Capítulo 16

Cristianno

No sabía que putas hacer. No podía hablar, no podía caminar, no podía hacer nada, me sentía completamente desolado e inútil. A lo lejos escuchaba la música y el sonido de los motores, como si nada hubiera pasado, no podía ni canalizar mi ira para poder hacer algo de provecho, de no ser por la presencia de Ademir al lado mío yo no estaría de pie siquiera.

Siempre he actuado como el más frío de todos, siempre queriendo dar una apariencia ruda ante los demás, incluso ante mi familia.
Siempre me negué a creer en algo tan estúpido como el amor, nunca entendí muy bien el por qué he sido así siempre pero me hacia una idea:

Mi madre murió poco después de darme a luz y viví técnicamente solo, mi padre nunca se hizo cargo de mí y me puso al cuidado de la hermana de mi madre, ella murió en un atentado hace ya varios años, la confundieron con mi mamá y pensaron que sería un golpe muy fuerte para el gran David Castillo, que idea para más equivocada, a mi padre poco o nada le importó. Al darse cuenta que los atentados habían sido planificados para toda la organización él decidió darme mi herencia y con ello las palabras tácitas "cuídate tu solo"

Desde ese momento viví con los demás hasta los 18 que compré algunas propiedades, entre ellas mi departamento y comencé a vivir solo, luego vino Julieta y poco a poco me enseñó que no era malo el amar o querer a las personas, el querer protegerlas, pero era bastante idiota y un completo inmaduro hace 7 años.

Siempre quise pedirle disculpas pero nunca encontraba las palabras y aunque no habían pasado las cosas como las planeaba ella me había dado una oportunidad. Julieta era la luz que me enseñó cómo vivir y que a su manera tan despreocupada me enseñó a amar, a querer y apreciar a las personas que tenía cerca.

Ahora ella había sido secuestrada y yo no podía hacer nada, Ademir había tratado hablar conmigo pero no funcionó, sentía como todo se desarrollaba pero no podía ni abrir la boca.
Sabía que estaban hablando sobre un plan para traerla de vuelta, pero no sabíamos ni a donde había ido. De repente siento como soy jalado hacía adelante y no logro reaccionar a tiempo para ver llegar el puñetazo que Ademir me da en la cara. — ¡Cristianno, maldición, concéntrate! ¿Puedes? ¿No puedes siquiera pensar en cómo esta Julieta? ¡¿Carajo, acaso no la quieres?!— siento como aletargamiento se disipa con la voz de Ademir— ¿Qué mierda eres tú? ¿Qué mierda somos? ¡¿No somos asesinos?! ¡¿No recibimos una paga cada que matamos a alguien?! ¡¿No somos fríos y calculadores cuando realizamos un trabajo?! ¡Responde maldita sea!

—S-Si...— me escucho decir mientras me pongo de pie.

— ¡Pues compórtate como tal! ¡No es el momento para tu idiotez! Tienes a alguien a quien proteger ¿No? Concéntrate en eso.

—T-Tienes razón, pero mierda ¿No podías tirarme un puñete menos fuerte? —. Ademir sonríe, yo igual, tiene razón, no puedo sentirme mal, tengo que rescatarla.

—Gracias por hacerlo entrar en él, Ademir. Ahora—dice Bastian bastante serio— debemos pensar que si se llevaron a Julieta ya debe de estar llegando a Lima, si es que la hubieran llevado allí. Dudo mucho que la hayan llevado más hacia el sur, tendría que haber salido a la carretera central y hubieran estado mucho más vulnerables y encontrar policías.

— Creo que podemos separarnos y comenzar a buscar, en los puntos de encuentro y bases que investigamos de Montenegro hace tiempo—comento, recuerdo a Quique dándonos un folder lleno de esa información que muchas veces no leía pero me llamo la atención, mi padre y él tuvieron relación en el pasado y era algo que debía saber, por si algo pasaba, de otra forma él no hubiera sido el que nos dio el trabajo. —Tengo una copia en mi auto, como nunca lo limpio...—Tan típico de ti—le digo a Ademir y los tres sonreímos.

Mientras rebusca un poco y lo encuentra Bastian sigue: — Creo que no debemos separarnos, ya han pasado más de 3 horas desde la última vez que vimos a Julieta, es muy riesgoso que vayamos a por ella solos. Tenemos que ir los tres a un solo lugar y por eso aún no estamos de camino, necesitamos pensar cuál será el escondite indicado.

—Bien pensado, entonces—Ademir saca entre las hojas del folder un mapa donde marcamos los distintos puntos de encuentro que tenía Montenegro— Hay uno aquí, más al sur, casi para llegar a Ica—Bastian señala un punto del mapa—pero es muy desierto y riesgoso llegar ahí así que queda descartado.

Ademir continúa: — Además, lo más conveniente sería ir hacia Lima, si en caso quisieran algún rescate tendrían que tenerla en Lima.

