Dormida Hermione comenzó a soñar, que se encontraba de nuevo en el hospital precisamente en el pasillo de los pacientes internados, volteo a un lado del pasillo que la llevaría a las escaleras y al otro lado, el final del pasillo, donde se podía ver la puerta con el numero 434 ahí sentado estaba un enorme perro negro, Hermione en su sueño lo llamó "¿Sirius?" el enorme perro ladro corriendo hacia donde se encontraba Hermione con claras intenciones de atacarla justo cuando el hocico del perro estaba por morder la cara de Hermione, ella despertó gritando.

Asustada miro alrededor, reconociendo su habitación y viendo por la ventana que ya era de día, unos golpes en la puerta hicieron que se sobresaltara.

-...Hermione ¿Estas bien? Te escuche gritar...-

Era la voz de Sirius al otro lado de la puerta, se escuchaba preocupado, Hermione recordó que ya no vivía sola, ahora vivía con el que creía podía ser Sirius Black.

-Estoy bien Sirius, solo tuve un mal sueño, solo eso, en un momento salgo para que desayunemos.-

-...Esta bien Hermione, cualquier cosa que necesites llámame, aquí estaré...-

Después de oír esto último de Sirius, la joven bruja escucho cerrar la puerta de este, ella se relajó un momento mirando el techo de la habitación ¿Tendría algún significado ese sueño?

Se levantó no queriendo dormir de nuevo, se cambió de ropa y entro al baño para lavarse la cara tomo su varita y quito el hechizo que le había lanzado a la puerta, dejo la varita en la habitación, salió notando que Sirius seguía dentro del estudio.

Camino hacia la cocina para ver lo que había en la despensa, sin su tetera mágica tendría ella que preparar el café. Notó que habían olvidado comprar leche, así que fue de nuevo a su habitación por algo de dinero y sus llaves, pensó que Sirius se quedaría solo en la casa así que hechizo su armario donde tenía sus artículos domésticos mágicos y algunas cosas más, para que no pudiera ser abierto.

Al salir llamo a la puerta de Sirius.

-Sirius, voy a salir un momento a comprar leche si quieres tomar un baño sabes que el baño esta al fondo de mi habitación, no tardare.-

Desde dentro Hermione escucho la voz de Sirius que le contestaba.

-....Claro Hermione ve con cuidado....-

La chica de ojos chocolate salió del apartamento sin más que solo el dinero y sus llaves.

Bajo las escaleras evitando el elevador, salió del apartamento viendo que el día estaba soleado camino con dirección a la tienda más cercana, compro dos botes de leche mientras lo hacía pensaba si esas terribles pesadillas querían decirle algo o simplemente era su mente que trataba de asimilar todo lo relacionado con el que fuera el paciente 434, pago y salió de la tienda con dirección a su apartamento subió de nuevo las escaleras, ya había pasado un rato desde que salió a comprar la leche así que supuso Sirius estaría tomando un baño lo cual le daría tiempo de preparar el desayuno.

Desde que llego a su piso noto un extraño olor a quemado, corrió hacia su puerta, mientras buscaba la llave en su bolsillo vio que de la parte superior de la puerta salía humo y el olor era más intenso, finalmente abrió la puerta, vio que el humo venia de su habitación la puerta estaba abierta, corrió rápidamente al llegar al umbral vio para su tremenda sorpresa que su armario se estaba incendiando y Sirius salía a toda prisa del baño con una cubeta llena de agua, él estaba blanco como papel en él había una expresión de miedo como nunca en su vida había tenido, vio a Hermione en la puerta y lanzo el agua al armario viendo que el agua no le hacía nada al fuego, Hermione grito.

-¡¿Qué sucedió Sirius?! ¡¿Qué hiciste?!-

Ella vio que había demasiada agua en el piso de la habitación, no era la primera cubeta con agua que arrojaba Sirius, con susto ahogado Sirius contesto.

