Primer día

¿Cómo describirías el peor día de tú vida?

Para Seto Kaiba era sencillo responder esa pregunta. El primer día de clases. Ese era el peor día de su vida.

Y es que la escuela era un lugar lleno de escoria, todas las personas que deseo nunca haber conocido estaban ahí.

Pero los peores eran sin duda la pandilla de la amistad, el resto de los estudiantes habían entendido con solo verlo que no deseaba la compañía de nadie. Pero esos ineptos parecían no recibir el mensaje. Los detestaba más que a nada, sobre todo al perro Wheeler y al enano Motou.

El enano desde el primer día parecía no comprender que no necesitaba ser amigo de nadie, siempre iba tras él. "Kaiba ¿no quieres ir a mi casa después de la escuela? Jugaremos Magic and Wizards" "Kaiba ¿no quieres ir al arcade luego de la escuela" "Todos necesitan amigos, Kaiba" Lo detestaba tanto. ¡Nunca le daba un respiro!  Aunque también lo admiraba por seguir firmemente sus convicciones, sobretodo ante él. Era el único en toda la escuela que incluso merecía un poco de su atención, no es que fuera a decirlo en voz alta. Por otro lado estaba su perro guardián Wheeler, cada que rechazaba 'cortésmente' una invitación, salía ladrando sin para, sobre lo amable que era el enano y que debería tratarlo mejor. ¡Bah! Cómo si me interesara.

Y ahí estaba él, listo para un nuevo año escolar. Tan ensimismado estaba en sus pensamientos que tropiezo contra algo y cayó encima de alguien. ¡Genial! Interacción humana. Estaba preparado para intimidar a quien hubiera tenido la desgracia de meterse en su camino, cuando observó un par de bellos ojos rubí, que lo miraban con... ¿disgusto?
Cualquiera que tropezara con él debería estar agradecido de siquiera poder tocarlo.

"¿Puedes quitarte de encima? Me estás aplastando. Y deberías fijarte hacia donde vas." ¿Quien se cree que es para hablarme así? Yo soy Seto Kaiba.

Al ponerse de pie sintió el impulso de ofrecerle una mano para levantarse, la cual fue aceptada de inmediato. Tuvo un poco de tiempo para apreciar la figura frente a él, ese cabello... le recordaba a alguien, pero ¿a quién? Ese rostro afilado y sus delicados pero varoniles rasgos, acompañados de ese par de rubíes, lo dejaron sin habla. ¿De dónde había salido ese chico tan atractivo? Nunca lo había visto por aquí.

"¿Y bien, no te vas a disculpar por haberme caído encima?" ¡Que arrogante! Su voz le había hecho temblar agradablemente. ¡Demonios! ¡Le encantaba este sujeto, debía saber su nombre!

"¿Y a quien debería dirigir mis disculpas?" Una sonrisa coqueta se formó en su siempre estoico rostro.

El más bajo sonrió de la misma manera, pero antes de que pudiera responder, fue interrumpido.

"¡Atem! Te dije que te perderías si te separabas. ¡Vamos! Debes asistir a la ceremonia de apertura. ¡Es tu primer día como estudiante de secundaria!" Yuugi llegó listo para arrastrar a su pequeño hermano a la ceremonia. Era algo importante, oficialmente se convertiría en un estudiante de secundaria y asistirían a la misma escuela.

Sin prestarle atención a la persona frente a su hermano, lo saco del pasillo y lo obligó a caminar hacia el auditorio. No podía llegar tarde a su primer día.

Seto se quedó en el pasillo estupefacto. ¡El enano! De nuevo interviniendo en su vida. ¿De que se conocerán? ¿Atem era su nombre?
Abrió los ojos sorprendido. De pronto la comprensión había llegado. Tenían el mismo estilo de cabello y usaban los mismos accesorios, esta persona Atem era ligeramente más alto que el enano, pero bueno, todos eran más altos que él. Dejando eso de lado era obvio a primera vista que estaban emparentados.
Ya habría tiempo para averiguar su parentesco, ahora debía asistir a la ceremonia.

