6. Out of Control
- ¿Sucedió algo malo?.- preguntó Élan mirando al rubio. Podía notar en sus ojos azules que no estaba de un buen humor pero tampoco lejos de ella.
- Nada, cariño, dejémoslo ahí.
- Bien.- ella volvió la vista al horizonte. Era fascinante la vista que tenían sobre una parte de Giga City.- Nightmare ha estado muy tranquilo.
- Mejor para ambos.- dijo Zero apretando su mano.- ¿Hablaron sobre el tiempo que tendrán a Nightmare aquí?.
- Signas no me dijo nada, pero mientras no contagie a nada...todo bien.
Los dos volvieron a quedarse en silencio mientras apreciaban la vista. Zero pensó en las última palabras de Élan y, rápidamente, lo asocio al extraño comportamiento de su pequeño. Pero ¡Era imposible! Había mandado a Axl a dormir, estuvo ahí hasta que durmió y, además, no se sabía el código complejo para abrir la celda. No, Axl no entró, jamás lo haría. Debió de haberle dado insomnio y Red se puso algo loco, con eso de que a los gato les da "el ataque de loquera" y andan para todos lados.
- Zero ¿Qué tanto piensas?, - preguntó la peliceleste recargándose en su hombro.- Has estado muy raro.
- Estoy algo cansado.- suspiró y le dio un beso en la mejilla.- Iré a estar en mi habitación, no te quedes tanto a la intemperie. Los chocolates helados se derriten fácil.
- ¡Zero!.- exclamó ella dándole un empujón y ambos riendo.
Zero se marchó dentro de la base y caminó hasta su habitación, la verdad estaba algo sacado de su concentración, el comportamiento de su niño. Pero eso lo vería después, de hecho, hablaría con Lifesaver cuando estuviese libre. Por otra parte, lejos del rubio, se encontraba el pelirrojo ya con su labio limpio, mirando nervioso a los costados. Los lobos de Élan seguían andando pero algunos no lo dejaban de mirar hasta que su atención era atrapada por otra cosa. Tanta era la necesidad de alejarse de los lobos que intentó correr para llegar a su habitación, pero un reploid de estela azul pasaba por allí con una taza de café bastante caliente y chocó con él. El contenido de la taza fue a dar en la cara del chiquillo pero no le cayó en los ojos, sin embargo, se restregó los ojos por instinto.
- ¡Fíjate por donde andas, imbécil!.- gritó X enojado, al verse manchado de café. A Axl no le agradó su enojo, le ardía la cara cómo los mil demonios y, encima, no podía soportar una rabieta del ojiesmeralda.
- ¡Yo me quemé! ¡Mi cara tiene café ardiendo, so bruto!.- realmente no iba a soportar aquello.
- ¡Mira con quien hablas, enano!.
- ¡Pues con un idiota..! - Iba a seguir insultando al mayor pero un puño lo detuvo, retrocedió aturdido por el golpe y luego tomó conciencia de con quien trataba. Se cubrió de los otros golpes pero algunos lograban alcanzarlo. Comenzó a derramar lágrimas asustado y a escuchar a los otros hunters acercarse mientras alentaban a el azulado.
Sin embargo, algo dentro de si le dijo que tenía que defenderse, es como si Axl ya no tuviese el control de su cuerpo. En cierto momento, su ojo tuvo un rápido destello rojizo. Nightmare estaba siguiendo el juego divertido, había tenido el control del niño. Era como si Axl fuese su marioneta y comenzaba a mover los hilos para divertirse.
- ¡Eres un maldito imbécil!.- exclamó Axl sintiendo la rabia recorrerle cada circuito de su cuerpo. Se lanzó encima del ojiesmeralda, le llenó de golpes en la cara.
Golpes tan fuertes que hacían dudar al mayor ¿De donde sacaba tanta fuerza una criatura pequeña como él? El pequeño apretó tan fuerte el puño que, del golpe en la cara, X comenzó a sangrar de la nariz. Los hunters que estaban alentando la pelea se quedaron atónitos a lo que sus ojos captaban, no sabían que hacer y, muchos, dudaban de entrar a ayudar. Fue el impulso del reploid azul, ambas manos en los hombros del reploid pelirrojo y Axl ya estaba lejos de él. No había una expresión asustada en Axl, no, había una mirada enrabiada y oscurecida haciendo dudar a los demás de que él fuese Axl, el niño asustadizo, el niño al que le hacían bullying. No, él... era diferente.
