Herida
A pesar de que las cosas estuvieran un poco tensas entre ambos por culpa de las fotografías–aunque principalmente era por la inseguridad del símbolo de la paz–pudieron terminar de desayunar juntos pero en silencio, Izuku no se atrevía a hablar para evitar algún otro malentendido y terminar de arruinar su último día de sus pequeñas vacaciones personas, después de todo, mañana tenían que tomar el tren que les llevaría devuelta a casa antes del medio día.
Su rostro estaba vuelto un asco, sus parpados como las zonas cercanas a sus ojos estaban rojizas de haber llorado demasiado mientras su pareja se daba un baño. No tocó la comida en ningún momento, con la esperanza de que pudieran hablar calmadamente, arreglar las diferencias de opiniones y desayunar juntos para seguir con su repertorio de ese día.
Fue demasiado ingenuo al creer eso.
Si compartieron el desayuno, pero no del modo que esperaba, incluso su pánico creció aún más, cuando el bicolor anunció su salida sin responder a su pregunta de a donde iría y como todo niño mimado que no obtiene lo que quiere, comienza a llorar de nuevo, ¿Lo había arruinado?, ¿Había alejado a la única persona que lo aceptaba por quien era?, un maldito sin quirk llorón que no lograba otra cosa que no fuera la decepción.
- No quiero que las cosas terminen de este modo- dice entre susurros, camina hacia los futones, donde se acuesta y abraza la almohada que usó Shouto para intentar relajarse.
Tenía la ligera sensación de que si todo se terminaba, la tranquilidad que abordaba su diario vivir caería en picada y lo peor de todo es que, volvería a sentirse como ese ser inútil que todo hacia mal, sería ese chico que estuvo al borde de la desesperación en esa camilla de hospital.
- Shochan...- dice en un susurro lastimero- Shochan...- su cuerpo tiembla ligeramente, mientras se aferra a la almohada- Shochan por favor... No me dejes.
Siguió llorando hasta caer dormido, lo que no sabía era que estaba siendo custodiado por Shouto, quien no se fue realmente de la posada, lo había hecho con la esperanza de que Izuku fuera detrás suyo, pero grande fue su sorpresa al volver a la habitación con una excusa inventada para volverlo a intentar, quedó helado al escuchar su llanto y el como lo llamaba.
Su corazón se rompió en dos.
No sentía que fuera lo correcto acercarse a su lado como si nada hubiera pasado, se quedó en la pequeña sala, acostado en el sofá, ni siquiera había llamado para que limpiaran lo que quedó del desayuno, no quería perturbar a su frágil novio.
¿Eso significaba que la herida en el corazón del peliverde no había siquiera empezado a cicatrizar?
Era una mala señal.
Y muy mala.
Su pareja seguía sufriendo en silencio y le mostraba al mundo una hermosa sonrisa que transmitía lo que su corazón no sentía, seguridad.
La herida emocional de Midoriya era más grande y profunda de lo que había llegado a creer.
Se queda tumbado un buen rato, hasta que decide levantarse e ir junto al pecoso que seguía dormido, su rostro seguía rojizo por culpa de las lágrimas, lo toma entre sus brazos y lo estrecha contra su cuerpo, en un fuerte abrazo. Por sus acciones un poco bruscas, Izuku se remueve despertandose en el proceso.
- Sho...chan...- balbucea.
Y sin importar lo mucho que batalló para evitar llorar, unas cuantas lágrimas se deslizan por sus mejillas, aunque lo intentara, a veces creía que no entendía la magnitud de los sentimientos y del sufrimiento de su pareja, eso sólo le causaba impotencia y por supuesto, le hacía sentir como un inútil al no poder comprender sólo eso.
Mantiene a su prometido refugiado en su pecho, no quería que lo viera llorando, eso sólo le causaría pánico al peliverde y se preocuparía por él, eso era tan digno de su naturaleza, no le importaba si se lastimaba en el camino, su corazón y pensamientos siempre estaban dirigidos hacia los demás.
- Shochan...- vuelve a llamarlo cuando está más despierto y un poco asfixiado- Necesito algo de aire...
El bicolor afloja su agarre un poco, pero no permite que se separe, intentaba retener las lágrimas y no lo conseguía.
