El celo de Alfa
Dos semanas en las que mis padres han estado fuera, necesito que ya regresen. Siento que cada vez me asfixio más estando cerca de Jin. Aun no le he dicho a mis padres que conseguí un empleo de medio tiempo en una cafetería, realmente me gusta, así me mantengo ocupado y no tengo que estar viendo a Jin. Miré mi reloj, ya son las 9 p.m., estoy cansado, pero por fin llegué a casa, abrí la puerta, quité mis zapatos y me senté en el sofá.
Me desperté porque quería algo de comer, eso me pasa por no cenar. Bajaba las escaleras y en cuanto pasé por la sala vi a Namjoon. Bajé mi rostro y seguí directo a la cocina.
Vi a Jin pasar por mi lado, él está con esos pantalones blancos que me encantan, su trasero se ve tan apretado. Mierda, Namjoon, olvídate de eso, me decía mentalmente.
Entré a la cocina, mi intención es prepararme un ramen, pero están muy altos. Aun así, no le pediré ayuda a Namjoon, mejor me subo a una silla para poder alcanzarlos.
Mi mirada estaba en Jin y me paré rápido cuando vi que se iba a caer. Según yo, fui a ayudarlo, pero por estupidez, al tratar de ayudarlo, me caí, haciendo que él cayera sobre mí.
Estaba sobre Namjoon y no sabía cómo reaccionar. Mi omega se volvió loco, corriendo en mi interior. Su aroma a café empezó a hacerme salivar y mi entrada se humedeció.
Miré a Jin y le di un beso, incapaz de contener más mi deseo. Cuando nuestros labios se encontraron, pude sentir la ardiente pasión entre nosotros. Dejé escapar un suave suspiro mientras su dulce aroma llenaba el aire, añadiendo intensidad al momento. Profundicé el beso siendo correspondido por él, me perdí en la sensación de sus labios contra los míos. Pasé mis dedos por su cabello, saboreando la sensación de sus suaves mechones entrelazándose con mi toque. Con cada movimiento de mi mano, sentí una ráfaga de electricidad recorrer mi cuerpo, encendiendo un fuego dentro de mí que no pude resistir.
Me separé del beso y lo miré fijamente —Namjoon, esto está mal y lo sabes.
No quiero que estés con ese Jin, me duele verte con él.
—Qué manera de evadir el tema, pero yo seré honesto. ¿Tú crees que a mí me gusta que estés con ese omega? Me dolió cuando lo trajiste aquí a la casa —dije seriamente.
No hice nada con él, si es lo que te preocupa. No soy capaz de llegar a eso.
—Igual me duele —dije, y se me salieron las lágrimas. Me levanté, mejor me voy a dormir, ya se me quitó el hambre —empecé a caminar.
No te vayas, quédate conmigo por favor, o vamos a dormir juntos.
—Ve a dormir con Tae, igual él ya es tu omega —dije y seguí caminando.
Si eso quieres, que sea mi omega y duerma con él, tal vez lo haga.
No dije nada y seguí caminando a mi habitación. Llegué, me acosté y cerré mis ojos tratando de dormirme.
Me fui a mi habitación con un torbellino de emociones. Me di una ducha rápida después de haber trabajado. Me sentía cansado, me recosté con la toalla amarrada a mi cintura y dije: "ahorita me levanto".
Al día siguiente, me desperté con el fuerte sonido de mi alarma. Me quejé porque realmente no quería levantarme, pero si de verdad quiero entrar a la universidad de mis sueños, no puedo faltar. Me levanté, me bañé y me puse un uniforme. Últimamente, mis pantalones me quedan más apretados y siento que mi cadera se ha vuelto más ancha, cosas de omega.
Es hora de ir a clases, pero no iré. Estoy seguro de que mi celo ha llegado. Cerré la puerta de mi habitación con seguro y no saldría de allí, por más que mi alfa pidiera a Jin: "¡Tu mugroso lobo, te vas a controlar! Nosotros tenemos dignidad".
Pasé por la habitación de Namjoon y sentí su olor. Su celo debe estar por empezar, pensé, cuando ese olor a café concentrado golpeó mi nariz, haciéndome salivar y humedecer.
"Cuidemos a nuestro alfa y pasemos el celo con él", habló mi omega.
"Ni lo pienses", salí rápidamente de la casa, ya que mi omega se empezaba a alterar. Estaba llegando al colegio cuando vi en la entrada a Hobi, sonriente como siempre.
—Hola Hobi, veo que también estás esperando a un Kim.
Sí, Jin aceptó ser mi novio y estoy feliz.
—Qué lindo, a mí Namjoon no me lo pide.
Creo que harían una bonita pareja.
