Cap. 15 Final

Llegamos al salón y mi mamá me dijo que estaría en el área de comida, la acompañé y le ofrecieron una copa con vino y ella lo recibió con gusto.

- Mm... ¿Sabes que eso es vino? -le pregunté.

- Sí, lo sé muy bien, lo que pasa es que necesito fuerza para ver la boda de tu padre -tomó de un sorbo toda la copa que hasta me sorprendió- mm... ¡Hey! ¡Muchacho! -llamó al mesero que le sirvió la copa- ¿tienes algo más... Fuerte?

- Pues tenemos champán, whisky, cerveza...

- Listo, tráeme... -mamá pensó unos segundos- 4 botellas de cerveza, todo es gratis ¿no?

- Sí señora -afirmó el hombre.

- Entonces ve a traerlos -el mesero asintió y fue a buscar lo que le pidieron.

- Mamá, ¿4 botellas? ¿Tú sola?

- No, no... Una es para ti y las otras tres para mí -pensó unos segundos- ¿quieres?

- Oh... No lo sé... Nunca he bebido...

- Está bien, querida... -el mesero llegó y le dio las botellas- gracias Alfred.

- Am... No me llamo Alfred, señora -susurró el muchacho.

- Sí, sí, como digas Alfred, ya te puedes ir -el mesero se retiró y mamá empezó a beber con tranquilidad.

De pronto, a lo lejos me di cuenta que ahí estaba Edgar charlando y riendo con dos chicas. "Tal vez son amigas" pensé, "tal vez son parientes", pero no pude evitar sentir hervir mi sangre viendo esas sonrisas coquetas lanzadas a Edgar, pero la gota que revalsó el vaso fue que una de ellas le susurró algo al oído sonrojándolo.

- Mamá, voy a necesitar la botella -dije malhumorada.

- Aquí está, cielo -me dio la botella y le di un trago sintiendo que esa cosa raspaba mi garganta.

- Colette, te estaba... -me dijo papá, pero no continuó porque me arrebató la botella- ¡tú no tienes permiso de beber aún!

- Yo se lo di -dijo mamá- vamos Byron, la primera vez que nos embriagamos fue a los 17 años.

- ¿En serio? -pregunté curiosa.

- Sí, ¿o por qué crees que naciste 9 meses después? -papá le dio un pellizco haciendo que se queje.

- Basta Belle -dijo él un poco molesto- ¿quién te invitó?

- Tu hija -me señaló y dio otro trago a su cerveza.

- Solo... No hagas ninguna tontería, ¿ok? Y no te pases de tragos -dijo y le quitó a mamá sus dos botellas de cerveza que le quedaban en las manos.

- Oh, rayos -murmuró- creo que tu papá no me dejará estar tranquila el día de hoy...

No le pude contestar porque vi corriendo a Violette viniendo hacia mí, estaba aún sin su vestido de bodas y parecía preocupada- ¡Colette! ¡Necesito ayuda! -gritó tomándome de las manos- hay, hola... -saludó a mi mamá- me llamo Violette, ¿y usted es amiga de Colette? -mamá la miró mal y gruñó.

- De hecho... Ella es mi mamá, te presento a Belle -Violette abrió su boca sorprendida y mamá la vio con arrogancia.

- Es un placer... -dijo mamá fingiendo una sonrisa.

- El placer es mío... -contestó de igual manera- pero debo hablar contigo Colette, necesito tu ayuda.

- Yo puedo ayudar -interrumpió mamá.

- Mm... Creo que tu hija puede con eso, después de todo es bueno que ayude a su segunda mamá...

- ¿Cómo que segunda mamá?

- Sí, es lo que soy... ¿Verdad Colette? -me puse nerviosa por su pregunta que no supe qué contestar- es bromita... -rió levemente- ven conmigo -me tomó de la mano y me llevó hasta un cuarto en donde estaba colgado su vestido de bodas.