-¡No sé qué pasó! ¡Yo yo no hice nada! ¡No entres! ¡El fuego no se apaga!-

Al ver que el fuego seguía igual Hermione cayó en cuenta de que se trataba de fuego mágico que hizo tal vez reacción al intento de alguien por abrir el armario.

-¡Sirius sal de aquí! ¡Yo me encargare de esto!-

El hombre salió dudando de hacerlo pero notando la furia de Hermione no quiso contradecirla, ella cerró la puerta al momento que él salía de la habitación.

Hermione busco su varita donde la había dejado temiendo no encontrarla, afortunadamente estaba donde la había dejado y con un simple movimiento de esta misma, el fuego desapareció, Hermione pensó que tal vez algún objeto del interior había colapsado o algo similar, abrió el armario y noto que todo al interior estaba tal y como lo había dejado sano y salvo, así que todo había sido provocado desde afuera con magia.

Sabría qué había sucedido preguntándole a Sirius.

Hermione volvió a cerrar el armario y volvió a poner un hechizo para que no fuera posible abrirlo, con otro movimiento de su varita limpio toda el agua que había en el piso, solo había una enorme mancha negra en las puertas del armario, Hermione guardo su varita bajo sus ropas.

-¿Hermione todo está bien?-

Sirius hablo desde el pasillo en tono sumamente preocupado, y asustado. Hermione trato de tranquilizarse, estaba comenzando a desconfiar de Sirius y eso le dolía.

La joven bruja abrió la puerta, topándose con Sirius de pie frente de esta, rápidamente se abalanzo sobre ella abrazándola esto la tomo de sorpresa.

-Perdóname Hermione no sé qué paso, yo no sé.-

A ella aunque le pareció agradable, no podía aceptarlo así que aparto a Sirius de ella y con calma le dijo.

-Dime Sirius ¿Qué fue lo que sucedió? Necesito saberlo.-

-Cuando saliste, quise entrar a tu habitación para tomar un baño, como me habías dicho si no me lo crees no te culpo pero cuando entre ese fuego ya estaba ahí.-

Hermione medito un momento las palabras de "Sirius" ¿Estaría diciendo la verdad?, tal vez ella había conjurado mal el hechizo, no quería creer que Sirius le estuviera mintiendo de alguna forma.

La verdad se sabría en algún momento eso era seguro, pero desde ahora no bajaría la guardia hasta saber más del proceder de aquel hombre que la miraba.

La joven bruja regreso a la habitación por los dos botes de leche que había dejado en el suelo al ir por su varita,

La mañana paso sin más acontecimientos importantes, después de eso Hermione trato de seguir actuando normal ante "Sirius" era mejor que si el ocultaba algo, no se diera cuenta de que Hermione sospechaba algo, no era difícil para ella actuar así "como si nada hubiera sucedido "ya que él en verdad parecía ser sincero.

Hermione pensó que si tan solo Sirius la hubiera abrazado en otras circunstancias, si tan solo estuviera segura de que se trataba de él.... ¡¿Pero que estaba pensando?!

Si en realidad se trataba de Sirius seria el padrino de su mejor amigo obviamente alguien mucho mayor que ella ¿Y si no fuera él? Peor aún, sería un desconocido de igual forma mayor que ella, no podía tener esos pensamientos sobre "él" de ninguna forma.

Finalmente el día paso sin más incidentes, el domingo Hermione se la paso acomodando sus cosas para su regreso al trabajo el día lunes.

Hasta ahora todo parecía ir de manera normal Sirius se comportaba de manera normal, pidió consejos a Hermione y ella soluciono todas sus dudas.

La mañana del Lunes ambos se levantaron temprano, desayunaron juntos no mediaron palabras durante la mañana, Sirius por los nervios que tenía y Hermione de pensar que le diría a Ron cuando lo viera.

Antes de Salir Hermione le entrego una copia de la llave del departamento a Sirius bajaron juntos las escaleras. Viviendo con Sirius, Hermione ya no podía usar la red Flu en la chimenea de su departamento.

