5. Sistema Fallido

Los lobos esperaban órdenes de Élan, como ella los había instruido estaban formados en fila a lo ancho de su vista panorámica. Sentados en sus cuartos traseros. La peliceleste tenía en sus manos un frasco con un cablecillo que seguía echando chispas. Dadas las circunstancias en las que estaba la base, debía de incluir a su pequeña manada.

- Bien, chicos, estamos tomando precauciones. En la base del Polo Norte les habría dicho que mataran a todo aquel que detectaran como infectado pero aquí es diferente.- les mostró el frasco. Los lobos comenzaron a gruñir al saber que era una mínima porción del virus.- Infectado que detecten, aprésenlo. Sin matarlo, sin hundir los colmillos ¿Entendieron? No quiero bajas en mi manada.

- Tus lobos no lo entenderán, sólo son un pedazo de metal con cuatro patas.

La ojiverde soltó un suspiro de frustración al escuchar la voz del reploid de estela azul. Se dio media vuelta para verlo acercarse a ella, los lobos comenzaron a gruñir al ver a Élan tan tensa o molesta. X se detuvo a casi un metro de ella. Élan les dijo que se tomaran un descanso por lo que los lobos hicieron lo que quisieron.

- ¿Qué haces hablándole a los animales?.- preguntó X.

- ¿Te importa?. -contestó ella de forma grosera.- Hay un virus aquí, mientras todo el personal esté advertido, mejor.

- Ellos no entienden.

- Oh claro que si.- Élan sonrió. Chasqueó los dedos haciendo que tres lobos se acercaran a ella mirando desafiante a X. No solo eso, también comenzaron a gruñir.- ¿Decías?

- No te va a durar mucho el gusto si estas bestias se ponen impertinentes.- amenazó X al momento que retrocedía.

Al hacer eso, chocó con uno de los lobos, el can se molestó que respondió lanzándole una dentella pero X se alcanzó a alejar de sus metálicos colmillos. Se fue dentro de la base mientras Élan se carcajeaba, al menos la había hecho reír. ¡Qué manera de empezar el día!.

✿ ✿ ✿ ✿ ✿

Axl estaba callado y serio. Creando una preocupación inmensa en Zero, su niño no era así ¿Donde quedó esa sonrisa sincera? ¿Esa risita contagiosa? Se sentía aterrado ya que el niño solo estaba sentado en el pasto mirando la nada.

- ¿Estas bien?- preguntó el mayor.

- Si.- respondió seco. Sus deditos acariciaron el pasto para arrancar algunas hierbitas.- Estoy... cansado...

- Dormiste temprano.

- Pues estoy cansado.- replicó bajo. Aquello sacó de onda a Zero, no le contestaba de esa manera.

- Axl ¿Qué rayos te pasa? Ayer estabas muy contento porque pasaríamos tiempo a solas y ahora estás muy irritable.

El pelirrojo rodó los ojos sin que el mayor se diera cuenta. Aunque estaba de un humor de los mil demonios, pronto, aquello se esfumó. Dio un parpadeó y su semblante cambió, miró lo que estaba haciendo para luego ver a su papá que estaba cabizbajo viendo el pasto. Era como si alguien hubiese estado en su cuerpo, quien sabe que tanto había hecho pero ya lo había dejado. Entonces, se puso de rodillas delante de Zero; miró en sus ojos azules que estaban tristes hasta que el rubio se enfocó en sus ojos grandes.

- ¿Papá?.- preguntó el pequeño. Zero lo miró, estaba algo desconcertado.- ¿Estás bien?.

- Me acabas de decir que estabas cansado y tu actitud... - Zero se acercó para verlo más de cerca.- ¿Estas jugando conmigo o qué... ?.

- ¿Podemos andar por ahí? Me estoy aburriendo.

No sabía que estaba pasando pero no le daría importancia. Se levantó del pasto cuando Axl ya se había alejado lo suficiente, corría de un lado a otro mientras reía emocionado. Zero ya se sentía un poco mas tranquilo, pensó que podría tratarse de haberle levantado temprano, el típico mal humor mañanero. Axl le llegó por un costado y le abrazó el abdomen, el rubio se sorprendió, sin embargo, sonrió acariciando sus cabellos rojizos. Axl salió corriendo de nuevo, está vez más lejos de él.

- ¡No corras tan lejos!.- gritó el mayor para tenerlo a la vista.

-¡Alcánzame si puedes!.- provocó el ojiverde.

Axl siguió su camino hasta que al mirar hacia atrás vio a Zero correr hacia él. Axl chilló por la sorpresa y salió huyendo de la misma manera, reía y gritaba que dejara de correr tanto. Axl se perdió entre unos arboles para llegar hasta el riachuelo y saltar de piedra en piedra cruzando sin que el agua lo tocase. Zero seguía detrás del niño, ambos riendo y disfrutando del momento. Pronto, ya habían llegado a un camino reconocible, pero Axl seguía corriendo y riendo hasta que todo se vio alterado de nuevo. El niño empezó a escuchar risas macabras, miró a su alrededor pero no había nada, incluso Zero había desaparecido.

