Pétalo de cerezo

- ¡Llegamos tarde!- chilla el peliverde frustrado al no poder ver el momento exacto donde iluminaban las sakuras con las lámparas.

Su escena romántica, melosa y llena de diabetes en el baño les había costado una buena y jugosa cantidad de tiempo que no pudieron reponer por nada del mundo, en especial por la torpeza de Izuku en el momento de intentar colocarse su yukata a la velocidad del sonido, terminó completamente mal puesta, mal ajustada y sobre todo, enredado por su propia culpa, a veces creía rotundamente de que el karma estaba en su contra en cada momento, en los cuales, quería ponerse ese traje tradicional, tuvo que ser ayudado nuevamente por Shouto, realmente, el haber sido criado con las tradiciones japonesas antiguas, le permitieron usar y portar correctamente su yukata.

- No hagas esa cara Izuku- posa su dedo índice en la frente del pecoso, el cual fruncia el ceño- No es tan malo.

- ¡Pero si lo es!- se queja, estaba al punto de hacer una rabieta en pleno festival, eso le daría una buena razón a periodistas metiches de crear una historia completamente fuera de lugar- ¡Debería aprender a ponerme estas cosas!

- Te recuerdo que tu fuiste el de la idea de las yukatas en primer lugar- le mira de forma acusadora, el ojiverde le devuelve la mirada, ofendido- Dí la opinión de venir en ropa informal pero querías estar más acorde a la festividad.

- No me hagas sentir más culpable Shochan- le recimina mientras realiza un mohín.

- No eres culpable de nada, deja de decir eso- suspira- No hay que comenzar una pelea por eso, además, aún hay muchas cosas por ver en el festival.

Le mira por unos segundos antes de asentir.

- ¡Pero primero quiero una foto contigo con las sakuras de fondo iluminadas por los faroles!- sus ojos parecían un par de brillantes estrellas.

Shouto asiente en silencio para acomodarse a su lado y esperar a que su prometido tomara un par de selfies. La más llamativa para ambos fue aquella foto donde estaban abrazados, el semialbino abrazando al peliverde por la espalda, posando su mentón sobre el hombro del contrario.

- ¡Se ve hermoso el fondo!- dice emocionado, sonriendo ampliamente- ¡Sabía que sería una buena foto!

- Hay que comenzar a explorar- lo toma de la mano y entrelaza sus dedos- Recuerda que no podemos llegar después de la media noche a la posada y comienza a llenarse este lugar.

- Lo había olvidado- aplica un poco de fuerza en sus manos entrelazadas- ¡Vamos entonces!- le jala para poder mirar todos los puestos de comidas como los puestos de juegos.

Izuku se maravillaba con la hermosa vista, al igual que la decoración en cada uno de los puestos. Se acercan a uno que era atrapar peces koi con la redecilla, podría llegar a ser frustante pero divertido al mismo tiempo, el menor decide jugar para conseguir un par o los que pudiera atrapar antes de que se le rompiera la pequeña red para llevarlos a casa.

Mientras este juega, Shouto se dedica a mirar los puestos cercanos, estaba en busca de un regalo para su prometido, como aquel regalo que había recibido años atrás en el festival al cual asistieron con sus compañeros, quería que fuera algo especial que les recordara cada vez que lo vieran su primer festival juntos y el cumplimiento de aquella promesa.

Al no ver algo que le llame realmente la atención, vuelve a mirar al frente, siendo ligeramente sorprendido por una pequeña bolsa con tres peces koi nadando por esta.

- ¡Mira Shochan!- le muestra sonriendo- ¡He logrado atrapar algunos!

Sonríe levemente ante la energía de su pareja.

- Hay que hallar la manera de llevarlos a casa sin que ocurra algún accidente.

Su viaje era en tren, así que nonera tan complicado el transportar los peces, pero no era una buena idea llevarlos en una pecera, tendrían que pensar muy bien en ello, pero por ahora, intentarían disfrutar del festival y de olvidar cualquier rastro de ansiedad o de preocupación de sus semblantes, era momento de embriagarse de felicidad como de recuerdos felices.

..........

- ¿Cómo es posible que nos hayamos separado?- pregunta a la nada mientras observa el lugar, buscando a alguien con un cabello exótico y llamativo, pero se llevaba algunas sorpresas de ver a personas con esas características, pero no las que buscaba.

En un punto del recorrido, había dejado de sentir la mano de Todoroki rodeando la suya, incluso, este estaba mas silencioso de lo normal.

