Dedicado a Isavett449

"Lo siento... ¡Lo siento Izuku!"

"Te equivocas mamá, lo que realmente quería escuchar ese día es..."

"Puedes ser un héroe"

Dicen que los sueños, son deseos reprimidos del subconsciente, pero, por algún motivo, esos sueños, eran recuerdos, momentos que se volvieron inolvidables y que lograron marcar al chico de ahora.

Un simple chico tímido, entrometido, de gran corazón, que quería seguir los pasos de su mayor héroe, de su mentor.

La primera persona, que le dijo las palabras que quería oír.

"Puedes ser un héroe"

Esas fueron las palabras que marcaron el inicio de Izuku Midoriya, su punto de partida y su punto de cambio, todo por unas palabras tan simples que quiso escuchar siendo niño, aún sabiendo, que no podría cumplir su mayor sueño, eran las palabras que le permitirían seguir en su mundo de fantasía, pero, el mundo lo trató de diferente forma, así que, conocer la realidad a tan corta edad, hacia añicos los sueños de cualquier niño, sin embargo, la oportunidad fue servida en bandeja de plata, la oportunidad de poder ser un héroe.

..........

Abro los ojos con cuidado, cerrándolos y abriéndolos varias veces, con la intención de acostumbrarse a la luz, distingue lo que parece ser una camisa, sin querer, se aferra más a ella, al sentir algo que lo abrazaba por la cintura debajo de las cobijas, cuando recuerda que no estaba completamente solo y que tenía la compañía de su novio, prefiere aprovechar el momento entre sus brazos, Todoroki era muy cálido, por un momento pensó que una zona seria más cálida o más fría, pero la diferencia no se sentía. Siente como se remueve en la cama, como si fuera a despertar, le mira el rostro, notando sus ojos cerrados y su cabello algo despeinado.

- "Le queda bien el cabello desordenado"- dice en sus adentros, sonriendo levemente.

Cierra los ojos por un momento, esperando a que el mayor despertara para planear lo que harían. Luego de unos quince minutos, donde casi se queda dormido, siente un roce en su frente, abre sus pesados ojos, encontrándose con la mirada bicolor de Todoroki.

- Buenos días Midoriya- le saluda entre cansado y adormilado.

Asiente y le sonríe respondiendo de forma silenciosa pero afectiva su saludo.

- ¿Pudiste dormir?- pregunta mientras acaricia un poco el cabello verdoso de su pareja.

- "Teniendote cerca, sintiéndome protegido... ¿Cómo no iba a hacerlo?- dice en sus adentros, muy contento y avergonzado de su propio pensamiento, asiente como respuesta mientras intenta ocultar su rostro sonrojado.

Todoroki sonríe al ver su acción, al parecer, sus pensamientos le estaban dando una mala jugada. Aprovecha para abrazarlo de una mejor forma.

- ¿Iremos al cementerio primero?- el ojiverde se lo piensa un poco, antes de ir a su tumba quería hacer algo con Todoroki, niega con la cabeza- ¿Quieres hacer otra cosa?- asiente- ¿Qué te gustaría hacer?

Se ve obligado a separarse un poco para coger su celular y empezar a escribir. Le muestra cuando termina.

"¿Qué te parece si vamos al acuario?", Podemos recorrer el lugar y luego ir al cementerio, así me mentalizo mejor de que quiero decirle y... Puedo pasar tiempo contigo"

Sus ojos viajan al rostro del pecoso viendo su cara roja de la vergüenza, le era duro hablar por celular respecto a pasar tiempo con el bicolor, no quería imaginarse al momento de hablar, tartamudeando como si no hubiera un mañana y al final, Shoto habría escogido a donde ir.

- Me agrada la idea- cierra los ojos por un momento, con la intención de volver a dormir pero unos pequeños toques en su mejilla lo obligan a descartar su idea, abre los ojos encontrando la mirada verdosa e intensa del contrario sobre él- ¿Te refieres ahora?- lo ve asentir- Yo quería dormir un poco más contigo a tu lado- el rostro de Izuku pierde su color por un momento para retomarlo y ser teñido por un rojo demasiado intenso, ¡Esas palabras fueron demasiado para su pequeño corazón!