El ojiesmeralda sacudió la cabeza para retomar su semblante rudo y cruel con el pelirrojo, rodeó con sus manos el cuello del más pequeño, inmovilizándolo contra la pared, forcejeaba contra la irracional fuerza del niño. Sin embargo, Axl comenzó a patearlo a casi la altura del pecho, lo logró apartar y se volvió acercar atinando golpes en el estomago o en la cara. X esquivó un último golpe y tomó su muñeca con una mano y la otra, tomó su cabello para lanzarlo contra el suelo. Se arrodilló sobre él para devolverle la tanda de golpes, pero parecía que el niño nunca se le acabaran las energías, Axl mordió la mano cerrada del contrario y, aprovechando la distracción, lo golpeó otra vez para quitárselo de encima. X se irritaba a cada contraataque del pequeño, tenía demasiada determinación en su mirada, era retante y no se dejaría ganar por un inferior. El malentendido se había convertido en algo mucho más personal, los hunters seguían mirando sin saber que hacer. No sabían si llamar a Signas o a Zero ¡O a alguien que pudiese detenerlos!. Sólo porque el niño no traía sus pistolas sino ya estaría disparándole al contrario, esa era su mayor intención. Quería llenarle el cuerpo de disparos. Estaban a una distancia considerable, quizá Axl no tenía armas de por medio... pero sí X.
Enrabiado por el comportamiento del niño, apuntó su X-buster, aquello sacó un gemido de sorpresa por parte de los espectadores. Axl apretó los puños mirando desafiante a X, el mayor cargó el cañón pero Axl seguía sin expresar miedo. Cómo si Nightmare lo observara todo, dejó de controlar al pequeño que rápidamente había cambiado su semblante seguro a uno de horror puro.
- ¡X, NO, POR FAVOR!. - exclamó Axl aterrado al ver el brillo del cañón apuntarle.
Los ojos esmeralda del pelirrojo se iluminaron con el destello del buster, el disparo estaba por ser detonado. Uno de los lobos entró corriendo y atrapó al niño del cabello para ambos caer al suelo, el disparo se suscitó pero una pared de hielo amortiguó el golpe. Todo el lugar se vio envuelto en vapor, el lobo que había salvado a Axl se puso de pie y gruñó a X por lo que acababa de cometer. X se sobresaltó ante la escena y, en un abrir y cerrar de ojos, su Buster estaba congelado también. Sabía quien estaba a un costado gruñéndole también, por lo que miró al niño encogido en el suelo que tenía el mayor temor en su mirada. Temblando indefenso, llorando silenciosamente y pequeño en la posición en la cual cayó, frágil. Tan débil e inepto, pensó el mayor. Éste volteó a ver a la responsable de que toda su diversión se acabara.
- ¿Qué haces aquí, mujer?.
- Será mejor que te alejes si no quieres terminar despedazado.- masculló Éls levantando algunos pilares filosos en su dirección.
- ¿Despedazado? ¿Por ti?.- X comenzó a burlarse haciendo que Élan aumentara el volumen de su gruñido.- No me hagas reír, princesa, conmigo no podrás.
Al escuchar el llanto de Axl y los gimoteos de Kide intentando calmar al niño, Élan bajó su buster muy despacio al igual que las púas de hielo fueron bajando de poco a poco. Pero su furia seguía siendo igual de grande así que sólo aguardo unos pocos segundos antes de soltarle un puñetazo al reploid azul en la cara lo que lo tiró al suelo, ella se lanzó al suelo intentando golpearlo y, esta vez, los reploids fueron a separarlos Élan ocupó que la echaran lejos entre cuatro mientras X también era separado por cuatro y otros más estaban en medio. Los gritos por detener la pelea eran fuertes hasta que otro grito más se pudo escuchar.
- ¡¿Qué carajo ocurre?! - preguntó el reploid rojo poniendo orden.- ¡Élan, X, ya basta!.
- ¡Deberías ayudarme, éste maldito... ! - Élan se comenzó a controlar para que la soltasen. Zero llegó a su lado y se mantuvo entre ambos.
- Cálmense de una vez, Élan ¿Qué pasó?.
- Ese bastardo casi mata a Axl.- gruñó bajo, mirando fijamente en los orbes de pasto del contrario.
Zero detuvo a Élan cuando volvía hacía el azulado, se limitó a mirar con odio a el otro reploid que inmovilizaban los demás reploids. Axl captó que su papá estaba allí, en algún lugar de esa masa de reploids que calmaban la pelea, había escuchado su voz y quería correr hasta donde estaba para abrazarlo. Pero, por unos momentos, sintió miedo, miedo de volverlo a lastimar o que lo lastimaran a él. Se sentó pero se encogió abrazando sus piernitas, Kide seguía chillándole. No sabía qué hacer, seguía llorando desesperado por hallar alguna solución. No comprendía nada, no entendía nada. Incluso dudaba que su padre lo hubiese visto.