- Creí que te habías ido- habla mientras agradece en su fuego interno, que esos fuertes brazos lo estén abrazando de nuevo.
- No hace mucho volví- miente, luchaba para que su voz no se escuchara diferente- Me preocupé cuando ví tu rostro rojizo, en especial tus ojos.
Entrecierra los ojos al escuchar sus palabras, estaba seguro que su rostro estaba vuelto un fiasco, sus ojos hinchados y rojizos, sus mejillas blanquecinas por el reciduo de las lágrimas, su nariz mocosa e irritada... ¿Dónde estaban los estúpidos periodistas para captar ese momento?, ahí si no estaban de metiches fisgoneando donde no los habían llamado, era un buen momento para que capturaran su estado lamentable, aunque agradecía poder disfrutar de ese momento de intimidad sin tener que pensar en las cámaras.
- Lo siento yo...- habla para cerrar fuertemente los ojos, arrugando su nariz en el acto- Nuestra discusión me afectó más de lo que creí.
- No... Yo debo disculparme contigo- habla más tranquilo, las lágrimas ya se habían detenido- No debí responderte de esa forma, debí dejarte hablar, escuchar tus opiniones no simplemente, sacar todo lo malo de mí, hacerte llorar y dejarte solo.
-No...- le corresponde el abrazo- Yo también lo lamento, no he sido el mejor novio realmente, nunca te he dicho como me siento, has adivinado mis estados de ánimo todo este tiempo, siento miedo...- era el momento justo para decir la verdad, dejar fluir todo aquello que lo atormentaba- Creo que toda mi vida he sentido miedo, quizás... Desde el primer momento en que supe que no podría ser un héroe... Nada mejoró después de eso, Kacchan me alejó y comenzó a acosarme, en la primaria como en la secundaria nada cambió, todos se burlaban de mí sólo por no ser especial...
Se acomodan mejor entre los futones, sin separarse, como pueden, entrelazan sus cuerpos sin siquiera soltarse.
- Todo pareció mejorar cuando All Might se presentó en mi vida y lo cambió todo... Pude perseguir la esperanza que creí perdida- intenta relajarse- Comprendí desde el primer instante que debía esforzarme más que nadie, entré en la Yuuei sin tener una pizca de control sobre mi nuevo poder, más sin embargo, el miedo seguía persiguiendome- ríe con cierta amargura- A pesar de todo, mi cuerpo reaccionaba, mi fuerza de voluntad seguía intacta, por un momento creí que todo comenzaba a tomar forma, pero todo se desboronó cuando All Might falleció- tiembla un poco- Caí en un profundo pozo de desesperación del cual creí que nunca saldría pero...- su agarre se intensifica un poco- Tú fuiste el único que fue en mi auxilio cuando estaba ahogandome, puede que la sensación de alivio hubiera opacado el miedo que sentía, pero yo sabía que este seguía acompañándolo- siente unas agradables caricias en su cabello- Gracias a ti me encuentro aquí, en estos momentos, abrazandote y hablandote de mis demonios internos, el sentimiento de amor que ha crecido en mi pecho ha aliviado muchos de mis miedos, me ha impulsado a seguir así como la amistad y el cariño de mis seres queridos, más sin embargo, tengo miedo de que ocurra lo mismo, de que algo les pase a ellos... De que algo te ocurra a tí, no podría soportarlo.
Sin querer, siente una fuerte oleada que afecta su corazón, sus ojos se llenan de lágrimas, había llorado tanto que se sorprendía que todavía pudieran seguir fluyendo.
- Izuku- su tono voz se escucha apagado, lastimero- Nuestro trabajo es el más riesgoso de todos, en cualquier momento puede ocurrir algo inesperado puede pasar y culmine con consecuencias severas, pendemos de un delgado hilo, donde estamos en un limbo constante- se explica, suspira con pesadez- No sabes el alivio tan grande que me recorre el cuerpo cuando vuelvo a verte- algo oprimía su pecho, no se estaba sintiendo bien- Ser capaz de mirarte, de tocarte, de sentirte, de tenerte entre mis brazos una vez más, es la mayor recompensa que puedo tener cada día- comenzaba a desmoronarse- De poder ver tu hermosa sonrisa, una vez más... Puede que un héroe sea un ejemplo a seguir, alguien que posea sus propios ideales pero, eso me tiene sin cuidado, tengo tan pocas personas a las cuales quiero proteger que soy feliz al poder terminar el día sin contratiempos y poder despertar para poder seguir con mi trabajo, es mi mayor recompensa junto a tu sonrisa.
