Cap.-12 Ron
Al día siguiente Hermione se despertó como de costumbre temprano, por fortuna no había soñado con ninguna pesadilla.
Se bañó y vistió rápidamente ya que llego a imaginar que Sirius podría necesitar el baño ya que desde su regreso, él no lo había usado.
Con su varita quito los hechizos que había puesto sobre su puerta y salió.
Al salir al pasillo, enfrente de ella estaba el antiguo estudio ahora habitación de Sirius, pudo observar que la puerta estaba cerrada y todo el apartamento estaba en silencio.
Hermione acerco el oído a la puerta del estudio pero había un silencio total al interior sin perder más tiempo, llamó a la puerta.
Sin recibir respuesta Hermione llamo a Sirius por su nombre pero tampoco obtuvo respuesta alguna, La joven bruja camino hacia la entrada y no vio la llave de Sirius colgada así que supuso que el de nuevo ya se habría ido a trabajar más temprano de lo normal. ¿Qué estaría haciendo?
En parte eso era bueno ya que podía usar la red flu para llegar al Ministerio, debía de aprovecharlo ya que con la presencia de Sirius se vería obligada a regresar en taxi o caminando a casa.
Rápidamente Hermione ya se encontraba en el Ministerio de Magia.
El día marchaba de manera normal, Hermione trato de no pensar en Sirius durante el trabajo, y por alguna razón el día se le hizo eterno.
Para hacerse el día menos pesado La joven bruja no pudo evitar en pensar en él, en el que pudiera ser Sirius Black.
Hasta el momento no había podido verlo con playera o siquiera recordar si alguna vez había usado una, en el hospital usaba un suéter sobre su bata de paciente y cuando estaba en coma usaba una bata de paciente de manga larga lo cual se lo hizo curioso pero en su momento no le dio demasiada importancia ya que el hospital era muy frio.
Además también cabía la posibilidad de ir al Hospital y preguntar si Sirius tenía algún tipo de marca en el cuerpo, pero si hacia eso temía que comenzaran a sospechar de ella, ya había hecho una escena con el Dr. Abraham cuando pregunto por la vestimenta que llevaba puesta el día del accidente, además el Dr. Abraham no debería estar nada contento con ella por haber dejado a Sirius tantos días solo.
En fin era solo cuestión de tiempo para que Sirius se descuidara y ella lograra ver que ocultaba debajo de la ropa.
Y con esos pensamientos el día termino, un poco más aliviada Hermione se despidió de Kingsley y salió de su oficina camino por el ministerio, pasando junto a la fuente con estatuas de Oro.
Hermione suspiro con desdén al ver el pasillo de chimeneas, las chimeneas estaban abarrotadas muchos magos y brujas al igual que ella terminaban su día de trabajo seguramente Sirius ya estaría en casa así que no podría usar la chimenea con él ahí.
La joven bruja continuo caminando entre la gente, por inercia o costumbre vio de reojo la chimenea que siempre solía usar, viendo recargado junto a la entrada de la chimenea a Ron Weasley que también la vio.
Al verla pasar Ron se acercó a Hermione que no tuvo más opción que detenerse.
-Hola Hermione ¿A dónde vas? Te estoy apartando la entrada a tu chimenea.-
Saludo Ron tranquilamente tratando de ocultar su nerviosismo.
Hermione lo miro, aún seguía molesta por lo que había ocurrido en el mundial de Quiddicht con Viktor pero realmente ya no le importaba demasiado ni siquiera se había dedo el tiempo para pensar en eso.
-Hola Ron voy a casa, gracias por apartarme el lugar pero hoy no usaré la Red Flu lo siento, hasta luego-
Hermione se despidió de manera cortante del pelirrojo. Él inmediatamente la siguió.
-Hermione déjame acompañarte, por favor.-
Hermione de detuvo un momento para pensar.... Si le decía que no, tal vez él le tomara más interés aun en acompañarla, además Kingsley ya sospechaba algo en ella, tal vez los demás también lo hicieran de cualquier forma no quería que siguieran pensando que algo raro le sucedía, y si decía que "no" tal vez alimentaria más la imagen de que ella ocultaba algo... Sirius.
Diciendo que "Si", sería como si siguiera siendo la Hermione que era antes de encontrar a Sirius en el Hospital.
-...Esta bien Ron, vamos...-
Contesto Hermione de manera natural.
El chico pelirrojo sonrió con alegría y comenzó a caminar al lado de la joven bruja.
Al llegar a las calles de Londres, Hermione se dio cuenta de que Ron no había dicho palabra alguna y eso era de cierta forma "bueno" ya que tal vez no estaba dispuesto a acompañarla hasta su apartamento así que Hermione de dispuso a Despedirse del pelirrojo, cuando fue interrumpida.
-Hermione, caminemos hasta tu apartamento....-
Hermione no pudo protestar por temor a que Ron sospechara de ella, y comenzaron a caminar mientras lo hacía Ron continuo hablando.