Caminó un buen rato buscando a su prometido, al final se rindió, no quería perderse más de la cuenta y que al final tuviera que regresar solo al hospedaje por ello.

Y ahí estaba, sentado en una banca mientras comía tariyaki recién hecho, no quería que la noche -O lo que quedaba de noche antes de la media noche- se terminara de esa forma. Estaba a punto de rendirse, esperó un buen rato hasta que decidió terminar de comer para dirigirse a la posada, pero antes de lograrlo, un grito a lo lejos detuvo sus acciones.

- ¡Izuku!- exclama el bicolor mientras le busca, debía admitir que el no decirle que le esperara unos minutos no fue su mejor idea del día- ¡Izuku!- vuelve a llamarle, lleva consigo una pequeña bolsa de regalo.

- ¡Shochan!- le responde el llamado.

Se abre paso entre la multitud para buscar a su pecoso, escucho de nuevo como este le llama, empujó a varias personas y no se tomó el tiempo de disculparse por ello, ya que estaba un tanto desesperado por encontrar a Izuku, al verlo sentado en la banca con un tariyaki sin terminar lo alivia.

Se acerca, cuando intenta hablar, el menor se lanza a su cuerpo con cierta fuerza logrando que ambos cayeran al suelo por perder el equilibrio, afortunadamente no sostenía la comida o la bolsa con los peces koi, de lo contrario, su arrebato hubiera terminado en desastre.

Se incorporan un poco, quedando sentandos en el suelo, junto a la banca.

- ¡Shochan!- lo toma por los hombros, dispuesto a reclamarle- ¡¿A dónde fuiste?!, ¡Estaba preocupado!

- Lo siento- posa su mano sobre su mejilla, lleva a cabo unas cuantas caricias- Yo... Quería comprar algo.

- ¿Eh?- exclama confundido- ¿Comprar algo?

- Si- responde- Te lo mostraré, pero primero levantemos del suelo, no es buena idea estar aquí sentados- propone.

Izuku asiente sonrojado para levantarse y tomar asiento en la banca, teniendo cuidado de sus pertenencias, afortunadamente, nadie aprovechó ese momento para llevarse sus peces o terminar con su bocadillo, su prometido toma asiento a su lado. El pecoso toma el palillo y le ofrece su última bola de tariyaki, el bicolor la recibe y disfruta del sabor de la comida, tal vez se debía a la creciente sensación de hambre que comenzaba a azotarlo.

- Realmente lo que estaba buscando era...- el semialbino le extiende la pequeña bolsa de regalo- Un regalo para ti- siente como sus mejillas se calientan de inmediato.

- Shochan...- susurra emocionado por ello, aunque intentaba ocultarlo y no lo lograba del todo- Y-yo no...- balbucea- E-es decir...- traga grueso- ¡Gracias!- agradece con euforia.

Acepta el pequeño presente, admira por unos instantes la bolsa de regalo, tenía un logo de All Might, aquello le hizo sonreír con cierta tristeza, pero aún así, no dejaría que la nostalgia y los sentimientos negativos le afectaran en ese momento. Saca el contenido de la bolsa, una pequeña caja blanca es lo primero a su vista, frunce un poco el entrecejo para destinarse a abrirla, abre los ojos con cierta sorpresa al encontrar dos collares iguales en la caja, lo que más llamaba su atención, era el pequeño dije.

- Flores de sakura...- dice en un susurro- Son... ¡Son hermosos Shochan!- exclama alzando la vista para mirarle a sus orbes de tonalidades distintas.

- Quería darte algo que te recordara este día- habla con suavidad- ¿Qué podría representarlo mejor?, la respuesta era las sakuras.

- Tienes razón, no podría haber otra cosa- se le nota un tanto ansioso- ¿Me pones uno de ellos?

- Claro- responde.

Toma uno de los collares para sacarlo de la caja, el peliverde se da la vuelta para darle la espalda y hacer más fácil el enganche de ambas partes. Shouto pasa sus manos por encima de los hombros del más pequeño para poder llevar a cabo su cometido, cuando se asegura que el collar está bien sujeto, abraza la cintura de su novio.

- ¿Shochan?- dice en voz baja cuando siente su respiración en su cuello.

No responde, simplemente se queda en la misma posición abrazandole por la espalda y posando su rostro en la parte superior de su espalda, logrando así, que sus respiraciones erizaran los vellos del cuello a Izuku.