Sus nervios hacen que oculte su rostro en el pecho de Todoroki, siendo recibido para abrazarlo por la cintura. Se tranquiliza un poco al escuchar una pequeña risa, casi inaudible, salir de los labios de su pareja. Abre un poco los ojos, sorprendido de aquello.

- Eres igual a un conejo- la comparación lo dejó de piedra, ¿Un conejo?- Sólo unos minutos más- dice en voz baja, queriendo aprovechar ese momento a su lado.

Shouto no puede evitar buscar los labios de Izuku, al verlos detenidamente por unos segundos, acaricia su labio inferior con su pulgar para acercarse y besarlo, es correspondido. Luego de que les faltara el aire, separan sus labios pero vuelven a unirlos para corresponderse dos besos cortos. El rostro sonrojado de Izuku es su pequeña recompensa. Le besa la frente.

- Arreglate primero Midoriya- no quería despegarse de la cama. Lo abraza un poco más fuerte para soltarlo y darse la vuelta, dándole la espalda.

El peliverde se incorpora, entiende el mensaje indirecto que le estaba dando, quería seguir descansando. Se le acerca para inclinarse y besarlo en la mejilla. Se separa para caminar a su armario, teniendo en mente buscar algo decente e informal, el lucir bien era uno de sus propósitos para el transcurso del día, no quería lucír desarreglado menos ahora, que tenía a un novio muy atractivo, debía hacerse notar y demostrar, que estaban en una relación romántica. Después de revolcar su armario completamente, saca la ropa que considera apropiada al igual que su ropa interior y sale de la habitación con intenciones claras de darse un baño.

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- Buenos días Izuku- lo saluda su madre cuando baja a la cocina, cuando voltea a mirarlo la saluda con la mano y un abrazo- ¿Dormiste bien?- se separan del brazo lo ve asentir- Eso me alivia- al no ver señales del bicolor frunce ligeramente el ceño- ¿Y Todoroki-san?

A Izuku no le queda mas remedio que hacer señas y mímica para decirle que se estaba dando un baño, le cuesta un poco al principio, pero logra que su madre lo entienda. Le ayuda a terminar el desayuno mientras aparece su invitado. Mientras Izuku termina de poner la mesa, algunos pensamientos se cuelan en su mente, ¿Cómo saldría su cita de ese día?, ¿Tendría el valor de pedirle una foto a Shouto?, ¿Irían de la mano?, ¿Se besarían?, ¿Soportaría su pequeño corazón lo que tiene que afrontar?, no estaba seguro de nada, sólo quería tener la valentía suficiente para poder pararse frente a la tumba de su héroe favorito y decirle lo que estaba preparando. Eran demasiadas las teorías que inventaba, las eliminaba o retomaba para arreglarlas e inventar algo mejor, no se dió cuenta de la tercera presencia en el lugar hasta que lo abrazan por la espalda, asustandolo un poco, reacciona tensando el cuerpo y volteando a mirar a su espalda, encontrándose a su novio abrazandolo mientras sonríe un poco.

- No me esperaba que te asustaras- habla apoyando su mentón sobre su hombro derecho- Lo siento- se disculpa, al sentir sus labios presionando su mejilla con suavidad, su cuerpo se relaja de inmediato, era Todoroki de todos modos, el chico de hermosos cabellos bicolor que no lo lastimaría. Disfruta de su abrazo.

- ¡O-oh!- escucha a su madre tartamudear- Buenos días Todoroki-san- lo saluda sonriendo nerviosa, debía admitir que ver esas muestras de afecto eran algo incómodas ya que no estaba acostumbrada a que su hijo, tuviera una relación, no puede evitar reprimir una risilla, debía ser lo mismo para Izuku.