—Tienes razón, en todo caso pueden ser estas tres opciones—señalo en el mapa tres puntos— Uno en una de las zonas más alzadas de Lima, la otra en uno de los peores barrios del Callao y la última en una zona de clase media en el perímetro. La que está en el Callao lo dudo—ambos me miran confundidos— cuando Quique lo investigó resultó ser un almacén, allí llama a su gente para cuando hay elecciones, está registrado como un anexo de su local partidario así que no la pueden llevar allá a menos que quieran tener problemas. Ellos no tienen el poder y las influencias que Montenegro así que tienen que ser mucho más cautelosos.

—Respecto al lugar del perímetro ¿En qué zona exactamente está?—pregunta Ademir mirando a Bastian—la zona perimetral recorre alrededor de cinco distritos y allí hay más seguridad y facilidad de encontrar escondites en caso los encontremos.

—La zona es limitante con San Borja, en el distrito de La Victoria y tiene las calles suficientes para perderse si es que así se quisiera, además, es un sitio pésimo para manejar, todos los bloques de viviendas tienen rejas que no dejan ingresar a alguien y para colmo colinda con Vía Expresa, con lo que podrían huir rápidamente. Para ellos es como un fortín ¿Ustedes que creen?—No lo sé—digo— en realidad ese sitio sería el escondite perfecto, pero ¿Qué hay del que queda? ¿Está en La Molina no? El distrito de por sí es uno de los más seguros que hay, la seguridad privada que contratan es una de las mejores de Lima así que sería mucho mejor ir allí.

—Pero ese lugar está relativamente cerca a la casa grande, de ninguna manera han tenido que llevarla allá, sería una estupidez, pero no podemos estar al cien por ciento seguro.

—Lo se Ademir pero debemos ir. — veo como Bastian presiona el espacio entre sus cejas ante mi insistencia y dice: — Nosotros no somos ni Quique ni Pablo que siempre van a la cabeza de las operaciones, no tenemos experiencia como líderes, ni yo que soy mano derecha de Pablo ni Ademir que es el mejor amigo de Quique. Tenemos que concentrarnos en hacer un plan decente para poder rescatarla en unos días. Julieta no debe de estar mal, ella es la más fuerte de todas y no se dejará doblegar.

¡¿Unos días?!

—No ¡No, no, no, tenemos que ir hoy mismo! —Ademir me calla poniendo su mano en mi boca, al parecer varias personas están dándose cuenta de lo nervioso que estamos.

—Como que ya te pasaste de tragos hermano, ya vámonos, de seguro Julieta te está esperando— dice Ademir lo suficientemente alto para que los que estaban mirando pierdan interés y se quiten su atención —Vamos a casa, de camino puedes tomar una siesta.

Tengo que entrar en el papel de borracho y reírme un poco apoyándome en Ademir para luego ir hacia su auto, en el momento de entrar puedo fijarme realmente en la mierda en la que se ha convertido su auto y riéndome comento: —En serio, tu carro esta hecho una mierda. Recibo la mirada asesina de Ademir mientras me comenta que al estar blindado pudo salir completo y que de lo contrario hubiera terminado mucho peor.

— ¿Qué haremos con los autos de Quique y Pablo? Puedo llevarme uno pero... —Tú no te llevas nada— comenta Bastian por el intercomunicador mientras escuchamos de fondo su motor rugiendo— conociéndote te va a valer mierda hacer un plan y te vas a largar solo, ya avise a dos subordinados de los patrocinadores para que los dejen en el departamento de Pablo en unas horas, no se negaron gracias a que ese tarado es pata de su jefe. Además siempre los están observado, nunca pueden decir que no.

Observando... Mierda ¡Las cámaras!

— ¡Las cámaras! ¡Quique debió acceder al circuito cerrado de cada distrito para vigilar los movimientos de Montenegro! Él debió hacer eso y seguramente su computadora debe de seguir conectada.

Veo el rostro de Ademir y esta sonriendo, y a Bastian reír en mí oído. Al parecer mi hipótesis es bien aceptada.

Debo pensar en otra cosa, Julieta es una chica muy fuerte, más fuerte que yo y vario de los chicos incluso y debe de saber que ya estamos de camino, solo debe esperar un poco.

Espera solo un poco amor. Ya esperamos tanto tiempo, unos días más no será mucho.

En ese momento un pensamiento pasa por mi mente, uno jodidamente extraño. Si, si yo pensara en sentar cabeza sería únicamente por ella.

No está mal, Julieta iba a ser mi esposa.

***

Llegando a la casa no espero a que se frene del todo y salgo disparado hacia la habitación de Quique y Mica. Nos hemos demorado poco más de dos horas en llegar, sumando el hecho de que nos acordamos a medio camino de lo que había en la maletera del auto de Pablo y que nos demoró se hicieron casi las diez de la mañana. Al abrir la maletera solo encontramos un cadáver. Estaba maniatado pero con el cuello roto. Dudo mucho que Pablo lo haya hecho, esta persona pudo decirnos algo importante así que por eso está muerto. Maldición. Siempre están un puto paso más adelante.

