Pesadilla premonitoria
- ¿Cómo es posible?
Un Shouto totalmente confundido no podía creer lo que estaba presenciando.
¿Por qué estaba frente al campo de batalla de varios años atrás?
En la noche que All Might dió su último aliento para cumplir con sus creencias y trabajo.
Era imposible. Habían pasado cerca de seis años.
Mira desesperado, quería ubicarse espacialmente antes de dar algún paso. Escucha los gritos, explosiones, hasta siente temblores.
El lugar era un completo caos.
Al girarse, siente como su corazón da un vuelco en su pecho.
Ahí estaba su amado peliverde.
Corriendo hacia el sitio donde se encontraba de pie.
- Izuku- le llama pero no recibe respuesta.
El pecoso seguía corriendo rápidamente, al estar cada vez más cerca, pudo notarlo.
Era extraño que no estuviera usando su quirk, por lo que la expresión de su rostro... Era una totalmente desesperada entrelazada con terror.
- ¡Izuku!- vuelve a llamarlo, quería que se detuviera.
Seguía sin responder, sin reaccionar a su presencia. Estaba por detenerlo por sí mismo, camina para ubicarse en su recorrido, extiende los brazos para abrazarlo y detenerlo contra su pecho—siendo esa la idea principal—pero, la figura de su pareja traspasa su cuerpo.
¿Acaso... No podía ser visto, escuchado ni tocado?
Voltea para perseguirlo con la mirada, aprieta los puños.
Esa sensación de desesperación... Debió haber pasado... Su muerte.
Lo sigue, corriendo rápidamente detrás suyo. Tenía la esperanza de detenerlo, no quería que lo viera, no de nuevo.
Desvía su atención al escuchar un sonido característico que conocía muy bien, era él mismo movilizandose por el hielo acercándose a Izuku con rapidez.
Cuando logra alcanzarlo lo detiene, abrazándolo por la espalda con fuerza.
- ¡Es suficiente Midoriya!- grita conmocionado, luchando contra el forcejeo del más bajo- ¡No puedes ir ahí!, ¡Es demasiado peligroso!
- ¡Sueltame Todoroki-kun!- grita con la voz desgarrada- Solo yo... ¡Sólo yo puedo ayudarlo!
Esa escena... La recordaba, de una forma tan lúcida que no le sorprendería que estuviera soñando con ella.
No era la primera vez que ocurría.
Fueron pesadillas reiterativas en los primeros meses después de lo ocurrido, pero poco a poco, su mal dormir mejoró.
Esa situación en particular, más que una batalla fue una guerra a muerte donde todos se vieron afectados emocional o físicamente.
El de Izuku, la pérdida de su ejemplo a seguir y maestro y para Bakugou, fue la desaparición de su inspiración e ideal.
La suya... La caída en picada y la premonición de los acontecimientos ocasionados por la influencia de Dabi/Touya por su resentimiento por la familia Todoroki... Principalmente por su progenitor.
La muerte de varios héroes respetados... Esa fue, la época más oscura dentro de su formación como profesionales.
El ver esa escena tan vívida... Rompía su corazón, volvían las sensaciones que tuvo aquel lejano día.
- ¡Dije que me sueltes Todoroki-kun!- vuelve a gritar ejerciendo más fuerza en su intento de escape, estaba tan fuera de sí, había desconectado por un momento la sinapsis de sus neuronas por lo que, en esos momentos no hizo uso del One For All para soltarse.
Estaba completamente destrozado.
Mientras forcejeaba, su hermoso rostro era cubierto de lágrimas, su semblante era sombrío... Su expresión, la de una persona en shock que aún intentaba asimilar lo sucedido... Más bien, podría considerarse que era la expresión de un desquiciado que intentaba convencerse de una irreal mentira.
- Él...- escucha la voz de ese Shouto- Él... Ya no está, Midoriya.
Nota como el pecoso detiene su forcejeo quedando quieto, dejando caer su cabeza hacia adelante, incluso, sus piernas temblorosas fallaron y se deja caer al suelo.
Fue tan repentino, pero logró evitar que se desplomara.