- Buenos días señora Midoriya- se separa un poco de menor, pero no libera su agarre en la cintura contraria- ¿Planea salir hoy?- le pregunta luego de inspeccionar un poco su vestimenta.

- A trabajar- responde suspirando algo cansada- Ha surgido un pequeño inconveniente y me han llamado para que vaya a la oficina y formar parte del problema, si se resuelve rápido, estaré en la casa desde la tarde.

- Supongo que volveremos en la noche- responde acariciando el cabello rizado del peliverde.

- No te preocupes- responde sonriendo con confianza- Mi Izuku esta en buenas manos- les señala la mesa- Ahora siéntense, el desayuno ya casi está listo.

Ambos jóvenes toman asiento en la mesa, uno al lado del otro, Izuku intentaba calmar un poco su ansiedad, agradecía el no poder hablar, porque no se perdonaría si empezaba a murmurar todo lo que estaba pensando. Posa su cabeza en el hombro del más alto, cierra los ojos por un momento, disfrutando de la tranquilidad del ambiente. Inko sirve el desayuno, toma asiento en la mesa, agradecen por la comida y degustan de la buena comida.

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- Midoriya- lo llama- Dime que te sucede- el ojiesmeralda voltea a verlo, mirándolo confundido e intentando actuar traquilo- Desde que salimos de tu casa he sentido que has querido algo pero no me lo has comentado- se maldice en sus adentros, su novio era muy persuasivo y deductivo.

Iban de la mano, lo cual era un buen inicio ante los deseos de Izuku, pero dentro de los mismos, quería muchas cosas más, estaba actuando como un silencioso caprichoso que no tenía el valor de mostrarle los dos escritos previamente preparados y guardados en su celular. Agradecía que no hubiera muchas personas en el vagón del tren que estaban ocupando, toma aire para tomar valor, aprovechar que estaban sentados y la altura no era algo notoria (no le gusta verse bajito al lado de su novio, le llegaba al hombro), se acerca para robarle un pequeño roce de labios, la explosión de emociones en su interior no le habían permitido besarlo como quería, no se sentía listo para tomar la iniciativa. Shouto comprende las acciones de su pareja, con su mano libre toma su mentón para poder mirarlo directamente a los ojos.

- Pudiste decirme- sus mejillas sonrosadas le gustaban mucho- Aunque, me alegra que hayas intentado tomar la iniciativa.

Se acerca de a poco para unir sus labios con los contrarios y comenzar un beso lento pero especial entre ambos. Algunas de las personas en el vagón no pueden evitar sorprenderse, en especial, porque conocían a ambos chicos del festival deportivo pasado, no se esperaban ver esa escena luego de lo acontecido en su batalla. Se separan por la falta de aire, Shouto une sus frentes mientras cierra los ojos por unos momentos, Izuku no puede evitar sonreír por el beso, quizás... Solo estaba siendo paranoico, podía pedirle a Todoroki lo que quisiera hacer, mientras estuviera en su alcance, cumpliría su deseo, se sonroja un poco mientras le mira el rostro, esperaba poder tomarse una foto con él, quería conservar el momento plasmado en una fotografía.

...........

Entran al edificio del acuario, Midoriya se suelta por un momento de la mano del bicolor para acercarse a una de las peceras cercanas y mirar los peces que se encontraban nadando en ella. Una encargada del acuario se acerca a Shouto para hacerle entrega de un folleto, donde esta plasmado el mapa del lugar donde indicaba sonde estaban los diferentes animales, las zonas refrescantes, los baños y salidas de escape si llegaba a pasar alguna conmoción, agradece para acercarse a su pequeño novio, quien veía a los pequeños peces de varios colores con un lindo y llamativo brillo en los ojos.

Shouto no podía decidir que era más lindo, si las diferentes especies exhibidas o el rostro de Izuku, aunque, si lo pensaba un poco, guardaría en su memoria la expresión del menor, ese era uno de sus deseos, poder grabar todas las expresiones que pudiera hacer el peliverde para la prosperidad.

