Capítulo 8

Cristianno

Iba conduciendo detrás del auto de Bastian y maldita sea si iba despacio, aunque en realidad íbamos a mas de 80, tenía que respetar que ellos llegaran primero, estaban su mejor amigo y su novia. Novia. Esa palabra se sentía rara hasta en mi pensamiento, nunca había tenido una y lo más cercano que tuve a eso fue Julieta, hasta que bueno... la cagué.

Quería arreglar las cosas, decirle que la amaba pero ella no me creería nunca, ya no y por jodido que suene la entendía. Pero ella no sabía que si yo estuviera en el lugar de Micaela estaría peor, muchisimo peor, preferiria mil veces que el dolor lo pase yo. Quemaría todo el mundo por ella, por protegerla y lo decía muy en serio.

En medio de mi absurda meditación mi telefono sonó y como si fuera lo más normal del mundo, Julieta lo conecto a los altavoces del auto y respondió.—Bastian.

Volteo a mirarla idiotizado por el momento y al parecer recién se daba cuenta de su acción pues sus mejillas se tiñeron de rojo y solo pudo encojerse de hombros y desviar la mirada.—Esta en la habitación 250, por favor no entren como locos.

Por más que quisiera reírme no era el momento.—Bien. Ahora me puedes decir ¿Que mierda le pasó?

Bastian resoplo y dijo.— No lose muy bien, fue una emboscada y lo acorralaron, su auto se desvió y choco—se escucha un sollozo—Lo único que puedo decirte ahora es que dos chicos lo encontraron y llamaron, Ademir respondió pero no les puso atención, por lo que me llamaron a mí y bueno yo rastree la línea. El chico se llama Lucas, no dijo su apellido y esta acompañado por una tal Mariel, esperemos que sean de confianza.

—Lo dudo.—dice Julieta con una mueca lo que causa mi disgusto.

En aquel momento pude haberme quedado callado, pero no mi gran bocota tenía que hacer acto de presencia. Detengo el auto y digo:—¿Por qué siempre eres tan negativa?. Por Dios a veces deberias callarte Julieta.

Escucho la voz de Antonella decir detrás de mí:—Oh no dijiste eso, va a explotar—pone enfasís y voz chillona—EX-PLO-TAR.

Arianna asiente y se golpea la frente con la mano.—Enserio eres muy estúpido.

Volteo a ver a Julieta y en ese momento sus ojos se estrechan, su nariz se cae y se que estoy completamente muerto.—¡¿Pero que haz dicho?! ¡Que imbecil eres para hablar! ¡Dios que estúpido!—Abre la puerta del copiloto y sale, suerte de que aparque hace unos metros para poder ver el auto destrozado de Enrique que esta más adelante.

—Esta bien, amor calmate...

—¡Amor mis ovarios! ¡Tú no eres quien para llamarme amor! ¡Y tampoco eres nadie para callarme!

—Julieta escuchame por...

—¡No es posible que encima de joderme la vida quieras callarme! ¡No tienes ningun derecho idiota! ¡Maldito nínfomano!

—Pero Julie....Espera ¿Qué? ¿Cómo que te jodí la vida?—Al parecer recién se da cuenta de sus palabras pues deja de balbucear y voltea la mirada hacia mí.—¿Qué?

—Oh no no te hagas la desentendida conmigo. ¡Ya he pedido perdón mil veces! ¡No tienes idea de cuanto me arrepiento por lo que te hice! ¡La cague! ¡Lose!—Intento callarme pero no puedo—Se que te hice mucho daño—me acerco a ella— se que lo que hice fue la estupidez más grande que pude cometer y no sabes cuanto lo siento Julieta. Y lo más estúpido que pude hacer fue saber que te amaba, que tu también me amabas y aún así lo hice—acuno su cara en mis manos— Te amo, te amo desde siempre y siempre lo haré aunque tú nunca me perdones. Creeme por favor Julieta, mi Julieta.

La veo cerrar sus ojos miel y se le escapa una lagrima, mierda no quiero hacerla llorar nunca más, no llores hermosa. Inhala y la escucho susurrar:—No, no puedo.