-Quiero pedirte una disculpa por lo que paso con Viktor, lo siento no se en que estaba pensando, porque a fin de cuentas yo soy el único culpable de que tú y yo...., bueno, también quiero disculparme por eso, no he sabido apreciar lo valiosa que eres....ni he sabido confiar en ti a pesar que de ahora solo seamos amigos y no puedo pedirte nada ahora, si desde un inicio yo no te demuestro mi confianza sincera en ti....-
Hermione se sorprendió de escuchar esas palabras saliendo de Ron y pensó cuan feliz hubiera sido si las hubiera escuchado antes de él y se entristeció terriblemente de pensar que tal vez ya fuera demasiado tarde, no sabía que contestar y eso lo notó Ron, quien pensó en cambiar el tema para hacer más cómodo para Hermione seguir hablando.
-¡Hermione!- Habló el pelirrojo- Dime ya terminaste de leer aquel libro que querías leer tanto...umm ¿Cuál era? ¡HA sí! "Magia En Las Diferentes Culturas"-
Hermione se alegró de que Ron comprendiera que en ese momento no podía contestar a lo que le había dicho ya que cualquier cosa que dijera tal vez le daría falsas esperanzas.
Más tranquila la joven bruja contesto a las palabras del pelirrojo.
-¡Claro! y lo termine en menos de un día, ¿Y tú Ronald ya aumentaste tu cuota de dos libros al mes?-
Pregunto la joven bruja, inmediatamente Ron contesto animado.
-No puedo leer tanto Hermione, medio libro es lo más que te puedo dar.-
Ambos rieron, la plática con Ron comenzaba a ser agradable para Hermione.
Mientras tanto Sirius ya se dirigía hacia el apartamento que compartía con Hermione, antes de cruzar la calle hacia la acera del apartamento recordó que ella le había dicho que llegaría más tarde, y se le ocurrió comprar dos helados he ir a encontrar a Hermione y entrar juntos al edificio.
Se dio media vuelta y camino hasta una tienda que estaba cerca, desde la cual se podía ver la entrada del apartamento.
Sirius volteaba constantemente hacia la entrada del apartamento con la esperanza de ver a Hermione llegar, rápidamente pidió dos Paletas congeladas al señor que atendía la tienda.
El hombre al ser mayor fue con lentitud hasta el refrigerador, Sirius estuvo a punto de apresurar al señor cuando de nuevo volteo hacia la entrada del edificio, viendo que...
¡Hermione ya estaba ahí! Pero... no estaba sola.
Sirius sintió algo extraño en el pecho, una punzada.
Rápidamente trato de ver mejor la escena ocultándose detrás de un aparador cuidando de no ser visto, y ahí estaba Hermione de pie hablando con un tipo alto, joven, pelirrojo y con una inconfundible cara de idiota,....era el tal Ron que le había enviado un número grande de cartas a Hermione, su "amigo".
Haciendo un esfuerzo Sirius trato de escuchar la voz del tipo pelirrojo que acompañaba a Hermione temiendo fuera el mismo que le había hablado a Hermione por el teléfono el "compañero de trabajo" un día antes de que ella regresara de su viaje de trabajo, pero el sonido de los autos y de los otros clientes de la tienda se lo impidieron, con suma impotencia y con atención miro la escena.
Hermione no sabía que decirle a Ron ante sus insistencias de entrar en su apartamento.
-Ron disculpa que esta vez no te invite a entrar pero ya me siento muy cansada, por favor mañana nos vemos.-
Ron se quedó un momento pensando. El cual se le hizo eterno a Hermione se sentía terriblemente nerviosa, rezaba porque Sirius ya estuviera dentro del apartamento porque si no podría llegar en cualquier momento y Ron lo vería. La joven bruja estaba a punto del colapso cuando Ron por fin hablo.
-Está bien Hermione solo si me prometes que mañana me permitirás acompañarte una vez más.-
-Claro claro está bien Ron, ¡hasta mañana!-
Se despidió Hermione no dándole mucha importancia a la proposición de Ron y se metió al edificio dejando ahí a Ron que se despedía con la mano.
Sirius miraba fijamente la escena, el chicho pelirrojo se quedó un momento más mirando la entrada por la cual Hermione acaba de entrar, Sirius no sabía que pensar seguramente solo fueran amigos ya que no hubo ningún otro tipo de contacto entre ellos, pero él era hombre y podía imaginar las intenciones que el pelirrojo podía tener para con Hermione.
-Señor, aquí están sus paletas.... Ya no tengo de chocolate así que le doy dos de fresa.-
Hablo el hombre de la tienda sacando a Sirius de sus pensamientos, él pago y salió de la tienda. Por alguna razón no tenía ganas de entrar al apartamento y camino al único lugar al que podía ir después del apartamento de Hermione.
Al taller mecánico del Sr John.
El señor John estaba por cerrar cuando vio la imagen de Sirius que se acercaba.
-Hijo ¿Qué se te olvido?- Hablo el hombre- Un poco más y hubiera cerrado....-
John se detuvo en sus palabras al ver que Sirius se veía decaído lo cual era extraño, si Hermione ya había regresado, preocupado pregunto a su empleado.
-¿Qué te pasa Orión? Vamos Pasa....-
Sirius no dijo palabra alguna solo le entrego la otra paleta al Sr. John quien se la comió rápidamente.
