Capítulo 22

Arianna

Se podría decir que la operación fue exitosa. El plan se basaba únicamente en sacar a Julieta y que Cristianno se la llevara, nosotros tendríamos que buscar la forma de salir de allí, de "destruir" la información que David Castillo nos pedía y a la vez poder traerla para que pudiéramos leerla o investigar más a fondo.

Lo más dificultoso fue lo segundo aunque luego de que Tianno se fue se nos hizo más sencillo acabar con los dos que quedaban como resistencia aunque llamarlos así fuese un alago para ellos, dos tontos que no podían ni disparar de lo miedosos que estaban, completamente patético.

Acabarlos fue cosa de niños, al principio pidieron y rogaron que los dejáramos vivir, que trabajarían para nosotros y que nos dirían todo lo que habían investigado, yo quise debatir la idea pero ni Bastian o Pablo me dejaron terminar, de dos disparos en la sien acabaron con ambos.

En el momento no lo entendí del todo, pero luego pude comprender el por qué lo hicieron y en ningún momento manejaron la idea: Alguien que es capaz de darle la espalda a lo que hace o para quien trabaja en este mundo es escoria. Si una persona puede cambiar de bando tan rápido no vale la pena, es completamente desleal, siempre va a preferir su bien antes que el de su organización, gente desechable.

Luego de eso teníamos aproximadamente media hora para tratar de desaparecer cualquier tipo de información que allá se encontrara, Quique tenía imágenes pre-grabadas, al parecer no solo de Cristianno sino de todos los que fuimos. Entre las cosas más importantes pudimos salvar varias cintas de cassettes con diferentes títulos, sin embargo todas tenían como fecha los años entre 1996-2000, aunque no hemos podido verlos aún, Mica y Bastian están buscando un VHS para poder verlos sin que se dañe su contenido.

Entre las cajas que vi esa noche había miles de papeles, fotografías y pequeños mapas que en realidad tuvimos que quemar junto con algunos de los cassettes para hacer la idea de que todo había sido destruido. Tuvimos que ser muy rápidos y tratar de memorizar, tomarle una foto o tratar de ocultar entre nuestras ropas lo más resaltante. Yo estuve encargada de las fotografías, Pablo de los mapas y Bastian eligió los cassettes más importantes respecto al título que tenían.

Hubo algo entre las fotografías que yo no pude pasar por alto, se me hacían muy conocidas, como cuando tienes un dejavú, era algo que no quería mencionarle a los demás hasta que estuviera completamente segura, pero tenía una idea de por qué me sentí tan intrigada por aquellas fotos: porque no tenían nada que ver con la temática de las demás. Eran diferentes, no eran de personas, no eran de lugares como casas o demás, todo lo contrario, eran objetos, cosas que no tenían por qué estar en esa caja pero lo estaban. Encontré alrededor de 40 fotografías de esa forma, todas tenían el mismo estilo y el papel en el que fueron impresas era diferente, más viejo.

Las fotografías eran, a mi parecer, tontas. Había una de una gota de agua, de una flor, de una caja, un marco, un peluche, una linterna, de un rollo de fotografía, una media, un chocolate y muchas otras cosas incoherentes. No había un orden exacto para ubicarlas, no había más pistas que su propia naturaleza extraña, sin embargo la foto que me llamó más la atención fue la del humo, era un fondo oscuro con humo enfocado. El mismo humo que me hizo recordar cuando jugaba memoria con mi padre, el humo de Lucas.

Ahora me encontraba buscando entre los diarios de mi padre alguna pista que me sirviese, algo, una palabra que no concuerde, que este escrito de manera diferente, lo que sea. Sé que es algo importante, soy consciente de que hay algo que no estoy viendo aquí, pero maldita sea, no sé que es.

— ¿Qué haces? Te ayudo si quieres. —La voz de Mariel interrumpe mis pensamientos, en realidad no tengo tiempo para ocultar los diarios o alguna de las fotos aparte, no quiero hacerlo, quiero que sepa lo que pasa, pero sé que no debo traicionar la decisión de los demás.