Disfrutan unos minutos más el momento, pero de lo que ellos no eran conscientes, es que, a pesar de estar de descanso y no estar actuando como héroes sino como simples civiles, ellos no poseían el lujo de contar con la privacidad necesaria, en especial, por estar en el puesto número 1 en el ranking de parejas, cualquier momento que pudiera crear algún jugoso chisme entre sus seguidores era lo mejor para la compañía tanto en mayor popularidad como en el incrementos de ganancias monetarias.

Habían sido capturados varias veces juntos como separados, la historia de su al parecer, momentos de Luna de miel por adelantado, se estaba cocinando de a poco, pronto, estaría listo el más jugoso y dulce pastel de bodas que la gente pudiera saborear en ese año.

Se separa unos minutos después.

- Disculpa- habla luego de separarse- Llegué a preocuparme demasiado cuando no te encontraba.

- Yo también...- toca su rostro- Pero ya no hay de que preocuparnos, estamos juntos de nuevo- le sonríe- Déjame ponerte el tuyo, ¡Por favor!

Le observa para asentir a su petición, el pecoso lleva a cabo sus mismas acciones pero al final le da un beso en la mejilla.

- Me alegra poder haber hecho este viaje contigo- dice mientras le abraza por los hombros- Espero poder seguir estando a tu lado Shochan.

Acerca sus manos y toma las de su pequeño.

- Yo también- las argollas de ambos brillan por el efecto de la luz- Quiero poder casarme contigo y poder seguir batallando a tu lado, codo a codo.

- No importa que ocurra- posa su mentón en su hombro- Mientras estemos juntos todo estará bien.

El peliverde se separa para tomar asiento en la banca, el semipelirrojo se acomoda para no darle la espalda.

- Quedan alrededor de dos horas- habla el bicolor mientras mantienen sus dedos meñiques entrelazados- Estoy hambriento y hay que volver temprano a la posada.

- Compré el tariyaki, pero realmente sigo con hambre- admite apenado.

Una pequeña risa se escucha del mayor.

- Creo que hay unos buenos puestos de comida cerca- voltea a mirarlo.

- ¡Vamos!- se levanta teniendo su bolsa de peces koi en su mano libre- ¡E intentemos encontrar una pecera para nuestros hijos!

- ¿Nuestros hijos?- pregunta mostrándose sorprendido, para levantarse y comenzar a caminar hacia los puestos de comida, seguido de su prometido.

- ¡Por supuesto!- se muestra un tanto ofendido- Ambos vamos a cuidarlos ya que son nuestros hijos.

Asiente al no saber que responderle, a pesar de aue quería formar una familia con su pareja, no era lo mismo cuidar de unos peces a cuidar seres humanos, aunque si lo pensaba un poco, era un pequeño comienzo.

............

- Estuvo cerca- dice aliviado Izuku cuando entran a su respectiva habitación en la posada- Logramos llegar diez minutoa antes, aunque la señora de la recepción no se veía muy feliz por nuestra llegada tardía.

- Quizás eramos los únicos que no habían vuelto y tuvo que esperar a que llegáramos.

- ¿Debemos disculparnos?

- Creo que sí- le observa la pequeña pecera que lograron conseguir en un tiempo récord, se distrajeron escogiendo que comer y disfrutando de la misma como de la agradable compañía.

Izuku se acerca a una mesa de centro donde deja la pecera y observa sonriendo a sus autoproclamos hijos.

- ¡Mañana a primera hora debemos ir a conseguir comida para nuestros hijos!

Seguía incomodandole un poco como llamaba a los peces koi, pero no sería tan insensible de dañar esa hermosa sonrisa.

- Esa será nuestra prioridad mañana, por ahora- comienza a despojarse de su yukata- Es hora de dormir.

- ¿No nos daremos un baño?

- Iré preparando el baño- responde para acomodar un poco sus ropas.

- Esta bien, preparé los futones entonces.

Ambos se separan para llevar a cabo sus tareas. Un rato después ambos se encontraban tomando un baño, a pesar de ser algo avanzada la noche, el agua caliente era una buena compañera y relajante para el cuerpo.

- Esto se siente bien- menciona Izuku metido casi completamente en la bañera.

- Nada mejor para poder relajarte- dice el semialbino echando la cabeza hacia atrás, quería dormir, ya que tenía un ligero presentimiento de que las compras del día siguiente, no serían solo la comida para los peces koi.

- ¿Qué haremos mañana?- pregunta el pecoso- El festival sólo es en las noches así que.... Podemos preguntar en recepción si hay algún lugar que visitar.

- Creo que hay un templo al cual se puede entrar sin restricción- habla recordando ligeramente un panfleto que leyó del lugar que fueron a visitar.

