Cap.-9 Mundial De Quidditch

Ya había pasado una semana desde el comienzo del mundial de Quiddicht, a Hermione le daba la impresión de que había pasado más tiempo, los momentos que más disfrutaba en el día era cuando llamaba a Sirius que parecía, que siempre estaba esperando su llamada con el mayor interés y puntualidad del mundo.

Desde el día en que se encontró con Viktor no habían podido volver a verlo, a pesar de encontrarse en el mismo evento. Por lo que ella sabía el equipo de Viktor no había sido eliminado aún.

Hermione no había podido convivir mucho con sus amigos Harry y Ron ya que al anochecer ella iba al Bar para llamar a Sirius.

Ron por su parte estaba mayor mente distraído con el trabajo y con apoyar a Ginny que iba como reserva del equipo y con su familia que había ido a apoyarla y Harry se encontraba en su tiempo libre apoyando a Ginny.

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Mientras tanto en Inglaterra Sirius continuaba trabajando en el taller mecánico del señor John un hombre mayor de complexión robusta y con una expresión severa que en el interior no tenía nada de ser así.

El Sr. John había notado que los últimos días Orión había pedido trabajar horas extras y le dio la clara impresión de que él no quería regresar a su casa por alguna razón, Sirius se había ganado su aprecio porque a pesar de ser un hombre sin recuerdos estaba siempre dispuesto a aprender y trabajar de la mejor manera. Además también le llamaba la atención que Orión llegaba vestido con ropa muy abrigadora a pesar del caluroso clima, un poco preocupado por su trabajador decidió averiguar que le sucedía pudiendo asegurar que tenía que ver con aquella chica que lo había defendido el día que se conocieron, pregunto.

-....Hijo ¿Y Hermione como esta?....-

Sirius que se encontraba limpiando algunas piezas de algún motor, perdió la concentración en lo que hacía al escuchar el nombre de "Hermione" y dirigiendo su atención hacia su jefe, contesto.

-Bien señor, gracias por preguntar por ella.-

Sirius respondió, en un tono de voz que llamo la atención de aquel viejo.

-....No la he visto... –Dijo el Sr. John- ...Pensé que vivías con ella. A todo esto ¿Qué es ella de ti? aquí entre nos ella me recuerda mucho a mi difunta esposa era una bruja en toda la extensión de la palabra gruñona como no te puedes imaginar, pero era así con todos, menos conmigo. Ella era la mujer más maravillosa que te puedas imaginar...-

Sirius al escuchar las palabras de su jefe, se sintió identificado y eso le provoco que suspirara mirando al piso, la extrañaba, extrañaba a Hermione.

-...Hermione tuvo que salir de viaje por trabajo y aun no sé cuándo vaya a regresar señor, vivo con ella porque está a cargo de mi recuperación, Hermione y yo solo somos amigos aunque quisiera que eso fuera diferente, usted sabe, ser más que "eso"....-

Explico Orión con ilusión, el hombre miro satisfecho a su trabajador, comenzaba a comprender mejor que sucedía.

-....Me imagino que por eso regresas tarde a casa....-

Indago el Sr. John, Sirius asintió afirmándolo.

-Una pregunta Sirius, espero no pienses que soy metiche pero ¿Porque usas esos suéteres con este clima? Los llenas de grasa, con una simple playera de tirantes estarías más cómodo o ¿te da pena mostrar tu cuerpo?-

Sirius agacho la cabeza ante la pregunta, era verdad que le daba pena pero no por mostrar su cuerpo si no por otra cosa.

Con resignación Orión alzo una de las mangas de su suéter, dejando al descubierto su antebrazo, él cerró los ojos para no ver la expresión de su jefe.

El señor John miro con atención el brazo al descubierto de Orión y le sorprendió lo que allí hacía.

-... ¿Un tatuaje Orión?...-

Sirius bajo su manga de nuevo y abriendo los ojos, contesto a la pregunta de su jefe.

-Sí señor, como sabe no recuerdo nada de mi pasado y por lo que me dijeron en el hospital temo que esto no sea nada bueno, en verdad no sé en que andaba metido, y la verdad me preocupa que Hermione llegue a ver esto, piense mal y se aleje de mí.-

EL Sr. John se quedó pensando un momento, tal vez Sirius tenía razón, si la chica viera eso podría asustarse, pero si Sirius la quería no podía ocultárselo siempre a ella.

