(Nota antes de leer: Este es un extra el cual trata sobre lo que pasó mientras nuestra pobre Juleka estaba en el baño esperando un paquete de toallas sanitarias. En conclusión es del capitulo 7: Odiar el rojo está de moda. Disfruten uwu)

Nathaniel
13 años

—¡¿Pues que esperan para ir por unas?! ¡Buenos para nada!

El madre grito de Juleka fue el que nos hizo reaccionar y dejar de ver la mancha de sangre que había dejado ella en la cama, madre mía, aún seguía traumado, digo, no tengo hermanas, y nunca he visto a mi mamá en esto.

Luka y yo salimos corriendo de la habitación y comenzamos a buscar algún efectivo en la casa, algo que se nos hizo algo complicado, además de que el miedo de que le pasara algo a Juleka cada vez crecía más y más causando en mi un gran nerviosismo, incluso mis ganas de llorar.

Luka estaba rebuscando en la cartera de su mamá la cual estaba en la cama, este hacía muchas muecas raras de frustración, esperaba que realmente encontrara algo, no quería que mi futura esposa se muriera de un desangre.

—Pensar que no terminamos casados.—habló Jule con falso pesar causando en mi una sonrisa.

—Solo me faltó velocidad a la hora de conquistarte. Solo eso.—aclaré causando que ella riera.

—¡Lo encontré!—exclamó Luka con emoción dejando ver una billetera morada.

Suspiré relajado al ver que lo había conseguido, siquiera esperamos otro grito de Juleka para correr afuera del edificio hacia la farmacia más cercana, la cual raramente Luka si conocía.

—Hey, hombre preparado vale por dos.—aclaró Luka quien estaba sentado a mi lado oyendo el relato que yo le contaba a los niños.—Debía comprar algunas cosas por si una oportunidad se me presentaba.

—Tenías 15 años, Luka. La única oportunidad que se te iba a presentar era la de que Chloe no te rechazara por tabla.—me burlé. Esté solo rodó los ojos con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Sigue, tomate. Ahora si viene lo bueno en este relato.

Los dos quedamos en shock al ver aquella farmacia, pues realmente no sabíamos como entrar sin morir de pena, preguntaríamos por toallas femeninas, pero la cuestión es: No sabíamos cuales necesitaba Juleka.

Luka y yo nos miramos aterrados mientras pensábamos alguna solución, pero ninguno de los dos hablamos, el me odiaba sin razón, y yo también le detestaba, pero al contrario de el, yo sí tenía mis razones: Adivinen quién fue mi bullyng cuando estaba en la escuela, sí, el, Luka Couffaine. Oh gente, no se confíen de este hombre, el también tiene su lado oscuro.

—No se me ocurre nada.—murmuré estando aún fuera de la farmacia con el.

—No me sorprende, siempre haz sido igual de tonto. No me sorprendería que de la nada digas que tampoco sabes sumar.—habló el sin quitar su vista de la puerta de la farmacia.

¿Cómo supo que hasta el sumar se me hacía complicado? Aunque luego de los años entendí la razón de porque en matemáticas soy un asco.

—Instinto, mi ciela.—aclaró Luka con su ego por las nubes.

Los dos comenzamos a mirar a nuestro alrededor algo que nos sirviera, pero solo hallamos algo: Una tienda de disfraces, que estaba al lado de la farmacia para completar. Decidimos ir, y al entrar rápidamente preguntamos por un disfraz de mujer. Luego de robarnos el disfraz y ocultarnos en una esquina, comenzamos debatir quien sería la mujer de este plan.

—Serás tú.—sentenció Luka causando que yo jadeara de indignación y llevara una mano a mi pecho.

—¿Y por qué yo? ¿Por qué no tú?—reclamé indignado, era una injusticia.

Ese bastardo solamente sonrió como si fuera lo más obvio del mundo.

—Porque tu eres mucho más femenina que yo.—fue lo que me respondió el idiota de Luka.

¿Qué me quiso decir? Ni idea, no soy bueno captando esas cosas. Mis ojos se entrecerraron a su dirección y apreté mis puños a mis lados, respira, respira. Nathaniel, no pierdas el control.

—Te acabas de decir femenina, aunque fuera por un 1%, así que ninguno de los dos es tan masculino para ocultar ese hecho.—gané su mirada llena de rivalidad.

—Por lo menos tengo a chicas atrás mi.—respondió causando que yo soltara una carcajada llena de burla.

—¿Atrás de ti?, lo único que tienes atrás de ti es tu chato trasero, Couffaine.

—Por lo menos tengo estilo.

—Por lo menos soy tierno.

—Soy músico.

—Soy artista.

—Artista de cuarta.—reprochó el con una sonrisa burlona.

—Músico solitario.—reproché al igual que el.

—¿Quién dice que soy solitario?—preguntó el con una sonrisa de superioridad.

—Pues porque si no fueras solitario tus nalgas no hubieran huido de ti.—respondí.

Este me miró con gran odio y desprecio, su mandíbula también se tensó, los dos dimos un paso en frente quedando a una distancia justa, a pesar de que el me ganaba en estatura no me intimidaba…para nada…mami, ayuda. Alcé mi cara para demostrar que no le tenía miedo en lo absoluto, los dos preparamos nuestros puños.

—Pagarás por esto.—murmuró Luka.
—Oh, me interesaría ver eso.—sonreí de lado.

Quedamos observándonos por un momento, y cuando nos sentimos listos alzamos nuestros puños dispuestos a aclarar las cosas como hacen los hombres.

—¡Piedra, papel o tijeras!—gritamos los dos a la vez mientras dejábamos caer nuestros puños frente a nosotros.