Al llegar a la calle la joven bruja le deseo suerte al atractivo pelinegro, despidiéndose, cada uno siguió su camino, Hermione se detuvo un momento antes de andar para ver a Sirius caminar hacia la avenida donde se encontraba el taller mecánico donde trabajaría como ayudante. Como la cabina de teléfonos que llevaba al ministerio de magia no estaba demasiado lejos Hermione iría andando.

Al llegar al Ministerio de Magia fue directo a la oficina de Kingsley, encontrándolo sentado leyendo el diario El Profeta, ella llamo a la puerta.

-Pasa Hermione me alegra tenerte aquí de nuevo, llegas a tiempo para ir conmigo como mi asistente al Mundial de Quidditch que se celebrará este año en España.-

Hermione se asombró por un momento olvido que Ron se lo había mencionado en sus cartas.

-.... ¿En este momento señor?....-

Kingsley rio desde su asiento por la pregunta de Hermione.

-No, mañana partimos tendrás tiempo para ir a tu casa a preparar tus cosas, puedes ir, te doy el día mañana comenzara el trabajo.-

Hermione agradeció y salió con camino a su departamento como Sirius no estaba podría usar la red flu.

Cuando se dirigía a las chimeneas una voz familiar la interrumpió antes de entrar a una de ellas.

-¡Hermione! Qué bueno verte ¿Cómo estás?-

Al voltear Hermione vio a su mejor amigo, un sonriente Harry Potter.

-Oh Harry, estoy bien muchas gracias hoy regrese al trabajo Kingsley me dio el día, para preparar mis cosas e ir con él mañana al mundial de Quidditch.-

-Perfecto, Ron y yo también iremos....-

-Como escoltas de Kingsley....lo sé- Hermione terminó la frase.

-¿Cómo lo sabes? Hermione.-

Pregunto el pelinegro azabache

-Ron me lo dijo....-

-¿Ya has visto a Ron?-

-Aun no Harry, en las cartas que me envió me lo menciono ¿Harry sabes que se trae Ron? Lo note más insoportable que de costumbre-

El pelinegro apretó los labios suspirando, al momento una bruja les pidió permiso para pasar a Harry y a Hermione que obstruían una de las chimeneas haciéndose a un lado Harry Hablo.

-Creo que será mejor movernos de aquí, ¿Gustas una taza de cafe Hermione?-

La chica acepto y ambos caminaron hacia una especie de comedor que era atendido por Elfos domésticos, ya con los cafés en sus manos tomaron asiento en una de las mesas del lugar, siendo Harry el primero en hablar.

-Hermione sabes que tú y Ron son más que amigos para mí son mis hermanos, y mi mayor deseo es verlos felices...-

-...Si lo se Harry pero tú sabes lo que paso entre Ron y yo, ya no éramos felices y creo que ahora tampoco lo seriamos....-

-Lo sé Hermione pero no he podido hacer que Ron entienda, que por ahora no estas lista para retomar su relación, te entiendo con lo de tu padre ahora es tu prioridad "tu familia" créeme que si estuviera en tu lugar habría hecho lo mismo que tú, quedarme día y noche al lado de mis padres. Hermione creo que lo que hizo que a Ron se le botara un tornillo fue que, bueno.... El me conto que te vio tomar la mano de alguien y que lo dejaste solo para ir con esa persona en el hospital y ambos llegamos a la conclusión de que no podía ser alguien más que un familiar tuyo que iba con tu padre en el mismo auto.-

Hermione guardo silencio, escuchando todo lo que le decía Harry, y agradeció que no fueran más listos y ambos hubieran llegado a esa conclusión, él continúo.

-Ron, esta celoso como no vio la cara de la persona a la que le tomabas la mano, comenzó a tener fantasmas mentales de fuera un enamorado tuyo o algo por estilo.-

La joven bruja pensó, que nada era más favorable que eso, Ron no había podido ver el rostro de "Sirius" era un alivio, una preocupación menos por el momento.

