La noche era suave y fresca, la hermosa luna llena brillaba con intensidad, haciendo que cualquier objeto se vea precioso. El mar estaba en calma y solo el chapoteo de cualquier ser marino y la brisa del mar eran los únicos sonido que se escuchaban.

El la cubierta del Sunny Go, el capitán del navío, observando y siendo absorbido por el hermoso paisaje, se encontraba sumergidos en sus pensamientos sobre cierta persona especial en su vida, desde el mismo momento en el que lo conoció, pero últimamente, después de su última aventura en Dressrosa, sus sentimientos han crecido más.

Se ha pensado innumerables veces confesarle lo que siente, pero a dos puntos en su contra; la propia persona que le gusta y sus nakamas. No quiere perderlo todo, pero no sabe si confesándole lo que siente cambia a mejor, pues guardar lo que sientes y ver cada día a esa persona, no saber que esta cerca, pero a la vez lejos. Ya no puede más, aunque sabe que arriesga mucho, simplemente el dolor que siente su corazón, al saber que no esta a su lado, le rompe el alma.

Desde que lo conoce, sale todas las noches de luna llena, para poder tomar una decisión, todas esas noches, entra más confuso que cuando sale. Pero esa noche era diferente, esta decidido a decirle sus sentimientos, aunque le cueste su amistad. Con una última mirada a la luna, Luffy se dispone a volver a su cuarto, quiere descansar, mañana sera un día muy largo.

Lo que no sabe, es que, dos de sus nakamas lo observan desde que ingresaron a la tripulación, percatándose de los sentimientos de su capitán. Ellas sabían ya de los sentimientos de este hacía su otro nakama, pero no querían intervenir, ya que es un tema que no les incumbe.

Nami: ¿Crees que se lo dirá después de tanto tiempo?.- pregunto la pelirroja, ya que se había quedado dormida, antes de ver la cara de Luffy-.
Robín: Creo que al final si.- afirmo la azabache-.su rostro era decido, como cuando va a luchar con un enemigo.- comparo la mujer, recordando cuando su capitán la rescato-.
Nami: ¿Como crees que se lo tomé?.- volvió a preguntar la joven-.
Robín: Conociendo a Espadachín-san no sera delicado a la hora de sus sentimientos.- afirmó la ojiazul-.
Nami: En eso tienes razón.- apoyo a su compañera-. Como se le ocurra utilizar a Luffy, hacerle daño o cualquier otra cosa.- empezando a hermanar de cuerpo un aura terrorífica-. No vuelve a ver la siguiente isla.- amenazo en tono de ultratumba la navegante-.
Robin: En eso te apoyo, pero recuerda que no es nuestro asunto.- recapacitó la mayor-. Lo único que podemos hacer nosotras es ver y apoyar a nuestro capitán, recuerda que el resto de la tripulación no es consiente de los gustos de nuestro capitán y puede que haya quien que no lo acepte.-dijo apenada, no le gustaría que su pequeña familia se viera afectada por nimiedades como esa-.
Nami:- razonando las palabras de su amiga, se entristeció un poco-. Tienes razón, pero por lo menos no estará solo esta vez, nos tiene a nosotras.- alegó-.
Robín: Tienes razón.- sonrió observando la luna, recordando todo los momentos en el que su capitán la ha apoyado y ayudado, igual que su amiga-.
Nami: Volvamos al cuarto, ya esta haciendo frío y es tarde.- dijo lo último en un bostezo-.
Robin: Vamos Nami-san.- dijo esta cargando a su ya profunda dormida amiga-.

Al la mañana siguiente...

El sol salia por oriente, iluminado todo el basto océano que se extendían a la vista de cualquiera. El Sunny Go se empezaba de levantar después de una apacible noche. El primero en levantar fue un rubio trajeado, encargado de alimentar a sus nakamas. Ya estando en la cocina, preparando el desayuno, los primeros en entrar fueron las mujeres de la tripulación, hablando de las últimas noticias y tendencias, después entraron el medico-renito del barco con el músico, diciendo que la musica clásica ayuda en la recuperación de los pacientes, unos minutos después le siguieron el francotirador y el carpintero, diseñando una nueva arma para mejorar la defensa del barco. Cuando todos estaban reunidos, hablando de sus temas de conversación, el cocinero se percató de la falta de personas, dos personas en concreto.

