Capítulo 58: Calidez

- ¿Llevas todo?- pregunté a Kook, mientras estaba en su habitación. Después de la noticia que nos dió en la repostería, había llegado con la misma emoción a nuestro hogar, su abuela Eun Hee, y su madre Eun Ji, lo felicitaron, halagaron y abrazaron mucho, hasta le hicieron una cena especial. Y yo como el buen amigo que soy le pregunté con lujo de detalle todo lo relacionado con el evento. Habíamos hablado de muchas cosas hace un par de días. Entre ellas estaban el hecho de que Hye nos saludaba de vez en vez, y para sorpresa de todos JungKook correspondía sus cortos saludos. Yo no me asombraba en absoluto, el lobo de Kook estaba emocionado, pues la persona en la que se había fijado correspondía su atención, y ya no lo ignoraba como antes, y mi mejor amigo estaba feliz y ansioso. Yo suponía que esperaba tener la oportunidad de hablar con ella. También hablamos sobre las cosas que haríamos al terminar nuestro último año, ambos teníamos ventaja, ya que en nuestro expediente iba la nota aprobatoria para la facultad de artes. Aplicaríamos en fotografía y diseño gráfico especificamente.
Otro de los puntos que tocamos fue que mi proximo celo, lo pasaré junto a YoonGi. Kook no se opuso, solo que al día siguiente le dió una larga lista sobre como cuidarme y bueno YoonGi no dijo algo en contra. Me parece un poco cómico que el alfa de YoonGi se deje regañar y soporte al alfa de Kookie, es algo divertido y le preguntaré a YoonGi por qué lo hace...

- Sí...-me respondió, caminando de un lado a otro dentro de su habitación, llevando rollos en sus manos y frunciendo el ceño al recordar dónde había dejado alguna cosa- ¿Sabes dónde está mi camará del estuche café?- dijo revisando un par de cajones, me levanté de la cama y le ayudé a buscar debajo de su cama. Mi amigo a veces suele ser un desastre.

- No la veo por aquí...- susurré viendo a Kook sacando su ropa del armario, me levanté y tomé una de mis muletas, fruncí el ceño, recordando que había visto la cámara pero no recordaba exactamente en dónde- Tal vez esté en mi habitación... iré a ver- le dije. JungKook solo asintió y siguió revolviendo su ropa.
Llegué a mi habitación, y comencé a mover algunas cosas, esperando encontrar una de las cámaras mas amadas de Kookie. Y en efecto, estaba en mi habitación, en la mesa de noche en uno de los cajones. Supuse que JungKook la había guardado aquí, ya que antes de que me mudara con él, mi habitación la usaba como su estudio para imprimir las fotografías, pero desde que vivo con ellos, utiliza el cuarto restante de la casa, es mas pequeño pero Kook es alguien ordenado para su trabajo y todo esta en su puesto exacto que incluso parece una habitación grande.
Tomé la cámara y la encendí, había un rollo dentro, miré las fotos que habían y no pude evitar reír por algunas, aquí estaban las fotos del invierno pasado, cuando YoonGi me abrazó al detectar mi aroma, las de la feria de fin de año, las de navidad, las de mi cumpleaños anterior, yo ni siquiera sabía que Kook había tomado fotos en el día de mi cumpleaños, el día en que YoonGi me llevó un ramo de flores.

- ¿La encontraste...?- la pregunta de Kook me distrajo de las fotos, y le miré con una sonrisa y una ceja alzada.

- ¿Por qué no sabía de la existencia de estas fotos?- le pregunté cuando se sentó a mi lado, le mostré las fotografías y él rió.

- ¡Oh! Aquí están... creí que las había perdido...- tomó la cámara y las miró- Iba a hacer un vídeo con estas fotos... aquí aparece YoonGi, tú y yo, pensé que sería una buena idea...- sonrió sin dejar de ver la última fotografía, JungKook aparecía viendo al cielo vespertino y YoonGi y yo de espaldas caminando. Recuerdo que ese día, Kook había dicho que nos adelantaramos que había visto un par de dulces que le gustaban. Aunque le dije que no, él insistió.

