¡No,no es mío!
Subí muy enojado a la habitación de Namjoon, abrí la puerta y lo miré con ganas de fulminarlo en este preciso instante.
—¿Y a ti qué te pasa? ¡El que debería estar molesto soy yo después de que te dejaste besar por ese idiota!
Eres un maldito cobarde. Tú dices amarme y tuviste relaciones con Tae, y ahora él quedó embarazado. Le grité: "¡Felicidades, futuro papá! Te odio, en serio, te odio", dije saliendo rápidamente de su habitación y entré en la mía, cerrando con seguro. Con dolor en mi estómago, me senté en el suelo dejando salir mis lágrimas.
Salí de mi habitación detrás de Jin, y él me cerró la puerta en la cara.
—Jin, yo nunca tuve relaciones con Tae, ni oral ni nada. ¿De dónde sacas eso?
No te quiero escuchar, le grité. Lárgate y déjame en paz.
Jin, te lo juro, amor. Tú eres y serás el único en mi vida. ¿Cómo me crees capaz de estar con alguien más?
Lo mejor será que si nos separamos de clase, yo voy a volver a la sección A.
No, no me voy a separar de ti, menos por algo que no he hecho.
Me dolía mucho que estúpido fui al dejarme llevar por esa estupidez de los alfas y destinados. ¿Por qué me dejé llevar? Porque pensé que él sí me amaba.
—Yo no hice nunca nada con Tae, no sé quién inventó eso, pero prometo que limpiaré mi nombre.
No lo quería escuchar más, me levanté del piso y me acosté en mi cama poniéndome los audífonos y buscando una música que me deprimiera más de lo que ya estaba.
Me fui a mi habitación, no quería molestarlo más y empeorar las cosas, pero mañana le demostraré que digo la verdad y tendrá que disculparse conmigo.
Vi la pantalla de mi teléfono y había un mensaje de Hobi que decía: "Jin, lo siento, debí esperar a que tu hermano te diera la noticia. ¿Quisieras que nos veamos mañana? Te llevaré a comer helado. ¿Qué dices?" Respondí: "Está bien, vayamos. No te daré el gusto de verme mal, Namjoon."
Gracias por aceptar la salida.
No, gracias a ti por la invitación. Puse mi celular junto con mis audífonos en mi mesita de noche y me quedé dormido. Al día siguiente me desperté antes de que el sol saliera, me bañé, me alisté y salí de la casa rápido para no ver a Namjoon. Me encontré con Hobi.
Amor, qué bueno verte temprano. ¿Qué tal si nos escapamos y vamos a la playa? Se me acaba de ocurrir hacer algo espontáneo.
Sí, está bien. Me parece una excelente idea.
Bien, compraremos la ropa adecuada en el camino. Nos fuimos de allí rápido y llegamos a una tienda. Mientras Jin entraba a probarse el traje de baño, apagué su teléfono para que nadie nos molestara.
Me levanté con el sonido de la alarma, pero me sentía mal. No sé si es porque me dormí en la bañera de mi habitación y me dio fiebre. "Jin, me siento mal, ayúdame por favor", dije entrando a su habitación, pero no estaba.
Los omegas usábamos lo mismo que las omegas femeninas debido a nuestros pequeños pechos, más yo que los tengo hinchados.
Entré y me probé varios trajes de baño, pero me quedé con uno muy corto y sexy. Lo pagué y volví a entrar al baño para cambiarme, pero no se lo quise enseñar a Hobi, quería que fuera sorpresa.
"Jin, ¿estás listo?" pregunté desde afuera.
"Sí, ya estoy listo", dije con el traje de baño puesto debajo de mi ropa.
"¡Bien, vámonos!"
"Sí, vamos", dije sonriendo. Hobi condujo hasta la playa y al llegar, me emocioné tanto que tuve ganas de vomitar. Sin embargo, una vez fuera del auto, empecé a cambiarme, quitándome la ropa y quedándome solo con el traje de baño.
"¡Wow, amor, te ves tan sexy!" Me acerqué a él y lo besé.
Me separé del beso. "Mejor vayamos al mar", dije un poco incómodo.
"Ok, vamos", dije llegando con él al agua. Saqué un collar de mi pantalón y se lo puse rápidamente, era una H plateada.
"¿Qué haces?" dije sintiendo sus manos en mi cuello.
—Te hago un regalo —terminé de ponerle el collar y de darle un corto beso. ¡Ven! Veamos si me alcanzas...
Tomé el collar en mi mano y vi la "H". Me sentí mal e incómodo, pero no dije nada y empecé a nadar tratando de alcanzar a Hobi. Estaba divirtiéndome en el mar y por un momento dejé de pensar en lo que hizo Namjoon.
Llamaba una y otra vez a Jin y no me contestaba. Sentía que mis ojos quemaban de la misma fiebre y yo no tenía más contactos, solo el de mis padres y el de Jin. No tenía más opción que ir al colegio y pedir ayuda. Caminé sintiéndome muy mal y choqué con la señora que más empezaba a odiar, la señora Park. —Jin, ¿dónde está Jin?
Él no vino a clase y misteriosamente también faltó usted y Hoseok.
—Señora, sé que no le agrado y sinceramente usted a mí tampoco, pero ayúdeme —dije cayendo al piso.
Pedí ayuda a los de mantenimiento, subí a Namjoon a mi auto y lo llevé al hospital.