- Midoriya- lo llama logrando captar su atención- ¿Vamos a ver lo demás?- le muestra el folleto- Esta pequeña pecera no tiene todo lo que hay que ver- lo ve asentir lleno de energía, lo toma de la mano al de los ojos de diferentes tonalidades y lo arrastra.

Todoroki podía jurar, que en los ojos de Izuku aparecerían estrellas en cualquier momento o que estos, saldrían de sus cuencas, aunque le gustaba más la primera opción. Admiraron las diferentes peceras y las diferentes especies de peces, desde simples peces payasos a peces piedra e incluso vieron el espectáculo de los delfines y de las focas. Dejaron de hacer el recorrido para detenerse en las zonas de los restaurantes para poder almorzar y recuperar fuerzas para seguir el recorrido.

A pesar de lo que tenía planeado, a Izuku se le olvidó pedirle la foto a Shouto.

- ¿Qué quieres comer?- le pregunta mientras miran los puestos de comida.

No puede evitar sonreír cuando ve al ojiesmeralda arrugar la nariz y mirar con atención cada puesto, para terminar señalando uno de comida tailandesa, no se esperaba esa opción, pero cumpliría con los deseos de su pequeño, compraría unas cuantas bolas de arroz y algo de sushi para si mismo. Mientras Izuku busca una mesa desocupada, Shouto se encarga de ir por los almuerzos.

Mira su celular encontrando algunos mensajes nuevos.

Uraraka: ¡Deku-kun!, ¡¿Cómo va tu cita con Todoroki-kun!?

Iila: ¡Uraraka-kun!, ¡Te dije que no hacía falta escribir para preguntar!, ¡Deben de estar ocupados!

Uraraka: ¡Ay por favor Iila-kun!, estoy segura que también quieres saber del estado de Deku-kun.

Iila: ¡Claro que me preocupa!, ¡Estamos hablando de un amigo en problemas!, ¡Quiero lo mejor para él!, pero, ¡Midoriya-kun nos lo dirá después!, ¡Así que te pido que tengas un poco más de paciencia!

Uraraka: ¡Deku-kun!, ¡Deku-kun!

Iila: No va a responder aunque te vuelvas loca escribiendo.

Uraraka: ¡Vale la pena intentarlo!

No puede evitar soltar una pequeña risa, a pesar de todo, sus amigos, su madre, su novio... Todos se preocupaban por su bienestar, querían que fuera feliz, que fuera el mismo de antes... Pero para ello, debía llevar a cabo esa visita, para poder sentirse más liberado o al menos, esperaba que eso le ayudase. Quería contestar los mensajes, pero prefiere dejarlos en visto, lo mejor era hablar con ellos cuando todo pasara.

Se entretiene viendo algunos videos nuevos de los héroes, mirando sus hazañas para poder tomar nota en sus libretas. Un rato después, aparece Shouto con la comida, deja de lado su celular y es cuando recuerda la foto que quería con Shouto, se sonroja desviando la mirada.

- ¿Sucede algo?- le pregunta dejando las bandejas de la comida sobre la mesa. Lo ve negar con la cabeza.

- "¿Cómo puedo decirle que quiero la foto?"- dice en sus adentros mientras juega con la tela de su camisa debajo de la mesa- "Ya lo tengo escrito pero..."- desvía la mirada.

- ¿Qué es lo que quieres decirme?- se sobresalta un poco al escucharlo decir eso, ¿Acaso podía leer su mente?- Vamos, ya te dije que puedes pedirme lo que quieras.

Toma su celular y busca su escrito, al encontrarlo se lo muestra mirando hacia un lado por la vergüenza.

"Todoroki-kun... Quisiera tomarme una foto contigo, para conmemorar nuestra cita"

Lo mira con atención, el ligero rubor sobre sus mejillas, resaltando las pecas en su rostro, sus grandes ojos esmeralda, los cuales poseían un brillo característico que le encantaba ver. Un pequeño y tierno chico, al cual la timidez y la vergüenza le ganaban en todos los sentidos. Posa su mano sobre su cabello para sentir la suavidad del mismo entre sus dedos, le revuelve los rizos con cariño.