-Vaya Harry, Ron es un tonto por tener celos de mi.... ¡tío! Si, él siempre anda viajando desde que yo era una bebé por eso nunca se los mencione.-

Harry sonrió dándole un sorbo a su café, dejando de nuevo la taza en la mesa continuo.

-Bueno, es bueno saberlo Hermione eso hará que Ron este más tranquilo.-

Hermione sonrió, porque en realidad ella era la que estaba más tranquila, pero un fugaz pensamiento le borro la sonrisa que tenía, era Sirius, no siempre iba a correr con la misma suerte, en algún momento Harry y Ron podían llegar a verlo, además aun que pocas, habían cosas extrañas alrededor de aquel hombre, entonces Hermione recordó algo muy importante que había olvidado hace mucho tiempo y rápidamente le pregunto a Harry.

-Harry cuando te enfrentaste a Voldemort en el bosque Prohibido una vez nos mencionaste que viste a tus padres a Remus y....a Sirius, ¿Lo viste? O solo a tus padres y a Remus?-

Harry abrió grandes los ojos, iba a darle otro sorbo a su taza pero ya no lo hizo, la parto de sus labios y la dejo de nuevo en la mesa.

-¿Por qué esa pregunta tan de repente?-

Dijo Harry con un tono de voz seco, Hermione pensó rápido.

-Por que.... He soñado con Sirius últimamente...-

Lo cual no era mentira, Harry agacho un poco la cabeza tomando la taza con ambas manos, inhalo aire profundamente obviamente recordar todo aquello le dolía, pero Hermione necesitaba saber.

-Si lo vi Hermione, se veía tan joven, alegre y bello como nunca lo vimos tu y yo en Grimmauld Place le pregunte que se sentía morir y el me contesto que era como quedarse dormido, me reconforta recordarlo así, espero te ayude saberlo-

Hermione se quedó en silencio total, podría saber más mucho más si Harry no hubiera perdido la piedra de la resurrección en el bosque prohibido, la descripción que le dio del espíritu de Sirius se le asemejo tanto al Sirius que ella conocía, pero el que ella conocía ¡estaba vivo! Entonces... Hermione tuvo otro pensamiento fugaz que la ayudaría a saber más, algo que no se le había ocurrido hasta ese momento, miro su reloj aún era temprano si iba al hospital llegaría a tiempo para la salida de su padre al fin y al cabo tenía el día libre y "Sirius" estaría trabajando.

Agradeció a Harry por el café y se despidió de él, salió del ministerio de magia sin usar la red flu, ya en una de las calles de Londres tomo un taxi que la llevaría al el Great Ormond Street Hospital, al llegar pregunto en la recepción por su padre, por fortuna él aún se encontraba en el Hospital, subió hasta el 4° piso con un poco de melancolía miro aquel pasillo, entro a la habitación de su padre viendo a su madre que preparaba su maleta y su padre aun con yesos, ellos se sorprendieron de verla ahí pero al mismo tiempo alegres por la presencia de su hija, hablaron un rato y Hermione salió para ver al Dr. Abraham esperando que se encontrara en ese momento en el hospital, aunque tenía su número telefónico, lo que Hermione necesitaba saber era mejor oírlo en persona.

Subió hasta la oficina del galeno, encontrándola para su decepción vacía, Hermione se dio la vuelta de regreso pensando en que lo llamaría para pedirle una cita, cuando al bajar las escaleras se lo encontró de frente, el medico la miro reconociéndola un momento después.

-Señorita Hermione no esperaba verla de vuelta tan pronto ¿Orión está bien? Es verdad hoy su padre sale del Hospital.....-

-Si Dr. Abraham, Orión está bien, vengo a verlo a usted también, necesito preguntarle algo.-

Ambos subieron las escaleras en dirección a la oficina, dentro continuaron.

-Tome asiento señorita Hermione ¿Dígame que duda tiene? En que puedo ayudarle-

Hermione miro un momento el piso, la información que estaba por obtener tal vez haría que no volviera a ver a "Sirius" de la misma manera.