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"Vamos Motou. Preséntanos a tu hermano."  Una multitud de chicas y chicos rodearon al indefenso Yuugi, cuando sus amigos se apartaron de él.

"¡Yuugi! Ven acá" la voz de Seto resonó dentro del aula y la multitud se mantuvo en silencio cuando el ojiamatista aprovechó para salir del medio y dirigirse a Kaiba.
¿Lo había llamado Yuugi? Por supuesto, si iba a emparentar con él, deberían llamarse por sus nombres. Una sonrisa se presentó en su rostro.

"¿Esta todo bien?" Cuando Yuugi asintió. Miró al resto de alumnos que se encontraban aún rodeando el lugar del más pequeño. "¿Qué siguen haciendo ahí parados? ¡Regresen a sus asientos!" Tan pronto como terminó de hablar, cada estudiante estaba en su lugar.

"Muchas gracias, Kaiba." El tricolor le dio una sonrisa en agradecimiento.

Seto vio su oportunidad "¿Y dime, qué ocasionó todo esté revuelo?" Preguntó.

"Todos quieren que les presente a mi hermano menor" con un suspiro cansado Yuugi contó a Seto que su hermano era un año menor que ellos y que se había matriculado en la escuela. Mencionó con orgullo que su pequeño hermano era muy listo y atractivo.

¿Hermano menor? Estaba consciente de que serían familia pero no esperaba que fueran así de cercanos. Esperaba algo a así como un primo. Ahora debía pensar cómo hacer para que Yuugi se lo presentara sin tener que pedírselo.

Casi ni fue necesario, Yuugi lo invito a almorzar con ellos y para su gran sorpresa Kaiba acepto de buena gana.

Seguramente su insistencia durante todo el ciclo anterior había hecho a Kaiba entender la importancia de la amistad. Era una buena noticia, todos merecían tener amigos. Con eso en mente Yuugi se sentía más que contento. Por fin se había hecho amigo de Kaiba.

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Al terminar la clase, Yuugi y Seto se dirigieron a la cafetería para reunirse con los demás.

Seto hizo un excelente trabajo escondiendo su emoción. Al llegar a la mesa donde se encontraban los demás, se llevó una sorpresa al no encontrar al objetivo de sus afectos. ¿No deberían comer juntos? ¿Acaso no era miembro de la pandilla de la amistad? Realmente no lo culparía. Eso nubló su buen humor, pero no podía simplemente irse, ahora su única entrada hacia el menor sería Yuugi, era igual que un negocio, te mantenías con quien pudiera servir a tus propósitos.

Joey no estaba realmente contento con su presencia, simplemente no creía que el castaño decidiera ser amable sin algún motivo. Ya lo descubriría.
Un cabello puntiagudo en la multitud lo distrajo. "Atem" Con gran apuro se levantó de su asiento y jaló al menor hacia él, para después guiarlo con un brazo rodeando su cintura hacia la mesa. El más pequeño se dejó guiar y se sentó entre Yuugi y Joey.

"¿Cómo ha ido tu primer día?" Joey quería saber si había tenido algún problema y necesitaba su ayuda, pero lo que más quería es que dedicara su atención a él. Llevaba tiempo enamorado del pequeño hermano de Yuugi, era simplemente magnífico, no solo en atractivo, también era una gran persona y muy buen amigo, era listo y leal. Aunque claro, sus sentimientos había sido rechazados amablemente por Atem. Después de insistir e insistir él dijo que para tener una relación, tenían que conocerse más, y que después tal vez habría una oportunidad para ellos, aunque no iba a asegurarle nada pues él no lo veía como más que un amigo. Tal vez se había precipitado un poco, Atem acababa de terminar su relación con Akefia Bakura.
Yuugi se había molestado con él, '¿Qué es lo que quieres con mi hermano!? Olvídate de intentar algo con él' aún recordaba lo enojado que había estado hasta que Atem le aseguro que no habia porque molestarse y que era sus decisión con quien salía o no. Solo así Yuugi había sido apaciguado y es que aunque no lo pareciera, era un hermano sobreprotector.

