Cuando la madre de Jungkook llegó a su hogar, se encontró a su hijo hecho un mar de lagrimas. Nunca lo había visto así, ni siquiera cuando se enteró de la clase de alfa que tenía como progenitor. Vió tambien que el otro chico, que ya había visto un par de veces y sabía que es el alfa de Jimin, trataba de no llorar.

Su hijo al sentir el aroma a canela y manzana de su madre alzó la vista corriendo a abrazarla, esperando que su madre pudiera calmarle, tratando de refugiarse entre los brazos de esa mujer que de inmediato le abrazó. Pudo sentir la preocupación y la tensión en el aire, y la tristeza que embargaba el lugar reconociendo de inmediato que esta provenía de Jimin.

YoonGi miró a ambos y sonrió de manera rota, no sabía que hacer y también necesitaba a sus padres para que lo calmaran. Se encogió en su lugar, le había mentido al alfa menor, pudo sentir dolor demasiado dolor de parte del lobo de Jimin, sentió la frustración, el miedo, pero sobre todo la tristeza que embargo por completo a su omega. No había sido la intención mentirle, pero lo había visto tan mal, que pensó en no querer agravar la situación llenandolo de mas panico.

Sintió una mano en su cabello, su lobo aulló esperando que el lobo de Jimin lo escuchara. Nunca se imaginó que sería tan dificil. Y al fin soltó las lagrimas que había retenido.
Ser alfa no significaba ser fuerte siempre. También tenía derecho de expresar como se sentía, también tenía permitido llorar. Había tratado de consolar a Jungkook y al menos lo había calmado un poco pero él seguía sintiendo la presión que buscaba ser liberada de alguna manera...

- Tranquilo Yoonnie...- escuchó la voz de la madre de Jungkook, quien acariciaba su cabello. Con la vista nublada vió a Jungkook sentado en el suelo apoyando su cabeza en el regazo de su madre siendo acariciado del mismo modo que con él estaba haciendo, para calmar a ambos jovenes.- Calma Kookie...

La mujer, cuyó nombre era Eun Ji, los arrullaba calmandolos...
Ambos alfas lo intentaban. Querían calmarse pero no podían...

El lobo de Jimin, aún cuando el lado humano se encontraba dormido, pudo sentir la tristeza de ambos alfas al no saber como ayudarle.
Quiso hacerles sentir tranquilidad pero se encontraba perdido. Demasiado dolido.
Sintiendose egoísta por no salir y explicar lo que había pasado.
Quería decirles lo triste que se sentía, los recuerdos que lo habían inundado cuando alguien mas invadió su espacio, el miedo que recorrió su cuerpo al tener a alguien tan cerca de su cuerpo, y el dolor que afectó cada celula de sí mismo por todas esas emociones desagradables juntas...
Pero ni siquiera sabía como empezar a decir todo lo que su mente recreó en ese angustioso momento.

Cuando se sintió ahogado, en esa noche de insomnio, quería decir todo lo que no había podido durante tanto tiempo, mas ahora no se sentía con la valentía o tal vez no encontraba las palabras para decir lo que lo le había sucedido.
Ese hecho que lo hizo tener miedo, incluso mas miedo del que tuvo cuando su hermano lo acorraló aprovechando que se encontraban solos y comenzó a oler su cuello tocando su cintura de esa manera por la cual comenzó a sentirse asqueado consigo mismo, ni siquiera se comparó al miedo de cuando su padre entraba a su habitación por las noches, provocando sus desvelos y las ojeras que adornaban su rostro cansado, esas veces en las que recibió golpes por haberse resistido a que alguien mas lo tocara, ni siquiera se igualó al dolor que sintió cuando su madre le golpeaba defendiendo a su padre y hermano, acusandolo a él como el estorbo y la mayor vergüenza de la familia...

Se refugió en las mantas, como si ellas fuesen a salvarlo o a borrar todos esos momentos que lo torturaban en sus recuerdos y sueños.
Jimin despertó al verse afectado por el remolino de emociones propias de su lobo y por las emociones tristes y dolidas de los lobos de YoonGi y Kookie, que buscaban conectarse con él para saber lo que había sucedido.
Con cautela se levantó, pasaba ya de la medianoche.
Se duchó en silencio y sacó la ropa que había usado el día anterior y la puso en una bolsa para basura.
Despacio salió de su habitación y se encontró con la madre de Jungkook antes de bajar las escaleras.
Recibió un abrazó que lo calmó y se aferró a Eun Ji, ella había sido como su madre, aunque realmente ella no supiese nada de lo que había pasado con él.