-Dr. Cuando atropello a Orión.... ¿Qué ropa llevaba puesta?-

Antes de que el galeno contestará Hermione saco su varita de su bolsa de mano, tomándola con firmeza la alzo enfrente del médico que la miraba con atención.

-Orión, ¿No tenía consigo una de estas varas?-

El medico acomodo sus anteojos para ver mejor el objeto de madera que le estaba mostrando Hermione, un instante después el hombre recargo su espalda en el respaldo de la silla, alzo la cabeza mirando el techo de la oficina pensando, recordando, Hermione guardo silencio esperando las respuestas de aquel hombre la espera se le hizo eterna siendo que no tenía más que algunos segundos de haberlas formulado, el hombre habló.

-Quisiera mostrarle la ropa que traía Orión puesta aquel día pero fue desechada, estaba rota y llena de sangre, pero le describiré como era, él traía una especie de capa color negro parecía ser fina y un conjunto del mismo color con un cinturón de piel.... Y no, no llevaba una de esas baquetas consigo, pero si otra cosa,.... llevaba una máscara, algo extraño porque no eran fechas de Halloween pero es verdad que cada quien se viste como quiere....-

Hermione al escuchar todo eso quedo al filo del asiento y al escuchar lo último interrumpió rápidamente, temiendo algo terrible con aquella descripción.

-¿La máscara? ¿Cómo era la máscara?-

El medico miro a la joven alterada y contesto rápidamente.

-Parecía una calavera....-

-¿Y la traía puesta? En ese momento-

-No podría asegurárselo, estaba al lado de él en el piso-

La joven bruja dejo caer su peso en la silla, esa ropa.... Era muy parecida a la que usaban los partidarios de Voldemort, los Mortifagos......

Hermione pidió permiso al galeno para tomar una hoja blanca y con una pluma que ella tenía en su bolso, dibujo lo que ella recordaba de la ropa y mascara de un mortifago, el medico solo miraba el frenesí con el que Hermione movía la pluma sobre el papel. Al terminar Hermione le enseño el dibujo al galeno que tomo la hoja, acomodo sus lentes y estudio la figura dibujada.

-Si señorita Hermione efectivamente, así era la máscara y la ropa que llevaba Orión aquel día.-

Hermione sintiendo que sobre de ella caía un balde de agua hirviendo, le pregunto al médico esperando, aunque fuera una tontería escuchar "No, creo que así no era" "Su ropa era como la fotografía que me mostro de él".

-¿Está usted seguro? Ham pasado muchos años, es normal que no lo recuerde bien-

El medico indignado con las palabras de Hermione contesto.

-Estoy seguro, ¿Cómo podría olvidarlo? Discúlpeme señorita Hermione pero para mí desgracia o bendición recuerdo cada preciso momento de aquella noche y todo relacionado con el caso de Orión, mi desesperación por ayudarlo incluso recuerdo el día en que fue declarado muerto por 5 minutos!-

Hermione había olvidado ese dato, 5 minutos....y si tal vez....

-¡Dr. Abraham! ¿Recuerda que día sucedió eso?-

-Claro que lo recuerdo fue el 2 de mayo de hace 3 años-

Hermione no sabía si eso esa una cruel coincidencia o realmente fuera un rayo de esperanza de que por alguna razón se tratara del verdadero Sirius. Además no llevaba una varita con él, el día que lo atropellaron. En definitiva cada que le movía al asunto de Sirius terminaba con más preguntas que respuestas.

Unos golpes en la puerta de la oficina sacaron tanto a Hermione como al Dr. Abraham de su acalorada platica, haciendo pasar a la enfermera que llamaba, esta le informo a Hermione que su padre ya estaba por irse, Hermione se despidió del galeno agradeciéndole por la información dada y prometiéndole tenerlo al tanto del avance en la recuperación de Orión, La joven bruja guardo de nuevo su varita en su bolsa y salió para acompañar a sus padres a la casa de ellos, durante el camino ideo maneras de saber la verdad.

Hermione tenía la sospecha de que sabía solo la punta del iceberg de todo el misterio que era el paciente 434.