Después de despedirse de Jungkook, YoonGi ayudó a Jimin a llevar sus cosas, y a caminar, ya que se le complicaba un poco todavía caminar por sí solo, debido a eso también la madre de Jungkook le firmó un permiso junto a su constancia médica para el instituto para que no perdiera su último año, estando a punto de terminar.

YoonGi le abrió la puerta del auto de sus padres, quienes esperaban para saludar a Jimin.

- Buenas tardes...- susurró Jimin, sintiendose tímido y se recargó en el pecho de YoonGi, tratando de encontrar un lugar donde sentirse cómodo, y protegido.

- Buenos tardes Jiminnie...- dijo el padre de YoonGi- Desde que saliste del hospital no te veíamos, es bueno verte sonriendo...

- Gracias...- dijo sonrojado sin dejar de sonreír.

- Podemos irnos mamá- dijo YoonGi a su madre quien asintió y sonrió.

Jimin de a poco se fue quedando dormido sobre el cuerpo de YoonGi. Le era muy comodo dormir junto a su alfa, su omega se sentía tranquilo y calentito, además de que dormir sobre YoonGi era su actividad favorita, eso y ver películas junto a Jungkook.

- Cómo están las cosas Yoon?- preguntó el omega mirando a su hijo desde el asiento de copiloto, notando que éste no lo quitaba la mirada a Jimin.

- Bien...- dijo en voz baja, viendo el perfil de su pequeño omega y acercandolo mas a su cuerpo- Jimin no ha mostrado señal de depresión, incluso ha estado sonriente, eso me mantiene calmado y tranquilo...- sonrió sin quitarle la mirada al omega quien dormía tranquilamente acurrucandose mas, buscando el calor de su alfa.

- Eso es bueno Yoon...- habló su madre- Me enorgulleces, eres un alfa ejemplar...

YoonGi sonrió y sintió su cara sonrojarse.

- Solo quiero que Jimin este bien...- susurró y su padre no pudo evitar hacer un sonido enternecido.
Su hijo parecía un pequeño cachorro. Adorable y tierno.

El resto del viaje fue silencioso, una pequeña melodía llenaba el ambiente de forma muy sutil y delicada. La familia Min tenia en común que les agradaba el silencio.
Era muy cómodo escuchar música durante un viaje por la tarde y los Min estaban muy cómodos, de vez en cuando los padres de YoonGi tarareaban las melodías, mientras YoonGi admiraba a su pareja, veía a Jimin dormir tan tranquilamente, observaba cada uno de los detalles de su rostro, sus lunares y su piel que había cambiado en los últimos días. Por que debe admitir que casi todos los días se ha ido a quedar a casa de Jungkook, después de su trabajo y de la universidad, iba a casa de los menores, pasaba toda la noche durmiendo junto a Jimin, le gustaba envolver a su omega, quien se dejaba mimar complacido por las acciones del alfa, YoonGi notaba el aroma dulce que tanto le encantaba y le tranquilizaba.

Luego de varios minutos, Jimin sentía que alguien trataba de despertarlo, y él se rehusaba a que lo sacaran de su sueño, negó suavemente enterrandose en el cuello de su alfa, se encontraba demasiado cómodo, no comprendía por que querían despertarlo.

- Vamos... bebé... mi pequeño omega despierta...- sintió unos labios sobre su frente y que alguien acariciaba su cabello.
Y en parte esas caricias solo le hacían querer seguir durmiendo.

YoonGi sin embargo, estaba encantado ver a su pequeño fruncir el ceño, mostrando su descontento por querer despertarlo, pero aún con ello, necesitaba que despertara para cenar y luego volver a dormir.
A YoonGi le sorprendía que Jimin ni se haya inmutado cuando, haciendo todas las maniobras posibles, salió del auto. Ya que los brazos del menor no querían soltarlo.

Sus padres reían divertidos por la situación, jamás pensaron que su hijo sería tan consentidor con su pareja. Más ahora veían que YoonGi lo trataba con sumo cuidado, su madre estaba orgullosa por el tipo de alfa en quien su único hijo se había convertido, su padre no podía evitar sonreír y que sus ojos se llenaran de lágrimas de felicidad al notar el comportamiento del alfa que tenía como hijo.

