❀ Capítulo 27

Por más que JiMin rogó, insistió e incluso se arrodilló para hacerle entender a HoSeok que esa nota no era de él, no logró nada, pues el mayor estaba convencido de que todo había sido planeado por su propio novio, el mismo chico al que había amado y a quien le había entregado su corazón; ahora ya no sabía qué pensar, en qué creer o a quién echarle toda la culpa.

HoSeok estaba confundido.

JiMin estaba más que enojado, su ceño se había fruncido mientras veía como su ahora ex novio se marchaba de su lado.

— Yo no fuí el culpable. — susurró entre dientes antes de recoger la nota y volver a leerla, claramente era su letra, pero no lo entendía. Él nunca había sido capaz de escribir aquello, tampoco era tan idiota para dejarse al descubierto, no era tan imbécil para darle a entender su culpabilidad a HoSeok.

Mientras tanto, un pelinegro caminaba por los pasillos de la universidad, chocando con los hombros de otros chicos y escuchando leves insultos que en aquellos momentos le valía poco, pues estaba más concentrado en llegar a su casillero y tomar su mochila para salir corriendo de ese lugar.

Y tal como lo esperó, su mochila seguía en el suelo, al lado de su casillero; no tardó en correr hasta este, tomarlo y cerrar de un golpe la puerta de su casillero para luego salir corriendo del lugar.

Estaba a punto de llegar a la salida, cuando alguien se le atravesó. Ese alguien era nada más y nada menos que TaeHyung, su "ex cuñado".

— No creas que te irás sin mí. — la mano del castaño sostuvo la muñeca del mayor, quien confundido lo miraba.

— No estoy con ánimos ahora, TaeHyung. — admitió el mayor, soltándose del agarre de una forma brusca.

TaeHyung sabía de aquello, él había presenciado el rompimiento de su hermano con HoSeok, y no podía estar más feliz. Sin embargo, no podía demostrarlo en ese momento, por lo que solo se encogió de hombros y volvió a tomar la muñeca de su mayor.

— No me dejes, Hobi, no quiero estar aquí. — esa voz dulce como la mirada de tristeza que había colocado el menor logró convencer a Jung, quien trás pensarlo por unos minutos, soltó la mano de su contrario para luego tomarla de manera correcta y salir corriendo del plantel educativo.

Ambos lograron salir del lugar, mas nunca se dieron cuenta que eran observados por JiMin, quien solo tenía sus manos hechas puño y trataba de controlar sus ganas de golpear a alguien, para ser más exactos a su propio hermano.

[❀]

TaeHyung y HoSeok se encontraban sentados debajo de un árbol, habían corrido hasta encontrarse cansados y con un hermoso parque para descansar.

Hasta ese momento ninguno de los se había atrevido a abrir la boca, a las justas se podía escuchar sus respiraciones y los gritos de los niños que corrían a esas horas de la mañana al no estar en clases o al no tener la edad suficiente para entrar a un kinder.

— ¿Por qué escapamos de la universidad? — preguntó el pelicastaño al ver que todo era incómodo.

HoSeok solo respiró hondo, mas no contestó nada. No sabía qué decir, cómo expresar el hecho de que había acabado con una relación que él tanto se había esforzado en obtener.

La mano de Tae se unió a la de Jung en un rápido movimiento antes de decir lo que en ese momento el pelinegro no quería escuchar.

— Confía en mí — confianza, eso es lo que le faltó a su relación con JiMin.

Las manos de ambos se mantuvieron unidas por un largo momento, mas ninguno habló ni tampoco insistió en algo.

Un suspiro salió de los labios de HoSeok, la confianza era una palanra clave, tanto en la amistad como en una relación. ¿Acaso sería bueno confiar en alguien como TaeHyung? Él creyó que sí.

— Terminé con JiMin.

El pelicastaño sonrió internamente, sin embargo, eso no mostró por fuera.

— Lo siento. — dijo. Jung negó.

— Creo que es lo correcto. Él y yo nunca fuimos el uno para el otro, él siempre fue perfecto, demasiado como para estar conmigo.

Esta vez quien negó fue TaeHyung, logrando colocarse delante de HoSeok y tomando su rostro decaído para alzarlo. Estaba llorando. El novio de su hermano estaba llorando.

Eso se lo haría pagar muy caro a JiMin.

— JiMin nunca te mereció, tú y él eran muy diferentes. — los brazos de Tae fueron a parar en los hombros de HoSeok y sus labios en los labios ajenos.

El pelinegro no tardó en corresponderle, era cierto que había terminado con una relación hace menos de una hora, pero los labios dulces y suaves de su ex cuñado eran la gloria, se movían muy bien y sabían como hacerle disfrutar.

En menos de un minuto se encontraban tirados sobre el pasto verde, HoSeok encima de TaeHyung, besándolo y disfrutando de la piel suave y delicada que iba tocando de acuerdo al tiempo que pasaba.

Los labios de ambos se movían al compás, sin embargo, se vieron en la obligación de separarse al necesitar de oxígeno.

El mayor respiraba rápidamente, tratando de captar todo el aire posible para sus pulmones, mientras que Tae solo sonreía y se encontraba de la misma manera.

Sus manos se volvieron a juntar, ambos se miraron y sonrieron, iban a volverse a fundir en un beso, cuando...

— Sé mi novio. — soltó de repente. HoSeok abrió sus ojos en par y trató de negar, mas no se lo permitieron.— Te amo HoSeok y siento que tú lo haces por igual. Solo dame una oportunidad y prometo que seré un mejor novio que JiMin, prometo darte la confianza que mi hermano no te pudo entregar.

Quería convencerse de que aquello estaba mal, enserio lo quería hacer, sin embargo, HoSeok no se negó, dando como respuesta un sí antes de fundir sus labios en un nuevo beso con TaeHyung.

Todos pensarían que estaban haciendo mal, que los hermanos no se hacen eso y tampoco los ex novios, pero es que cuando estás enamorado y has sufrido demasiado, ya no piensas en nada, te vuelves egoísta, como lo fue una vez JiMin y como lo estaba siendo TaeHyung en esos momentos. Mas todo amor prohibido te trae problemas, tal vez no en ese instante, pero sí en un futuro.

Y ese futuro no estuvo tan lejano, pues cuando TaeHyung llegó a casa se encontró con algo no tan agradable.

Su hermano yacía sentado al comienzo de las escaleras, con una cara de pocos amigos y con algo entre sus manos.

— ¿Por qué lo hiciste, TaeHyung? — musitó el pelirrojo. El aludido no hizo caso y trató de continuar con su camino, sin embargo, eso no pudo ser cuando el primer golpe llegó a su mejilla, logrando tirarlo al suelo. — Te enseñaré que con el novio de tu hermano no debes meterte. — susurró JiMin, estando al borde de la locura

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