Señora, el joven Kim tiene fiebre de 40 grados. No sabemos cómo está caminando, aunque está delirando y no deja de llamar a un tal Jin. Aquí están las planillas donde firma que usted lo trajo desde la institución.
Cuando tuve esas planillas en mis manos y leí el nombre de los que eran sus padres, entendí que era ese niño el pequeño que nació el mismo día que Jin. Esa familia es donde dejé a mi bebé. Las lágrimas salían y sentía paz al saber que no eran hermanos de sangre y que si Jin estaba con Hoseok, entonces todo estaba perfecto.
Las horas pasaron y ya eran las 9 de la noche.
Hobi, ya es hora de irnos, es muy tarde.
Sí, vámonos. Aunque la pasé muy bien, nunca hago estas cosas, pero quise intentar algo diferente.
Sí, yo también la pasé muy bien -dije sonriendo.
Subimos al auto y besé a Jin, siendo correspondido. Bajé a su cuello y le hice un chupón, mordiendo levemente.
Su olor hizo que me dieran ganas de vomitar, por eso lo separé. Ya vámonos, por favor.
Señora, gracias por traerme al hospital. Si quiere, puede irse, ya ha estado mucho tiempo aquí conmigo.
No puedo dejarte solo, ¿y si algo te llegara a pasar?
Llegamos a mi casa y me despedí de Hobi. "Gracias por lo de hoy", le dije, cerrando la puerta de mi auto.
Entré rápidamente a la casa y no sé por qué me sentía tan incómodo y asqueado por ese beso. Subí a mi habitación, pero vi la habitación de Namjoon abierta. Entré y él no estaba. Tomé mi celular y vi que estaba apagado. Al encenderlo, vi las llamadas perdidas de Namjoon. Entonces le escribí: "¿Dónde estás? ¿Por qué me llamabas?"
"Señora, el señor Kim ya tiene su temperatura normal. Puede irse, pero estas pastillas debe tomarlas cada 6 horas", dijo la enfermera.
Vi el mensaje de Jin y lo ignoré.
"Gracias, señorita. Yo lo llevaré a su casa", respondí.
"¡Ah, como sea!", dije, ya que Namjoon no me contestó. Me fui a mi habitación, me quité el traje de baño dejándolo en el piso. En la ducha, me quité la arena y luego me metí en la bañera para relajarme.
Tomé las pastillas, gracias doctora y gracias Sra. Park, pero prefiero irme solo. Tomé un taxi afuera del hospital sin dejar que esa señora pudiera hacer algo. Al llegar a mi casa, me sentía mareado. Subí a la habitación de Jin y vi el traje de baño muy sexy en el piso. Entré al baño y él estaba con los ojos cerrados en la bañera. Lo primero que vi fue un chupón en su cuello, al lado contrario de mi marca, y un collar con una H. Allí recordé lo que había dicho la señora: "Hoseok tampoco asistió". Con lágrimas en mis ojos, le grité: — Eres un maldito infiel.
Abrí mis ojos asustado al escuchar el grito de Namjoon: — ¿Y a ti qué te pasa, estúpido? ¿Por qué entras a mi habitación? Mejor dicho, ¿por qué me gritas?
¿Y a este qué bicho le picó?
Vete a la mierda, Jin —me fui de allí enojado y me encerré en mi habitación.
Llegué a casa de la familia Kim y empecé a tocar el timbre porque estaba preocupada por Namjoon. También le llevé comida. Nadie me abría, seguía tocando el timbre, ahora más preocupada de que Namjoon no llegara a casa o que se hubiese desmayado porque veía una luz encendida.
¡Ah, qué fastidio! Me puse una pijama rápidamente. "¿Quién toca tanto el timbre?", dije y salí de mi habitación para abrir la puerta. "¿Qué hace usted en mi casa?", pregunté preocupada.
"A ti qué te importa eso", pregunté enojada cuando vi a esa señora.
"¿Namjoon llegó?", pregunté preocupada.
"Es que se fue del hospital sin darme la oportunidad de traerlo. Tal vez no estás enterada, pero tu hermano llegó al colegio y se desmayó por una fuerte fiebre".
"¿Qué? ¿Cómo que mi hermano está con fiebre?" Subí rápidamente a su habitación y toqué la puerta.
Dejé la comida en la mesa y salí de la casa de los hermanos Kim. Por lo menos sabía que él había llegado bien.
Abrí la puerta y Jin me abrazó con fuerza. —Suéltame, me das asco, aléjate de mí.
—Hermanito, ¿por qué no me dijiste que estabas enfermo? —dije con mis ojos llorosos.
—¿Cuándo te lo iba a decir? ¿Antes o después de que estuvieras con Hobi? Vete, quiero que te vayas, sal de mi habitación.
—No, hermano, no quiero dejarte —dije abrazándolo más fuerte.
Yo, Jin, podía soportar muchas cosas, pero no ahora. ¿Se supone que eres mi omega? ¿No podías ni esperar un día para correr a los brazos de otro? Yo soy un alfa orgulloso y jamás aceptaré compartir a mi omega. Lo tomé de las manos, apartándolo de mí y sacándolo de mi habitación. A partir de ahora, olvídate de que existo para ti.
—No, por favor —dije llorando—. Yo quiero estar contigo, perdóname.
El alfa había tomado el control porque no quería que su humano fuese un débil que lo avergonzara. No te quiero cerca nunca más, olvídate de mí.
—Y tú, ¿qué? ¿Dejaste a un omega embarazado y yo tengo que aguantarlo? —le grité.
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