En fin, lo que quería era que la ayudara a colocárselo, y así lo hice. Cuando terminamos, fui de nuevo con mi mamá y la ceremonia empezó.

Edgar estaba tan alejado y estaba sentado junto a ese par... Basta Colette, puede que sean parientes de él y lo estás celando cuando no son absolutamente nada.

Violette apareció y papá sonrió muy... Feliz, pero por su lado mamá parecía afligida. Dieron una larga charla y por fin dijeron:

- Entonces, Violette Miller, ¿aceptas a Byron Johnson como tu esposo?

- Acepto -dijo sin dudarlo un segundo.

- Y tú, Byron Anderson, ¿aceptas a Violette Miller como tu esposa?

- Yo... - susurró y me miró de reojo a mí y a mi mamá, pero luego vio a Violette -acepto.

- Excelente, entonces antes de cerrar este compromiso quisiera saber que si alguien se opone que hable ahora o que calle para siempre...

- ¡Yo me opongo! -exclamó mamá. Por supuesto, todos se sorprendieron menos yo porque esperaba que hiciera algo parecido- ¡no quiero que Byron se case con una mujer que tiene por nombre un color!

- ¿Belle...? -murmuró papá y Violette se puso roja de la ira.

- ¿No bastó el hecho que hallas venido? -preguntó Violette- sino que también debes arruinar mi boda.

- Yo vine porque amo a Colette y amo a Byron -ella se sonrojó en cuanto dijo lo último y papá hizo lo mismo- es decir... Amo que Byron cuide a Colette tan bien... Y no voy a dejar que se case con alguien que obliga a dos jóvenes negar su amor.

- ¡¿Acaso yo tuve la culpa que tu hija sea una deprabada mental?! -exclamó y sentí una punzada en mi pecho haciendo que me duela. Mamá, súper mega enfadada se puso frente a ella retante.

- No te atrevas a decirle así a mi hija otra vez... -dijo casi en susurro, pero todo se podía oír en ese gran salón.

- ¿Qué es lo que quieres que diga? Si es la verdad...

- Si eso es lo que piensas de mí... -dije tomando valor y parándome- yo tampoco estoy de acuerdo con que seas mi segunda mamá o lo que sea.

- Y yo no me pienso casar con alguien que lo que realmente guardaba en su corazón era odio y rencor contra mi propia hija -agregó papá y esas palabras casi acabaron con Violette, quien no tardó en irse corriendo de ahí con Edgar detrás de ella para consolarla.

No lo culpo, es su madre después de todo...

Yo también fui detrás de ellos, pero fue porque sentía que debía pedir perdón a Edgar por estar dentro de ese escándalo. Mi mamá me llamó unas cuantas veces, pero la ignoré y nos siguió.

Cuando llegué con ellos Violette lloraba mientras que Edgar la abrazaba- perdón... -fue lo primero que dije al verlos ahí- no debí decirle a mi mamá que...

- No, -me interrumpió Violette limpiando sus ojos- Byron y tú tienen razón... Yo soy una hipócrita al estar contigo y con Byron...

- Entonces... ¿De verdad me odias? -dije triste y negó con la cabeza.

- No, no te odio... -suspiró- lo que pasa... Es que me enamoré.

- De Byron... -susurró mi mamá entrando a la conversación.

- No -negó por tercera vez y los otros tres que estábamos presentes quedamos con la boca abierta- me enamoré de alguien más, pero mi amor fue menospreciado y cuando conocí a Byron, parecía que todo iba a estar bien... Hasta... Hasta que me enteré que tú y Edgar se gustaban y creo que desaté mi ira contra ustedes...

- ¿Qué dices mamá? -por fin habló Edgar- ¿tú te enfadaste con un tipo y te desquitaste con tu propio hijo?

- Perdón... -susurró.

