleguemos —ellos asintien y yo me acomodo, poco a poco me voy quedando dormida.

—Hilary, despierta —me mueve Melany.

—No quiero —me acomodo, tengo mucho sueño y hambre, este bebé si come.

—Vamos a llegar tarde —se vuelve a quejar el marica.

—Me levanto si me consiguen comida —abro los ojos.

—Toma —me da un paquete de doritos, lo acepto porque tengo hambre,  aunque esto no me la va a quitar. Caminamos al salón y entramos en el.

—O'conell y Cooper, otra vez tarde —nos regaña el viejo gruñón.

—Usted debe entender que ella está embarazada y sabe como son las embarazadas —habla Mateo y lo miro mal.

—Lo entiendo, sientense —dice el viejo gruñon y le hacemos caso. Me acomodo y termino de comer el paquete de doritos que me regaló Mateo.

******
Vamos saliendo de la universidad y a Melany se le queda algo, nos sentamos afuera y euniversi que regrese.

—¿El papá sabe? —me pregunta un Mateo muy serio.

—Supongo —me encojo de hombros, no tengo ganas de hablar de eso con él. Con nadie.

—¿Supones? —pregunta y llega Melany, de la que me salvó.

—Vámonos —dice y nos subimos a su auto, vamos hablando y riendo muy animados.

—¿Que les parece si el sábado hacemos noche de chicas? —dice Mateo hablando como marica y me río.

—Me parece bien —ellos asienten y quedamos a las 7:00 en la casa de ellos. Nos acercamos a mi casa y se escuchó mucho ruido y me extrañé, por mi casa siempre esta calmado. Me sorprendí cuando Mateo estacionó y había mucha gente. Nos bajamos sorprendidos y caminamos a mi patio trasero, ahí estaba ¿Peyton?

—¡¡¡Hilary!!! —grita Peyton y corre hacia mí. No reacciono. Pero después le devuelvo el abrazo con fuerza, bueno lo que pude, gracias a mi vientre.

—¿Peyton?¿pero como? —nos separamos y se me pusieron los ojos llorosos.

—Solo sigue caminando, luego te explico —la miro confundida y sigocaminando, la gente me mira raro y yo también hago lo mismo. Miré al frente y mi corazón se aceleró.