Mierda.—Dejame tratar.

—¿Tratar? ¿Qué vas a tratar? Va a ser lo mismo, me romperas el corazón de nuevo y ya no tengo la fuerza para repararlo.

—Entonces yo lo repararé, dejame sanarte, sanarnos, juntos—beso sus manos— por favor, piensalo.

Ella asiente y se dirige hacia mi auto, siento sus tacones resonar con las piedras, levanto la mirada y Arianna me esta sacando el dedo medio desde el asiento trasero, Antonella sale para guiar a su mejor amiga dentro del auto y luego viene hacia mi gritando:— ¡Puedes apurarte mi hermano esta en la clínica y se les ocurre sincerarse en el lugar del accidente!— cuando llega a mi lado me dice:— No me parece.

Mierda tiene razón.— Lo siento Anto ya nos vamos— me percato del auto destrozado— pero primero...

Voy corriendo hacia mi auto donde saco el celular del porta-celular, coloco la cámara, y Antonella empieza a reírse pero sonríe a mi lado señalando la chatarra a unos metros. Si Enrique lo va a odiar. Regresamos riendo al auto pero en el camino me percato de las líneas que hay en la pista, son de motocicletas, frenaron de repente, no tuvo tiempo de escapar. Mi padre tuvo algo que ver en esto, lose, si él no me hubiera dado los datos hubieramos seguido ocultos, hay muchas cosas que debo preguntarle al bastardo ese. Escucho el claxon y corro hacia el auto donde Julieta tiene puestos unos lentes de sol que creo que son míos, Arianna esta sujetando su mano a su lado, Pablo parece el más serio ya que me mira con desdén pero dice:— Mas vale que me incluyas en esa foto.—A lo que yo río. Antonella yace a mi lado. La ojiverde me mira e inclina su cabeza hacia adelante, pidiendome que nos vayamos, asiento y acelero hacia la clínica.

***

Cuando llegamos Antonella es la primera en bajarse y correr con sus tacos y cartera hacia el ascensor, destras vamos todos trotando, una enfermera ya mayor nos dice:— ¿A quién buscan?

—A mi hermano, esta en la 250.— Dice Antonella en el mismo momento en que se abre el ascensor y todos nos metemos dentro. Señalamos el segundo piso y buscamos la habitación, cuando la encontramos la ojiverde entra corriendo, abro la puerta para el resto de las chicas y luego pasamos Pablo y yo. Dentro están Bastian conversando con quienes serían Lucas y Mariel a un lado, Ademir esta sentando al lado de Enrique, ve a Antonella y sin pensarlo se levanta y la atrae hacia sí. Mica esta sentada en la cama de su novio, le sujeta la mano y sonrie, aún se notan sus ojos muy rojos y su rostro con maquillaje corrido, pero esta mejor, me ve y sonrie:— Gracias por traerlos Tianno.—Guau, no me dices así desde que entramos a secundaria—Asiente y retrocede para que salude al herido.— Te sacaron la mierda hermano.

Veo que intenta reirse pero solo hace una mueca por lo que me gano un golpe por parte de Micaela.—Me dieron uno en el abdomen y otro en el hombro, pero antes los desgraciados me magullaron.—Pero ahora estas bien y tienes a tu enfermera personal que te va a cuidar— escucho murmurar a Mica con cierta diversión, Enrique solo sonríe y la atrae para besarla.

Ahora Micaela es la que ríe mientras le digo:—Quien diría, tan seriecitos y tan calentones—. Hago una mueca riendo y me alejo hacia Bastian quien me ve y me da la mano, me acerco a él yme percato de los dos chicos, él es alto y de tez oscura y ella de estatura mediana y morena, parecen hermanos. Toco mi cinturón donde esta mi pistola y cuando la intento sacar siento una mano... la de Julieta.—Bueno, ustedes deben ser los salvadores de mi hermano, muchas gracias—ellos asienten y sonríen—y ahora ¿Me podrían contar que pasó?   

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