Viktor salía muy temprano hacia la pista de patinaje, luego asistía a su instituto y al salir iba de nuevo a la pista, casi nunca se le veía en casa, Yuuri tenía suerte si alcanzaba a ver su cabellera.

Yuri en cambio siempre lo insultaba pero no era agresivo, siempre estaba metido en su celular, ignorando a todos.

Yakov desayunaba con Yuri y Yuuri pero este último seguía sin hablar.

El primer día de clases de Yuuri los maestros tuvieron que presentarlo ya que él no hablaba; los directivos de la escuela decidieron integrarlo en un grado antes del que le correspondía con la finalidad de que se adaptara al idioma y al sistema, quedando así en el mismo grupo que Yuri. En el receso tuvo que escapar ante las preguntas de sus compañeras volviéndose muy popular entre las chicas por su actitud misteriosa.

Escapar era la mejor opción para pasar desapercibido y ocultarse detrás de los salones, quería estar solo.

Aún no se acostumbraba a su nueva vida, los viajes en limusina, su enorme habitación, la mansión, ese instituto tan importante... se sentía fuera de lugar.

- Un montón de chicas te buscan, cerdo - nunca faltaba ese apodo de parte del rubio.

- ... - aún así el castaño solo lo miró sin responder.

- Me preguntaron por ti, al parecer ya saben que somos hermanos.

- ¿Lo somos? - preguntó quedito.

- Tsk - respondió al escucharlo- les dije que eres tímido y que si se te acercan demasiado no les hablarás así que es mejor que te dejen en paz, algunas entendieron, otras no, pero eso ya es tu problema - se marchó.

- Gracias- habló más fuerte al saber que el rubio lo ayudaba apesar de los insultos que le propinaba.

Yuuri tenía admiradoras pero respetaban su espacio gracias a las amenazas, disfrazadas de advertencias, de Yuri.

En los siguientes días Yuuri comenzó a adaptarse a sus clases; algunas veces llegó tarde por perderse entre los corredores, otras veces al notar que era tarde se saltaba las clases para evitar hablar y pedir permiso de entrar al salón.

Yuri lo insultaba pero a pesar de eso alejaba a las chicas acosadoras gracias a que muchos le tenían miedo.

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Yakov en ocasiones llegaba muy tarde del trabajo, por lo que solo lo veía en el desayuno.

Para la comida y la cena estaba solo; Viktor regresaba tarde y Yuri comía en su habitación, en cierto punto se sentia solo.

Todo pasaba normal, un día como otros, ir a la escuela, alejarse de las chicas, apenas decir un buenos días, estudiar adaptándose al idioma y sistema educativo ruso. Regresó a casa y extrañamente Viktor estaba presente, pero no Yakov.

Que Viktor estuviera temprano significaba que la pista de hielo estaba ocupada o reservada y que escucharía gritos y risas, en fin una discusión entre Viktor y Yuri.

Esa tarde la cocinera se fue temprano ya que ninguno de los jóvenes de la casa cenó.

La tarde era fresca, y Yuuri quiso sentir el frío por lo que salió a sentarse al frente de la casa. Estaba tranquilo, ignorando la absurda discusión de sus hermanos y se dedicó a mirar el cielo nublado, la poca luz del cielo se apagaba con el atardecer, cuando de repente escuchó un grito tras un fuerte trueno.

Yuri, era Yuri. Rápidamente entró a la casa para ir a verlo, pero otro trueno resonó llevándose consigo la energía eléctrica, gotas de lluvia comenzaban a caer fuertemente.

Cuando Viktor y Yuuri llegaron con el rubio éste solo actuaba como si nada, moviendo insistentenemente su pie, diciendo que nada pasaba.

La visibilidad era poca y Viktor arrastró al menor hacia la ventana para ver, con la poca iluminación de la calle, si estaba herido.

Yuuri los siguió. Los tres chicos se encontraban observando la lluvia caer, esperando a que regresara la luz.

Después de un rato sin cambio alguno el atardecer fue dejando en oscuridad toda la ciudad.

Se vieron forzados a buscar alguna linterna o al menos algunas velas; Viktor buscó en la cocina, Yuri en la sala y Yuuri en la oficina de Yakov más la búsqueda fue infructuosa.

Yuuri salió de la oficina y tropezó con Yuri, Viktor escuchó el estruendo provocado y al acercarse a ellos tropezó por igual.

- Auch, pesas anciano.

- Duele~ ¿qué hacen en el piso? - se quejó el mayor de los tres.

- Bájate, pesas. Aplastas al cerdo.

- Auch... - fue la queja del castaño.

- Escuchen, esto es peligroso. Debemos ir a dormir, dudo que la energía regrese esta noche y aquí  abajo podríamos accidentarnos - habló Viktor levantándose y ayudando a sus hermanos a ponerse de pie.

- Tsk, tiene razón

- Yuuri ya que aún no conoces bien la casa seguro no encontrarás tu habitación, dormirás conmigo.

- Estás loco. No lo hará.

- También puedes dormir con nosotros, vamos - los tomó del brazo y los guió lentamente a su habitación, cuidando cada paso.

