❀ Capítulo 15

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TaeHyung miraba con mucha molestia las dos manos entrelazadas delante suyo. Odiaba admitirlo, pero quería desaparecer, literal. Quería salir corriendo de aquel auto y si era posible, morir en el intento.

HoSeok y JiMin se dirigían una que otra mirada cada diez minutos, y esto se podía corroborar en el pequeño espejo retrovisor, que te entregaba una gran vista de todo lo que sucedía en la parte delantera del auto, para ser exactos, en el lado del piloto y copiloto.

— No debería estar aquí — musitó con molestia.

— ¿Dijiste algo, Tae? — habló su hermano desde el asiento delantero, claramente con una voz fingida.

El castaño negó de inmediato y con una sonrisa falsa, dijo: — La vista es muy hermosa...

Pensaba seguir hablando y revelar el cómo HoSeok y él se habían encargado de engañarlo, pero prefirió callar al ver que JiMin ya no le prestaba ni la más mínima atención.

No había odiado tanto un viaje como lo estaba haciendo en ese momento. Incluso, al principio había pensado que HoSeok requería de su presencia en ese viaje, estaba tan feliz que nunca vio llegar lo siguiente: su hermano se había encargado de todo, su propio mellizo había implorado para que él fuera parte del viaje... para verlo sufrir.

[❀]

JiMin se aferraba al brazo derecho de su novio mientras veía de reojo a su hermano. Una sonrisa se formó en su rostro al ver que TaeHyung estaba enojado, que no la estaba pasando bien al lado de ellos.

Su plan estaba funcionando, realmente lo estaba haciendo de nuevo. Ya no importaba cuánto hubiera rogado a HoSeok para que trajeran a su hermano al viaje, o cuánto hubiera tenido que hacer berrinches para que cumplieran sus deseos, todo lo había valido, TaeHyung no estaba feliz y eso le alegraba el día.

La gran cabaña, que se encontraba rodeada de árboles y un frondoso bosque, le fascinaba, sabía que HoSeok venía de una familia algo adinerada y eso lo podía comprobar al ver cómo este contaba con algunas propiedades en la ciudad, al igual que grandes campos y cabañas fuera de esta. Había logrado “atrapar” al hombre perfecto.

Sus pasos se hicieron más rápidos y de un momento a otro se vio corriendo hacia las escaleras que daban con la entrada del lugar. Se encontraba tan emocionado y maravillado con todo a su alrededor que lo único que queria hacer era ver la cabaña por dentro y escoger la habitación que compartiría con su novio por los próximos siete días. Pero todos sus pensamientos se vinieron abajo cuando divisó a los padres de HoSeok en la puerta de la casa. Claro que su sonrisa no desapareció, pero todos los planes que tenía en mente, sí lo hicieron.

— ¡JiMin! — musitó con algo de emoción la madre de su novio — me alegra tanto que hayas venido. —  la mujer adoraba mucho al pelirrojo, lo tomaba como un hijo más.

HoSeok y TaeHyung subieron las escaleras detrás de JiMin y en todo momento, no se miraron o siquiera hablaron. Cada uno estuvo por su lado.

— ¡HoSeok, hijo! — gritó el padre, llamando la atención del mencionado, quien dejó de inmediato las maletas, levantó la mirada y sonrió.

JiMin, su JiMin, estaba conversando alegremente con sus padres y haciéndolos reír un poco. Ese chico era la perfección para HoSeok, en cambio, Tae solo había sido un error... un error que no volvería a cometer.

— ¿Por qué no le dijiste a JiMin, que estaríamos junto a ustedes toda esta semana? — preguntó la madre al tener a su hijo en frente, este solo se encogió de hombros y abrazó a su pequeño novio.

— ¿Quién es él? — susurró su padre, dirigiendo la mirada hacia el pelicastaño.

— Es mi hermano TaeHyung — se apresuró a decir el más bajito. — quería pasar una semana divertida al lado de él por lo que lo traje, espero no sea molestia.

Tae quería reír, no podía creer hasta qué punto había llegado su hermano, no podía creer que fuera a fingir tanto para caerle bien a todos y para quedar como el inocente.

— Claro que no es ningún problema, JiMinnie — le aseguró su “suegra”. — al contrario, nos alegra tener a otro chico tan lindo como tú.

TaeHyung sonrió ante los halagos que le estaban entregando y saludó a ambos padres, pensando que muy pronto ellos serían su familia, ellos serían sus “suegros”.

— Tenemos una habitación preparada para ustedes — aseguró la madre, mientras ingresaba a la cabaña. El padre de HoSeok le siguió y la pareja por igual. TaeHyung miró todo el lugar y al ver las manos entrelazadas de su hermano y el novio de dste, no pudo evitar sentir envidia... Sabía que sería una semana muy larga.

Con paso firme, siguió a los mayores por toda la casa, hasta llegar a una habitación donde había dos camas.

— Esta iba a ser su habitación... — dijo la mujer. — pero creo que JiMin la compartirá con TaeHyung.

JiMin sabía que la familia de HoSeok era muy reservada, por lo que ver dos camas en la habitación que iba a compartir con su novio no era problema, pero lo que sí fue un gran problema fue el ver que lo separarían de su novio para poner en su lugar a TaeHyung. Pero no hizo, ni dijo nada, solo acató las órdenes y vio como HoSeok se marchaba con sus padres en busca de otra habitación libre.

— Al parecer te arruinaron los planes — dijo con sorna el pelicastaño.

— Yo no tenía nada planeado, Tae — musitó con voz delicada y lo suficiente baja para que nadie los escuchara. JiMin podía ser alguien muy tierno y a la vez... muy manipulador.

— Ya se fueron y no creo que vengan en un buen tiempo — TaeHyung miraba con cierto odio a su hermano. De inmediato, JiMin cambió su expresión y esta vez sonrió con falsedad.

— No entiendo, enserio que no logró entenderte, Tae — la voz chillona del pelirrojo estaba irritando al pelicastaño y la forma en la que se le iba acercando, no le gustaba. La situación se estaba tornando peligrosa.

— No soy idiota, JiMin... — neutro, así se encontraba TaeHyung, no pensaba intimidarse ante la presencia de su hermano, por más mayor que este fuera. — No hay razón por la que me hayas traído, a menos que quieras...

— No, estás equivocado, realmente estás equivocado, hermanito — la sonrisa de JiMin se amplió y estando a solo cinco centímetros de TaeHyung, alzó su mano y lo golpeó.

El rostro del mellizo menor había quedado de lado y la mejilla le ardía demasiado.

— No quiero que mires a HoSeok, no de la manera en la que lo haces. — las palabras de JiMin fueran claras y directas, sin un toque de suavidad o de cariño.

— ¡Y tú no vuelvas a levantarme la mano! — gritó TaeHyung, antes de alzar la mano y estamparla en el rostro de su mellizo. JiMin se quedó sin habla, solo miró a su hermano y su ceño fruncido se pronunció más.

— ¡¿Qué está sucediendo aquí?! — el grito/pregunta de HoSeok fue lo único que logró romper con la tensión del momento y con las miradas de muerte que se dirigían ambos chicos y hermanos. Eso y las lágrimas que se avecinaron por los pequeños ojitos de JiMin fueron el causante de la pelea que se avecinaba.















Nota actual:

Maratón 7/10

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