- No... - le escucha murmurar- ¡No!, ¡All Might no...!- había entrado en un estado de shock y de negación que comenzaba a arraigarse en su mente- ¡Él está vivo!- fue en cuestión de segundos que activó su Don para escapar de aquel agarre que intentaba mantenerlo alejado del peligro.
- ¡Midoriya!, ¡No!- intenta seguirle pero obstaculizaron mi acción por lo que lo último que pudo apreciar era la espalda del peliverde alejarse- ¡Demonios!
Da un salto hacia atrás para evitar en lo posible aquel ataque imprevisto.
En menos de un minuto, el ruido de golpes chocando, gritos y explosiones comenzaron a escucharse del lugar al que el pecoso se había ido.
- Midoriya...- masculla preocupado.
La imagen cambia a una donde encuentra al Izuku adolescente completamente inconsciente sobre el frío suelo, con la parte superior de su traje destrozada, por la sangre que había en la tierra sus heridas no eran leves ni pocas.
Intentó cerrar los ojos y eliminar esa imagen de su cabeza.
Los abre de golpe al escuchar un hilo de voz familiar llamarlo.
- Shou...to...- era la voz del pecoso, en su imagen de adulto extendiendo su brazo hacia él, completamente derrotado.
Estaba completamente herido, como si no pudiera usar la parte inferior de su cuerpo e intentaba moverse hacia él con la ayuda del único brazo que aún conservaba su movilidad.
La sangre cubría la parte derecha de su rostro, como uno de sus ojos que estaba cerrado por completo por la inflamación de ese mismo sitio. De sus labios brotaba sangre sin olvidar mencionar la herida que tenía sobre su mejilla izquierda, que, a siempre vista, no se veía superficial.
- Shou...to...- escucha nuevamente su voz llamándolo, poco a poco, la luz de su ojo izquierdo disminuía.
- No... ¡Izuku!, ¡Izuku!- no dudó en correr hacia él para protegerlo del ataque que iba dirigido hacia él, el ataque que podía costarle la vida, pero entre más corría hacia él, se esforzara, no podía acercarse, solo se alejaba- ¡Izuku!- grita desesperado al verse limitado, pudo ver como una figura igual a la suya se interponía recibiendo de lleno el ataque, provocando que cayera a su lado.
Acaso.... ¿Ambos estaban destinados a morir de esa forma?
No... Se negaba a que eso ocurriera.
Aún no se casaba con Izuku, apenas estaban iniciando su vida juntos, no podían terminar así.
Aquel peliverde mal herido voltea la mirada a su lado, viendo a su pareja caer a su lado, quejándose de dolor.
- Shouto... ¿Por qué...?- su voz comenzaba a romperse por el llanto- No... Tu no...
La mirada bicolor le observa, demostrando todo su cariño y devoción hacia él.
- No podía...Ugh- se queja del dolor- Perderte... Eres mi héroe y... Yo decidí ser el tuyo.
- Shouto...
Ambos se dan una última mirada de despedida antes de inminente final.
- ¡Izuku!- el grito que comenzó en su consciencia se materializó en la realidad.
Fue tan desgarrador el grito que el compañero a su lado se despertó asustado por el fuerte sonido, no duda en encender la luz de la lámpara en su mesa de noche.
- ¿Shouto?- le llama preocupado y asustado- ¿Qué ocurre?, ¿Tuviste una pesadilla?
La mirada aterrada del bicolor se posa en la nerviosa de su pareja, no duda en abalanzarse sobre él, quería abrazarlo, sentirlo cerca, saber que estaba vivo... Que sólo... Fue una horrible pesadilla.
Un sueño que no quería que volviera a ocurrir.
- Shou...to...- se le dificulta hablar- Me... me abra...zas muy... fuerte...
Al escuchar su voz entrecortada por la falta de aire aligera su fuerza en el agarre en el contrario. Oculta su cabeza en el espacio entre su cuello y hombro, le da un par de besos en la zona.
- Shouto... ¿Qué soñaste?- pregunta moviendo sus brazos, posando uno sobre esa amplia y fornida espalda y el otro en su cuello, acariciando el área del comienzo de su cabello.
Se mantiene en silencio, no quería hablar de eso, quería borrar la imagen de su cabeza.
Niega, moviendo la cabeza de un lado a otro.