-¿Y tú la quieres Orión? ¿Quieres a Hermione? Si es así no vas a poder ocultárselo toda la vida....-

Dijo el viejo hombre, a lo que Sirius contesto rápidamente.

-¡Si señor! ¡La quiero! Pero aunque no tuviera esto.... –Dijo Sirius presionando su brazo con la mano.-...Siento que me falta valor para decírselo, soy mayor que ella y aunque no lo recuerde que la conocí siendo una niña pero.... No puedo verla con otros ojos, no sé si este bien esto que siento, mi mayor temor es que ella se aleje de mi.-

El viejo mecánico mientras Sirius hablaba fue rápidamente a su pequeña oficina, sin dejar de oírlo, un momento después salió alegremente con una botella en sus manos.

-Toma hijo ábrela cuando tu chica regrese, para que festejen su regreso- Dijo el viejo hombre mientras le guiñaba un ojo a un confundido Sirius- Te dará el valor que necesitas.-

Sirius sonrió comprendiendo mejor a que se refería su jefe, recibiendo la botella el Sr. John volvió a hablar en tono comprensivo.

-Yo creo que Hermione también te quiere, si no, no te habría defendido de esa manera cuando me negué a darte el empleo, y si es así, ella sabrá aceptarte con o sin pasado, cuando hay amor la edad y los prejuicios son lo de menos.-

-...Gracias señor....-

Dijo Sirius mientras veía con ilusión la botella que el señor John le había dado, y con una sonrisa llena de confianza continúo hablando.

-Espero que la motocicleta que me dio esté lista para cuando....mi chica regrese.-

Ambos rieron, el viejo hombre le dio una amistosa palmada en la espalda a Sirius al momento que gritaba alegre.

-....¡¡Así me gusta Hijo!!....-

Días antes Sirius había encontrado una vieja motocicleta entre las refacciones del taller, el Sr. John le explico que un día llevaron a reparar esa motocicleta pero nunca regresaron y estaba pensando en desarmarla y que sirviera como refacción pero en los últimos meses las Motocicletas habían dejado de llegar y los autos eran el principal trabajo, así que no había podido hacerlo.

A Orión le llamo la atención la forma de la motocicleta y le propuso un trato a su jefe, que le pagara las horas extras que trabajaba con la motocicleta a lo cual el Sr. John acepto.

A fin que sin Hermione a Sirius no le gustaba regresar a aquel departamento inmensamente vacío sin ella, solo para lo único que tenían ilusión por regresar era para la llamada de Hermione que era ya entrada la noche.

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Algunos días después en España, las asistencias a los partidos y reuniones comenzaron a tranquilizarse más así que Hermione tuvo tiempo para pensar en indagar sobre la identidad de "Sirius" que de no ser porque ella había convivido con el de cerca, pensaría que se trataba de una alucinación, ¡Dos Sirius!, al que todos vieron morir y el que ella había hallado en el Hospital ¡Era una locura!

Tal vez sería buena idea, probar sus métodos y los métodos muggles para saber con certeza a que Sirius se enfrentaba Hermione al verdadero o a un mortifago que por alguna razón era igual a Sirius.

La joven bruja tenía tiempo, aprovechando que el partido de ese día efectuaría en la tarde noche, (Sería entre España e Inglaterra que había ganado los últimos partidos al igual que el país anfitrión), Hermione salió de su carpa a buscar a la única persona que podía ayudarla de alguna forma, su amigo Harry Potter.

No tardó mucho en encontrarlo, hallándolo cerca de donde se encontraba ella, sentado en una silla al aire libre ya que hacía mucho calor dentro de las carpas.

-....Hola Harry....-Saludo Hermione quedándose de pie junto a su amigo- ¿Te puedo pedir algo?-

-Por supuesto lo que quieras Hermione, dime...-

Contesto Harry alzando la mirada, entrecerrando los ojos por el sol.

-Quería saber si puedo entrar a Grimmauld Place, es que quisiera dejar unas flores como ofrenda a Canuto.-

Era la mejor excusa que se le había ocurrido a la joven bruja al no haber una tumba de Sirius a la cual ir.

Harry bajo la cabeza mirando al frente contesto.

-Claro que puedes entrar Hermione todos pueden, es el cuartel general de la Orden del Fénix, no tienes por qué pedirlo.-

-Gracias Harry solo quería tener tu permiso.-

Con las palabras de su amigo Hermione confirmo que sería fácil entrar al abandonado Grimmauld Place, y que ningún hechizo le impediría entrar.