- A ver... -agregó mi mamá- un "perdón" no va a resolver nada. Primero lastimas a tu propio hijo y a mi hija, luego te casas con el hombre al que aún amo y le dices deprabada a mi hija. ¿Crees que un perdón lo arregla todo?

- No olvides que Colette y yo casi no nos hablamos por tu culpa -concluyó Edgar. Violette se quedó callada unos segundos y suspiró agotada.

- Lo sé, y no puedo corregir mis errores com una disculpa... Pero si puedo hacer un cambio -ella se quitó el velo que traía aún puesto y se lo entregó a mi mamá- ve por tu amor y ustedes dos... -se dirigió a nosotros- ¿quién soy yo para negarles que salgan juntos?

- Mamá... -Edgar soltó una carcajada- esto no arregla un mier** pero lo aceptaré porque eres mi madre.

- Lenguaje -dijo ella y le dio un golpe a la boca con su mano y ambos rieron.

- ¿Qué se supone que haga con esta cosa? -preguntó mamá y la miramos con obviedad- oh... Ya entendí... ¡No! ¡Ni loca hago eso!

- Pues te llevaré -dije y antes de que pudiera contestarme la llevé del brazo hasta el altar junto a mi papá quien estaba solo y con una cara de melancolía.

- ¿Colette? ¿Belle? ¿Qué están haciendo? -preguntó haciendo una medio sonrisa.

- Hago que mi familia se una de nuevo -dije sentándome- ¡es su turno padre, pase al: "sí, acepto"! -grité y el cura asintió.

- Esto es una tontería... -dijo papá entre risas- ¿no Belle?

- Oh vamos Byron, ¿vas a desperdiciar una boda entera? -preguntó con su sonrisa pícara y papá se sonrojó para luego sonreír abiertamente.

- Yes... -susurré y Edgar se sentó a mi lado.

- Vaya... La boda más rara a la que he ido -me murmuró.

- Nunca has ido a una boda -dije burlona.

- No, nunca -reímos un poco.

- ¿Hermanos? -pregunté.

- No...

- ¿Hermanastros?

- Tampoco...

- ¿Amigos?

- Novios, claro si eso quieres -pasó despacio su mano sobre mi brazo y terminó apretando mi mano entrelanzando sus dedos con los míos.

- Sí, ¿tengo más opción?

Más tarde ese mismo día...

La fiesta concluyó y Edgar y yo nos fuimos a ver el jardín que el lugar tenía. Íbamos de la mano charlando como lo hacíamos antes.

- Y supongo niña... -dijo suspirando- que estás muy enamorada de mí...

- Y yo supongo que tú también lo estás, "niño" -dije enfatizando en la palabra niño.

- No te permito que me llames niño, ¿me oíste? -me puse contra un muro y él me tomó de la cintura pegando su cuerpo más al mío- solo yo puedo decirte niña, ¿entendiste niña?

- Comprendo muy bien, Edgar... -susurré. Me dio un largo beso en mis labios para luego besar todo mi rostro hasta bajar a mi cuello. Suspiré placenteramente y entonces...

- ¡Oigan chicos! -oímos la voz de mi mamá- tampoco se pasen... -reímos y nos tuvimos que separar- vamos, estamos a punto de comer pastel.

Asentimos y nos dirigimos con mi mamá a comer pastel.

Violette se fue, pero se fue contenta, o eso creo.

Papá y mamá están juntos de nuevo.

Estoy con el chico de mis sueños y ahora estoy sonriendo con sinceridad de nuevo...

Chaleeeee amé este libro :'v y para que acabe me duele we.... Pero bien, viendo el lado positivo: son 90 seguidores! Y además terminé mi tercer libro!

Y pues, los quiero musho UwU musho, musho UwU. Gracias por leer y ya saben, si les gusta mis libros pueden seguirme y apoyarme con sus estrellas.

Me despido con un besito al aire 😘 y sin más que decir, bye! Los quiero con todo el Kokoro úwù

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