- Todas tus ideas son buenas...- le dije con una sonrisa

- ¿Sólo buenas?- preguntó drámatico. Haciendo un gesto ofendido. No pude evitar reír divertido y él también rió.- ¿Tú llevas todo?- me preguntó a los pocos minutos.

- Sí...- le respondí señalando la maleta que estaba a la par de mi cama, ya que JungKook no estaría ni su abuela ni su madre, yo me quedaría con YoonGi, además ya mañana iba a ir al hospital para quitarme este molesto yeso, ya que en mi cita anterior me dijeron que solo debía tener cuidado y no pasar tanto tiempo de pie. Y mi alfa iría conmigo, ya que tenía libre y yo tenía el permiso del instituto. El evento de la hija del ministro de cultura se llevaría acabo durante un día y una noche, empezando hoy a las seis hasta mañana a las cuatro de la tarde.
En eso escuché el timbre, mi lobo saltó emocionado percibiendo el aroma del alfa de YoonGi. 

Me levanté junti con JungKook, quien llevaba mi bolso con mi ropa, bajamos a la entrada y Kook le entregó mis cosas a YoonGi.

- Llamaré para saber como está, y si le sucede algo, te ganaras todos mis golpes y una pena de muerte- le dijo amistosamente. YoonGi lo miró y asintió.

- No te preocupes, estará mas que protegido- le dijo, y por un momento, los ojos de ambos cambiaron de color mostrando el dorado de sus alfas, me quedé sorprendido, eso nunca había pasado.

Con sorpresa me acerqué y toqué el brazo de JungKook con cuidado, en ese momento ambos volvieron a la normalidad.

- Hola Minnie...- me sonrió y le devolví la sonrisa. JungKook me abrazó antes de que saliera de nuestro hogar.

- Si necesitas algo, solo llamame, haré hasta lo imposible para ayudarte- me dijo y le dí unas palmaditas en la espalda.

- Lo sé Kookie...- sonreí y me despedí- Nos vemos en dos días... al fin podré despedirme de esto- le dije en tono de broma señalando mi yeso lleno de dibujos, que el mismo Kook había hecho junto a YoonGi en una competencia de quien dibujaba mejor, y cabe decir que mi alfa pudo dibujar solo algunos garabatos...
Ambos rieron al ver mi ceño fruncido. Les miré y sonreí.

YoonGi me ayudó a llegar al auto y no pude evitar pensar en todo lo que había pasado esta última semana. Desde la emotiva situación de JungKook con YoonGi en la repostería, hasta algunas insinuaciones que le hacía mi lobo al alfa de YoonGi. Era un sentimiento cálido, justo como cuando leía algún libro que Kook o Yoon conseguían para mí, era algo muy similar a la dicha...
Era una mezcla de sentimientos y emociones que me hacían querer llorar y reír al mismo tiempo. Miró a mi lado y YoonGi va viendo el camino, no puedo despegar mi vista de él, analizando su perfil, como siempre. Su piel parece brillar ante el contacto del sol vespertino, sus ojos tenían un resplandor particular, sus labios me encantan, son delgados y muy tiernos cuando hace pucheros. Sus ojos pequeños me gustan, cuando tengamos un cachorro me gustaría que tenga sus ojos, mi lobo saltó emocionado con mi pensamiento y no pude evitar reír...

- ¿Tengo algo en la cara?- me dijo con una sonrisa y volteó a verme, sin darme cuenta ya estabamos en el estacionamiento de su edificio. Me sonrojé pero no dejé de verlo- ¿Soy guapo?- preguntó coqueto.

- Mucho...- respondí de inmediato y me acerqué para darle un beso en los labios. Un pequeño roce que lo hizo suspirar. Acarició mi mejilla con una de sus manos, y nuestros lobos comenzaron a aullar juntos, como sabiendo que juntos eran mas que perfectos- Yoon...- suspiré cuando su mano izquierda se adentró bajo mi ropa, acariciando mi cintura, presioné mis manos en la chaqueta que llevaba puesta y él dejó un par de besos más en mi mejilla.
Nuestros ojos se miraban directos, y ambos sonreímos, no pude evitar abrazarlo y él me envolvió entre sus brazos. Reímos.
Reír junto a YoonGi me daba una sensación de calidez, era muy reconfortante y placentera...

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