Capítulo 60: Inexplicable
Con lentitud abrió los ojos.
Bajó su mirada y se encontró con una cabellera rubia, una respiración acompasada y tranquila. Dejó leves caricias sobre la espalda desnuda. Y desde su posición, pudo divisar la marca llena de vida. Sonrió amplio.
Podía sentir la tranquilidad atraves del lazo que compartía con su omega, lo sensible que se encontraba y el amor que le transmitía. Un pequeño quejido le hizo salir de su concentración y saludó a su pequeño durmiente.
- Hola mi amor...- susurró y besó la naricita ajena cuando JiMin levantó su mirada para verlo y sonreírle.
- Buenos días...- dijo sonriente y se aferró al torso pálido, disfrutando estar con su pareja en esa mañana tan inigualable. Recordó la delicadeza de YoonGi y alfa, para tratarlo la noche anterior y no pudo evitar sonreír mas amplio.
YoonGi observó a su omega y sintió las emociones de felicidad y timidez mezcladas entre sí, soltó una pequeña risa y abrazó a JiMin, viendo el sonrojo en su rostro.
JiMin no podía evitar pensar en que si YoonGi lo hubiese marcado antes, su alfa hubiese podido caer en el abismo en el que su omega se encontraba. Talvez hubiera sido doloroso su lazo, talvez el alfa se arrepentiría de su lazo, talvez no podrían llevar la carga de sus sentimientos juntos... aunque también, el alfa nunca dejaría de recordarle cuanto lo ama, lo valiente que es, y lo cálido que es estar con él.
El omega pudo divisar atraves de su lazo el lobo de pelaje plateado caminando imponente y no pudo evitar emocionarse al saber con certeza que su alfa estaba allí, junto a él.
Miró a YoonGi, el alfa tenía una sonrisa, que dejaba sentir y ver lo deslumbrante que se encontraba por tener a su omega tranquilo y amado.
"Me voy a poner a llorar de la emoción si me sigue mirando con tanto amor..."
"- Yo... yo ya estoy llorando..."
Sus tímidos sollozos eran reconfortados por las caricias que el pálido dejaba sobre su piel, por los pequeños besos que recibía. Se sentía abrumado con tantas emociones, nunca se había sentido de esa forma, había deseado despertar tranquilo tantas veces, pero ahora que lo experimentaba, solo podía llorar...
YoonGi solo podía abrazarlo, y susurrarle palabras alentadoras y cariñosas. Él entiende los miedos que llegaron a embargar a su pequeño omega, las angustias que lo atormentaron durante mas de alguna noche, las heridas que se abrieron no solo en su piel sino que también en su alma... el alfa aulla levemente para calmar a su omega recibiendo una pequeña risa entre lágrimas.
- Estoy bien...- dice JiMin- ... solo que esto es demasiado perfecto... y yo, no puedo evitarlo...
YoonGi sonrió y negó, sonriendole para decirle que todo estaba bien, que no había problema si todo el día debía consolarlo, recibió a su omega, quien se ocultó en la curvatura de su cuello y lo olfateo, necesitando del aroma a café, menta y tierra húmeda para calmar un poco a su inestable corazón, sabiendo que solo YoonGi le entregaría esa ansiada calma a todas sus emociones. Y no es que se queje, pero ni siquiera puede comprender porque llora, sabe que esta feliz, protegido, sabe que es amado de manera inexplicable pero aun con ello se siente tan bien, que no sabe que mas hacer... y solo desborda en llanto, un llanto tímido y radiante de emociones...
- Mi omega es demasiado tierno...- susurra YoonGi, haciendolo sonrojar mas. Y no puede evitar besar los labios de su pareja con una sonrisa enternecida. JiMin aún en medio de sus lágrimas corresponde y se deja llevar, amando cada momento que comparte junto a YoonGi, olvidando ese dolor que lo marcó, esas tristezas que lo persiguieron, las culpas que lo atormentaban. Así como en la noche anterior, sus cicatrices parecían desvanecerse a cada caricia que el alfa proporcionaba a su cuerpo, los besos que el pálido repartía con amor se grababan de manera permanente en su alma...
......
La mañana se pasó rápida. Entre algunos besos y siestas, entre risas y sonrojos, entre miradas y abrazos juguetones.