El plan de Hermione consistía en entrar a la habitación de Sirius Black en Grimmauld Place esperando que alguna túnica o ropa de él siguiera ahí y tomar aunque fuera un cabello que se hubiese quedado pegado en su ropa y con el confirmar con una prueba de ADN que el Sirius que ella conocía y el que había conocido fueran la misma persona, o no.

El día paso sin más acontecimientos, solo que con más tiempo libre Ron comenzaba a pegársele más a Hermione, a los lugares que iba ahí estaba Ron, a la joven bruja no le molestaba ya que desde niños habían sido amigos y mientras hablaran de temas neutrales y sobre los partidos, todo estaba bien.

Antes de que comenzara a ocultarse el Sol el ansiado partido comenzó, la audiencia era en su mayoría de aquel país y le daba gran apoyo al equipo anfitrión aunque también el público Ingles fuera animado, al equipo pareció intimidarle tal apoyo al equipo Español, pero después de un rato no importo ya que sorprendentemente habían pasado 40 minutos de juego y ninguno de los equipos habían logrado atrapar la Snicht dorada, pero España llevaba 60 punto mientras Inglaterra llevaba la delantera con 70 puntos anotados, cuando sucedió lo impensable para el equipo y la audiencia inglesa, el buscador de España había atrapado la Snicht Dorada, Inglaterra había sido eliminada esa noche.

Dando por terminado el partido, los representantes del Ministerio se dirigieron a una comida amistosa con los anfitriones, Hermione al ver que Kingsley comenzaba a beber con su homólogo Español, salió del lugar en la primera oportunidad.

Al salir una mano fuerte tomo del brazo a la joven bruja llevándola a un lado de la salida Hermione se asustó por un momento pero al ver que se trataba de Viktor Krum se tranquilizó.

-Disculpa Herrz-mione que te tome por sor-hpresa, pe-rro creo esta será tu última noche aquí, quisiera' aceptaras mi invitación a comer-rr.-

Hermione asintió, aceptando así la invitación del buen Viktor.

Al llegar al Bar donde Hermione iba a hacer las llamadas a Sirius, por primera vez en su estancia se sentó en una mesa del Bar que había sido reservada para Krum, el lugar estaba lleno de magos y brujas españoles que festejaban en grande la victoria de su equipo.

Como buenos amigos, comenzaron a platicar sobre sus carreras y trabajos, hasta que Viktor cambio de tema para asombro de la joven bruja.

-Herrz-mione, esperro que "él" sea bueno contigo, un buen hombrre.-

Dijo Krum fraternalmente.

-¿"El"? a quien te refieres Viktor.-

Pregunto Hermione sin entender a que se refería Viktor.

-Si, Herrz-mione siempre' vengo a este Bharr después de los partidos' y te he visto en más de una ocasión hablar' por ese objeto muggle y terminas' tan sonriente' que no te has dado cuenta de que estoy aquí, no es difícil darse cuenta de que estas enamorada' y quiero que sepas que me alegrro mucho por ti.-

Hermione se ruborizo, tratando de recordar porque nunca se dio cuenta de que Viktor había estado en aquel Bar si según ella no lo había vuelto a ver ¿Tan distraída acababa después de hablar con Sirius? ¿Ella enamorada? ¿Acaso Viktor tenía razón?

Justo en ese momento dieron las 11 de la noche, que fue cuando Hermione recordó que a esa hora puntualmente era cuando llamaba a Sirius todas las noches, sin poder evitarlo se ruborizo más.

-Viktor, ¿Me disculpas un momento?-

El la miro divertido, y asintió sabiendo inmediatamente que a esa hora era cuando usaba el aparato muggle.

Hermione camino hacia donde se encontraba el teléfono sintiendo la mirada de Viktor detrás ella.

Al llegar, marco como ya era costumbre el número del teléfono de su apartamento en Inglaterra, y como siempre no sonaba más de una vez cuando Sirius contestaba con la mayor de las alegrías.

"-Hola Hermione, estaba esperando tu llamada ¿Qué tal tu día?-"

"-Bien Sirius creo que mañana....-"

Hermione se detuvo un momento, al día siguiente era seguro que regresarían a Inglaterra pero tenía cosas que hacer antes de ver a Sirius, tal vez le llevaría tiempo en realizarlas, así que sería mejor no decirle que al día siguiente regresaría.

"-¿Hermione, todo está bien? ¿Sucede algo?-"

La voz de Sirius al otro lado de la línea la saco de sus pensamientos.