- ¿Cómo voy a comprender tu mal sueño si no me hablas de lo ocurrido?- le pregunta con tono suave y comprensivo, sin dejar de lado sus caricias.
- No permitiré que pase- responde después de quedarse en silencio por unos minutos que parecieron horas- No lo haré.
- ¿Qué es lo que no vas a permitir?- insiste dándole unos besitos en la frente.
- No voy a perderte- responde.
Lo había dudado por unos momento antes de decirlo, de sacarlo de su inquieto corazón.
Esa noticia deja en un completo shock al ojiverde, sospechó un poco que el sueño estuviera relacionado con él, de no ser así, no lo habría abrazado tan efusivamente después de dicho episodio de crisis.
- Shouto... Estoy aquí, junto a tí- le habla con un tono amable, intentando tranquilizarlo- Estamos compartiendo la misma cama en la que hemos dormido durante más de un año... La misma habitación y el mismo hogar... No voy a ir a ninguna parte.
- Debo protegerte- responde temblando un poco por la impotencia- No puedo permitir que te vayas de mi lado yo no....- se interrumpe y guarda silencio unos segundos- No lo soportaría.
Se acerca más a su cuello para besar un poco más esa zona, pasa levemente su lengua antes de disponerse a dejarle una marca de chupón en la zona.
- Shouto... no... Ahí no... Pueden verlo- intenta resistirse pero la fuerza que imponía el semipelirrojo no se lo permitía.
- Izuku- lo atrae aún más a su cuerpo- No puedo perderte, te amo... Eres muy importante para mí y te protegeré, lo haré.
No puede evitar sonrojarse por la determinación en sus palabras, pero, seguía preocupado por su pesadilla.
Shouto no solía tener pesadillas, solía ser al revés, su prometido era quien lo reconfortaba sin importar que pesadilla estúpida hubiese tenido.
Ahora, era su turno.
- Sé que me protegeras y yo no dudaré en protegerte... Yo también te amo y no quiero perderte- corresponde sus palabras sin dejar de abrazarlo.
El bicolor se mueve en su lugar, acomodándose para quedar sobre el cuerpo del pecoso, quien le observaba con una sonrisa. Se le veía cansado, era posible que no pudiera dormir adecuadamente esa noche y por eso la expresión de su rostro fuera esa.
No duda en inclinarse para dejar un ligero beso sobre sus labios y pasar a dar besitos por el rostro contrario logrando hacerlo reír por la sensación de cosquillas por los sitios que besaba.
Deja de besar su rostro, mira con atención sus labios, se acerca a ellos para besarlos.
Izuku se esperaba un pequeño beso...
Resulta... Que no fue así.
La intensidad en aquel beso consiguió que un gemido se perdiera en la boca contraria.
Le encantaban los besos de su prometido, los disfrutaba, principalmente cuando subían de tono en esos momentos candentes que solían tener como pareja pero está vez, sabía que sus motivos eran diferentes.
Quería confirmar de cualquier modo, que estaba a su lado.
Que podía verlo, tocarlo y besarlo sin ningún impedimento.
Se aleja cuando siente la necesidad de respirar. Observa con atención el rostro sonrojado de su pareja, aquellas pecas resaltaban en sus pómulos rojizos.
- Estás...- habla intentando recuperar el aliento- ¿Estás más tranquilo?
No contesta de inmediato, se limita a asentir, aún estaba inquieto por la situación actual... Se siente como si esos años de la academia quisieran regresar- acaricia su cabello con cariño, continuando con su acción de calmarlo- Haremos lo posible para hacer nuestro trabajo, proteger a los inocentes y protegernos, después de todo, eres mi héroe, ¿Verdad Shochan?
Al escucharlo decir esas palabras, siente como su pecho deja de latir unos segundos antes de aumentar sus latidos, recordó como se las decía el Izuku moribundo en medio de su sueño.
- Tu eres el mío, Izuku- responde con un tono apagado, debido al malestar que sentía en el pecho, la opresión que sintió al despertar se disipó poco a poco, dejando esa incómoda sensación.
Sonríe por escuchar sus palabras.
- Hay que intentar dormir de nuevo Shochan, sé que no eres bueno en las mañanas cuando te desvelas- besa la coronilla de su cabello con cariño.