Zero tuvo que ponerse en medio de ambos, Élan estaba que echaba chispas y humo por los receptores pero su agudeza auditiva capto los llantos de Axl por lo que agitó los brazos para que los hunters la soltaran,dio pasos hacia el pelirrojo y le tendió la mano. El pequeñito aceptó sin dudarlo mientras la mirada esmeralda de la loba sólo quería una cosa: matar a X.
Kide siguió a Élan, los tres se iban alejando de ahí. La peliceleste no era de echarse atrás pero sabía que el niño la necesitaba más que otra cosa. En tanto, quedaba un rubio ojiazul que no entendía nada. Unas pocas cosas, como que su mejor amigo casi mata a su hijo.
- ¡Fuera todos!.- exclamó Zero. los hunters se fueron haciéndose menos en el pasillo, escapando de un posible castigo del comandante legendario.- ¿Qué demonios pasó?.
- Axl me atacó.
- ¡No mientas!, - Zero le mostró el puño.- De seguro tu iniciaste la pelea o lo que hayas hecho ¿Matar a Axl? ¡Es lo más estúpido que ha cruzado por tu cabeza!.
- Oh, vamos, Zero. Juraría que eso deseabas hacer la vez que puso un pie aquí. Es más, estoy seguro de ello. Te hubiese hecho un favor.- dijo cruzando los brazos el ojiesmeralda. El ojiazul dió pasos hacia el azulado a lo que este retrocedió.
- Dime la verdad, X.- no toleraría que, por muy amigo suyo que fuera, le siguiera tomando el pelo a cualquiera.
- Es la verdad. - recalcó el ojiesmeralda retrocediendo aún.- Además, a Axl le encanta hacerse la víctima.
- La verdad, X.- el mencionado chocó con la pared pero el ojiazul no conseguía el miedo que andaba buscando.
Un ligero momento de tensión, Zero quería matarlo, aunque fuese su amigo pero sentía esos deseos inexplicables por hacerlo añicos, Axl estaba demasiado aterrado, bastante. Quería estrellar el puño en su rostro a ver que se fraccionaba en su cara, aunque pensaba que, si X tenía razón, el chiquillo ya se había adelantado. Hubiese querido seguirlo interrogando o, incluso, un correctivo pero un hunter llegó a interrumpir. En medio de un momento tan tenso, solicitó que Zero fuera a enfermería con urgencia ya que se había presentado un grave problema.
-Tú y yo tenemos una charla pendiente, cuando esto pase, te voy a buscar y aclararemos esta situación.- amenazó Zero.
-No hay nada que aclarar, los demás pueden responderte que el bastardito comenzó.- bufó X y salió de ahí.
Zero salió hacía enfermería, cada que avanzaba escuchaba diferentes murmullos que lo tenían un poco asustado. Seguramente había pasado algo de los mil demonios, se aterró cuando vio a Kide en la puerta con las orejas erguidas esperando ansioso que la puerta se abriera. Zero entró dejando al reploid lobo ahí quietesito. Al entrar vio a Élan y Lifesaver viéndose mientras la peliceleste tomaba la mano de un inconsciente Axl.
- Que se quede aquí, después veremos que pasa.- dijo Lifesaver.
- ¿Élan? ¿Lifesaver?.
- Zero. - llamó la ojiesmeralda al momento que se acercaba y lo tomaba de la mano para acercarlo.- Axl entró en estado de shock, estaba incontrolable...
- Tuvimos que sedarlo.- siguió el médico.- Le decía a Élan que tendrá que quedarse aquí.
- ¿Cuánto tiempo?.- preguntó el rubio.
- Que pase la noche aquí.- el médico soltó un suspiro.- La verdad no se que pasó, ni siquiera sé si lo que los hunters dicen es verdad.
- ¿De qué hablas?.- preguntó Élan.
- Varios aseguran que Axl se defendió de los ataques, incluso... dejó a X así.
- Suficiente. - Élan lo interrumpió.- No escucharé estupideces, yo lo mato.
Antes de que alguno de los dos pudiese detenerlo, la peliceleste ya se había retirado a algún lugar, estaba segura de que si veía a X, terminaría matándolo, si es que Axl iba a hacerlo, bueno, ella acabaría el trabajo.
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