Izuku no podía evitar abrir los ojos con sorpresa, como el llorar en silencio mientras se muere por dentro por escuchar las palabras del contrario, era la primera vez, que Shouto abría de esa forma su corazón hacia él.
- Lo lamento tanto- se disculpa intranquilo- Aún después de todo el tiempo que he estado a tu lado, cuidandote, amándote, siento que no he logrado mi mayor promesa en la vida, devolverte tu sonrisa genuina y hacerte feliz.
El ojiesmeralda se asusta un poco al escucharle decir eso, sus palabras no eran ciertas, él, su prometido había logrado eso y mucho más. En un rápido movimiento se aleja de su abrazo para acomodarse sobre él, sus miradas se conectan, Izuku no puede evitar asombrarse al ver los ojos rojizos de su pareja.
- ¡No te atrevas a decir que no he sido feliz a tu lado!- se queja mientras su vista se empaña- ¡He sido muy feliz!- cierra los ojos por un momento, las lágrimas caen sobre el bello rostro del semialbino- ¡Tú fuiste quien me rescató!, ¡Tú eres mi héroe!, ¡Aprecio cada momento, cada lágrima, cada sonrisa, cada abrazo, cada caricia estando junto a ti!, ¡No podría imaginar mi vida de otra forma!- le da unos cuantos golpes en el torso- ¡No has roto tu promesa porque la has cumplido completamente!, ¡Por All Might Shouto!, ¡Gracias a ti he vuelto a sonreír!- estaba entre molesto, y triste- ¡Así que no te permito que hables así de ti mismo!
No puede evitar sonreír al escucharlo decir eso.
- ¡¿Te estás burlando de mí?!
- No- niega- No creí que usarías mi misma carta de triunfo y menos en estos momentos- habla más tranquilo- Que falta de originalidad Izuku.
- ¡¡No quieras decirme eso en estos momentos!!- no podía creer que su pareja estuviera dándose aires de comediante en el ambiente tan tenso en el cual se encontraban.
- Lo sé, lo siento- se disculpa- Creí que lograría hacerte sonreír.
Entrecierra los ojos al escucharlo decir eso.
- Has elegido un mal momento- dice en un puchero- ¡No ha sido divertido!
- Ya lo noté- acerca su mano derecha al rostro del pecoso, con su pulgar, le da unas cuantas caricias- ¿Estás mejor?
Cierra los ojos unos segundos, disfrutando del contacto, no podía dejar de pensar que las cosas en cualquier momento se romperían en mil pesados como el cristal al enfrentar un fuerte golpe.
- Me siento mejor, pero no quiere decir que esté del todo feliz.
- Entiendo- se remueve un poco para quedar sentado sobre los futones desordenados, Izuku tuvo que alejarse para permitir la movilidad del contrario- ¿Veremos los juegos artificiales?
- ¿Aún quieres verlos?- pregunta un poco dudoso.
- Por supuesto, es una de las cosas que plasmé en mi lista de quehaceres en nuestro viaje- dice mirándole con intensidad, el peliverde se estremece ante su mirada.
- ¿Qué otra cosa?- pregunta nervioso.
- Te lo diré después de que alimentes a los peces koi.
Al principio el peliverde no comprende de que habla pero al recordarlo perfectamente una expresión de terror deforma su rostro.
- ¡Oh por All Might!, ¡Soy un terrible padre!, ¡No he alimentado a mis hijos!- chilla para levantarse e ir al lugar donde estaba la pecera.
No podía creer que había olvidado alimentarlos, incluso comieron casi al frente de ellos y no los recordó, si no podía alimentar a unos simples peces, ¡¿Qué demonios haría cuando tuviera sus hijos propios?!
- ¡Shochan!- gimotea- ¡No tenemos comida para nuestros hijos!
Eran unos terribles padres, no, ese termino era demasiado pequeño ante la situación, ¡Eran una porquería de padres!, estaba seguro que ningún buen padre en su sano o inmundo juicio olvidaría darle de comer a sus hijos.
