Cap.-11 La Carta
Hermione estaba recostada en su cama, la luz de la noche entraba por la ventana de su habitación, por alguna razón había olvidado cerrar la cortina.
El armario al lado de la ventana hacia sombra, y la joven bruja desde la cama, miro la puerta que estaba frente a ella.
No recordaba haberla asegurado ¡Sirius podría entrar! pensó.
Hermione quiso levantarse inmediatamente de la cama, para cerrar la puerta con seguro, pero no pudo, una fuerza la tenía sujeta a la cama.
A Hermione la inundo una sensación de desesperación ¿Qué estaba pasando?
Ella comenzó a mirar alrededor de la habitación buscando una explicación, y de la sombra del armario llego a distinguir unos ojos grises que la miraban con malicia.
Aquella presencia comenzó a caminar sin perderla de vista un segundo ¡Era Sirius!
Una ligera risa burlona comenzó a oírse dentro de la habitación, Hermione no dejaba de mirar como Sirius caminaba hacia ella.
"-¿Así que ya despertaste? .... Olvidaste asegurar tu puerta niña, llevo tanto rato aquí mirándote, y ni siquiera me notaste, sabes.....-"
Dijo Sirius que al haber llegado a la cama se subió a esta, posándose encima de la asustada he inmóvil Hermione que no podía hablar.
"-Te necesito despierta sino, no sería divertido.-"
Él ya estaba encima de la joven bruja y se acercó lo demasiado a ella como para sentir el aliento de este sobre su rostro.
"-Primero tomare tu cuerpo, y con él me acercaré al maldito niño Harry Potter, y poder regresar a la vida a mi señor tenebroso.-"
Hermione al escuchar eso quiso huir y comenzó a moverse hasta que, cayo de la cama, despertando había sido una pesadilla.
Aun asustada la joven bruja miro a todas partes esperando ver a Sirius en alguna parte, pero no había nadie solo ella, ya era de día, la luz del sol entraba de entre las cortinas de la ventana, Hermione finalmente se tranquilizó y se dio cuenta de que había tenido una pesadilla.
La puerta estaba asegurada, Hermione trato de recordar que había pasado la noche anterior, la cabeza le dolía.
Después de que ella saliera de la mente de Sirius, lo despertó y ambos se fueron a dormir a sus respectivas habitaciones.
Había sido horrible la pesadilla que había acabo de tener, pero no quería que eso nublara más la imagen que pudiera tener de "Sirius", y recordó lo que había pensado sobre él antes de dormirse.
"Después de haber fallado con la prueba de ADN muggle, y de haber usado la Legeremencia en Sirius, aún quedaba ver si efectivamente él tenía la marca tenebrosa, pero había algo que podía decirle a Hermione quien era realmente, algo en lo cual no habría falla alguna.
¡Usar el mapa del merodeador! llevar a "Sirius" a Hogwarts y en el ver, si realmente era Sirius Black o alguien más, que hubiera usado algún hechizo o superpocion multijugos para ser igual a Sirius Black de ser así por lo menos sabría su verdadero nombre, ya que ni pociones multijugos, capas de invisibilidad o animagos pueden engañar al mapa del merodeador.
Pero para hacer eso Hermione tenía que pedirle o robarle el mapa a Harry que era quien lo tenía en su poder actualmente, y de alguna forma llevar a un amnésico Sirius Black a Hogwarts con el riesgo de asustarlo o volverlo loco.
Ese plan infalible seria su última alternativa".
Después de recordar eso, Hermione se levantó y arreglo para ir al trabajo cuando lo hizo Sirius ya no estaba.
Sin él en casa, pudo usar la red flu he inmediatamente un momento después estaba en el Ministerio de Magia.
Su día pasó sin más acontecimientos importantes, lo cual Hermione aprovecho para terminar lo antes posible su trabajo, para salir antes de que Sirius llegara a casa y revisar debajo de la cama de este.
Al terminar la joven bruja fue a hablar con Kingsley.
Entro a su oficina, él estaba leyendo algunas cartas, al notar la presencia de Hermione las dejo de lado.
-... ¿Necesitas algo Hermione?...-
Pregunto el Ministro de Magia, con un poco de seriedad en sus palabras. Hermione lo noto y eso hiso que se pusiera un poco nerviosa.
-... Necesito salir temprano señor, tengo otro asunto personal que atender, ya termine mis encargos de hoy si llegan más, mañana en cuanto llegue los haré...-
Kingsley se enderezo en su silla, esperando a que su secretaria terminara de hablar.
