Relato de Navidad [Especial Navideño]
Antes de iniciar les quería dar las gracias a esas personas por el apoyo que me dan con esta obra, son los mejores y les amo un mundo.
Este capitulo va dedicado a todos ustedes y bueno, disfrútenlo.
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Actualidad- 27 años.
Juleka
Los niños me miraban ansiosos por un nuevo relato, contar las aventuras que he tenido con Luka los hace distraerse y hasta hablar unos con otros-contando con que hace unos días todos se habían peleado por un tarro de galletas con chocolate-ahora se veían nuevamente unidos; todos estábamos ya listos para pasar víspera de navidad juntos en familia; Los Couffaine, Ferrer y Kurtzberg, ya sé que han de estar pensando, sí, todos somos una gran familia. Todos los niños cargaban puesto unos gorritos muy lindos y tiernos de navidad, después de todo también está nevando allá afuera.
-¿Nos contarás el relato de navidad que nos prometiste, tía Jule? -me preguntó Austin, mi sobrino, es un lindo niño rubio de ojos celestes y piel clara, todo un gringo, pero en este caso sería francés. Él es mellizo de Charlotte, los dos tienen el mismo atuendo, pero de otro color, Charlotte uno verde agua y Austin uno azul oscuro. Sonreí con ternura para luego alzar el gorrito azul de Austin y remover su cabello haciéndolo reír.
-Claro que sí. -le respondí con obviedad. -Además una promesa Couffaine nunca se rompe.
Ellos aplaudieron con emoción y cada uno volvió a sentarse en el suelo haciendo un circulo a mi alrededor, aunque no completo. Cada uno estaba abrazado a una almohada con su nombre o apodo de cariño, por ejemplo: Lottie (el de Charlotte), Agus (Austin), Nathy (Nathalia), Fly (Flakky), Gumiola (Gumi); y así seguían hasta llegar a el menor del grupo: Cristian.
Hagamos una pequeña pausa para explicarles quien es quien, ¿va?
Austin, Charlotte junto a la pequeña Isabelle (la cual aún no ha nacido) son hijos de mi hermano Luka y su esposa Chloe, tuvieron a los mellizos rubiales cuando Chloe tenía 19 y el 21, si lo sé, muy prematuro, pero a esa parejita no le importó y siguieron con su vida, se casaron cuando Austin y Charlotte tenían 4 años. Se podría decir que la relación entre Chloe y Luka es algo conflictiva pero hermosa, ya que los dos demuestran que, a pesar de todo, cuando hay amor no hay diferencia que separe. Austin está aprendiendo a tocar la guitarra y Charlotte es estudiante de patinaje artístico.
Nathalia, es la hija de Nathaniel y Lila, la tuvieron a la par de los mellizos-al principio pensé que Chloe y Lila se habían colocado de acuerdo, ¡fue una total locura! -es hija única ya que Lila después de un accidente no pudo tener más hijos, ella es pelirroja y tiene los ojos oliva de Lila, su piel es como la de Nathaniel, es estudiante de Ballet.
Gumi, Flakky y Cristian son mis hijos, Gumi es la mayor, su cabello es de color castaño claro, casi llegando al rubio, sus ojos son como los míos y su piel es medio bronceada; Flakky es la del medio, tiene el cabello negro y sus ojos son de dos colores, uno como el mío y el otro azul como los de su papá, mi esposo León, el primo de Rose-que está hermoso, por cierto-, Cristian es el más parecido a León, su cabello, ojos, sonrisa, todo, es un niño maravillosamente simpático.
Ahora que ya saben quién es cada quien, sigamos con el orden de este relato.
-Comencemos con el relato.
Estaba a nada de comenzar a relatar cuando la gran figura de mi hermano apareció vestido de santa por la sala con una bandeja de rollitos de canela para los niños y luego Chloe vestida de santa versión mujer con otra bandeja, la cual contenía una tetera y 6 tazas con decoración navideña, instantáneamente un rico aroma a chocolate llegó a mis fosas nasales. La pareja iba distraída hablando y riendo de no sé qué, cuando llegaron a nosotros dejaron todo en la pequeña mesa de estar de madera, Chloe fue la primera en saludarnos.
-¿Otro relato, niños? -preguntó la rubia con una sonrisa de emoción tomando a Luka de la mano, sonreí asintiendo, los niños comenzaron a exclamar varias respuestas afirmativas e incluso Cristian gritó de emoción golpeando el suelo con sus manitas.
-Les preparamos algunos aperitivos, recuerden que no deben tardar, tenemos la cena navideña, JO, JO, JO. -habló Luka fingiendo una voz gruesa y la risa de santa. Ja, fue patético.