—Leía —miento— los diarios de mi papá, a veces me pongo nostálgica y en mi cabeza imagino que es él quien me habla, es él quien me cuenta sobre su día o como comió lo que no le gustaba. Mi padre era un hombre simple pero lo adoraba, el siempre será mi razón de ser.

La morena únicamente se dedica a mirarme y asentir, luego se aproxima y me abraza mientras se acomoda en mi cama, siento su apoyo al escuchar mis palabras. No es que nunca haya tenido apoyo, al contrario, los chicos siempre se preocuparon de más por mí, siempre cuidándome, siempre al pendiente, pero esto es diferente, es mi amiga, Mariel ha sido la primera amiga que he tenido y se siente diferente, su cariño, sus palabras.

—Pensé que estabas leyendo alguna de las novelas esas que te gustan por que estés estudiando no lo creo, en realidad ninguno de ustedes lo hace ¿No es así? Entiendo que a ustedes les apesta la plata— río ante sus palabras, no es así, bueno, nunca lo he visto de esa manera —pero creí que era porque estamos en los meses de vacaciones, me hubiera gustado que alguno de sus padres me adoptara antes de que se fueran. —siento como la última palabra la dice dudosa, pero amenizo el ambiente y la invito a continuar con una pequeña risa, aunque esas palabras nunca llegan, me obligo a hablar-

—Me hubiera gustado tener una hermana, siempre he sido la menor aquí y quisiera ser la hermana protectora y loca de alguien. Respecto a tu pregunta, la mayoría de nosotros si ha seguido una carrera pero las terminamos antes ¿Cuántos años crees que tenemos, eh? ¿Veinte?— río ante su asentimiento —La mayoría tienen 24, terminaron sus carreras el año pasado, Pablo, Cristianno y Bastian tienen 25 —me señala a mi —yo tengo 22, soy la más pequeña aquí pero si termine una carrera técnica hace un mes, estas ante una bachiller en Marketing Internacional.

—No tenía idea— comenta Mariel al parecer sorprendida— pensé que no querían estudiar ni nada, como ninguno tiene un horario de oficina o lo veo dirigiéndose a algún lugar con ropa formal ni nada, pero bueno, no tengo nada que decirte, yo terminé la secundaria y me retire de la universidad con Lucas para comenzar a viajar.

—No te preocupes, se que damos esa imagen, en realidad nuestros padres nos dejaron una gran cantidad de acciones en diferentes empresas a lo largo del país por lo que podemos manejarlo desde aquí.

Tengo la impresión de darle información de más pero me siento cómoda diciéndolo, ni siquiera en el instituto pude entablar una amistad duradera, siempre estuve sola, únicamente conversaba con alguien en el tiempo en que tuviese que hacer algún proyecto con esa persona, era horrible estudiar de esa forma. Nunca conocí a nadie o salí a algún lugar sola, si salía era con los demás y no lo digo porque me haya molestado, las chicas son mis mejores amigas, pero, me sentía sola.

Julieta y Antonella habían estudiado la misma carrera por lo que se veían siempre, Micaela y Enrique salieron antes de la secundaria y estudiaron en la misma universidad, los demás tomaron su tiempo pero al final estudiaron lo que les llamaba la atención.

—Por cierto ¿Julieta ha viajado? —Me sorprendo y sé que lo nota por que rápidamente agrega — Lo digo porque no la he visto desde la carrera, pensé que quería algo con Cristianno pero al parecer no.

—No es eso —digo lo primero que se me ocurre— lo que pasa es que ellos discutieron y ella se fue a su departamento, Cristianno fue hacia allá ayer, de seguro ya arreglaron las cosas así que deben estar volviendo pronto.