Les costó lograrlo—cambiaron sus posiciones para estar más cómodos, quedando abrazados el uno al otro—pero, luego de casi una hora, lograron conciliar el sueño.
En ese momento, lo único que podían hacer era, esperar cualquiera que fuera la noticia.
...........
A la mañana siguiente fue despertado por unos ladridos que se escuchaban muy cerca de su habitación.
Al abrir los ojos, se dió cuenta que estaba completamente solo en la cama.
Se remueve sin querer levantarse de la cama, no estaba seguro de que hora era y no quería saberlo.
Escucha unos ruidos provenientes de—posiblemente—la sala.
- Kane, ¿Vamos a saludar a papá?- le pregunta, la voz la escuchó más cerca está vez, al igual que los ladridos de su can- Ya lo dejamos dormir mucho y debe alistarse para ir a trabajar.
Bufa molesto al escuchar aquello, quería seguir descansando en la cama que compartía con su prometido.
Escucha la puerta abrirse y con su más sentido pésame despega la cabeza de la almohada para mirar hacia el lugar.
Escucha el sonido de los rápidos pasos de su can corriendo hacia la cama, sonríe levemente al ver el rostro del peliverde.
- Buenos días Shochan- le saluda con una sonrisa, acercándose a su lado.
Kane intentaba posar sus patas delanteras en el costado de la cama, ladra un par de veces queriendo obtener la atención del semiblanco.
Se levanta con la ayuda de sus manos, ejerciendo presión sobre el colchón para mirar mejor al cachorro.
Acerca su mano para acariciar su cabeza.
- Buenos días para ti Kane- le saluda, obteniendo varios ladridos como respuesta y el rápido movimiento de su colita- Y...- mira al pecoso- Buenos días para tí Izuku- le extiende su mano para atraerlo y darle un beso en los labios.
- Ya es algo tarde- le dice sentándose en el borde de la cama, siendo abrazado por la espalda por el semipelirrojo- Me desperté un poco antes que la alarma, por lo que la apagué y te dejé dormir tranquilo.
- ¿Qué hay de ti?- le pregunta- Por mi pesadilla te desperté e incluso, no podías dormir tranquilo, merecías descansar también.
- Estoy bien, ya hice el desayuno en compañía de Kane y ya me duche, solo tengo que colocarme mi uniforme- explica con calma.
- Me has quitado la satisfacción de bañarme contigo- le da un beso en la mejilla sonrosada del ojiverde.
- No digas eso Shochan- dice avergonzado- Ahora, a bañarse, no dejes que se te enfríe más el desayuno- se levanta de la cama, alejándose de aquellos brazos que lo hacían sentir protegido- Te esperamos en la sala.
- Está bien Izu- baja la mirada para observar al can, acaricia de nuevo su cabeza.
- No te quedes acostado- cierra ligeramente los ojos sin dejar de mirarlo- Te recuerdo el susto de la otra vez.
Frunce el ceño demostrando molestia, no por haberse quedado dormido, no por llegar tarde a su oficina, si no, por el huracán de fuego que apareció en su espacio para crear un caos en su pacífico—y molesto— momento de cumplir con el papeleo atrasado que estaba dejando acumular.
Cuando se dignaba a ser un adulto responsable, cumplir con su trabajo.... Pasaba esa catástrofe.
Cuando Izuku se enteró del evento en cuestión, no volvió a permitir que se quedara dormido y que saliera después de él de la casa cuando tenían patrullaje durante el día.
Debía agradecerselo... Aunque deseaba volver a la cama a dormir.
Es una lastima que el gran estruendo que se escuchó, en el momento que se disponía a levantarse de la cama, encendió todas sus alertas.
El suelo seguía temblando después del estruendo que escuchó.
Los ladridos de su perro comenzaron a escucharse, como la voz de su prometido llamándolo.
Se mueve rápidamente para mirar por la ventana. En los edificios cercanos pudo observarlo... Eran nomus.
Y no precisamente, parecidos a los que conoció en su época de adolescente puberto e idiota.
Era mucho peor.
Eran igual de altos a un edificio, con la particularidad de tener sus propios quirks.
Otro estruendo se escucha nuevamente.