-¿Por qué no nos acompañan tío Luka? -preguntó Gumi con una pequeña sonrisa comenzando a hacer espacio para que mi hermano y su esposa pudieran sentarse.
Luka me miro por unos instantes, como si esperara mi aprobación, yo tan solo sonreí para luego asentir, sus labios se curvearon formando una sonrisa cálida se sentó en el suelo junto a Chloe, la cual bregaba un poco con su barriga de 7 meses. Charlotte y Austin aprovecharon la situación y se sentaron en las piernas de sus padres, Charlotte con Luka y Austin con Chloe.
-Bien ahora veamos que tan buenos son tus relatos, hermanita. -me habló mi hermano con una sonrisa burlona, sonreí de la misma forma para luego rodar levemente los ojos y suspirar, vi a los niños.
-Comencemos con el relato de navidad.
[...]
Había una vez dos magos, los dos eran hermanos muy unidos, tanto que los dos sabían los más oscuros secretos del otro. Ellos se llamaban Luck y la maga July, poseían una gran magia y muchos poderes fuera de este mundo.
Era navidad, y ellos se preparaban para hacer que la celebración en su hogar fuera la mejor posible, pero, algo pasó. Luck hace meses atrás se estaba viendo con la Reina de la Oscuridad y la Discordia, más lo mantenía bien oculto. El desarrollaba un tipo de amor por ella, tanto que era capaz de hacer todo por ella, y fue lo que sucedió: Luck la noche de víspera de navidad decidió escapar de casa para encontrarse con la reina oscura, pero no contó con que su hermana le seguiría.
Ella, la reina oscura, era de cabellera rubia, ojos azules hipnotizadores, una piel tan clara como la nieve, y los labios rojo llenos de malicia, su cuerpo era hermoso a la vista, seguramente era la envidia de todas las mujeres del reino oscuro, traía puesto un vestido el cual llegaba hasta sus tobillos, de manga larga y totalmente negro. La maga July se escondió en un arbusto cerca, ignorando el frio que recorría su cuerpo, pues se le había olvidado su gran capa y estaba nevando mucho. El mago Luck, cautivado con la belleza de la malvada reina, dejo que el viento se llevara su capa negra y fue al encuentro de su chica.
Los dos al verse sonrieron, pero era una sonrisa real, ¿acaso el mago logró conquistar el corazón oscuro de aquella reina?, el deposito un beso en los nudillos de la mano derecha de su reina, para luego hacer una leve reverencia. Ella tan solo rió ante esa acción, más no era de burla, era una risa de ternura.
-¿Crees que tu hermana se habrá dado cuenta de nuestros planes? -preguntó la reina con cierta intriga al mago.
-Lo dudo, nunca dije nada ni di pistas de nuestros planes. -respondió en con seguridad viendo los ojos azules de su amada, ellos se tomaron de las manos, viéndose, poco a poco se fueron acercando hasta unir sus labios en un dulce beso.
Era el beso que marcaría sus vidas, y sobre todo la vida de July, la maga. La pareja comenzó a elevarse mientras la demostración de su amor seguía en su acto, la capa de la reina oscura fue arrancada por el viento, perdiéndose en las praderas. El vestido de la reina fue cambiando de ser uno negro a uno blanco con detalles en dorado y azul, el atuendo del mago ahora no era azul oscuro, era un traje real de gala, blanco con bordes azules, su cabello obtuvo algunas rayas blancas al igual que el de ella. July no sabía que estaba sucediendo, pero la transformación de ambos la había dejado sorprendida. ¿Qué clase de magia era esta?, una gran tormenta helada estaba comenzando, los dos amantes de traje blanco ya habían separado sus labios y ahora se sonreían. Más este no era el final, era un comienzo.
-¡Luck! -le llamó su hermana desde aquel arbusto en donde había presenciado todo mientras temblaba del frío.
Ellos no le escuchaban y nunca escucharían, se habían vuelto uno gracias a un hechizo irrompible y a una leyenda antigua referente al invierno. "Cada 100 años, cuando la luna se alineé con las estrellas, y los copos de nieve caigan de forma transparente y fuerte, dos amantes se vuelven a encontrar, sacrificando sus vidas por una eternidad juntos, nadie romperá ese hechizo, gracias a que nada es más fuerte que el amor y el deseo de estar juntos." algo así era la leyenda según los recuerdos de July. Era real, el vestido y cuerpo de la reina oscura se convertía en copos de nieve y caían al suelo como los demás copos de la tormenta, el traje y cuerpo del mago también. July, desesperada sacó su varita mágica tratando de romper aquel hechizo que había tomado el cuerpo de los amantes, más no pudo retenerlo. Ellos desaparecieron por completo al minuto, dejando solo unos pocos copos de nieve paralizados en el aire formando la silueta de dos novios besándose con gran amor.