"-Si Sirius todo bien, solo que mañana no podré llamarte-"

Hermione sintió una presencia detrás suyo, pensando que se trataba de Krum invadiendo su privacidad volteo para pedirle espacio, viendo que realmente se trataba de Ronald Weasley que por alguna razón estaba ahí.

-... ¿Hermione que haces aquí? ¿Con quién hablas?...-

Pregunto el pelirrojo, rápidamente Hermione cubrió el teléfono para que Sirius no escuchara a Ron pero había sido demasiado tarde.

"-Hermione ¿Quién te llama? ¿Quién es él? ¿Esta alguien contigo?-"

Hermione tomo el teléfono, Ron comenzó a hablarle pero ella presto atención a lo que decía Sirius al otro lado de la línea y con nerviosismo, solo pudo decir a Sirius que estaba totalmente intrigado por el extraño comportamiento de Hermione.

"-Tengo que colgar, todo está bien, es un compañero de trabajo, regresare pronto.-"

Diciendo eso Hermione colgó.

-¿Con quién hablabas Hermione? ¿Qué haces aquí? –

Ron pregunto de nuevo un tanto molesto, ya que había podido oír como Hermione se refería sobre el cómo "Es un compañero de trabajo" cuando hubiera esperado que dijera "Es Ronald Weasley mas que mi amigo".

En la mesa Viktor esperaba a Hermione, mirando a un grupo de magos españoles que bebían unos tarros enormes de cerveza que se rellenaban mágicamente al momento de terminarse. Cuando sintió que Hermione había tardado un poco volteo hacia donde estaba el artefacto muggle, viendo que Hermione tenía el teléfono en sus manos al momento que lo devolvía a su lugar y enfrente de ella se hallaba su pelirrojo amigo, evidentemente molesto.

Al temer que Hermione se encontrara en problemas, Krum se levantó y se dirigió hacia la escena, la pareja no notó que Viktor se acercaba.

-... ¿Todo está bien Herr-mione?...-

Pregunto Viktor haciéndose notar a Ron que al verlo puso una expresión de despecho y de como si todo se hubiera aclarado para él.

La joven bruja miro a Viktor que se veía preocupado por ella, para evitar una pelea Hermione contesto tranquilamente.

-Todo bien Viktor, creo que me tengo que ir, gracias por la comida.-

Al terminar de hablar Hermione, Ron hablo lo suficientemente fuerte para que su voz fuera legible entre tanto canto y festejo de las personas que se encontraban ahí.

-¡¿Así que estabas aquí con él? ¿Eh Hermione? Por eso te desaparecías todas las noches, venias con él, aquí ¿Verdad?!-

-Somos amigos, no mal interrpretes.-

Contesto con firmeza y sinceridad Viktor Krum, al terminar, Hermione también hablo dándose la vuelta para salir del lugar.

-Viktor dice la verdad, Ronald no tienes ningún derecho, no tienes por qué molestarte, me voy.-

Al ver que Hermione se iba molesta, Viktor no hablo más y sin nada más que hacer ahí se alejó de Ron sin antes fulminarlo con la mirada.

Al irse Krum, Ron se quedó ahí solo, se sentía mal por lo que había sucedido, se había dado cuenta de que Viktor y Hermione eran solo amigos, y él había quedado como un tonto celoso frente a ellos.

Quería recuperar a Hermione era cierto y por cómo se había comportado, era probable que Hermione tardara en perdonarlo. El pelirrojo necesitaba ordenar sus ideas y sentimientos y si quería volver a tener un noviazgo con Hermione necesitaba cambiar.

Por su parte Hermione regreso a carpa, molesta y preocupada, si Ron hubiera llegado antes habría escuchado que hablaba con Sirius, Ron era un verdadero ¡bruto!

Temprano a la mañana siguiente todos se reunieron para tomar el traslador que los llevaría de regreso a Inglaterra.

Ron y Hermione no se miraron durante el trayecto hacia el traslador, al llegar al Ministerio cada quien se dirigió hacia su departamento para hacer su reporte, Hermione aprovecho un momento en el que Kingsley se quedó solo para pedirle permiso para ausentarse durante ese día, dando por excusa que tenía un asunto personal que atender.

El acepto ya que ese día no necesitaría mucho de Hermione, sin perder tiempo la joven bruja tomo su maleta y se dirigió a las chimeneas donde con la ayuda de la red flu llegaría rápidamente a Grimmauld Place.