Primer resultado: El piedra, yo papel.

Segundo resultado: El Tijeras, y yo papel

Tercer resultado: El pistola y yo…¿papel?

Le miré confundido y este sonreía emocionado aún haciendo la forma de una pistola con sus manos.

—Eso es trampa.—aclaré.

—Es pistola, y pistola mata a papel. Fin.—el de desordenó el cabello causando en mi más molestia.—Ahora vístete de mujer y saca tus poderes femeninos, querido Nath.

Y así como el lo dijo, lo hice: Me coloqué una peluca anaranjada de cabello  rizado, un vestido de muñeca verde y me coloqué las pestañas postizas. Luka me insistió que me colocara el labial, pero yo me negué completamente. Y así vestido de niña decidimos llevar a cabo nuestro plan. El me tomó de la mano, algo que realmente me pareció incomodo y me hizo sonrojar, luego entramos juntos a la farmacia mientras mantenía mi cabeza baja.

Fue la peor vergüenza de mi vida.

—Buenos días, jóvenes, ¿en que les puedo ayudar?—la farmaceuta nos recibió con una sonrisa llena de ternura.

Luka sonrió como si nada y nombró aquello por lo que habíamos venido, ella no dijo el lugar en donde estaba y los dos fuimos a buscar las tan deseadas toallas sanitarias de Juleka.

Estaban en una gran repisa, una que sin duda yo no alcanzaría solo, Luka al ver que ni el alcazaba me cargó para que yo pudiera tomarlas. Colocó mis manos en su cintura y me impulsó hacia arriba, vaya, habían muchas. No sabía que me colocaba tan nervioso, si no saber que quiere Juleka, o que Luka me agarrara así de raro.

—Desde aquí puedo ver tu ropa interior.—habló Luka con notoria burla causando que yo abriera mis ojos de golpe y le mirara.

—¡Luka!—reclamé causando que el riera.

—Ya, ya, tomatito concéntrate en conseguir las toallas.—pidió Luka como si eso fuera fácil.

—Sí claro, “Nathaniel, también ignora al depravado que ahora mismo está viendo tu ropa interior”—hablé con molestia mientras volvía a ver las toallas.

—No soy depravado.

—Aja, claro.—tomé un paquete de toallas rosadas.

—Ya puedes bajarme, idiot…

Y siquiera pude terminar la frase, pues el de la nada perdió el equilibrio y yo también, y adivinen que causó eso, pues les digo: El cayó al suelo, yo encima de el, su cara con la mía, y bueno…

—Fui su primer beso.—completó Luka por mi con una sonrisa de sorna.

Todos los niños se sorprendieron y comenzaron a decir muchas cosas inentendibles para mi, mi cara no podía estar más roja, realmente fue algo raro y asqueroso para mi, no sé como Luka puede hablar de esas cosas con tanta tranquilidad.

—Idiota.—murmuré apenado.

—El idiota que te besó.—aclaró Luka entre risas.

—¿En serio comenzarás con tus homosexualidades? Nuestras esposas están presentes.—hablé entre dientes de forma fuerte y tratando de que el entrara en razón. Este solo se encogió de hombros y yo proseguí a seguir el penoso relato.

—¡Puaj!—exclamé separándome de el rápidamente y limpiando mis labios con la manga de mi vestido.

Creo que incluso llore, ¿Cómo era posible que este chico causara esto? Luka pareció entrar en pánico, pues este se levantó del suelo seguido a mi, este no dejaba de ver a un punto fijo, y yo por curiosidad decidí ver que era lo que tanto miraba. Me voltee y joder. Era Chloe, en estado de shock mientras sostenía unos labiales en sus manos.

—Am, hola.—saludó Luka entre risas nerviosas.

Esta solo sacudió su cabeza a los lados y se dio la vuelta para ignorarlo, ja, loser. Luka me miró molesto, parecía que en algún momento echaría humo por las orejas. Yo en cambio le miraba con seriedad.

—Tú comenzaste.—aclaré.—Si no hubieras perdido el equilibrio no hubiera pasado.

—Te tardaste mucho, ¿qué te costaba agarrar un paquete de toallas cualquiera?—me acusó causando que yo rodara los ojos.

Me sentía demasiado sonrojado y apenado como para discutir, decidí ir a pagar, caminé hacia caja registradora chocando con el hombro de Luka en el proceso, al llegar le di las toallas a la Farmaceuta y el dinero. Esta no dejaba de verme, y luego miró atrás de mi. Bufé al saber que era Luka gracias a su peculiar aroma de lavanda.

La Farmaceuta nos veía con gran ternura y emoción, al parecer ella si se había creído aquel papel de novios.

—Ustedes forman una linda pareja, casi nunca se ve que el novio acompañe a su chica a comprar las toallitas. Tomen.—ella me dio el paquete metido en una bolsa de plástico, ella sonrió y nos guiñó el ojo.—Es gratis, me han caído bien. Que tengan buen día, par de tortolos.

—Gracias.—tomé esta y salimos de la farmacia.

¿Es necesario contar que pasó luego?, bueno, fuimos a la misma esquina para yo cambiarme de ropa otra vez, no llegaría al edificio vestido de chica. Luka ahora no hablaba, yo menos.
Y bueno, ya saben que pasó luego de que llegamos al edificio. Juleka y sus preguntas sobre que nos pasó, a lo cual nuestra respuesta final fue: Nada.

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Este relato va dedicado a las dos personitas lindas que intentaron adivinar el titulo del capitulo anterior.
Apenas pueda las etiquetare, pues tengo problemas con la señal :'(

Espero que les halla gustado y gracias por acompañarme en esta linda aventura. Les quiero mucho.

Su amiga: Distracted.