- ¡Es un buen inicio!

- Y creo que hay una pista de hielo- habla intentado recordar- Aunque ninguno sabe patinar.

- ¿No sabes patinar al tener un quirk de hielo?- le pregunta asombrado.

- Me transporto en el hielo que es diferente a patinar, nunca lo he hecho.

- ¡Podemos intentarlo!- dice animado- No es mala idea, podemos aprender algo de ello.

- Estaría bien, habría que tener cuidado de no caer tan fuerte en el hielo.

- ¡Decidido!

- ¿No volveremos al festival?

- Creo que lo único que quisiera ver es como enciende las luces, ya que hoy no pudimos hacerlo.

- ¿Estás tan molesto por no poder ver eso?

- ¡¿Ah?!- exclama ofendido- ¡Por supuesto!- se levanta en la tina mirando a el bicolor con firmeza, este último se negaba a apartar la mirada, sabía que era una especie de peligro desviarla un poco, solo... No debía pensar en como las gotas de agua se deslizaban por el cuerpo de su pareja- ¡Puede que se vieran bonitas al estar iluminadas!, ¡Pero aún así quiero ver cuando las iluminan!

Sonríe de soslayo, sabía que no ganaría esa pequeña discusión.

- Esta bien, estaremos a tiempo esta vez, así que esta vez no habrá yukatas de por medio- comienza a enumerar las pequeñas flechas que debilitaban el corazón del peliverde- Tampoco tomaremos un baño antes de ir al festival- se sonroja al escucharle decir eso- Y tampoco volveremos a la posada por ningún motivo así que si tienes deseos de comer algún helado, esta vez podrás comerlo con más tranquilidad, ya que nos dirigiremos de inmediato al lugar del evento, ¿Te parece?

Izuku asiente al no saber que más decir, se agacha para poder acomodarse de nuevo en la bañera. A veces sentía que Shouto era algo cruel con él.

...........

- Tengo la ligera impresión de que los futones se encogieron- menciona el pecoso al estar acostado en el suyo.

El semialbino observa algunoa mensajes sin responder en su celular antes de acostarse para poder descansar, al percatarse de que todo estaba bien, lo bloquea y lo deja de lado para poder acomodarse en su futon, pero antes apaga las luces.

- ¿Por qué piensas eso?- le pregunta mientras se acomoda, bosteza antes de acostarse de medio lado y mirarle.

- Estaríamos un poco más lejos, ¿No crees?- pregunta mientras le mira- Ahora estamos más cerca.

- ¿Cómo acomodaste los futones?

- ¡¿Eh?!- exclama alterado- ¡¿De qué estás hablando Shochan?!

- Tienes razón, deberíamos estar más separados, en lugar de estar como a 40 cm de distancia.

- ¡¿Acaso te molesta?!

- Nunca dije eso, tu si.

Se muerde la lengua, punto para el insensible guapo.

- ¡Bien!, ¡Yo lo hice! - admite apenado, aunque eso se notaba a leguas- Estamos acostumbrados a compartir la cama y dormir abrazados, no quería que estuvieramos alejados.

Abre un poco los ojos ante su respuesta, ¿Se había vuelto dependiente de Midoriya?, ¿O era acaso al revés?

- Ven aquí- dice sonriendo levemente causando que el corazón de cristal del menor lata como loco.

¡¿No debería ser ilegal ser portador de tanta belleza?!, se sentía un simple mortal ante semejante dios del Olimpo, sonaba hasta prohibida su relación si lo pensaba de esa forma, deja de lado su cobertor para acercarse al lado de su novio, este se acomoda mejor, usando su brazo derecho como una segunda almohada, el ojiesmeralda comprende a lo que se refiere y se acuesta de medio lado quedando a su lado, un par de segundos después siente un cosquilleo satisfactorio al sentir como era abrazado y como se pegaban un poco a su espalda. Voltea a mirarlo cuando ya están ubicados.

- Es hora de dormir buenas noches- dice Todoroki posando su frente en el comienzo de la espalda de su acompañante.

- Mmmm- sale de sus labios- Buenas noches.

.........

Extra Kiribaku

- ¡¡Llegas tarde maldito pelo de cactus!!- le gruñe el rubio explosivo a su pareja, al mismo tiempo le lanza en la cara el control del la televisión- ¡¡¿Qué no llegabas hace una hora?!!

El pelirrojo sonríe cuando logra atrapar el aparato antes de que golpeara su cara.