- No es mala idea- responde, Midoriya alza la vista sorprendido, le mira a los ojos, perdiéndose en ellos- ¿Quieres que nos tomemos la foto ahora?- aleja su mano.

Se lo piensa un poco, había un lugar donde quería tomarse la foto con él, habían hablado en el recorrido del tren, de donde quedaba la tumba de All Might, así que, al estar divagando en posibles escenarios donde pudiera salir la foto perfecta, recordó que había un camino que pasaba cerca a una playa, donde sería una buena opción para la foto. Niega, toma su celular y comienza a escribir, termina y se lo muestra.

"Hay un lugar donde quisiera tomarnos la foto, ¡Yo te aviso!, te enseño mi celular y te detengo para que me entiendas"

- Está bien- acepta la pequeña condición- Por ahora, comienza a comer, para que no se enfríe demasiado- le pasa la bandeja con la comida Thai, agradece juntando sus manos y cerrando los ojos- Disfruta la comida- asiente sonriendo.

..........

Su recorrido final fue más despacio y más tranquilo. A pesar de ser las horas de la tarde, el acuario no estaba tan lleno como debería estarlo, en especial un sábado. Caminan tomados de la mano mientras observan los últimos lugares que les faltaban por recorrer. Al terminar el recorrido, salen del acuario con intenciones de caminar un rato por la ciudad antes de ir al cementerio. Afortunadamente no era tan tarde, el cielo aún no había adoptado las tonalidades rojizas y amarillas que solían aparecer en los atardeceres. Se detienen por un momento a comprar unas bebidas, se sientan en las bancas de lo que parecía un parte a descansar un poco.

Observan a las personas pasar, disfrutando del buen tiempo. Izuku posa su cabeza sobre el hombro del contrario. Toma un poco de su bebida.

- ¿Estás listo?- le pregunta el bicolor, le mira de reojo un par de segundos para volver su atención a la bebida.

El peliverde se lo piensa, era complicado decir un "SI", absoluto sin sentir las terribles ganas de romperse, de solo de pensar que lo que vería, sería una lápida con el nombre de su héroe y no volvería a escuchar su voz, ni verlo en acción ni ver su sonrisa. Shouto voltea a verlo, preocupado.

- Podemos decidir no ir- habla para intentar ayudar. Izuku se separa para comenzar a negar con la cabeza- ¿Seguro?- reitera asintiendo de forma efusiva, cuando se miran a los ojos, Shouto no puede evitar mostrarse preocupado, confundiendo a su novio- Si estas seguro, ¿Por qué estás llorando?

Cuando escucha la última frase, siente como algo húmedo se desliza por sus mejillas, ¿Era tanto su dolor que lloraba sin darse cuenta?, baja un poco la mirada mientras las lágrimas siguen cayendo, su corazón... Era como si algo lo estuviera aprisionando, su respiración se vuelve pesada, su cuerpo demostraba lo que no quería admitir con palabras, no estaba listo, no quería llegar a su lápida para llorar simplemente frente a ella, mostrándose como un cobarde, como aquel niño que solía ser cuando no tenía su Quirk, comienza a temblar, la sensación  era peor de lo que pensaba.

- Izuku- le llama- Esta bien que llores, ya sea frente a mi o frente a él, estoy seguro que All Might no va a juzgarte. Asiente bajando la mirada.

- G-gracias T-todoroki-kun- su voz suena rasposa y atropellada- No estaría aquí si no fuera por tu apoyo.

- Sabes que te apoyo en lo que decidas hacer- posa su mano sobre su cabellera esponjosa, acaricia un poco sus rizos- Esperaremos un poco aquí, así que iremos cuando te sientas mejor.

Le mira los ojos, queriendo transmitir su agradecimiento, mientras las lágrimas saladas y cristalinas se siguen deslizando.