"Estuvo bien, tuve algunas clases junto a Mahad" al oír el nombre del amigo de Atem, Joey se crispó, odiaba a ese sujeto, siempre tan cerca de Atem, podía tocarlo como quisiera y a Atem parecía no importarle. ¡Él también quería! Su mente empezó a divagar en las cosas que podría hacer si Atem le dejara tocarlo.

Todos en la mesa prestaron atención a lo que decía el recién llegado, Tea y Joey parecían pelear por ser la persona que más preguntara a Atem por su día.

Seto observó la interacción que se presentaba ante él, rodó los ojos, era obvio que la chica amistad y el perro tenían sentimientos más allá de la amistad, había que ver, si tuviera una cola seguro se estaría moviendo felizmente por la atención recibida.
En el fondo se sentía ofendido, el pequeño no le había dirigido ni una mirada.

"¡Hey Yuugi, Atem!" Un moreno alto y bien parecido se acercó a la mesa agitando la mano en señal de saludo, al mismo tiempo Atem abrió un lugar entre él y Joey, ahí fue donde se sentó el recién llegado.

"¿Cómo estas Yuugi? Hace un tiempo que no te veo. ¿Estás más alto?" Todos en la mesa ahogaron una risa ante el último comentario. Por el contrario Yuugi estaba agradecido de que alguien lo hubiera notado.

"Tienes razón Mahad, he aumentado 5 centímetros estás vacaciones. Nos veríamos más si decidieras ir a la tienda en lugar de invitar a Atem a tu casa" Yuugi respondió con una sonrisa.

"No puedo hacer eso, debo cuidar a Mana, además Atem no podría vivir sin mí. Se siente perdido si no estoy cercaaay. ¿Por qué fue eso? Sabes que es verdad" Atem había golpeado las costillas de Mahad mientras reía por los disparates del mismo.

Inesperadamente para la mayoría, Mahad puso a Atem en su regazo y comenzó a hacerle cosquillas. "¿Querías guerra? La tienes" Atem no podía responder, pues no paraba de reír.

"Déjalo" Joey no soportaba ver la confianza que se tomaba con Atem.

"Metete en tu asuntos 'perro'" Mahad había escuchado algunas veces sobre los apodos de Joey.

"Esto es tu culpa, Kaiba" Atem y Mahad dejaron lo que estaban haciendo y dirigieron su atención hacia dónde señalaba Joey. Siempre habían tenido curiosidad sobre el tipo que evitaba la interacción humana como si fuera la peste. ¿Qué hacía sentado comiendo con ellos? ¿No se suponía que los evitaba?

"Al fin tendré el placer de estrechar la mano de tan ingeniosa mente. Soy un gran fanático de tu trabajo, utilizo todos los apodos que has creado para él. Mahad Sennen" Mahad se abalanzó sobre el ojiazul, y tomó su mano en un saludo, en tanto señalaba a Joey.

"No es un gran esfuerzo, Seto Kaiba." El castaño respondió el apretón de manos.

"¿Así que tú eres el evasivo amigo de mi hermano?"  Atem lo miró, era tan atractivo como Tea había dicho que era.  Esa aura de poder, lo llamaba. Nunca había podido resistir a hombres como él. ¿Seto Kaiba? ¿Dónde había...?

"Espera, ¿Tu nombre es Seto Kaiba? ¿Tu hermano no es  Mokuba Kaiba?" Seto abrió los ojos con asombro. "¿De dónde conoces a mi hermano?" El castaño respondió a la defensiva ¿Qué quería con su hermano?

"Moki y nosotros, estudiábamos en el mismo colegio. Salúdalo de mi parte." Atem señaló a Mahad mientras hablaba. "También de mi parte"

"Lo haré"  Más tarde hablaría con su hermano.