- El servicio a cuarto nos trajo comida para ellos, debe estar en la mesa, les pedí que lo trajeran- habla el bicolor más relajado.
Había encontrado una pequeña excusa para que Izuku olvidara un poco el tema presente.
Busca en la mesa y encuentra una bolsa no muy grande, donde había comida para peces, no puede evitar sentir las ganas de llorar al saber que Shouto no era tan mal padre, él si recordó la comida pero aún así no los alimentó, así que, no se salvaba del infierno después de todo. Les echa algo de comida y observa como comen lo que les brindan, se sentía feliz al saber que ninguno había muerto por falta de alimento, espera a que terminen la primera ración para brindarles otra y posteriormente, darles otra, al concluir deja la bolsa cerca a la pequeña pecera para volver a refugiarse en los brazos de su hombre.
Lo encuentra sentado sobre los futones mirando su celular, se acerca y se sienta frente a él, esperaba no molestarle.
- ¿Ha ocurrido algo?- pregunta preocupado.
En el fondo, Todoroki estaba realmente sorprendido, desde mensajes hasta llamadas perdidas habían en su registro y lo que era realmente increíble, es que la mayoría de sus amigos y conocidos intentaron comunicarse con él respecto a las noticias que rondaban en el ambiente desde la noche anterior, de haber prestado mejor atención a ese aparato, seguramente la discusión entre ambos, hubiera ocurrido después de volver a la posada. A veces agradecía no prestarle mucha atención a su celular.
- Nada realmente alarmante, tranquilo- bloquea el celular, era sorprendente que los mensajes o llamadas no le hubieran robado el sueño en la madrugada- Ve a ducharte, estaré esperando por ti en la habitación- dice con una calma inquebrantable.
- Tienes razón, ya es más del medio día- se levanta de su lugar- ¡Ah!, ¡Ahora que recuerdo!- le mira con una sonrisa- ¡Parece que por aquí venden uno de los mejores sushis!, ¿Quieres ir a probarlo?
Lo piensa un poco, antes lo había degustado y no fue del todo desagrable como llegó a imaginar, asiente con una pequeña sonrisa dibuja en su rostro.
- Me parece bien, anda, apresurate.
- ¡Si!
.........
Su almuerzo fue muy satisfactorio, todo había ido muy bien tanto con el lugar, la comida, el ambiente y la compañía, pero fue ligeramente roto cuando llegó el momento de pagar, debieron considerar que al ser uno de los pocos lugares que vendían sushi iba a ser un poco costoso, afortunadamente los ahorros eran parte indispensable en los viajes de último momento o los ya planeados, nunca se sabe de que puedas antojarte en el camino.
Al final si cumplieron con una de las actividades ya previstas e impuestas esa misma madrugada, ir a la pista de hielo a hacer el ridículo, besar tantas beses el suelo helado y envidiar a aquellos que se mantenían en pie. Pero como todo en la vida cotidiana era acción, error, corregir, prácticar y mejorar, lograron mantenerse en pie antes de que les echaran casi a las patadas de la pista, ese día cerraban temprano debido a las festividades.
- ¡Lo hice!- chilla emocionado mientras se despoja de los patines- ¡Estaba aburrido de que mi cara le diera una cálida visita al suelo!- refunfuña un tanto molesto por ello, pero la emoción la ocapaba totalmente.
- No fuiste el único que se alegró de eso- dice con cierto aire divertido, a pesar de poseer un quirk de hielo, le fue un poco difícil mantener el equilibrio con un par de patines de cuchillas e intentar movilizarse sobre este, no con este, como solía hacer.
- Pero a pesar de eso fue divertido, ¡Hay que volver a la posada para darle de comer a nuestros hijos y poder ir de nuevo al festival!
Un par de personas que salían del lugar voltearon a verlo al escucharle decir aquello.
- ¿Por qué de repente decidiste decir que los peces koi son nuestros hijos?- le pregunta el semipelirrojo al terminar de ponerse sus zapatos.
Las miradas curiosas desaparecen por arte de magia al comprender la ligera confusión.
- ¡Porque lo son!, ¡Así los niegues Shochan!
- ¿Cuándo he dicho que los niego?
- No lo has dicho, ¡Pero creo que lo harás!- toma los patines para emprender su camino hacia la salida y poder devolver los dichosos patines que consiguieron sacarle canas.