Ella asiente, se pone de pie y divaga un poco por mi cuarto, mientras trato de esconder las fotos que saqué de aquella casa. Luego de lo que pienso que es una eternidad la veo alejarse hacia la puerta pero antes de irse menciona:

—Sabes Aria, es malo mentir. —Me sobresalto por lo que acaba de decir y al observarla veo una sonrisa triste en su rostro, se aleja de la puerta y me impulso hacia ella, jalándola de la mano para traerla de nuevo a mi habitación.

— ¿Por qué dices eso? —No hay respuesta— Sabes que me puedes contar cualquier cosa, no tengo ningún problema en escucharte, siempre eres amable conmigo y me escuchas, creo que yo también puedo hacer eso ¿no? Si algo pasó y te molestó dímelo, somos amigas y ellas se cuentan las cosas, así que cuéntame ¿Por qué piensas que miento?

—No me refería a ti en realidad, quiero decir, yo sé que todos ustedes son muy reservados con sus temas personales pero es obvio que algo más pasó entre Julieta y Cristianno —me sorprendo ante la idea de que pueda sospechar sobre el secuestro— pero no tenias que decirme que ella se fue por varios días por una simple pelea ¿no? Ahg, olvídalo, son estupideces, no tengo por qué sentirme mal ni nada, al fin y al cabo, soy una desconocida.

—No eres una desconocida, tonta —respondo con sinceridad— es solo que los demás no están acostumbrados a abrirse con las personas; Mientras tanto puedes preguntarme a mí lo que quieras ¿te parece?

La veo asentir y apoya su cabeza en mi hombro. Luego procedo a sacar todos los diarios de mi cama, no puedo dejar que vea algo que no pueda explicar, los reúno en una pila y los dejo en mi escritorio. Concluyo en pasar tiempo con mi mejor amiga y hacer lo que se supone que hacen: ver películas, comer y hablar de chicos.

—¿Maratón de películas? —propongo sonriente, tal vez algo se me puede venir a la mente si me pongo a ver las películas que veía con papá. Dos pájaros de un tiro.

—Me fascina la idea, yo voy por canchita, gaseosa y cualquier chatarra que haya en la cocina—contesta la morena y sale sonriente de la habitación.

—¡Dile a la cocinera si puede hacer pizza! —grito— Ojala lo haya escuchado.

Doy la vuelta y me acerco a mi escritorio, allí decido ver por última vez las fotos y cuando creo estar a punto de recordar algo importante sobre ellas Mariel vuelve. «Tal vez un poco de distracción me venga bien», Digo para mí.

***

Eran pasadas las nueve de la noche cuando dimos por terminada nuestra maratón, Mariel me comentó que se iba a salir con un chico que conoció el día de la carrera, que ya habían salido antes y que tenían mucho en común, lucía ilusionada.

—¿Quieres que te ayude a arreglarte? —Cuestioné, pero simplemente me negó con la cabeza y se alejó saltando hacia su dormitorio. Ya en la puerta del suyo gritó:

—¡Si te retengo más tiempo Pablo comenzará a odiarme! ¡No te preocupes por mí, mañana te contaré todos los sucios detalles! —Dicho esto cierra su puerta y me deja con la palabra en la boca.

Al entrar nuevamente me encuentro mirando hacia mi televisor, la película "Día de la Independencia" se encuentra pausada. Jeff Goldblum y Will Smith están tratando de poner las coordenadas en la nave nodriza de los aliens mientras están discutiendo. «Me recuerdan a Pablo y Bastian» pienso.

Sin pensarlo mucho me siento y decido terminar de ver la película. Los dos hombres discuten y la cámara se enfoca en los códigos que se están pasando de la computadora a la nave enemiga, como un virus. Mientras veo hacia la pantalla recuerdo superficialmente a mi padre jugando conmigo.

—Princesa ¿ordenamos las fotos para guardarlas? Recuerda que tenemos un orden para ellas y ya te la he enseñado.

—Si papi.

