~Tametzona: (voz suave y misteriosa)

La guerra había llegado a Rieka, la ciudad donde debimos haber nacido mi hermana y yo, según mi padre.
Rieka era la ciudad de nuestro reino, un reino de espíritus, seres extraños con extraños dones...
La palabra Rieka significa Poder del Lobo, pues aquí nuestros volubles espíritus tienen esa forma.
Una forma pura, de un animal que trabaja en equipo, que respeta a los ancianos, que proteje a los más pequeños pero que, en su defecto, hecha fuera a los más débiles.

Rieka estaba gobernada por los Tametzona, Luz de Luna, el apellido de los miembros de la familia real. Se caracterizaban por su pelaje blanco y plateado, y no se mezclaban con ninguna otra manada para que su color no cambiará, pero... Un Alpha Supremo, un rey, se aprovecho de una Crystal. Darya Crystal fue convertida en una leyenda, un cuento de terror que se le susurraba a las lobas jóvenes que soñaban con algo más... se decía que ella tuvo un hijo, pero al no ser una Tametzona, no podía unirse con el Alpha, y mucho menos darle un heredero Dark a la corona...

~Dark: (voz grave y cruel)

Los Tametzona podian ser los "Hijos de la Luna" pero los Crystales eran los bendecidos de la Luna, mientras los Tametzona solo lucían un buen aspecto y a veces desarrollaban el control de las aguas, los Crystales podían curar, eran sus médicos y sus enfermeros, sus poderes crecian mientras sus portadores envejecian. Pero los Crystales no eran una familia, eran los "Bendecidos de la Luna" por algo, por el hecho de que a esta raza no se le podía dar continuidad, un Crystal podía nacer en cualquier manada, Dark, Black, White, en las razas más comunes como los Silver... A pesar de ello intentaban agruparse, enseñarse sus habilidades y compartir experiencias, sus manadas siempre estaban en movimiento. Hasta que...

Una loba Crystal fue tomada por el Alpha Supremo y luego... asesinada por la familia de éste.

Pero no sin antes darme a luz, y por mi causa, todos los Crystales han tenido que huir y ocultarse del Alpha Supremo y los Tametzona durante los últimos 30 años.

Mi nombre es Arkin Dark y no descansaré hasta que obtenga lo que es mio, el trono de Rieka por derecho de nacimiento, y la vida de los Tametzona por la de mi madre.

El precio no importa, nadie más me importa, todos pagarán...