El reloj que descansaba sobre la mesita junto a la cama, marcaba la medianoche.
La habitación apenas era iluminada por la luz de la luna que atravesaba de manera tímida las cortinas.
Recuerda como pudo escuchar la risa de su pequeño omega, la forma en la que pidió estar con él, y los suspiros rotos que dió cuando caminaban sin un rumbo especifico.

Durante esos días había recibido las llamadas de Jungkook, su voz sonaba preocupada y de vez en vez se le escapaban sollozos que YoonGi escuchaba a la perfección aún a traves de la bocina del telefono, de nueva cuenta Jimin apenas estaba comiendo, dormía poco, y se escondía con mas frecuencia estando en el instituto.
Una y otra vez se pregunta por qué?, por qué alguien como Jimin tiene que pasar por esto?, por qué siente que su omega se está cayendo a pedazos de nuevo?, tiene miedo de perderlo...tiene miedo por que no sabe qué hacer, su lobo rasguña su interior molesto y triste, frustrado y desesperado, quiere ayudar pero no sabe por donde empezar. No quiere incomodar al menor con preguntas pero al mismo tiempo quiere saber todo...
Sabía desde un principio que Jimin iba a caerse, no una sino que varias veces, por que así era cuando una persona que había hecho de su oxigeno el dolor y la tristeza trataba de empezar de nuevo, sabía que iba a ser complicado. Pero hay algo de lo que nunca podrá arrepentirse y es algo que su lobo incluso afirma, haber dejado su razón para ir por el rastro que un pequeño toque de sangre dejaba esparcido.
Quizás ese había sido su destino jugando una de sus cartas para que ellos se juntaran de esa forma tan extraña y especial, quizás ese era su camino...llegar hasta Jimin, y ayudarlo a amarse, quería que Jimin sintiera su amor, que a partir de ese día iba a haber alguien dispuesto a amarlo con cada una de sus virtudes, con sus defectos que le daban un toque mas unico, con cada herida, ya fuera esta pequeña o grande y profunda....
YoonGi quería que Jimin sintiera el amor que él le tenía a todo lo que su omega representaba...

Mira a su costado y vió al omega dormir, usaba su brazo como almohada y su pequeña mano descansaba sobre su pecho, tenía las mejillas sonrojadas y sus labios abultados, respiraba de manera tranquila a pesar que por la piel de su mejilla había resbalado una pequeña pero significativa lágrima, desde el incidente de hace dos semanas las sonrisas de Jimin son mas escasas, no puede apreciar la sonrisa que su pequeño le daba por las mañanas meses atrás.

Al tratar de despejar la frente del menor nota que la temperatura de su cuerpo ha subido drastricamente, se pone en alerta, y nota que su cuerpo esta ardiendo, no comprende si es debido al celo o a que está enfermo.

- Minnie...- susurra tratando de despertar al menor- Bebé... despierta cariño...- trata de no sonar desesperado y aparentar seguridad y que nada grave sucede pero su lobo comienza a dar vueltas no sabiendo que hacer

- No...- responde el omega con el ceño fruncido y lo abraza tratando de que el aroma del alfa lo haga sentir mejor, hace algunos minutos despertó por causa de su propio calor, sintió su temperatura subir muy rápido. No había tomado ningún supresor y apenas estaba comiendo en esos días, su lobo levantó su cabeza después de varios días sin inmutarse.

- Minnie....no puedo dejar que sigas así...- trató de razonar con él, lo que menos quería es que el menor empeore- Estas ardiendo en fiebre, cariño...- dijo dejando un beso en la frente del menor quien dejó caer un par de lagrimas, que al alfa le pesaron, y a pesar de que habían sido silenciosas habían resonado en todos sus sentidos- Que sucede?, dile a YoonGi lo que pasa, vamos yo no voy a cuestionarte...- dijo suave para luego atraer el cuerpo de Jimin y que la cabellera del menor descansara sobre su pecho, justo donde Jimin pudiera escuchar los latidos de su corazón.

- YoonGi...- dijo el menor y las lagrimas salieron. Lagrimas que había tratado de ocultar incluso de sí mismo, esas lagrimas que lo habían ahogado durante los ultimos días, no quería que sus ojeras se marcaran mas de lo necesario, no quería preocupar a nadie, pero sus lagrimas volvieron a traicionarlo, volvieron a dejar en evidencia todo el dolor que había estado sintiendo y que no quería dejarlo salir o tal vez no había encontrado la oportunidad para hacerlo, ¿por qué cuando parecía dar un paso hacia adelante, se daba cuenta que en realidad quizás eran diez pasos hacia atrás?

- Me voy a quedar contigo...- susurró el mayor dejando caricias en el cabello del menor quien se aferraba a la camisa de pijama que portaba- Esta bien amor...

Jimin tomó aire y trató de hablar pero una nueva rafaga de lagrimas lo atacaron, luego de días sin hablar su lobo se levantó con las orejas gachas demostrando aún el estado vulnerable y delicado en el que se encontraba emocionalmente. YoonGi tomó la mano de Jimin y besó sus nudillos, el dorso de la misma y vió las marcas en la muñeca del menor...
Jimin se tensó, el mayor no había visto como quedó la piel de esa zona luego de lo sucedido. Sin embargo sus ojos soltaron mas lagrimas cuando YoonGi besó cada una de las marcas, en cada cortada fue plasmando un beso, un roce que trataba de curar esas heridas...
Sus ojos se encontraron con los del mayor quien le sonrió y siguió con su tarea de besar su mano.
Su lobo aulló y el alfa pudo escucharlo a la perfección, Jimin se refugió en el pecho del mayor y YoonGi le abrazo mas, un abrazo que quería Jimin sintiera hasta el alma, que le diera a entender que estaba bien, que él iba a quedarse, que iba a darle amor...

- Ya...no...- susurró de forma ahogada

- Qué bebé?- preguntó para luego besar su mejilla

- No...puedo...- volvió a susurrar- es... dificil... duele...

- Lo sé cariño...- YoonGi suspiró, Jimin se escondió en el cuello del mayor, cada palabra que decía se cortaba por los espasmos que las lagrimas provocaban. Quería que YoonGi le dijera que todo estaría bien, que podía seguir intentando otra vez.

- Yoon... tengo miedo... estoy triste... quedate conmigo... por favor...

- Claro que me quedaré... te amo Jiminnie...

Jimin rápidamente salió de su escondite y miró al mayor. Abrió su boca y trató de formular alguna palabra, pero se escondió en el pecho del mayor llorando de nuevo, YoonGi sin embargo no dijo nada mas, se limitó a abrazarlo y arrullarlo.
¿Así se sentía escuchar que lo amaban?, se sentía un cálido sentimiento en su pecho, algo que no quería dejar de sentir, algo que quería que se quedará allí siempre, quería sentir eso todas las mañanas, a cada segundo del día. Pero...él merece amor? Sus padres lo ignoraron y agredieron por alguna razón, su hermano le lastimó, recibió los insultos y agresiones por que era todo lo que sus progenitores le ofrecían, su lobo cayó por esas tres palabras, no necesitó mas para sentir que podía levantarse de nuevo, poco a poco sintió eso...esa palabra que YoonGi había mencionado, algo que se dió en el momento, algo inesperado, justo como su encuentro, algo que debió ocurrir...

- Como puedes amar a alguien que no se ama así mismo?- preguntó luego de varios minutos en silencio y después de haber podido controlar los espasmos que el llanto provocaba, temiendo la respuesta de YoonGi, esa pregunta incluso podría sonar absurda...

- Si es así, si no puedes amarte...yo te amaré por los dos, cariño...