-¿Papá?.- llamó el pequeño. No había nada, ni siquiera el sonido de los pajaritos. Ni el río correr.- ¿Papi... ?.- siguió caminando pero está vez lentamente, las risas seguían escuchándose pero lejanas y siniestras.- ¡Esto ya no es divertido!.

De su grito, solo quedó la reverberancia ni siquiera respuesta, solo el eco y las risas a su alrededor. Siguió despacio y giró sobre sus talones para seguir caminando pero de espaldas, con la esperanza de ver a su padre aparecer por algún lado. Sintió su espalda chocar con algo, se dio vuelta asustado y solo se encontró con un árbol. Colocó su mano en el tronco y avanzó con lentitud para rodearlo aunque no se sentía rasposo y astillado sino liso como la cerámica. Cuando miró alrededor nuevamente, se apareció frente a él de manera sorpresiva. Ante el espanto, el niño retrocedió chillando y volviendo a colocar su espalda contra el tronco. Llevó una mano a su cuello de manera inconsciente. Pero avanzó hacia él, y, aún así, vio con claridad las marcas que poseía, su propia obra de arte, rió bajo y se acercó más.

- Axl... - llamó. El pelirrojo dio pasos atrás, estaba aterrado. Era Nightmare quien estaba ahí ¿Cómo era posible que lo tuviese a menos de un metro?.

-T-tú estás encerrado... - tartamudeó seguro de sus palabras. Nightmare rió bajo, el fallo característico se hizo más intenso hasta desaparecer.

- Estoy en tu mente.- se volvió a oir su voz. Axl miró por el sendero para verlo en medio y bien quieto.- Sólo tu puedes verme y escucharme.

- No... ¿Có-cómo lo has he-hecho...?.- preguntó asustadito. Sintió el dolor en su cuello, un ardor muy fuerte, además de un dolor insoportable en la cabeza.

- ¿Ya lo olvidaste? Entraste a la celda... te dejaste manipular por la curiosidad, eres mi marioneta.- por algún lado del bosque, se escuchaba la voz ya que el pequeño no podía verlo.

-¡¡Basta, sal de mi mente!!.-Axl gritaba por las risas insoportables, por esos dolores inimaginables.

Sus manos se aferraron a su casco mientras gritaba del dolor, estaba aterrado. No sabía por qué estaba sintiendo todo eso. En tanto, Zero había escuchado los gritos de su niño. Había dejado los juegos para salir corriendo a donde estaba el pelirrojo, lo más rápido que sus piernas le permitieron, cada segundo lejos era una desesperación inimaginable. Hasta llegar a donde estaba Axl, el pequeño tenía lágrimas en los ojos además estar arrodillado y con sus deditos hincados en el casco.

- ¡Axl!.- gritó Zero asustado. El pelirrojo tenía un ojo rojo, miró a su padre pero no era él, era Nightmare.- ¡Axl!.

-¡No te acerques!.- gritó Axl sacando ambas pistolas y poniendo sus dedos índice en los gatillos listo para disparar.

- ¡A-Axl! ¡Aguarda! ¡Mírame, soy yo!.- llamó a voces el rubio sorprendido por la acción de su pequeño.- ¡Axl!.

- ¡Aléjate de mi!.- el niño dio su primer tiro, fallando puesto a que Zero lo había esquivado. Al intentar el segundo, el ojiazul había tomado sus manos y las había retenido hacía abajo.- ¡Axl, Detente!.

El pelirrojo forcejeó asustado. Si no podía defenderse tenía que huir, trató de disparar al suelo sin necesidad de tener un porqué, solo estaba aterrado y confundido, solo quería salir de allí. Las pistolas resbalaron de las manitos de Axl para caer en las de Zero, estaba indefenso ahora, realmente sin una salida. Las armas acabaron en el suelo y, ahora, el ojiazul hacía un esfuerzo para que Axl lo reconociera, le gritaba, lo obligaba a mirarlo pero el pequeño se retorcía en busca de escape. Las risas se escuchaban aún, sus ojos volvieron a ver a quien lo tenía atrapado y sólo podía ver a Nightmare. Aterrado, le dio un golpe a puño cerrado en el abdomen del rubio, había sido muy fuerte, de tal manera que se vio obligado a soltarlo y sobarse la zona afectada.

- ¡A-Axl... hi-hijo... !.- gimoteó el ojiazul alargando su mano derecha hacia la silueta del niño que se iba alejando.