Al llegar a la habitación buscó su celular, activó una app de linterna y buscó pijamas para todos. Fue el primero en ingresar al baño a ponerse su pijama, luego salió y le dio el celular a Yuri para que se cambiara.

- ¿Por qué no llamamos a Yakov? - le preguntó Yuuri.

- Está en una reunión importante. Yuri tiene algo de miedo a la oscuridad y los truenos aunque no lo admita; esta noche hagámosle compañía.

Yuuri solo asintió, aunque en la oscuridad no se notó, Yuri salió y le dio el celular a Yuuri para que se cambiara, al salir solo se quedó parado.

- Ven Yuuri - Viktor lo atrajo, recostándolo en la cama.

- No hagas nada raro - le reclamó Yuri al ponerse a un lado de Yuuri.

- Yuri, Yuuri, es algo confuso. Yurio es un mejor nombre - dijo Viktor a un lado de Yuuri.

- Me parece bien, el cerdo será--

- No, tu serás Yurio y él Yuuri.

- Espera, ¿por qué no él?

- Eres menor, te aguantas - Viktor habló con burla.

- No quiero, soy Yuri no Yurio.

- Te queda mejor, eres un gatito, te queda bien Yurio.

- Maldito anciano, deja de decirme así, mejor duérmete.

- Yuuri he notado que no tengo tu número, debería tenerlo por si algo pasa - sentenció el adolescente mientras tomaba su celular.

- Yo no tengo un teléfono - el castaño hablaba con ellos porque quería intentar llevarse bien.

- Espera, ¿qué? ¿acaso no... - Yurio se sorprendió.

- Espera Yuuri, ¿acaso Yakov no te compró uno?

- no...

- ¿Por que qué no se lo pediste? Es muy importante, mañana hablaré con él.

- No es necesario, no quiero molestar.

Viktor se acerco aún más a él y lo abrazó - Es importante, tú eres importante - aseguró.

- ¡Que no hagas nada raro! - Yurio igual se acercó aún más y abrazó a Yuuri, incluso colocó una pierna encima de él.

Yuuri solo se dejó, cayendo dormido entre la comodidad y el calor que sus nuevos hermanos le proporcionaban.

Los tres durmieron cómodamente esa noche.

Por la madrugada Yakov llegó a casa encontrando todos las luces encendidas y supo enseguida lo que ocurrió.

Fue a buscar a sus hijos más no había rastro de los menores hasta que los encontró durmiendo en la habitación de Viktor, una imagen tierna.

No quiso molestarlos, apagó la luz y durmió un poco. Se levantó temprano y preparó el desayuno, algo que sentía que lo unía con sus hijos; le gustaba cuidarlos en cada oportunidad que tenía de estar con ellos ya que en ocasiones tenía que viajar.

Viktor despertó muy temprano como siempre, bajo a desayunar encontrando a Yakov preperando personalmente panqueques.

- Buenos días~

- Vitya, hoy estás de buen humor, ¿que tal la noche?

- Normal. Yurio con miedo

- ¿Yurio?

- Lo bautizamos como Yurio, para no confundirlo con Yuuri - dijo Viktor mientras sonreía.

- ¿Y estuvo de acuerdo con eso?

- No, pero no se quejó demasiado.

- Me alegra que se lleven bien, Yuuri es algo cerrado.

- Si, lo noté. Por cierto no tiene celular, debe tener uno.

- No es posible, ¿cómo pude olvidarlo? - el mayor estaba preocupado por haber cometido ese error.

- Me voy...

- Espera, estaba pensando que quizás hoy podamos desayunar todos juntos

- No Yakov, estoy practicando. La competencia se acerca.

- Aún eres joven, te pones demasiado serio y amargado con respecto a los entrenamientos, solo no te fuerces.

- No lo hago - el peliplata se molestó - y cómprale un celular pronto a Yuuri.

Se fue enojado dejando solo a Yakov, en verdad se molestaba mucho si alguien pretendía interferir en sus entrenamientos.

Aunque no lo deseara, se molestaba con quien no lo entendiera. Pero igual se preocupaba por Yuuri.

Cuando Yakov recién adoptó a Viktor, unos hombres lo subieron a un auto, mintiendole, diciendo que el chofer estaba en el taller con la limusina, Viktor confío en ellos y se subió al carro pero él es inteligente y la situación le pareció sospechosa, envió mensajes a Yakov informándole que los nuevos choferes pasaron por él en un pequeño auto rojo.

Gracias a eso la policia lo encontró rápidamente cuando esos hombres planeaban salir de la ciudad, llevando secuestrado a Viktor.

Yurio tambien sufrió un atentado pero al ser tan desconfiado y agresivo inmediatamente gritó llamando a la policia y los agredió fisicamente.

Por fortuna ningún intento resultó; por eso le preocupaba que Yuuri, al no ser de Rusia y desconociendo su entorno, no tuviera celular pues podrían secuestrarlo. Pero sobre todo, le preocupaba que lastimaran a Yuuri solo para conseguir algo de la fortuna de Yakov.

Aún si se motraba frustrado o molesto no significaba que quisiera que algo malo le pasara a sus hermanos.
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