-Hermione solo por esta ocasión te dejare salir antes, ya te has ausentado lo suficiente como para solucionar cualquier problema personal, y desde que regresaste a trabajar me has pedido ya dos veces salir antes, no quiero que se te haga una costumbre, Además como tu jefe y amigo debo decirte que te noto extraña, eres una asistente excepcional, la mejor pero hay algo en ti, no me meteré pero solo te pido que eso no afecte tu trabajo y la excelencia con la que trabajas,... puedes irte, nos vemos mañana.-
La joven bruja se quedó sin habla ante el regaño que había recibido por Kingsley, sin perder tiempo salió de la oficina, tenía dos horas antes de que Sirius llegara al apartamento.
Afortunadamente en todo el día no había visto a Harry ni mucho menos a Ron.
Hermione fue con rapidez a las chimeneas del Ministerio con temor de poder ser vista por alguien conocido que le impidiera irse pero eso no paso, sin Sirius en casa podría usar la red flu que era mucho más rápida que cualquier taxi.
Y en un verdadero santiamén ya estaba en la sala de su apartamento, estaba vacío, sin vacilar camino directamente a la habitación de Sirius que antes fuera su estudio.
Con suma ansiedad tomo rápidamente el picaporte para abrir la puerta lo antes posible, pero tenía seguro.
Eso detuvo por un momento las ansias que tenía Hermione por entrar, ella le había dado a Sirius la llave del estudio para que él tuviera privacidad, nunca imagino que fuera usarla y asegurar la puerta ¿Qué ocultaba?
Con rapidez Hermione saco de sus ropas su varita y sin perder tiempo pronuncio.
-Alohomora-
Y con esa misma rapidez la puerta se abrió totalmente, Hermione se sintió verdaderamente airosa.
Entro a la habitación y todo seguía igual a como la había visto el día anterior que tomo el cabello del cepillo.
La joven bruja se quedó de pie en medio de la habitación y con su varita volvió a pronunciar.
-Specialis Revelio , Homenum Revelio .-
Pero nada sucedió no había nada ni nadie ocultado mágicamente en el estudio, y así como nada se había revelado ella fue directamente a la cama y se agacho donde ella recordaba Sirius había ocultado la caja con la carta.
Ella acerco la cabeza al piso y se asomó debajo de la cama y ¡Ahí estaba la caja!
Metió la mano y la sacó, pudo sentir como sus manos sudaban, Sirius no tardaría en llegar.
Con ambas manos tomo la tapa de la caja y la quito, pudiendo ver su interior.
Ya no había una carta, si no, una pila de ellas, Hermione no esperaba encontrar tantas ¿Para quién eran?
Rápidamente tomo la carta que más cerca estuviera de su mano y la vio, el sobre estaba en blanco.
No había nombre alguno para quien estuviera dirigida, sin más Hermione saco la hoja que yacía en el interior, tenía palabras escritas y con suma curiosidad la leyó.
Querida Hermione:
Ya quiero verte, para dejar de sentir esta sensación de extrañarte tanto.
Sirius.
Hermione al leer cada palabra sintió que le ardía la cara, así como su corazón comenzó a acelerarse, en todos esos sobres debía haber algo más, y sin perder tiempo tomo otro.
Querida Hermione:
¿Sabes? Podría estar toda esta tarde tratando de encontrar algunas palabras que sirvieran para describir lo que siento por ti, pero en vez de eso.... Quisiera tenerte aquí, y mirarte directo a los ojos, porque así tal vez, puedas llegar a sentir cuan necesaria eres para mí....
Sirius.
Hermione no podía creerlo, el aire comenzó a hacerle falta, todas esas cartas ¿Eran para ella? Pensó que la carta que había visto en la mente de Sirius dijera algo diferente, ya que al parecer fue la primera que escribió ya que cuando la puso en la caja era la única, entre la montaña de sobres Hermione metió la mano buscando de entre las cartas del fondo y tomo la que a su parecer había sido la del recuerdo y la leyó.
Hermione:
Te fuiste tan repentinamente de mi lado, no sé por cuanto tiempo no te veré y te extraño tanto, eres lo único que tengo, lo único por lo cual siento ganas de seguir respirando a pesar de no recordar nada, te escribiré estas cartas que nunca leerás para poder soportar de alguna forma tu ausencia.
Te quiere Sirius.
Hermione suspiro onda y dolorosamente, ¿Cómo podía dudar ella de Sirius? Había entrado cual ladrona a la habitación de él y había leído, algo íntimo de él, algo que no debió ser leído.
Saliendo un momento de su culpa, la joven bruja se percató que había permanecido más tiempo del debido leyendo, rápidamente devolvió las cartas a la caja y la acomodo debajo de la cama, salió y puso de nuevo el seguro.
Y cual zombi Hermione caminó hasta la sala y ahí se sentó en uno de los sillones.