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"Hermano, regresaste temprano. ¿Cómo estuvo tu día?" Mokuba se encontraba en la sala jugando videojuegos.

"Bien, hoy conocí a una persona interesante"

"¿Oh, en serio? ¿Y quién es?" Mokuba estaba en verdad interesado y dejó su juego, normalmente a sus hermano no parecía interesarle nada, mucho menos las personas.

"Deberías saberlo, envío un saludo para ti." ¿Para él? ¿Quien podría ser?

"Creo que soy demasiado grande para las adivinanzas infantiles. Ya dime"

"Atem" con la simple mención de aquel nombre, los ojos del pequeño Mokuba brillaron con cariño. Si tenía esa reacción ¿Porqué nunca lo había mencionado.

"¡Yami! ¿Cómo está él? ¿Y Mahad no estaba con él?" La emoción de Mokuba fue palpable.

"¿Yami?" Seto se encontraba confundido ¿Qué tenía que ver el amigo de Mokuba en esto?

Mokuba sonrió con superioridad "Hermano, Yami es Atem, en el colegio lo apodaban así."

Ya entendía la reacción de su hermano. El primer día de clases Mokuba regresó a casa con raspones en el rostro y la ropa sucia, pero tenía una gran sonrisa. Cómo era el nuevo, los niños de cursos superiores lo habían acorralado y lo estaban molestando, entonces Yami había puesto en su lugar a los abusadores y se habían hecho amigos.

Era hilarante su situación, pudo haberlo conocido hace tiempo, ya sea que hubiese aceptado alguna invitación de Yuugi o haber bajado las escaleras cuando Atem había venido a jugar con Mokuba. Si que era estupido. No es bueno llorar sobre la leche derramada. Ahora mismo debía pensar cuál sería su primer movimiento.

"¿Te gusta?" Mokuba no quería guardar esperanzas pero si alguien era digno de su hermano, esa persona sin duda sería Atem. Además su hermano era totalmente el tipo de Atem. Le gustaban los tipos que intimidaban. Recordaba a ese chico Akefia había salido con él, ese chico tenía un aura de peligro ¡Cómo su hermano!

"Podría gustarme, si" ¿en qué momento había terminado confesándole su enamoramiento a su hermano?

"Debes invitarlo a salir. Él querrá conocerte antes de intentar algo más. No va a rechaza una cita, eres totalmente su tipo." Mokuba comenzó a planear la cita perfecta para Atem y su hermano. Si iban a salir debían hacerlo bien.

"¿Totalmente su tipo?"

El sonrojo apenas perceptible en el rostro de su hermano lo hizo sonreír. "Aunque seguramente no quieres  mi ayuda ¿Cierto? A ti te gusta hacer las cosas por tú cuenta" Mokuba se iba a divertir con esto tanto como pudiera.

"La quiero, quiero tu ayuda" Iba a darle el gusto por ahora. Él lo conocía mejor, seguramente sabría qué hacer.

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La planeación llevaría varios días, por lo que el castaño decidió dirigir sus esfuerzos a conocer al ojirubí. Descubrió que era tan bueno como Yuugi en los juegos, había tenido una gran resentimiento contra él por haberlo derrotado en Magic and Wizards. Ni siquiera recordaba cuando había pasado. Pero sabía que había perdido justamente.

Había salido con la pandilla de la amistad durante toda la semana, todas las tardes. Había sido... entretenido.
No eran tan estupidos como había creído o tal vez solo le agradaba la compañía de Atem, incluso Mahad era agradable. De hecho eran los más maduros dentro del grupo a pesar de ser un año menores.

Había descubierto un hecho gracioso. Siempre había sabido que Yuugi tenía una debilidad por la castaña, era muy obvio. Ahora, al parecer Gardner estaba enamorada de Atem, para todos eran evidentes los celos de Yuugi y que Atem hacía todo lo posible por separarla de él. El pobre parecía mortificado cada vez que miraba a su hermano mayor.