- ¡Shouto!- voltea intentando mantener el equilibrio- ¡Debemos salir!, ¡El edificio se colapsa!
Sus ojos se abren de par en par, no duda en correr chocando con las cosas para dirigirse al pasillo, en busca de su pareja.
El piso comienza a colapsar, choca contra una de las paredes. Observa al pecoso cargando al cachorro.
- ¡Shouto!
- Sal- le dice- ¡Sal ahora Izuku!
Él era el más cercano a la ventana de la sala.
- P-pero...- titubea, se veía preocupado.
- ¡Tienes que salir Izuku!, ¡Voy detrás de ti!- dice mientras camina como puede, sosteniéndose de la pared, las grietas comenzaban a formarse en el suelo- ¡Izuku!, ¡Sal!- su tono fue más autoritario.
No estaba seguro si al salir por esa ventana no estaría esperándolo algún nomu, pero, no podían quedarse ahí adentro, esperando a que, los que había observado desde la ventana de la habitación, volvieran a atacar, haciendo colapsar del todo el edificio y que ellos, quedaran atrapados en los escombros.
El símbolo de la paz, abraza con un poco más de fuerza a Kane, quien no dejaba de ladrar y se removía entre sus brazos. Se da la vuelta para dirigirse a la ventana, siguiendo las palabras de su prometido.
Tenían que salir juntos de esa situación, debían ayudar a los civiles.
Izuku no tenía idea de que los había atacado.
Pronto lo descubriría.
Usa el One For All para salir con más estabilidad, estaban a segundos de quedar enterrados. Al logra salir, mueve la cabeza en todas las direcciones mientras caía al suelo, en menos de unos segundos, visualizó o peor que pudo ver en su vida.
- ¿Cómo...?- se queda helado al ver el tamaño del nomu.
Intenta reaccionar, pero no lo logra a tiempo, iba a ser atacado, tomado con la guardia baja en conjunto con su mascota.
- ¡No...!, ¡Tengo que proteger a Kane!- su voz interna gritaba lo que debía hacer, en un impulso, logra moverse dándole la espalda al nomu, quería protegerlo con su cuerpo si era necesario.
Esperaba el golpe, pero nunca llegó.
Luego de chocar contra el edificio que quedaba frente al de ellos, reacciona, logró herirse un poco, pero no le importó.
Observa rápidamente el panorama, había hielo. Un gran muro de hielo, que se interpuso entre ellos y el villano gigante.
Desvía su mirada hacia el piso donde quedaba su hogar.
Ahí estaba Shouto, aún dentro del edificio en colapso. Una ventisca helada recorre su cuerpo.
Un nuevo golpe en el edificio provoca que la escasa estabilidad que todavía lo mantenía en pie desapareciera.
El edificio colapsó.
- ¡Shouto!- grita al ver que no había salido del todo del lugar, el techo cae sobre él, pero, el semialbino logra saltar, crea un camino de hielo para desplazarse por este.
Uno de los escombros golpea su espalda, desestabilizando por lo que cae a mitad de su camino.
- Shouto- murmura al verlo caer.
Rápidamente usa su quirk para lograr acceder a él, evitando otro golpe contra el pavimento.
Se aleja lo más rápido que podía, llevando a su prometido y su cachorro, no había notado cuando dejó de ladrar por lo apremiante de la situación. Para su fortuna, en el camino, se encuentra a héroes colegas que se acercan a ayudarle.
- ¡Deku-san!
La voz de una de las heroínas obtiene su atención unos segundos, pero, lo único que le preocupaba en ese momento, era el estado del bicolor y del can.
- ¿Shouto?- le llama, no había escuchado su voz en su retirada, pensaba que estaba inconsciente.
Lo recuesta sobre el suelo y suelta a Kane quien se acercó a ellos, estaba asustado por la situación y esa pareja, era su sitio seguro.
Se queja del dolor y abre uno de sus ojos.
- Deku...- lo llama, haciendo uso de su nombre de héroe.
Suspira pesadamente, no estaba seguro de cuando dejó de respirar, quizás, debido a la expectativa de la reacción de Shouto.
- Tienes que dejar de hacer eso- le riñe golpeando uno de sus brazos- No es la primera vez que me asustas de esa forma.