Aria se comunico diciendo que los chicos ya estaban en proceso de desintoxicación pero su situación aún era de riesgo, más por las chicas, se tardarían uno o dos días en despertar. Maldije a todo el mundo en ese momento porque Julieta no podría estar más de tres días lejos de mí y Ademir tuvo que calmarme con un puñete.

Luego conversé con Ademir ya que su relación con Antonella siempre me pareció algo extraña y sólo pudo decirme: —No la puedo obligar a esperarme, ella es libre y sé que Lucas no está desaprovechando la oportunidad.

No tenía idea de que a Lucas le interesara la fresa esa.

Llego a la habitación principal y me sorprendo de ver lo inmensa que es, siempre supe que era un poco más grande pero no tanto, esta impecable por que el servicio ya limpió hoy. Decido no distraerme más y me dirigió hacia la izquierda, pasando el closet de Quique—que por cierto tiene las últimas diez camisetas del Real Madrid— veo una especie de escritorio, bastante amplio debería decir. De seguro este fue otro cuarto y lo decidieron unir.

En fin, pasó los estantes de los libros de Mica, y están las computadoras de Quique. — ¿Por qué tiene dos?

—Porque conociéndolo siempre tiene que saber lo que pasa desde dos puntos de vista—. Dice Ademir y mueve el mousse. Ambas encienden y piden la contraseña.

—Debe ser el nombre de Mica o su aniversario con ella—digo y lo pongo siendo denegado al instante. La pantalla indica que sólo tenemos un intento más— Mierda.

—Serás imbécil, él no es tan sentimental, además no es una contraseña cualquiera, por tu taradez ahora sólo tenemos un intento.

—Ni idea ¿El año en que egresó del colegio? ¿Cuándo se graduó de la universidad?—Déjame pensar...—Ademir cierra los ojos un par de segundos y cuando los abre exclama— ¡Cuando Perú clasificó al mundial!

— ¡Claro, Quique es un futbolista frustrado! Y con lo maníaco que es tuvo que cambiar la contraseña hace poco y que mejor que el acontecimiento del 2017.

Ponemos la memorable fecha y al momento de poner aceptar y Bastian entra diciendo: — ¡Ni se les ocurra marcar dos veces mal! ¡La computadora se va a bloquear!

Mierda. Mierda. Mierda.

Volteamos a ver hacía la pantalla y vemos el mensaje que dice: "La contraseña que se ha ingresado es incorrecta, se procederá con el protocolo de seguridad y se bloqueará el sistema"

Vemos un flash y las pantallas quedan negras. Maldita sea.

— ¡No! ¡No, no, no! Mierda, Quique de mierda, porque tiene que ser tan jodidamente precavido.

—Cristianno, cálmate, vamos a esperar que Quique despierte y lo vamos a traer. Tianno...

— ¡No! ¿Cómo estarían ustedes si fuera Arianna o Antonella? ¡¿No estarían peor que yo?!

Los veo bajar la cabeza, Bastian me suelta y salgo hecho una furia de la habitación. Saco mi celular y llamo a quien en mi puta vida pensé llamar. A la persona que más odio en esta vida por toda la mierda que tuve que pasar por qué no tuvo los huevos para hacerse cargo de mí.

Mi padre.

A la tercera tonada contesta: — ¡Oh, que milagro! ¡Si es el hijo pródigo!

—Hola papá —me oigo contestar— quiero que me ayudes con algo importante. —Ya decía que tú nunca llamas para saludar a tu viejo padre—su voz se vuelve monótona, como siempre— ¿Quieres dinero? O ¿Quieres que te de trabajo? No es problema para mí, al fin y al cabo saliste a mí...

—No, dinero no me falta y lo último que quiero es parecerme a alguien como tú, necesito información, información de la mano derecha de Montenegro, sus últimos movimientos, las grabaciones de su circuito cerrado, todo. Haré lo que quieras.

—¿Pero en que problemita te has metido ahora, eh?—escucho su voz burlona— Bien, hoy estoy generoso por lo que voy a averiguar lo que me pides y claro que harás lo que quiero.—siento como si fuera a firmar un trato con el mismo demonio—Quiero que cuando vayas a por él lo aniquiles por completo—casi siento el odio y la repugnancia con la que habla de él —No quiero ningún rastro de su existencia, todo, quiero que lo elimines y si no lo haces te estaré observando, sabes lo que significa eso ¿No? Ahora dime ¿Trato hecho, hijo?

Julieta, cualquier sacrificio lo vale: —Si papá, como tú digas.

—Te contactaré apenas tenga la información completa, Cristianno— Y cuelga.

Tengo que averiguar qué es lo que ese hombre sabe—pienso— para que mi padre se sienta en riesgo, debe de ser importante.














Holaa! 
Por si no se dieron cuenta voy a actualizar cada jueves. 
Nos estamos leyendo
~L

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top