Dentro del taller el viejo mecánico invito a Sirius a entrar a su casa que estaba arriba del taller.
Estando sentados en su pequeño comedor Sirius pudo ver que la casa de su jefe era muy solitaria a pesar que no fuera la primera vez que entraba ya que ahí era donde se bañaba desde el regreso de Hermione.
El Sr. John saco de un estante cercano una botella de Whisky y sirvió dos pequeño vasos con el líquido y le acerco uno a Sirius que seguía tan serio y pensativo como en la entrada, para romper con el silencio John decido hablar.
-¿Ya me vas a decir que te paso? Hace un rato cuando te fuiste te veías bien, tan "contento" porque verías a tu chica...-
Sirius lo miro y tomo el pequeño vaso y le dio un sorbo antes de hablar.
-Primero debo decirle que Hermione no es mi chica, tome la botella que me regalo pero no pude decirle nada a Hermione al final no tuve el valor y temo estarla perdiendo de todas formas, acabo de verla con otro hombre uno" joven" y que además la conoce según sé ¡Y yo! Yo ni siquiera puedo recordar el tipo de relación que tuve con ella, ni siquiera como es que la conocí, se poco o nada de ella, pero aun.... así la quiero.....-
El señor John mientras lo escuchaba también bebió de su vaso. Al terminar de hablar Sirius, él pregunto.
-...Pero Orión cuando los viste ¿Qué estaban haciendo? No creo que Hermione tenga a alguien más...-
Orión guardo silencio un instante, antes de seguir hablando.
-Solo hablaron un momento, el tipo la acompaño hasta la entrada del edificio donde vivimos, pero no entro.-
Sirius contesto y John continúo hablando.
-¡Lo vez! seguro es solo un amigo, y tu Orión haces mal en estar conteniendo tanto los sentimientos que sientes por esa chica, en cualquier momento pueden explotar, es mejor que se lo digas ¿Temes que se aleje de ti? ¿Qué te diga que NO? Yo dudo que si se lo dices haga o diga cualquiera de las dos, es más... espera un momento.-
El viejo Sr. John se levantó y camino hacia una habitación Sirius estaba en silencio pensando en que tal vez estaba exagerando en sentirse así ¿Pero porque le afectaba tanto?
Un momento después el Sr. John ya estaba de regreso con Sirius, él tenía un pañuelo en las manos.
-Esperaba dártelo cuando me dijeras que Hermione era tu novia pero creo que ahora es el mejor momento para dártelo.-
El hombre le acerco el pañuelo a Sirius que no entendía del todo a lo que se refería, él lo recibió en sus manos y lo miro curioso.
-...Desenvuélvelo con cuidado...-
John le ordeno amablemente a Sirius que hizo caso, y de entre los pliegues del pañuelo doblado salió un anillo.
Al ver que Sirius ya había visto el contenido del pañuelo, John hablo.
-Era de mi esposa, como sabes no tuve hijos y en verdad quisiera que se lo dieras a Hermione, sé que cuando se lo des ella no podrá decirte que "No", mi esposa en paz descanse no lo hizo.-
Sirius lo miro conmovido por el regalo.
-...Señor no puedo aceptarlo...-
-Por favor hijo, te lo pide este viejo como un favor, acéptalo....-
Sirius sonrió y agradeció prometiendo dárselo a Hermione.
El Sr. John complacido lleno de nuevo los vasos con Whisky para brindar con Sirius por su amor hacia Hermione, un instante antes de brindar Sirius soltó su vaso llevándose las manos a la cabeza con desesperación repentinamente sintió un dolor terrible en el cráneo he imágenes borrosas comenzaron a inundar su mente nublándola de sombras sin sentido, tanto era el dolor y la confusión que se cayó de la silla asustando al señor John que también soltó su vaso corriendo al lado de Sirius que jadeaba y respiraba con dolor.
-¡Orión Hijo! ¡¿Qué te pasa?!-
Sirius no lograba distinguir que eran esas imágenes borrosas que se le presentaban por más que se esforzaba en hallarles forma, sintió como si no pudiera alcanzarlas para verlas mejor cuando finalmente así como llegaron desaparecieron así como el terrible dolor de cabeza que le había dado.
Con dificultad Sirius trató de incorporarse, siendo ayudado por el Sr. John que estaba sumamente asustado, mirándolo.
-Es... estoy bien señor, creo que es mejor que me vaya, no quiero preocupar a Hermione gracias en verdad por todo....-
El hombre no se esperaba que Sirius le hablara como si no hubiese ocurrido nada, con preocupación protesto, deteniéndolo por un momento.
-¡Orión no puedes irte! debo avisarle a Hermione para que vayan al Hospital ¿Ya has recordado algo?-
Tratando de disimular su respiración agitada, con la mayor seriedad del mundo Sirius le contesto a su jefe.
-....No,... sigo sin recordar nada. Pero por favor no le diga nada a Hermione se lo pido por el aprecio que le tengo Señor..., ya me voy mañana nos vemos, no le diga nada a Hermione.-
El Sr. John no pudo decir nada, solo vio como Sirius salía de su casa.
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