Se encontraba tan sorprendida y pensativa, tal vez fuera lo mejor dejar el asunto de la verdadera identidad de Sirius por un tiempo, Kingsley ya la había regañado debía trabajar como antes lo hacía, duro y sin distracciones, por lo menos hasta que fuera necesario volver a indagar más sobre "Sirius".
De cualquier forma, todavía le faltaba ver que tenía Sirius en el antebrazo, pero eso, sería fácil de solucionar al vivir juntos en cualquier momento podría verlo tal vez sin camisa.
Después de un rato llego Sirius, viendo que Hermione ya estaba en casa, notando que la chica evitaba mirarlo a los ojos, tal vez....
Disimuladamente Sirius fue a su habitación para cerciorarse de que ella no hubiera entrado y visto algo que hiciera que ella se alejara de él.
Para su alivio la puerta seguía teniendo el seguro que él le había puesto. Tal vez algo le hubiera sucedido a Hermione en el trabajo.
-Hermione ¿Cómo estuvo tu día en el trabajo?.-
Preguntó Sirius con curiosidad, Hermione no podía verlo a los ojos por temor a ver los sentimientos que Sirius sentía por ella, tal y como decía en la carta.
Tratando de ocultar su nerviosismo al sentir que Sirius frente de ella la miraba fijamente contestó.
-Bien Sirius, solo por hoy pude llegar un poco antes, supongo que a partir de ahora tú llegaras antes que yo a casa,... este... voy a preparar la cena.-
Se excusó la joven bruja caminando hacia la cocina, cuando sorpresivamente sonó el teléfono que estaba en la sala.
Al estar Sirius cerca del teléfono, rápidamente lo tomo y contesto. Hermione al verlo trato de ir hacia él lo más rápido posible, para evitar que contestará, pero ya era demasiado tarde.
-¡Hola habla Orión! Si, esta es la residencia de Hermione en un momento los comunico un gusto saludarlos!-
Al escuchar eso Hermione abrió grandes los ojos, al ya estar cerca de Sirius tapo con la mano la bocina del teléfono y le preguntó susurrando.
-¿Quién es Sirius?-
-Son tus padres Hermione, parece que se sorprendieron porque contestara, será mejor que hables con ellos.-
Dijo Sirius con una evidente sonrisa de satisfacción en sus labios, como si le divirtiera esa situación.
Hermione tomo el teléfono y lo acerco a ella y un poco insegura contesto.
-¿Si? Habla Hermione....-
-¡Hija! ¿Qué hace Orión en tu casa? No me digas que ¡Viven juntos! Antes de que me respondas, tu padre y yo te llamábamos porque hoy fuimos al Laboratorio a sacarle nuevas placas y Marian la recepcionista nos dijo que ayer fuiste, temíamos que estuvieras enferma, pero al contestar Orión... no nos digas que... ¡Estás embarazada!.-
-¡¡Mamá!! ¡Claro que no! Estoy bien, fui... fui por trabajo-
-Pues déjame decirte que Orión no me parece mal muchacho, ya me estaba sintiendo abuela, hasta tu padre se emoción al pensarlo, Jajaja ¡Abuelos!, tendrían niños muy bonitos.-
-¡Mamá! Mejor dime ¿Cómo sigue Papá?-
-Él ya está mejor la placa de su pierna salió bien y en cuanto su brazo este bien tal vez pueda usar muletas.-
-Eso me alegra, me lo saludas espero poder irlos a visitar pronto, Mamá tengo que colgar, lo quiero mucho.-
-Está bien hija, me despides de Orión, besos.-
Al colgar Hermione estaba tan roja y azorada que parecía que iba a explotar.
En la cocina parecía que Sirius estaba conteniendo una enorme carcajada y aguantandola habló.
-Hermione.... Espero no haberte causado problemas al contestar... Lo siento...te lo compensare-
Hermione volteo a verlo roja como tomate.
-Eso espero Sirius, porque no sabes lo que ocasionaste-
Al escuchar eso inmediatamente la sonrisa de Sirius se borró, y con preocupación pregunto.
-Perdona Hermione, no quería, hablare con tus padres.... –
Al ver la genuina preocupación en Sirius, Hermione comenzó a reír.
-No te preocupes Sirius todo está bien solo que mis padres malpensaron algunas cosas, tranquilo...-
Sabiendo eso Sirius también comenzó a reír relajado.
-¿Dime Hermione que pensaron tus padres?-
Entre risas Sirius pregunto, Hermione dejo de reírse poniéndose roja.
-No te lo diré, preparare la cena.-
Sin más acontecimientos importantes la noche paso de manera agradable.
Nunca antes Hermione se había sentido tan agusto al lado de alguien.
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