A la carrera me acerco hacia mi escritorio y saco las fotos, el resto de cosas que están allí las arrojo hacia mi cama. «Si no me apresuro se me puede olvidar, no puedo darme ese lujo» le recrimino a mi conciencia.

Coloco las fotos sin ningún orden específico, y cierro los ojos; debo recordar cómo es que ordenaba el juego.

—¡La flor! —Grito—¡Siempre comenzaba con la flor! El chocolate, la linterna ¡¿Qué más?! ¡Maldición Arianna, recuérdalo!

No puedo seguir haciéndolo conscientemente, tengo que relajarme y hacerlo como lo hacía con papá. «Cálmate Aria» dice mi subconsciente «Tú puedes con esto, eres una Bianchi después de todo». Al abrir los ojos decido dejar de pensar y poner una foto debajo de otra sin pensar demasiado, por inercia. Leí hace algún tiempo que si grabas ciertos movimientos o actividades en tu subconsciente no habrá necesidad de ejercitarlo diariamente, se quedará grabado en ti. Todo esto sumado a la temprana edad a la que lo aprendí debe servir de algo, mi padre no me enseñaría algo tan trivial sin que tuviese un significado.

Al terminar de colocar la última foto volteo el mazo que se forma, encabezado por la flor, es como un dejavu, mis recuerdos aunque muy vagos me ayudaron mucho. Esto debe significar algo, tengo que decirles a los demás.

Estoy por salir hacia el cuarto de Micaela y Enrique cuando escucho dos golpes en mi puerta, seguido de esto una mano pequeña se asoma seguido de la pelinegra que quería buscar.

Entra sin decir nada y aunque quisiera preguntarle el porqué de su silencio durante estos días no puedo, le pido que llame a su novio mientras yo hago lo mismo con Pablo, de inmediato lo entiende y sale a prisa de mi dormitorio. Mientras ordeno mis ideas choco con la pila de diarios de mi padre, que caen al suelo desordenándose.

—Lo que me faltaba —digo algo enojada. Y al recogerlo me quedo observando a uno de ellos en especial. En este diario hay una forma rara de redacción, aparte de la extrema formalidad usada la tipografía es más cuidadosa; y cada tres páginas las hojas aparecen con numeración. Pensé al principio que era un error de mi papá pero dudo mucho que cometa esta clase de errores.

—¿Pasa algo Aria? —la voz de Pablo interrumpe mis pensamientos por completo. Detrás suyo Quique y Mica entran a mi dormitorio cerrando la puerta. Los tres se acomodan a lo largo de mi dormitorio y esperan a que comience a hablar, sin embargo, Pablo reconoce las fotos encima de mi escritorio y antes de que pueda explicar nada brama:

—¡Esas cosas! ¡¿Qué te dije acerca de traerlas?! ¡Nos pudiste poner en peligro a todos! ¿Qué tal si tienen algún tipo de GPS que los trajera hasta aquí? Dios, creo que tus locuras me volverán cardíaco, como es que...

—Obvio no te ibas a dar cuenta— comenta Mica algo orgullosa— Aria siempre fue una experta ocultando cosas simplemente que ahora lo ha entrenado. Pablo, si te pudo burlar a ti significa que su habilidad aumentó.

«¿Mica lo sabía?» sentencia mi mente al instante. Únicamente tiendo a sonreírle; volviendo a lo que iba a decir, sujeto las fotos y poco a poco las voy repartiendo, en orden. Los demás se colocan detrás de mí y esperan hasta que termine de formarlas. Al colocar la última foto giro hacia ellos quienes me miran expectantes.

—Este era el juego que siempre mi padre me hacia jugar, es como una especie de memoria, tenía que encontrar los pares en un comienzo, luego mi padre quito los sobrantes y me hizo memorizar los nombres y el orden de cada foto. Siendo pequeña no lo vi como algo importante pero hace unas semanas recordé algo y luego pude ver estas fotos, aunque recién he podido atar todo hoy. Quiero que me ayuden a saber que significa esto, ustedes son los que mejor pueden descifrar esto. Yo no sé el porqué los tuve que aprender y confío en ustedes con mi vida para que podamos hacerlo juntos.