Al llegar a la vieja casona de los Black, Hermione acomodo junto a la chimenea su maleta, se sacudió el polvo de la ropa y miro el lugar, el ambiente era seco y sucio, camino por el comedor con dirección a las escaleras tratando de no hacer ruido ni chocar con el cuadro de la madre de Sirius, al llegar a las escaleras subió, sus tacones hacían eco en cada peldaño pasando junto a las cabezas disecadas de los elfos domésticos de la familia Black, rezo porque Mundungus no hubiera sacudido de más la ropa del que hubiera sido del animago cuando se robó los objetos de valor de la mansión de los Black a la "muerte" de este.

Sin darse cuenta ya estaba frente la puerta de la habitación de Sirius, Hermione giro el picaporte y empujando la puerta hacia dentro vio que estaba casi igual a como se hubiera visto la última vez que la uso el animago.

La chica camino dentro de la habitación levantando el polvo a su paso, saco su varita en caso de que algo estuviera dentro del Armario de la habitación como la última vez que fueron encontradas algunas túnicas asesinas moradas.

Suspirando con decisión halo la puerta del empolvado armario, recordó cuando años atrás vivió algo sumamente similar pero en la habitación de Regulus cuando intento convocar el guardapelo de Salazar Slytherin.

Al abrirlo, nada salto sobre de ella afortunadamente, así que con mayor confianza se acercó viendo para su fortuna que la ropa de Sirius seguía ahí aunque fuera muy poca para su gusto, miro cada prenda sobre de los hombros, pero no hayo nada, ningún cabello.

Sin rendirse trato de ver si en la parte inferior había algún cabello que se hubiera caído de la ropa pero tampoco encontró cabello alguno más que solo polvo.

Entonces pensó, en que seguramente debía de haber un cepillo que le hubiera pertenecido a Sirius, así que camino hacia un mueble donde imagino pudiera estar el preciado cepillo, abrió cada cajón buscándolo y fijándose si había algún cabello pero tampoco había nada.

Tal vez en el baño de la habitación encontraría algo, al caminar hacia el baño paso junto de la cabecera de la cama y aprovechando reviso sobre de la almohada que ahí descansaba y por debajo de esta, viendo para su alivio y sorpresa que ahí había un delgado y fino cabello.

Hermione lo tomo entre sus manos saco un pañuelo de su bolsa y lo guardo.

Con uno no era suficiente, si tan solo encontrara algún cepillo pensó.

Camino hacia el baño pero para su sorpresa no encontró nada dentro de él.

Cansada Tomo su varita, cerró los ojos y pensó en un cepillo que tuviera los cabello de Sirius, e imagino los cabellos de este.

-Accio cepillo de Sirius Black.-

Invoco, Hermione abrió los ojos esperando que en cualquier momento de alguna parte de la habitación saliera volando un cepillo con dirección a ella, pero eso no sucedió.

Decepcionada Hermione pensó que tal vez Mundungus lo hubiera vendido, pero eso no era muy higiénico, y dudo que alguien quisiese el cepillo de un "occiso".

Por lo menos tenía un cabello y eso era lo que importaba, acomodando lo que había movido dentro de la habitación salió hacia la chimenea, tomo su maleta y mirando su reloj vio que eran apenas las 11 am podía ir a dejar sus cosas a su apartamento ya que a esa hora Sirius estaría trabajando, y usando la red flu en un santiamén ya estaba de regreso en su departamento.

Al entrar por el umbral de la chimenea vio que todo seguía igual que siempre, solo que otra fragancia envolvía el lugar.

Estando de pie en la sala Hermione pudo apreciar que todo estaba tan silencioso que supuso que efectivamente Sirius no se encontraba, sin su maleta camino por el lugar para confirmar que Sirius no estuviera en casa, incluso llamo a la puerta del estudio pero nadie respondió.

Abrió la puerta y encontró al interior todo ordenado. Al ver el estudio vacío sin Sirius, se relajó, dándose cuenta que irónicamente sobre del escritorio había un cepillo con cabellos, tomo uno y lo guardo en el pañuelo donde estaba el otro, que al verlo juntos eran prácticamente iguales.

Salió del estudio cerrando la puerta detrás de ella y fue a la sala por su maleta la jalo hasta su habitación que se veía inmaculadamente igual a como la había dejado, dejando su maleta en su sitio la joven bruja se cambió de ropa a una más cómoda. Sin olvidar el pañuelo con el cabello que había encontrado y con el de "Sirius".

Tomo dinero muggle y sus llaves y salió del apartamento.

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