- ¿Acaso me estás celando Blasty?- pregunta con cierta picardia, juega con el control remoto entre sus dedos.

- ¡¿Quién demonios iba a celarte?!- chasquea la lengua molesto, se cruza de brazos y desvía su atención al aburrido programa de chismes No. 1 de la televisión.

Aunque nunca fuera admitirlo en voz alta, veía ese patético programa para estar informado de cualquier cosa que pudiera pasar con sus estúpidos rivales, especialmente del maldito nerd como del bastardo mitad y mitad.

- No seas así Blasty- habla su pareja con cierto tono ofendido, se acerca al sofá para abrazarlo por los hombros- Lamento llegar tarde, me distraje hablando con Kaminari, me lo encontré cerca de casa.

- ¿Qué demonios tenías que hablar con ese idiota?- pregunta menos tenso.

- Me comentaba sobre su relación con Jirou-san, parece que quiere proponerle matrimonio.

- ¿El descerebrado de Kaminari?- pregunta sin poder creerselo.

- ¡¿No es increíble?!- se separa para poder sentarse a su lado en el sofá, deja el control remoto sobre la mesa- ¡Aparecen propuestas de matrimonio e invitaciones comenzarán a aparecer en nuestro buzón!

- Esa idea es una completa mierda.

- No digas eso- hace mala cara- ¡Es como si Todoroki y Midoriya hubieran iniciado eso!

- Esos malditos bastardos- maldice por lo bajo.

- Ne Katsuki~ ¿No has pensado en el...?- le interrumpe.

- No termines esa frase si valoras tu vida- parpadea un par de veces por la amenaza recibida.

- ¿Acaso no quieres?- pregunta desanimado.

- Que los otros estén considerando esa mierda no quiere decir que tu debas copiarles idiota- habla sin mirarle.

- Katsuki...- habla con cierto asombro, baja la mirada- Entonces... ¿Nunca lo has considerado?

- Eijirou- lo toma del mentón con cierta brusquedad- ¿Tanto quiere esa mierda?

- B-bueno...- se sonroja al ver la intensidad en la mirada carmesí- Puede que no sea del todo importante, pero aún así me gustaría casarme contigo- habla sin desviar la mirada de su pareja.

- Que problemático eres- bufa, sus dedos sueltan el mentón del contrario.

- No sé porque te molesta- dice con cierta decepción, se golpea las mejillas con un poco de fuerza para recuperar la compostura, bajo la atenta mirada del rubio- Iré a cambiarme, ¿Ya has hecho la cena?- le pregunta mientras se levanta para alejarse.

- Hoy te tocaba hacer la cena a ti- se detiene en seco.

- ¡No es verdad!- exclama frunciendo el ceño- ¡Hoy es tu día!

- Tu te ofreciste a hacer la cena de hoy bastardo, ya que tenías el día libre.

El pelirrojo piensa en reclamar pero el leve recuerdo de sí mismo diciendo eso inunda sus sentidos, se rasca la nuca un tanto apenado.

- Cierto, lo siento Blasty- se disculpa- Supongo que comenzaré a hacer algo para que puedas cenar- se dirige a la cocina pero la voz rasposa del ojirubi lo detiene.

- En el horno está tu cena- habla mientras se acomoda en el sofá.

- Gracias- agradece sonriendo, aunque su pareja no pudiera verlo- ¡Eres el mejor!- le halaga.

- Eso ya lo sé- sonríe con superioridad, no hacía falta que se lo dijeran, Bakugo ya sabía eso.

Al aburrirse de ver noticias sobre héroes nuevos e inaptados, decide cambiar el canal, pero en el momento que quería hacerlo, las dos personas que más lo irritaban aparecen frente a él, en unas estúpidas fotos que al parecer habían sido captadas esa misma noche.

- ¿Qué mierdas es esto?- pregunta en voz alta mientras observa a ambos chicos con sus yukatas correspondientes de la mano y disfrutando del festival.

¿Era necesario que todos supieran que hacían el estúpido nerd y el bastardo mitad y mitad?

- Menuda mierda- apaga el telievisor irritado, prefería irse a dormir o pasar una buena noche para recordar con Eijirou, que ver a esos molestos seres besuqueandose o dedicándose absurdas miradas llenas de esa asquerosa ternura, sólo le causaba asco todo ese azúcar que inspiraban esos dos.

Y de esa forma, no sólo Bakugo se enteró de que pasaba con el símbolo de paz y el segundo héroe en su fin de semana de descanso, considerado por la prensa, la primer luna de miel de estos héroes.

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