Justo ahora estaba viendo la escena repetirse, Gardner había apartado a Atem de todos y todo apuntaba a que estaba lista para realizar un movimiento.

Sería interesante observar. La chica parecía demasiado nerviosa, no podía escuchar lo que hablaba, pero por los gestos que hacía con las manos era visible que no estaba funcionando. Así que lo siguiente qué pasó fue una sorpresa para todos. Gardner se abalanzó sobre Atem y ... lo besó.

Un grito ahogado se escuchó junto a él. Yuugi estaba a punto de romper en llanto. Incluso él estaba un poco aturdido. Así que tomó al pequeño Yuugi de la mano y camino lejos de la escena. Era lo mejor por ahora. Y Yuugi se dejó llevar a pesar de los reclamos de Joey.

Atem la apartó de sus inmediato y disculpó no poder devolver sus sentimientos.

Estaba preocupado por su hermano mayor. Al voltear a buscarlo, lo vio alejarse con Kaiba. Su pecho se apretó.  Kaiba... sostenía su mano.

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A pesar de que en verdad tenía ganas de llorar, Yuugi no derramó una lágrima, no quería llorar frente a Kaiba. Cuando detuvieron su caminata se sentaron en bajo un árbol y pasó algo inimaginable para Yuugi. Kaiba lo envolvió en un abrazo. Parecía incómodo por ello pero aún así su agarre no vaciló.

Kaiba sabía que lo que Yuugi necesitaba ahora era apoyo moral y poder desahogarse con tranquilidad.
En cierta parte tampoco se sentía bien, compartían la intranquilidad por el beso de Gardner. Ambos habían tenido la necesidad de alejarse. Para Yuugi debía ser aún peor no sólo era la chica de la que llevaba enamorado quien sabe cuánto tiempo (sabía que eran amigos desde antes de entrar a la secundaria), sino que esta estaba enamorada de su hermano.

"¡Motou! Creí que te gustaba tu amiga ¿Quien diría que también te gustan los chicos"  De algún lado salió el odioso hermano de Bakura.

"Hey Akefia! ¿Cómo te ha ido?"  Yuugi se separó de Kaiba para mirar al recién llegado. Que se percató de la expresión desolada en su rostro.

"Hey pequeño ¿Estás bien?" Akefia se acercó a Yuugi, le había tomado cariño cuando salía con Atem.  "¿Quién te ha molestado? Dime y lo lamentara." Yuugi sonrió, tenía buenos amigos a su alrededor.

"No dejaría que golpearas a mi hermano"

"¿Atem? No puedo creer que haya hecho algo para molestarte. ¡El te adora! No movería un dedo si te incomodara. Me pones tan celoso."

El humor de Yuugi comenzaba a mejorar. "No creo que lo haya hecho a propósito, Tea lo beso"

"¡Esa zorra! No debería meterse con MI propiedad"

"Justo por esa actitud Atem terminó contigo. Además Tea no es una zorra. Solo está enamorada de él. Ella ni siquiera sabe qué ustedes salieron, aún cree que solo eran amigos." Yuugi se permitió un suspiro.

"No me importa, ¿Dónde esta ella? Atem no tiene la culpa de ser irresistible." Sin más, Akefia se retiró para ir en busca de Tea.

"Espe..." Yuugi decidió sabiamente no intervenir, Atem debería arreglar lo que había provocado. Decidió quedarse junto a Kaiba. Lo miró y noto una expresión de desconcierto que lo hacía ver gracioso, así que se rió.

"Entonces... a tu hermano ¿Le gustan los chicos? ¿Por qué salió con él?" Le sorprendió el tono que había utilizado Kaiba. Pero bueno no sería algo extraño que su pequeño hermano le gustara, incluso era totalmente su tipo. A Atem le atraían hombres como Kaiba y Akefia. Y seguramente a Kaiba le atraía la personalidad de Atem. Sonrío. Sería interesante de ver.

"Así que... ¡Te gusta mi hermano!" No fue una pregunta.

¡Ugh! ¿Tan obvio era?

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