Y seguían disfrutando la escena dentro del elevador, donde Jimin se aferraba a YoonGi, y aunque a YoonGi no le molestase cargar al menor, trataba de despertarlo.

- Me siento cómodo... estoy despierto... solo no me sueltes...- Jimin susurró con su voz adormilada y amortiguada, ya que se encontraba oculto en el cuello del mayor.
YoonGi no pudo evitar sonreír, y besó la mejilla del menor, olvidando por completo que tenía a sus padres frente a él.

- Te lo dije...- susurró la alfa

- Si... son demasiados tiernos- completó su pareja.

Llegaron al departamento donde YoonGi dejó a Jimin en el sofá, y sus padres se sentaron junto a él, mientras el pálido iba a traer los platos de comida.

- Cómo se ha portado YoonGi contigo?- le preguntó la señora Min mirando con brazos cruzados hasta donde el alfa se encontraba, quien le miró ofendido

- Muy bien...- sonrió Jimin con un leve sonrojo.

"Es un alfa tan atento que no me quejo..."

- Si te hace algo solo debes llamarme- decretó la señora Min haciendo reír a su omega

- Cariño... yo creo que YoonGi lo esta haciendo bien- dijo Hyun tratando de defender a su hijo y al mismo tiempo no reírse- Y tú Jimin? Alguna molestia?

- Lo normal, solo que los yesos me irritan...- dijo frunciendo el ceño

- Y gracias a mi se toma su medicina, aunque las odia...- dijo YoonGi trayendo la charola con los platos y sirviendoles a sus padres y a Jimin.

- Son horribles- hizo un puchero que enterneció a su alfa quien no pudo evitar sonreír como enamorado de la ternura de su omega.

Luego de ponerse al tanto de la salud de Jimin, los señores Min se retiraron y prometieron visitarlo luego.
Jimin había vuelto a la repostería con la diferencia que SeokJin pensó que sería una oportunidad de enseñarle un poco de administración y finanzas, así no tendría que esforzarse de más, y tendría un ojo puesto sobre él.

Jimin se encontraba abrazando a YoonGi, recibiendo caricias en sus cabellos, que lo hacían sentir tranquilo y muy cómodo.

- Dentro de un mes es mi celo...- susurró el menor, su omega se encontraba tan complacido por las caricias que movía su cola despacio disfrutando del aroma de su pareja, disfrutando de tener al alfa solo mirandolo a él.

- Que quieres hacer?- preguntó YoonGi, su alfa estaba emocionado hasta nervioso, claro que quería marcar a su predestinado, quería enlazarse con su precioso omega, quería reclamarlo para que nadie mas se atreviera a ponerle un dedo encima, pero sobre todo entendía que no solo era él, era que su pareja se sintiera cómoda...

- Estar contigo...- susurró y la presencia del aroma de arándanos se hizo aún mas presente, volviendo a su alfa como un pequeño cachorro que quiere solo descansar.

YoonGi asintió y se dejó llevar por el delicioso aroma que había en la habitación, hasta que recordó, dentro de una semana su celo también se haría presente.

- Mi celo también viene dentro de un mes...- dijo detenidamente, esperando una reacción positiva de parte de su pareja, a lo cual solo recibió una pequeña risa

- Esta bien... siempre me cuidas...- dijo Jimin tranquilamente. Sabía lo que podía pasar, pero eran pareja, él estaba seguro de que amaba a YoonGi, lo amaba demasiado... se acomodó sobre el cuerpo del mayor y se dejó llevar por el sueño.

- Sí amor... siempre...- dijo el pálido respirando tranquilo adormecido, Jimin sabía como calmar sus nervios de un momento a otro.
A pesar que estuviese preocupado o estresado o nervioso, su omega siempre lograba tranquilizarlo de una manera que le hacía querer pasar su vida junto a Jimin.
Junto a su omega había descubierto algo muy hermoso, y era tener paz y tranquilidad, después de tener intentos de relaciones pues nunca funcionaba ya que su lobo alfa nunca se interesaba por nadie, por primera vez quería formar una familia junto al omega que descansaba en sus brazos, con el chico que en estos momentos respiraba con pasirmonia, y le entregaba amor, con ese chico que decidió confiar en él...
Quería tener una familia junto a Park Jimin...