Se tuvo que reponer, con un poco de falta de oxígeno fue detrás de Axl. El pequeño seguía corriendo desesperado por alejarse de esas risas siniestras, se metió entre dos árboles y siguió corriendo. Se tropezó con algunas rocas y troncos pero no dejaba de huir hasta que, finalmente, un tronco lo hizo caer pecho abajo. Se golpeo en la cara, su labio inferior comenzó a sangrar, apretó los ojos por el ardor mientras se arrodillaba y se cubría la boca con ambas manos.

- Es el comienzo, pettite, solo ha sido una demostración de que, ahora, vivo en ti... - se escucharon las risas al fondo. Abrió el ojo que tenía rojo pero no veía al responsable de la voz.- Y si hablas de lo que pasó, está vez, haré que el disparo sea acertado en la gema del casco de tu papi.

Volvió a cerrar el ojos, cuando abrió ambos ya eran verdes de nuevo. Volvió a escuchar el sonido del riachuelo, los pajirillos cantar y uno que otro insecto. De pronto, el bosque ya no se veía tan sombrío, sino como cualquier lugar de ensueño. Se quitó sus manitos de la boca para ver la mancha de sangre producto del golpe al caer.

- ¡Axl! - al escuchar la voz del hunter carmesí, vio sobre su hombro. El mayor estaba asustado, se notaba en su cara. En cuanto llegó a su lado, lo rodeó con sus brazos y lo apretó contra su cuerpo.- ¡Santo Reploid!.

- Papá, yo...

- Nada.- negó molesto, separándose para verlo. Antes de hacerlo, vio su labio inferior sangrando.- ¡¿Como carajos te hiciste esto?! ¿Qué está pasando contigo?.

-N-no se... - tragó saliva asustado. Zero sentía deseos de regañarlo pero estaba mucho más asustado que enojado.

El ojiazul abría y cerraba la boca, buscando formar palabras o una frase, miró al suelo y luego a su pequeño. Optó por volverlo a abrazar unos segundos, más para drenar sus sentimientos que por calmar al pequeño, y luego tomar su manita para volver. Axl había decidió aferrarse al brazo de su padre mientras volvían, necesitaba seguridad y tener al mayor cerca le daba mucha. Esperaba que, al volver, pudiera solucionar ese pequeño problema suyo, aunque, él más que nadie, sabía que aquello no era un simple "problemita". Al ir en la motocicleta solo se escuchaba el ruido del motor rugir. Axl pensó en la situación y estaba muy asuatado de lo que habia pasado. Tenía mucho miedo de que las amenazas del virus se hicieran reales... no había sido un problema cualquiera. Pronto recordó todo lo que pasó la noche anterior, las uñas clavarse en su cuello mientras veía en los ojos rojos de Nightmare pero sin duda lo peor era haber escuchado los terribles secretos que escondía quién consideraba su padre. Abrazó su torso escondiendo su cara en la espalda para solo llegar a la H.Q. y olvidar ese trago amargo.No había pasado tanto cuando llegaron a la base, dejó la motocicleta en su sitio de siempre y Axl bajó de la parte de atrás de un saltito. Miró a su papá que claramente estaba muy angustiado por lo que sucedió en el bosque. Tomó un trapito y se lo pasó al pelirrojo.

-Papá...-susurró el pequeño.-No quería hacerlo...es que vi algo y...me asusté...

-No digas más.-interrumpió el mayor hincando una rodilla en el suelo para ver bien en sus ojos grandes.-Quiero que descanses ahora. Ve a dormir o que sé yo y en la noche quiero que vayas a mi habitación.

-No quería...

- Axl.- detuvo el mayor.- Ya no hablemos de eso. Ve y límpiate la boca.

Axl asintió con la cabeza y corrió dentro de la base mientras Zero acomodada bien la motocicleta y aún se quedaba pensando en lo que había pasado. Recordó la expresión llena de miedo del ojiverde, era como si el pequeño viese a alguien que le hizo daño pero ¿Quien? Eso lo vería después, por ahora sólo lo observaría. Se sacudió las manos y se dio la media vuelta para regresar a la base pero se topó con uno de los lobos que llevaba un papel entre las fauces. El repliegue lo ofreció así que Zero lo tomó con algo de duda.

"Hola Rapunzel, no te entretengas tanto leyendo esto solo ven a la azotea"

Elán

Negó con la cabeza mientras se le escapaba una risa, odiaba que le dijera de esa manera pero suponía que así olvidaría un poco la situación del bosque. Entró a la base, varios hunters lo saludaron y él sólo asintió serio. Cuando llegó a la terraza, abrió la puerta para verla de espaldas mirando todo lo que estaba a su vista. Caminó hacia ella, en cuanto estuvo cerca le puso una mano en la espalda haciendo que ella lo mirara y esbozara una sonrisa.

- ¿Qué tal tu salida con Axl?.

- Honestamente, ni siquiera yo sé cómo nos fue.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top