❀ Capítulo 08
HoSeok no sabía cómo describir a TaeHyung, ese pequeño que con un simpática sonrisa cuadrangular había logrado divertirlo gran parte de la mañana.
Después de haber escapado de la escuela, caminaron por el parque más cercano que había a este, luego comieron un helado y juntos emprendieron marcha hacia el arcade más cercano.
Claro que HoSeok se negó al principio, pues él nunca había visitado uno en toda su corta vida, pero TaeHyung estuvo ahí, para convencerlo e incluso ayudarle en todos los juegos que el pelinegro no podía realizar.
Simplemente, HoSeok la había pasado realmente increíble al lado de su “cuñado”, incluso había dejado de pensar que ka sonrisa de TaeHyung era macabra, ahora podía decir que aquella sonrisa que caracterizaba al castaño era la más bonita, aparte de la de JiMin, que alguna vez había logrado ver.
— Te diviertes más conmigo que con JiMin, ¿cierto?
Las palabras de TaeHyung obligaron a HoSeok a voltear y dirigir toda su atención al menor.
— No entiendo — fue lo único que dijo ante la mirada profunda de su acompañante.
TaeHyung, por su parte, soltó un media sonrisa y negó con la cabeza. Sabía que aún no estaba listo para dar ese gran paso con HoSeok.
— Mejor olvídalo — su mirada se dirigió al cielo, en donde se quedó observando por unos minutos antes de volver a hablar. — Son cosas sin sentido...
El pelinegro se quedó confundido ante el actuar algo “extraño” de TaeHyung y simplemente se alzó de hombros para luego prestar atención a todos los niños que iban corriendo de un lugar a otro en el parque en donde se encontraban.
Se recargo en el tronco del gran árbol donde habían decidido descansar y sonrió sin pensar al mirar como dos pequeños hermanos se tomaban de la mano de su padre para cruzar la carretera.
El castaño no era tonto, estaba al tanto de todos los movimientos de HoSeok y ante la sonrisa que se había dibujado en el antes mencionado, no evitó preguntar la incógnita que se estaba creando en su mente:
— JiMin y tú aún no han tenido sexo, ¿cierto?
TaeHyung quería reír al notar la expresión casi neutra y seria que había colocado el novio de su mellizo, pero prefirió aguantar las carcajadas que amenazaban con salir de sus labios al ver que sería algo muy irrespetuoso de su parte el hacerlo. En cambio, solo se apresuró a acercarse demasiado a HoSeok y acariciar su muslo interno, acto que colocó en alerta al pelinegro y le obligó a alejarse del tacto del menor.
— N-no s-sé de qué estás hablando, TaeHyung... Yo respeto demasiado a tu hermano y la ver...
— ¡Ese es el problema! — semi gritó el mellizo. — Respetas a una puta que no merece tu amor y menos las caricias y besos que le entregas.
HoSeok de inmediato frunció el ceño y apretó sus manos hasta formar un puño. No podía creer que el propio hermano de su novio esté hablando de esa manera del mismo.
— ¡¡No entiendo que le ven a JiMin!! ¡¡Él no es tan especial y tampoco es un príncipe para que lo tengas en un altar!! — La ira y rencor que gobernaba el ser de TaeHyung aumentaba cada vez más al igual que las ganas que tenía HoSeok de golpear al mellizo de su novio. — ¡ENSERIO QUE NO LO ENTIENDO!
El grito del castaño se pudo escuchar por todo el parque, al igual que el fuerte sonido sordo de un golpe.
El rostro de Hoseok estaba rojo de la furia y su puño ya descansaba a un lado de su muslo.
— ¡No vuelvas a hablar de esa manera de JiMin!...— el pelinegro miró el rostro aún volteado de su cuñado y de inmediato cayó en cuenta en lo que había realizado. Había golpeado al hermano de su novio y este no había hecho, ni hacía nada para defenderse, solo estaba inerte y con una mano frotaba su mejilla ya lastimada.
HoSeok de inmediato se sintió mal, pero sabía que no podría arreglar las cosas ese mismo día, por lo que solo le dejó un recordatorio a TaeHyung.
— Es tu hermano, no un enemigo — musitó el mayor, antes de recoger su mochila y casi correr en dirección contraria a la que estaba el castaño. Este último miró de reojo todo movimiento que ejercía las piernas de HoSeok al alejarse y sonrió de lado.
— Es más que un enemigo, él es mi cómplice...
TaeHyung se quedó por unos minutos más en aquel lugar relajante y observo cada pequeño detalle del tan verde parque. Los niños venían e iban de un lado a otro y gritaban el nombre de sus hermanos y padres.
TaeHyung estaba recordando su niñez, cuando aún tenía algo de inocencia en su mente y cuando aún creía en las fieles palabras de sus padres: JiMin y tú son unos hermanos e hijos muy especiales. Y claro que lo eran, ellos eran muy unidos y claramente buenos en todo los trabajos que hacían juntos, pero a medida que iban creciendo, tomaban rumbos diferentes y al final decidieron alejarse uno del otro, un gran error que ahora parecía costarle la felicidad a uno de los mellizos.
El camino a su casa fue en un completo silencio que le ayudó a pensar mucho en todo lo que había ocurrido ese día, había pasado de estar una mañana junto al novio de JiMin para después ser golpeado por este mismo.
Soltó un bufido antes de entrar a su casa, acto que lo llenó de más coraje.
HoSeok y JiMin ya se habían reconciliado y ahora solo se despedían como cualquier otra pareja: con un beso.
TaeHyung no dijo nada, solo corrió escaleras arriba y se encerró en su habitación. Quería golpear a su hermano, quería devolverle el mismo golpe que HoSeok le había dado hace algunas horas atrás, pero no lo hizo, en cambio, se dirigió al cuarto de baño y vio su “salvación”.
Agarró lentamente las hojas de Gillette y las presionó en sus manos, hasta formas un puño. Ya podía sentir el ardor y dolor, pero eso no fue un impedimento para seguir ejerciendo su labor.
Se miró al espejo y notó claramente como un lágrima resbalaba por su mejilla.
Las ganas de llorar habían sido más fuertes que su fuerza de voluntad.
Salió del pequeño cuarto e iba de camino a su cama cuando vio un pequeño papel, que yacía en el suelo.
Ese papel no estaba cuando él ingreso a su habitación por lo que dedució que había sido obra de la única persona que sabía acerca de sus tan oscuros deseos.
Arrastró sus pies hasta quedar al frente de la puerta y se arrodilló para alcanzar el pequeño papel.
❝Tendrás que hacer méritos porque te aseguro que él solo me ama a mí.❞
Esas simples palabras habían enojado de sobre manera a TaeHyung y, ahora, con la hoja manchada de sangre, tomó la decisión de salir de su habitación e ir a la de al lado para enfrentar lo que ya días atrás, lo tenía cansado.
Disculpen la demora y si hay alguna falla de ortografía, háganmelo saber.
Ya somos 1k, muchas gracias 🙆🌼😍
Nota actual:
Maratón 3/3
Espero que les haya gustado esta mini maratón. Prometo venir con diez capítulos a la próxima.♥
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