Los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina...
Las marcas en mis muñecas estaban perdiendo su frescura, ahora se notaban parches oscuros, que cada que podía en silencio, acariciaba y me disculpaba conmigo mismo una y otra vez, con mi lobo sumido en la compresión, ambos tristes, pero un poco felices, quizá estaba empezando a disfrutar el dolor...

También había visto a Kookie con un aire diferente, ahora se notaba mas alegre y con un brillo particular en los ojos, el estar con otro alfa también le hacia bien, aunque cada que YoonGi estaba con nosotros yo me mantenía en silencio, raras veces me metía en las conversaciones...
Jungkook al parecer había encontrado cierta fascinación el hablar con alguien mayor, y YoonGi al parecer no se incomodaba con las preguntas que hacia mi alfa amigo, pues su madre y abuela eran omegas, así que al no tener una figura alfa, aun tenía muchas dudas sobre sí mismo.
Estaba haciendo mi turno en la repostería, cuando mi lobo comenzó a sentirse inquieto y no precisamente por algo bueno.

"Siento algo..."

"- Que quieres decir?"

"No me gusta este olor..."

"- Alguien entró a la pastelería..."

"Me resulta familiar...joder! Es ese hijo de puta!"

"- Estamos en público, además seguimos usando neutralizadores"

"Yo no me siento aún bien, te dije somos pobres y la factura nos salio cara la última vez..."

"- Adentro estaremos bien, no voy a dejar que nada nos pase..."

"Lo sé, además si algo malo pasa, de inmediato moriría, soy omega que se respeta!, y si yo muero, tú de inmediato me seguirías."

"- Lo dices por el vínculo que hemos formado?"

"Exacto. Si algo me pasa, tu parte humana no dudaría mucho..."

"- Es bueno saberlo."

Puede parecer loco, pero conversar con mi lobo me calmaba, de una manera u otra, siempre me calmaba, aunque el cargaba la misma pesadez que yo.
Y ahora había notado la presencia de un alfa, un alfa que me había hecho imposible mi existencia, que me lastimó por mucho tiempo, que me dañó, y que por defenderme me golpeó...
Mi padre acababa de entrar al lugar.
Al parecer llevaba un tiempo hablando con Jin, quien con algo de incomodidad le respondía, pues hasta la cocina se sentía la tensión.
Uno de los trabajadores, que si mal no recuerdo se llama Yung Jae, es omega, y estaba espiando con cierto nerviosismo. El cajero, Jaebum, estaba alerta, era alfa; él y el chef Yung Jae, eran pareja llevaban varios años casados. Según tenía entendido Jaebum era el cajero pues, a pesar de ser un alfa bastante agradable, era también el escudo de los omegas en la cocina, también uno de los meseros era alfa y era hermano menor de Jin, por lo que alcance a visualizar también estaba alerta, en caso de que mi padre hiciese algo que alterase la paz de la pastelería.
Cuando el aroma desapareció, todos parecíamos dar un suspiro de alivio. Ese hombre, espero que no haya notado mi presencia.
Cuando Jin entro a la cocina, parecía que había perdido todos los colores, me le acerque e inmediatamente le lleve un vaso de agua, a la vez que Yugyeom, otro omega, le alcanzaba una silla para que pudiera sentarse.

- Siento la tensión, pero el olor de ese alfa era bastante imponente, quería el servicio de la pastelería para le celebración de bienvenida al nuevo miembro de su familia o algo así- explicó

- Que rápido fue mi hermano- dije bajito pero al parecer no tanto por que me escucharon y todos me miraron rápidamente.

- Jimin? Que has dicho?- preguntó Yung Jae

- Ese hombre es mi padre- dije frunciendo el ceño- En verdad siento que les este haciendo pasar esto...

- Por que no fuiste a verlo?- preguntó Yugyeom

- Por el simple hecho que no voy a volver a verlos, ni a él, ni a mi madre, ni a nadie que decía ser mi familia- dije encogiéndome de hombros y volviendo a lo que estaba haciendo antes del espectáculo de mi señor padre.

Me encontraba lavando los utensilios de la cocina, cuando el jabón hizo que uno de los cuchillos resbalara entre mis manos, cortandome, ardía pero no como lo que mi lobo estaba sintiendo, estaba dolido, se había echado a llorar un poco...
Por que pareciera que no, pero dolía. Dolía tenerlos cerca y no poder verlos sin pensar en todo lo que me hicieron, dolía pensar en todos esos golpes, incluso dolían mas que las cortadas que yo mismo me hacía en medio de mi desesperación.

-  Huele a sangre...están bien?- dijo Jaebum asomándose por la entrada que daba acceso a la cocina

- Claro- respondió su pareja

Yo solo los ignore, y seguí lavando los demás utensilios, sintiendo el ardor del agua y el jabón dañando mas mi piel...
Luego de eso, Jin me llamó a su oficina. Toque la puerta mientras suspiraba pesado.

"No tengo ganas de quejarme..."

"- Y yo no tengo ganas de vivir..."

- Jimin, pasa por favor- se escuchó su voz desde adentro

- De que quería hablar?- pregunté y me indico que me sentara. Lo cual hice.

- No voy a despedirte, pero necesito saber que es lo que pasó, por tu actitud parece ser malo, y no te pido detalles, solo quiero que me cuentes el por que dijiste eso en la cocina...- dijo con preocupación y cierto nerviosismo

- Quiere que me diga el por que me fui de esa casa?- pregunté indiferente- Con todo respeto, no creo que eso sea importante, solo podría decirle que si piensa hacer el servicio a ese hombre tengan cuidado, él es capaz cualquier cosa.

- Jimin...

- Chef Jin- suspire- No se preocupe por mí...con su permiso.

Me levanté y me retiré de su oficina, Jungkook ya estaba esperando por mí.

- Oye tienes cara de espanto- dijo

- Ni me lo digas, adivina quien vino hoy a la pastelería...- le dije sonriendo

- Así que el olor horrible que sentí era tu padre? Vaya...no creí que se llegaría a a parecer tan pronto...- dijo riéndose

- Ahora callate, ese hombre me arruino la tarde- dije

- No te preocupes, Kookie man va a defenderte

- Claro hombre galleta- sonreí negando

El camino fue en silencio, no tenia ánimos de nada, y solo me fui a acostar, mi mente comenzó a causarme estragos, y recurrí a aquellos objetos que de una u otra manera mermaban mi dolor.
Que aunque sea poco, aliviaban mi pesadez...