July, lloró con enojo y tristeza, no pudo salvarlos, pero, por otra parte, estaba feliz por su hermano, quien ahora sería feliz con el amor de su vida, en la lejanía. Fin.
[...]
-¿La leyenda es cierta? -preguntó el pequeño Austin con sus ojos brillando llenos de ilusión, Luka tan solo reía por la ternura que le había causado la pregunta de su hijo.
No quise arruinar sus ilusiones, así que simplemente asentí con una pequeña sonrisa.
-Es real, cada 100 años suele suceder, si quieren pueden colocarlo a prueba cuando crezcan, obvio. -respondí entre risas para luego dirigir a mis labios la taza humeante de chocolate caliente.
-¿Por qué cuando seamos grandes y no ahora, tío Luka? -preguntó Flakky con cierta duda y sin entender las palabras que yo había dicho hace unos instantes.
Él sonrió con inocencia encogiéndose de hombros: -Supongo que cuando sean grandes entenderán que es realmente amar.
Gumi dejó salir un jadeo de horror llevando una de sus manitas a su pecho, su mirada era de indignación total.
-¿Estás dando a entender que no podemos amar?, no, no, no, tío Luky estas equivocado, osí. -reprochó Gumi a su tío el cual alzó las cejas con una pequeña sonrisa burlona.
-No me entendiste...
-¡Oh, por Dios y la santa virgen de los tacones! ¡Austin y Nathy se están besando en el jardín! -gritó Charlotte alertando a todos haciéndolos correr fuera de la casa, y haciendo que yo escupiera el chocolate que estaba tomando y saliera corriendo atrás de ellos.
Apenas salimos notamos que era cierto, los dos niños se estaban besando, y justo como lo narré, rayos.
-¡Por Nathaniel en chanclas y Chloe vestida de banana! ¡¿Qué está pasando aquí?!-grité a los dos niños, los cuales se separaron del beso rápidamente, los dos con sus mejillas rojas y apenados.
Luka parecía estar por darle un ataque de nervios, si, no era porque fuera celoso con Austin, no señor, era porque Nathaniel Kurtzberg alias "papá sobreprotector" había llegado al lugar y estaba viendo todo con cara de shock. Austin se rascaba la nuca nervioso y Nathalia estaba viendo hacia el suelo echa todo un tomate. Los demás niños les aplaudían emocionados o por broma, Chloe no sabía si reír o sacar la foto del maravilloso momento, y yo pues, yo también estaba que me moría.
-Yo...tan solo quería saber si la leyenda era cierta, tía Jule, perdón. -se disculpó Austin casi en un susurro para luego apretar sus labios.
-Yo solo lo seguí a él. -excusó la pelirroja sin vernos y moviendo su pie derecho en el suelo haciendo garabatos con la nieve.
Se hizo un rotundo silencio, hasta que la voz de mi hermano me habló.
-Es tu culpa.
Lo miré incrédula.
-¿Disculpa?
-Tú le contaste el relato, es tu culpa. -aclaró mi hermano mayor, y como soy bien madura pues le pisé el pie haciendo que el jadeara de dolor. -Es-jadeo-tu-jadeo- culpa. -jadeó saltando en un solo pie.
-¡Culpa de tu abuela! -exclame con molestia inflando mis mejillas.
-¡Es la misma abuela, pendeja! -exclamó riendo con algo de dolor, no pude evitar reír yo también.
-¡No me corrijas! -exclamé entre risas y enojo. El dejó de brincar en un solo pie para luego remover mi cabello desordenándolo, luego me abrazó de lado aun riendo.
-Te quiero.
-Te odio. -el soltó una carcajada ante mi declaración de odio, yo rodé los ojos tratando de no sonreír.
-No me odias, July.
-Si te odio, Luck.
Y ya se podrán imaginar lo que pasó después, un Kurtzberg declarándole la guerra a Luka, Lila y Chloe chismeando sobre el beso, los niños actuando normal como niños, y yo con León siendo nosotros creando relatos locos. Fue una maravillosa víspera de navidad, dulces, risas y sobre todo amor. Eso es nuestra familia, única y especial. Aún quedan muchos relatos que contar y varios secretos que revelar.
¿Están listos?
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