- Lo siento- le sonríe levemente, incorporándose con cuidado, siente al can acurrucado a su lado- Kane...- el mencionado voltea a verlo asustado- No estás acostumbrado a este tipo de situaciones.
- Es un bebé aún, es claro eso.
- Deku-san, Shouto-san- les llaman a ambos, voltean a mirar a la heroína- Deben retirarse del lugar, nos encargaremos de frenar a los nomus.
- ¿Son los únicos que aparecieron?- pregunta el pecoso con seriedad.
La chica niega.
- Al sur, hay otro nomu pero ya se están encargando de este y al oeste, hay otro, un escuadrón se dirige al sitio.
- ¿Quiere decir que son 4 en total?- pregunta el bicolor sin poder creerlo.
- Me temo que....
- ¡Abajo!- se escucha un grito masculino- ¡Una ráfaga de escombros viene hacia nosotros!
- Mierda- masculla el semipelirrojo levantándose de su sitio, no le daría tiempo para crear una barrera con su hielo pero haría el intento.
Rápidamente hace aparecer su hielo pero los escombros se desplazaban demasiado rápido hacia ellos, por lo que no lo lograría.
- Déjalo Shouto- le dice su pareja, por su vista periférica nota como cargaba a Kane- ¡Debemos retirarnos!
Los demás héroes comenzaron a alejarse, intentando buscar refugio en otras bases sólidas.
- ¡Shouto!- le exige nuevamente.
¿Ahora él sería el necio?
Lo jala de un brazo, intentando llevarlo consigo. Ya era muy tarde para intentar moverse.
El héroe, que se encontraba en segunda posición en el ranking de héroes en Japón, deja lo que estaba haciendo para darse una vuelta de 90 grados hacia su prometido y cachorro para abrazarlos e intentar protegerlos con su cuerpo. El peliverde iba a protestar pero sus palabras murieron en su garganta al escuchar un fuerte impacto.
Se abraza a Shouto, pensando una y otra vez que ambos debían salir de esa situación.
El suelo tembló luego de ese fuerte impacto.
Casi al mismo tiempo, se escucharon varios golpes huecos seguidos de varios temblores, por el impacto de los escombros contra el suelo pero... No los habían escuchado a sus lados, el sonido provenía...
Decide alejarse de la zona segura entre los brazos de su prometido para observar mejor la situación.
- ¿Eso no es...?- murmura intentando distinguir mejor el material- ¡Es el cristal de Orchid-san!
Se escuchan unos pasos acercarse a ellos.
- Parece... Que he llegado a tiempo- anuncia la mujer extranjera.
Un gran domo de cristal los separaba de los escombros que atentaban contra sus vidas segundos atrás.
- ¿Cómo es que...?- se pregunta el ojiesmeralda intentando calmar su desbocado corazón.
- Multiplicación- explica manteniendo una de sus manos en alto, un tono color azulado se reflejaba en su palma- La habilidad de mi compañero le permite multiplicar en cuatro a la persona que toca, solo soy una creación de cristal, la verdadera se encuentra en el frente oeste, creímos que seríamos de mayor ayuda dividiendo nuestras fuerzas.
- ¡Increíble!- se emociona al escuchar esa habilidad, demostrando su faceta de friki empedernido.
- No es momento para halagar sus habilidades Deku- le recuerda el bicolor- ¡Tenemos que hacer nuestro trabajo!
Vuelve a la realidad después de escuchar el regaño, no lo había notado, pero ahora podía sentir el temblor de su hijo.
- No podemos dejar desamparado a Kane, en cualquier momento podría pasarle algo.
- Yo lo llevaré a la residencia de los Todoroki- anuncia la heroína- No puedo dejar que los dos mejores héroes de Japón dejen las líneas de batalla por esto, estamos en una situación de emergencia, se necesita toda la ayuda posible.
Ambos se miran y asienten.
Intentan tranquilizar un poco a Kane antes de entregárselo a esa mujer extranjera.
- Buena suerte, volveré en cuanto me asegure que está a salvo- baja su brazo, al instante, el domo de cristal comienza a desaparecer.
- ¡Gracias Orchid-san!- exclama el pecoso antes de volver a su momento.
Tenían un par de Nomus que derrotar.
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