De inmediato Enrique y Micaela se adelantan y observan las fotos, ella parece recordar algo y sale casi corriendo hacia su habitación. Quique se queda analizando las fotos un rato más hasta que pide un bloc donde pueda escribir, Pablo es quien se lo alcanza, luego se acerca a mí y susurra:

—Tú me tienes, me tienes completamente. Siempre que creo conocerte sacas algo nuevo y me dejas en ridículo, no tenía idea de que tus habilidades hayan aumentado tanto, me encanta.

Solo él puede creer que esto es lo importante ahora, yo río y beso su mejilla. Cuando quiero responderle Mica entra con un libro en sus manos y lo abre en una de las páginas, me sorprende ver que no son letras lo que contiene el libro, si no dibujos. Antes de poder preguntarle comienza a explicarnos.

—Cuando vi las fotos me recordó mucho a este manga— «con que eso era» pienso— aquí se organizan las fotos de tal forma que cada una de las fotos formen un conjunto de números. Pensé que podíamos establecer el mismo principio con estas, solo que no con números sino con las letras con las que comienzan cada una y...

Pablo interrumpe. —¿Sobre qué es el manga? Los dibujos se ven perfectos.

—Es un mangaka peruano, es uno de los poquísimos que hay y me encanta su trabajo— Mica niega con la cabeza— pero ese no es el tema, Enrique puedes...

—Sí, ya lo hice de hecho, recordé ese dibujo y pensé que nos podría servir de algo.

Así que esto es el entendimiento de una pareja. Ambos trabajan muy bien juntos, no necesitan decir de más y casi nunca discuten en estos momentos ¿Cuánto habrán tenido que pasar para llegar a esto? A ciencia cierta no podría saber cuál de los dos es más analítico, siempre pensé que Quique era el más inteligente, pero Mica le da pelea sin ningún problema. «Eso es amor» sentencia mi voz interior «Ellos no necesitan nada más, se complementan en todo aspecto»

Puedo observar como ambos se sonríen y prosiguen a escribir otras cosas más. Pablo se les une y al último lo hago yo. Pensar que hace unos meses no tenía idea de nada y ahora puedo conversar sobre esto a los chicos, saber su opinión y como es que se manejan en estas situaciones.

Nos quedamos despiertos hasta las cuatro de la madrugada, cada uno tratando de formar un orden para aquellas letras, un significado, algo importante. Busque en los diarios y les mencione acerca de los números en el diario de mi padre, lo separamos y marcamos para poder investigar a fondo luego.

Media hora después decidí ir a preparar algo para tomar y comer, ya iba a amanecer así que sería como un desayuno, decidimos dejarlo todo entre nosotros hasta que Julieta y Tianno volvieran así podríamos decírselos a todos.

Ya en la cocina estaba poniendo algunos piqueos y pequeños buñuelos en una bandeja cuando escucho la puerta abrirse, de inmediato pienso en Mariel así que decido apagar las luces para asustarla, me oculto detrás de una pared de tal forma que pueda verla sin que ella lo haga.

Pero la sorprendida soy yo al ver con quien viene acompañada.

Es Ademir, ambos entran juntos y ella lo acorrala, lo besa con avidez y lo que más me sorprende es ver que él no protesta.

Cuando estoy a punto de salir a encararlos una mano me jala impidiéndome avanzar, me hace retroceder y otra figura me pide que guarde silencio.

Pablo es quien está delante de mí y Antonella es quien me dice que me calle. «¿Ella ya lo sabía?» Recrimina mi conciencia. Yo solo puedo obedecer a lo que me dice.





Holaa!

Perdónenme de verdad por la demora, quería presentarles un capítulo sin fallas ortográficas ni errores, espero me perdonen, si todo marcha bien, volveremos a las actualizaciones semanales

Los leo! 

~L

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