- Están abajo...desesperados por verte...- susurró besando su frente- Esta bien Jiminnie, eres un omega muy fuerte y hermoso...- sonrió Eun Ji volviendo a abrazarlo de manera rápida y despedirse dandole las buenas noches.

Suspiró y bajo cada escalón despacio.
De manera sigilosa vió como Jungkook y YoonGi se encontraban sentados en el sofá con la vista perdida en algun punto de la pantalla del televisor con una taza de chocolate en sus manos.

Dejó la bolsa en el suelo y abrazó a ambos por la espalda.

- No digan nada...- susurró- Lo siento...estuve demasiado mal, no debí alejarlos y es dificil...lo siento Kookie...lo siento Yoonnie...

Ambos alfas se sorprendieron. Ni siquiera percibieron la presencia de Jimin cerca. El primero en reaccionar fue Jungkook.

- Minnie! Sabes como me sentí?- preguntó dejando su taza para luego ir hacia su amigo y abrazarlo- Tuve miedo Jiminnie, me desesperé...lo siento no debí dejarte solo, esto...

- Basta!- Jimin se separó y quito los rastros de lagrimas que habían en las majillas del alfa menor- No lo fue...no es tu culpa, solo pasó...no es culpa de nadie Kookie...

- Pero...

- No pasa nada...estoy mejor...- Jimin le dió su mejor sonrisa, haciendo sonreír a Jungkook aun con lagrimas.

La mirada del omega se dirigió a YoonGi quien estaba con la cabeza gacha, rodeo el sofá y se agachó hasta quedar a la misma altura.
Notó el rostro de YoonGi con rastros de lagrimas también, con sus ojos rojos al igual que su nariz...
Y antes de poder decir algo, este le abrazó.
Algo se removió en el pecho de Jimin, se sintió importante, y querido, haciendolo sollozar y aferrarse a YoonGi. Las lagrimas que quiso retener su lobo las sacó. Su lado humano no quería que lo vieran tan destrozado pero su lado lobuno pudo mas en esta ocasión...

- Casi...enloquezco...- dijo YoonGi entre los espasmos que su mismo llanto provocaba- Estaba desesperado...Jungkook estaba desesperado...Minnie...yo no supe...que hacer...

Jimin se encontraba sorprendido...

- Lo siento...- dijo escondiendose en el pecho del mayor, impregnadose de su aroma. Necesitaba de ello, necesitaba cerciorarse que todo estaba bien, que ese par de alfas jamas lo dejaría, quería quedarse siempre con YoonGi y con Jungkook, compartiendo momentos como los que tenían en la biblioteca, como cuando salían los tres a algún lugar a comer, o las cortas caminatas sin rumbo que tenían por las tardes...

De un momento a otro, Jungkook no lo soportó mas y se unió al abrazo. Mas que un amigo, Jimin era como su hermano mayor, aunque fuese menor que él. Jimin siempre le cuida, lo defendió en muchas ocasiones, le abraza cuando se siente solo, escucha cada una de sus historias, se queda junto a él y comparten aun su silencio, le explica cuando algo es demasiado dificil de comprender, lo apoya siempre...y a estado con él aun cuando se sintió abandonado y su mente comenzó a acabarlo, Jimin le ayudó a combatir esos fantasmas que le quitaban el sueño durante largas noches de insomnio, Jimin le ayudó cada vez que ya no sabía que hacer...

- No nos apartes Minnie...- le dijo Jungkook

- Eres demasiado importante para nosotros...- le dijo YoonGi

Se separaron y Jimin les sonrió con sus mejillas rojas y aún con lagrimas resbalando por ellas, haciendo a ambos alfas sentirse en una extraña calma con solo ver esa sonrisa que el menor les ofrecía.
Se sintieron perdidos por no saber que pasaba, pero cada una de las emociones desagradables se esfumó en cuanto Jungkook recibió un abrazó fugaz y YoonGi un beso en su mejilla.

La tristeza, el miedo, la tensión desaparecieron....
Toda desesperación por no saber nada de Jimin se esfumó en cuanto el omega inundó el ambiente con su avergonzada, tímida y tierna risa...
Algo a lo cual ambos alfas eran debiles...