Sanji: ¡Ey! Chicos.- llamo la atención de los presentes-. ¿Donde esta Luffy y el marimo?.- pregunto un poco preocupado, Luffy nunca se retrasaba en la hora del desayuno-.
Brook: Yo no los veo desde ayer,cuando todos nos dirigimos dormir.-dijo el huesudo, bebiendo té-.
Chopper: Yo a Zoro lo ví yendo a entrenar.- dijo el renito comiendo unas galletas-.
Usupp: Luffy dijo que se iba a tomar un baño, me comentó que no paso una buena noche.- comento preocupado el narigudo-.

Ante el comentario, todos se tensaron y preocuparon, excepto por las únicas mujeres que sabían las razones, no era normal que su capitán pasara mala noche, y menos que a la mañana no gritara pidiendo comida, eso se ha echo notar los últimos meses.

Franky: ¿Qué le SUPERR pasara?.- hablo el robot con su típica pose-.
Chopper: ¿Tendrá algo que vez con una enfermedad?
Brook: A lo mejor esta desanimado.
Usupp: O estará aburrido.
Sanji: Seguro que esta desanimado por no tener recientemente una aventura.

Y así entraron en un debate en que le podría pasar al azabache por su recién comportamiento. A la sombra de todo, Nami y Robín se reían de las estrafalarias ideas y supocisiones de sus nakamas.

En algún lugar del barco...

Un peliverde levanta con agilidad unas enormes pesas, que a cualquiera le resultaría imposible levantar. Necesitaba aclarar sus últimos pensamientos sobre su tierno capitán, porque había sentido atracción por su hiperactivo compañero. El pensaba que era por el sake que tomaba, el clima o alguna cosa rara que Sanji le había puesto en la comida, pero cuando el sentimiento fue a mayor, sabia que tenia un problema.

Decidió alejarse, empeoro la situación. Decidió hacer alguna dieta o probar diferente alimentos, se llevo una bronca de Sanji, que le importaba lo más mínimo. Incluso decidió medicarse o pedir ayuda a Chopper o Robin, ningún resultado. La mejor opción fue centrarse en el entrenamiento, así podía mejorar sus habilidades y aclarar sus ideas.

Como siempre, no conseguía aclararse, decidió ir a tomar una ducha después de 4 horas de duro entrenamiento. Recogió todo, tomo una muda ropa que consistía en un short, más o menos por las rodillas, color rojo, una camiseta sin mangas holgada, abierta por los laterales blanca y unas botas vaqueras negras.

Cuando se disponía a abrir la puerta del baño, salio un azabache con unos shorts, por mitad del muslo un poco ajustado, azules y una camiseta roja, que le quedada un poco grande, sonrojado y el pelo un poco húmedo por la ducha de agua caliente. Trago duro.

Mientras Luffy, se quedo mirando fijamente al semi desnudó Zoro enfrente de el, dejando ver su marcado tórax. La cara le ardía más de lo normal, quería hablar con el pero no en esa situación.

Zoro: Lu-Luffy.- empezó hablar el espadachín-. ¿Qué haces aquí?.- preguntó, aunque era evidente-.
Luffy: Pu-pues es-esto y-yo n-no te e-staba si-siguiendo.- no paraba de tartamudear, normal, la persona que esta enamorado delante del el, en un espacio pequeño-. N-no qu-queria de-decir e-so...
Zoro: ¡Luffy no te entiendo!.- interrumpió al azabache, puesto que se estaba poniendo nervioso-.
Luffy: Me quise duchar, no tuve una buena noche.- explico Luffy, un poco alterado-.
Zoro: ¿Por?.- pregunto curioso-.
Luffy:.-"Por ti", pensó el menor-. Por cosas mías.
Zoro: Esta bien.- desistió un poco triste, esperaba que su capitán confiara un poco en el-.
Luffy: ¡Zoro espera!.- tenía que aprovechar ahora que podía-.
Zoro: Dime.- dijo parando es seco-.
Luffy: Zoro tu siempre me....- sentía la garganta seca, sudaba por las manos, su pulso se aceleraba, estaba seguro que desmayaría-.
Zoro: ¿Yo...?.- prosiguió el peliverde, agobiado por lo que tenia que decirle-.
Luffy: Tu siempre me has....- no podía, simplemente no podía, le superaba-.
Zoro:¡Luffy dilo de una maldita vez!.- dijo, ya alterado a lo máximo-.
Luffy: ¡Tu siempre me has gustado!

Nota: Hi!!! Bueno aquí tiene el capítulo 1 de esta exciting story!! Espero que les agrade y voten~~ El siguiente esta cargado de feelings!!! Bye~~
Nota2: Tengo que dejar de hablar ingles ;-;