Llegué rápido y abracé a Hobi en la entrada—Qué lindo que estuvieras esperándome.
Hola omega, te ves muy hermoso el día de hoy.
Hola Jin, buenos días. ¿Y Namjoon? —pregunté cuando vi que llegó solo.
—Gracias alfa —dije sonrojado, luego volteé hacia donde estaba Tae y le dije seriamente: "Él no va a venir, va a entrar en celo, así que se quedó en casa".
—Entonces iré a ayudarlo, con permiso —empecé a caminar rápido antes de que me viera la profesora.
—No, claro que no vas a ir —dije y lo seguí.
—¿Por qué no? Él me necesita.
—Déjalo tranquilo, él no te necesita —dije seriamente—. No vas a ir a molestarlo.
—Que eso lo decida él, no tú —dije seriamente y seguí mi camino.
—¡Que no vas a ir! Esa también es mi casa y no te permito ir.
—Jin, deja que Tae vaya, a ese chico le gusta mucho tu hermano —dijo Hobi.
—Pero mi hermano es solo mío —grité enojado.
—Si me prohíbes ir a tu casa, entonces le diré a Namjoon que vayamos a la mía —respondí un poco molesto por cómo Jin me hablaba.
"Maldita sea, ¡que lo dejes en paz!" le grité.
Ignoré completamente a Jin y seguí mi camino hasta que llegué a casa de Namjoon y lo llamé...
—¿Tae? Perdón, pero no puedo ir a clases —dije quejándome de dolor.
Lo sé, por tu celo, por eso vine a ayudarte.
—No es necesario, estaré bien.
Por lo menos déjame darte mimos, sé lo dolorosos que son los primeros celos para los alfas.
¡Ash! ¡Cómo detesto a ese estúpido! —dije y fui al salón.
¿Y si tu hermano lo quiere? Tú no puedes decidir quién será su pareja, Jin.
Mejor no hablemos más de eso, Hobi, tú no lo entenderías —dije y me senté en mi asiento.
Bajé y abrí la puerta. Está bien, sube Tae, pero no haremos nada.
Está bien, no haremos nada —subí con Namjoon y me extrañó que él tuviera en la cama una camisa de Jin.
"Necesito el olor de mi hermano para calmarme, no lo hago por nada sucio" —dije al verlo mirando la camisa con cara de confundido.
—Oh, sí, claro, supongo que son cosas de gemelos. Las horas pasaron y Namjoon se quedó dormido con mis mimos.
Estaba desesperado por irme a casa. Apenas terminaron las clases, salí rápido del salón y corrí a casa, pero antes le di un beso corto a Hobi.
Me reí —qué hermanos más raros, es gracioso cómo se celan Jin. Seguro ni me escuchó cuando le dije que lo llamaría luego.
Llegué a casa y subí a la habitación de Namjoon. Cuando entré, los vi dormidos, pero los dos estaban vestidos. Les tomé una foto para acusarlos con mamá.
Escuché el sonido de la cámara... ¿qué haces Jin? —dije, parándolo y dejando de abrazar a Namjoon.
"No te vayas, Tae, por favor. Aún me siento mal", dije, poniendo su mano en mi cabeza para que acariciara mis cabellos.
"Vete de mi casa, Tae, o nos traerás problemas", dije serio, aunque internamente moría de celos y controlaba a mi omega.
—Ya lo escuchaste, se siente mal. Déjame quedarme y ayudarlo.
"Vete, yo ya llegué. Yo lo cuidaré. Él me ayudó en mi celo, entonces yo lo voy a ayudar".
—¿Cómo te ayudó tu hermano en tu celo? —pregunté, pensando mal.
Rodé mis ojos, deja de pensar mal. Si él es mi hermano, ya te tienes que ir porque ya es tarde.
¡Sí, perdón! Tomé mis cosas, le di un beso a Namjoon y me fui.
Cuando salió de la habitación, salí yo también y cerré la puerta. Ese Tae es peor que la diarrea con gripe.
"No, Tae, regresa por favor, regresa", decía bajito.
Cuando vi que se fue del todo, entré de nuevo a la habitación de Namjoon.
"¿Por qué echaste a Tae?"
"Porque solo yo te puedo ayudar con tu celo", dije seriamente.
"Si vienes a burlarte de mí, mejor vete."
Me acerqué a él y lo abracé. "¿Por qué estás siendo así de cruel conmigo?"
—Porque tú no logras entender que te amo, Jin, que tú eres mío.
"Pero somos hermanos", dije con lágrimas en mis ojos.
—No me importa ir al infierno por lo que siento por ti", lo acerqué a mí besándolo apasionadamente.
Correspondí a su beso y me dejé llevar por lo que sentía y quería mi omega.
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