Para YoonGi no había nada mejor que ver a su omega y pareja emocionada, feliz y tranquila. Observaba a JiMin desde la cocina con una sonrisa, y se preguntaba una y otra vez cómo es que ese bello omega estaba en su sofá y portaba esa marca que le pertenecía a él, únicamente a él. Si mira todo lo que ha tenido que pasar desde el comienzo no puede evitar conmocionarse. Cuando lo olfateo, ese día había llegado tarde y se dirigía a la cafetería, cuando en lo mas profundo de su ser sintió dolor y tristeza, su alfa reaccionó ante el malestar haciendo resonar en su mente que el aroma a sangre estaba presente, y debía ir tras él. Al momento de llegar a la biblioteca el aroma dulce mezclado con sangre y tristeza llenó sus fosas nasales, al verlo sentado con esa aura indeferente deseó abrazarlo con todas sus fuerzas, decirle que podía confiar en él, que su alfa quería consolarlo y al ver sus bellas muñecas marcadas, lastimadas, laceradas, algo dentro de él se rompió, quiso hablar pero JiMin no lo dejó, se alejó de él...
Luego, los celos que sintió al darse cuenta que JungKook recibía todas las sonrisas y abrazos de JiMin, fue algo duro de asimilar y dolía verlos, pero ver esa sonrisa y percibir levemente su alegría, le hacía sonreír...
Pero luego, días mas tarde, JiMin aparece necesitando ayuda. Tuvo que hacer mucho esfuerzo para evitar lastimarlo, su omega estaba en celo y al saber que llevaba el aroma de otro alfa le hirvió la sangre, cuando se enteró que el imbecil del hermano mayor de JiMin casi había abusado de él quiso correr a golpearlo y matarlo por siquiera haber pensado algo tan horrible. El hecho de que JiMin se desmayara en el camino a su departamento le preocupó, olvidando el hecho de tener que controlar a su lobo, éste mismo expresó su preocupación hacia el omega, aulló tratando que el lobo del menor le oyera y reaccionara, sin resultados. Ver a JiMin romperse entre sus brazos y consolarlo fue su sueño hecho realidad, el rubio dejó de evitarlo y lo tomó como su apoyo. Y aún sabiendo que el menor estaba en celo, solo pudo brindarle unos brazos fuertes para sostenerse...
Recibir una sonrisa de parte de JiMin fue lo mejor que le pudo haber pasado en la vida.
Y no. No es que YoonGi se enamoró desde el primer momento en que vió a JiMin, sino más bien que su lobo al verlo le reconoció. Reconoció a su ansiada pareja, a pesar de que ocultaba su aroma, se dió cuenta que ese omega era su pareja destinada, y claro, YoonGi se atrevió a conocer al menor, dandose cuenta a cada paso de su ser alegre, de sus tristezas, de sus debilidades, de sus capacidades, de sus sueños, de sus pesadillas, de sus defectos y de sus encantos...
Cuando encontró a JungKook en la calle con una guitarra de inmediato le preguntó hacia donde iba, persuadiendolo para que le dijera algo, logró saber la fecha del cumpleaños de su lindo omega, arrastró a JungKook hasta la floristería mas cercana y compró las flores que encajaban en ese momento con sus sentimientos, pensamientos y deseos hacia el menor.
Ver al omega emocionarse por la sorpresa, hace que casi se le abalance para abrazarlo de la emoción.
Sonríe. Junto a JiMin ha llorado, ha tenido miedo, ha reído... junto a su omega sabe que tiene unos brazos que también lo confortan, que también lo sostienen. Porque no solo él brinda unos brazos para descansar y desahogarse. JiMin también ha sido su calma y paz, ha sido la razón por la que se esfuerza, ha sido quien le ha motivado en muchas ocasiones, le sonríe todas las mañanas cuando lo ve, le abraza y le mima. Aunque muchos quieran negarlo, un alfa también necesita unos brazos que lo conforten y abrace cada vez que sea necesario. Su deber como alfa es proteger a la razón de su vida, en este caso su omega y cachorros, pero eso no significa que no puedes quebrarte, que nada te duele, que le harás frente a todo... porque un alfa no existe sin su omega.
Porque ambos se necesitan. Porque esta bien ser débiles.
Porque esta bien sentirte frágil.
Porque no todo el tiempo debes fingir que nada pasa.
Porque tienes permitido emocionarte.
Y sonríe mas amplio cuando regresa al lado de JiMin, quien le mira con una sonrisa, y abre sus brazos para recibirlo, se acomodan en el sofá donde JiMin tiene entre sus brazos a su pareja y no puede evitar sentirse bien, sentirse en calma. Así como JiMin encuentra cómodo el regazo de YoonGi, así mismo YoonGi encuentra inexplicablemente acogedor descansar su cabeza sobre el pecho de omega, escuchando los latidos acompasados y melodicos de su pequeño omega...
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