- No lo haré- niega- Ni con ellos, ni con nuestros propios hijos.
Detiene su caminar, su corazón dió un vuelco, por unos segundos su capacidad de razonamiento cayó en pique a las profundidades del centro de la tierra, ¿Era otra poco disimulada directa de su prometido?
- D-de todos modos vamos, no quiero llegar tarde esta vez también- acelera el paso, alejándose de Shouto quien le miró extrañado antes de seguirlo.
.........
- Esa expresión habla más que mil palabras.
Dice en un susurro mientras aprovecha la situación para tomarle una foto al pequeño implicado, lograron llegar antes de que se iluminaran los faroles, lo más interesante del caso, es que Shouto logró tomar una foto del suceso, junto a la expresión de su pareja.
Era posible que fuera su próxima foto de fondo de pantalla, la que le acompañaba ahora estaba fuera de moda, es tiempo de un cambio.
- Fue hermoso- dice en un susurro, voltea a ver al bicolor quien ya había guardado su celular con la evidencia en el, los ojos verdosos del pecoso brillaban como si fueran un par de estrellas en lo alto del firmamento- ¡Es lo más hermoso que he visto hoy!- exclama extasiado.
- Lo he notado al ver tu mirada- dice sonriendo ligeramente.
- Oh vamos- dice para acercarse y abrazarse a su brazo- Se que a ti también te pareció lindo.
- Demasiado lindo- habla haciendo referencia a su pareja, pero no lo explicaría.
- ¿Lo ves?- sonríe ampliamente- ¿Tomaste algún video o foto?
- El tiempo no me ayudó para lograrlo-miente, esperaba mantener esa foto oculta de la curiosidad infantil de su novio.
- Oh bueno- dice sin sospechar nada- Supongo que el recuerdo quedará en nuestras mentes, como una especie de fotografía, espero nunca olvidarlo.
- Yo tampoco.
De ese modo, ambos volvieron a dar una vuelta por todo el festival, observan a las familias, parejas o amigos ir y venir con hermosas sonrisas plasmadas en sus rostros, incluso el aroma a comida de los puestos, era igual de atrayente que el día anterior, Izuku se abstuvo de intentar atrapar más peces koi, después de olvidar a sus hijos toda la mañana, no merecía convertirse en padre de otros. Todoroki en una de sus caminatas, divisó el puesto donde había comprado el regalo de los colgantes que anornaban sus cuellos, el dueño le reconoce cuando lo ve pasar, después de todo, no todos los días ves a un chico con una apariencia tan singular, se corresponden mutuamente un asentamiento de cabeza y cada uno sigue con su trabajo.
Se detienen a comprar un par de dangos, a pesar de que a Shouto no le gustaba demasiado el dulce, no podía decirle que no a un par de dangos. Toman asiento para comerlos con calma.
- Está muy animado, incluso hay más gente que ayer- habla mientras ve a las personas caminando frente a ellos.
- Quizás tenían libre el día de hoy- da una razón vaga, le da un mordisco a uno de los dangos.
- Después de todo, hoy es la muestra de fuegos artificiales.
El bicolor le observa de reojo, se veía bastante animado, con ese brillo encantador en su mirada, con ese ligero rubor sobre sus mejillas, el cual lograba marcar un poco más esas bellas pecas que adornaban su rostro.
A pesar de que ese era su objetivo de todos los días, no podía evitar pensar que quizás, muy en el fondo, Izuku solo estaba ocultando su dolor y mostrando al mundo lo que ellos querían ver... Lo que él quería ver, después de la conversación de esa mañana, la duda estaba plantada en su corazón.
¿Realmente lo hacía feliz?
El mismo peliverde le había gritado horas atrás que lo hacía feliz, que sonreía por la influencia que estaba teniendo en su vida, pero entonces, ¿Por qué?
¿Por qué sentía que no lo había conseguido?
¿En qué estaba fallando?
¿Acaso sus recuerdos son más profundos de lo que creía?
¿Aquellos sentimientos de admiración van más allá de un simple cariño de un admirador?
O...
¿Realmente te consideraba como un padre?
Donde quiera que estés, espero que puedas guiarme en el camino que debo seguir para continuar haciéndolo feliz.
Ese es el deseo de ambos, ¿No es así?
All Might...
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