Como me había planteado llegué a casa de JungKook, para ver que tal seguía y para reclamar su abandono, en cuanto atravesé la puerta de su casa, el aroma me mareo y pude ver a Kookie abrazando una frazada que supuse era de la habitación de su madre, al parecer a este tonto se le olvido comprar mas supresores.
JungKook decía que desde pequeño la única forma de calmarse era estar con su mamá, que ella lo arrullaba y le cantaba para darle tranquilidad. Y al parecer todavía persistía esa situación...

- Olvidaste los supresores- dije mientras me acercaba a él con una cajita y un vaso de agua.

- Ni me lo recuerdes...- dijo levantándose de su posición y acomodándose para beber los supresores

- Estas del asco...

- También lo sé- dijo acostándose de nuevo en el sofá

Nos quedamos en silencio, y le pase uno de los libros que había estado leyendo anteriormente en la biblioteca. Luego de un rato JungKook se encontraba mas tranquilo, aunque en la mayoría de celos que había estado con él nunca se alteraba, mientras tuviera el aroma de su madre cerca, así que no había problema estar con él.
Ya estaba oscureciendo cuando decidió romper el silencio en el que estábamos.

- Alguien se te acercó...- dijo apenas audible, como en susurros

- Si, hubo un idiota, estaba en la biblioteca....- dije mirándolo sin emoción

- Que emocionado estás- dijo con sarcasmo y una sonrisa pero luego volvió a su rostro neutral- ¿Te persiguió?

- Dijo que olfateo mi aroma en el aire...- dije dejando el libro que hasta el momento estaba leyendo

- Tiene un buen olfato- dijo sorprendido- Yo solo si estoy muy cerca y apenas puedo olerte, ni siquiera cuando estas en celo...

- Eso mismo dije yo- suspire- Me resultó incómodo...

- Lo siento por no ir hoy, en verdad me sentía mal, apenas me pude levantar para ir con mi mamá...

- No te preocupes, lo entiendo, solo fue un poco molesto tener que hablar con él...

- Tus padres aun no lo saben?

- No. Y espero que no se den cuenta, va a ser mas atosigante el escucharlos...necesito mudarme

- Puedes venir a vivir acá, mi mamá y abuela te adoran- dijo encogiéndose de hombros

- Lo sé...- dije frotando el puente de mi nariz- Mi hermano va a casarse...llego a casa y mis padres están felices...

- JiMin...

- Estoy cansado Kookie, e incluso el idiota de la biblioteca me hizo sentir mal, a parte de ti nadie se ha preocupado por mi, y que él lo hiciera me dolió...

- Tranquilo, creo que ya estamos demasiado cansados de seguir...

- Al menos tu madre te ama y trata de demostrarlo al igual que tu abuela. Yo se que te tengo a ti, pero a veces me gustaría que mis padres me dijeran que hago algo bien....- suspiré y me dejé abrazar por JungKook.

Él era el único con quien podría expresarme, pues al igual que yo sufrió rechazo, desde pequeño por parte de sus compañeros, e incluso los padres de estos, sólo por que no tenia un padre presente, muy ridículo pero cierto. Y que también ese hombre lo golpeó, por que sí, JungKook lo buscó y se dio cuenta que tenia otra familia, con un niño casi de la edad de él y dos niñas que al parecer eran gemelas...ese hombre le gritó y lo golpeó por haberlo buscado, pero lo que le hizo hervor la sangre fue la forma en la que trató a su madre, y desató una ola de golpes...
Después de ello, JungKook no volvió a ser el mismo...

Esa era nuestra forma de vida, no le veíamos salida a nada, sólo eramos nosotros siendo pesimistas, sin darle la oportunidad a alguien de demostrarnos que no todos eran iguales, pero el problema aquí era, que ambos estábamos cansados, cansados de escuchar lo mismo una y otra vez, cansados de despertar, y hundiéndonos cada vez más en muestra propia incomodidad de estar en este mundo...
Quizá por eso nos entendíamos muy bien, ambos nos sentíamos incómodos...