2. Secrets
Ya estaban más calmados, se dieron un par de caricias mutuas antes de volver a lo suyo, un beso de despedida y cada quien por su lado... pero Élan seguía con la duda, no por parte de Zero, sino por el extraño temor de Axl, comúnmente, solo hacían falta un par de palabras de la loba para hacerlo calmar, era lo normal que con tan solo un dulce tono, Axl volvía a ser el mismo. Solo que está vez no estaba funcionando, solo se le notaba muy nervioso, aunque también confundido. Como si el enojo de Zero se le hubiese hecho anormal a sus ojos; no quería generarse ideas erróneas así que lo buscó. Empezó por la lógica, el comedor pero al no encontrarlo prosiguió a su habitación. Al darse cuenta de que tampoco estaba allí, meditó un segundo las cosas y el ruido de una puerta cercana, la hizó girar. Era la recámara del rubio, nadie podía entrar allí a menos que su dueño lo permitiese, los únicos autorizados eran: Ella y X. ¿Por qué ese pequeño hunter de cabellos rojizos se encontraba allí? Parecía buscar algo, la ojiverde notó como volvió a encerrarse en la alcohoba y decidió acercarse, tocó la puerta con firmeza esperando alguna respuesta. Sin embargo, no la había y eso generaba mas dudas de las que ya había. O estaba alucinando o, realmente, nadie le queria abrir pero ella estaba tan segura de haber visto a Axl ¿O es que se imaginaba cosas? Prefirió dejar las cosas por la buena, solamente ese día. Repentinamente, un hunter se dirigió a la reploid para comunicarle que tenía una transmisión desde sus tierras así que decidió ir a atender. Cuando ella estuvo lo suficientemente lejos, Axl se asomó para rectificar que ya no habia nadie.
-Lo siento, Élan. No debes de saber nada.
El hunter que le comunicó la transmisión le estaba explicando lo referente a la video-llamada pero Élan no ponía atención solamente pensaba en el extraño comportamiento de Axl, quería hablar con él y brindarle más confianza para que le dijera pero, hasta lo veía imposible. Llegaron a la sala de operadoras donde Alia la saludo y, acto seguido, presionó un botón para mostrar la transmisión. Hacia mucho que su gemelo se marchó a las tierras del Polo Norte para poner orden y "ser libre". Ahora, Sagan, junto con Blizzard Wolfang se encargaban de la base.
-Sagan, tiempo sin verte.- saludó la ojiverde.
-Hola Élan.- sonrió el ojirojo.
-Alguien se tuvo que ocupar de la base la cual ya está progresando mejor. Pero no podemos tener tantos prisioneros-
-La base del Polo Norte.- Entró Signas y Zero para saber de la llamada.- Servirá para eso, así lo acordamos.
-Con todo respeto, señor, pero no pensó eso cuando la base emergió de la nieve.- dijo Sagan de manera seria.- Y, sin embargo, tenemos ciertos "favores" que le deben a este lugar y a la teniente por lo que me involucra a mi.
-Mmmm, está bien. Pero solo será un plazo, lo acordaremos luego.- concluyó el líder erguiendose.- ¿De cuantos prisioneros hablamos?.
- Uno. Pero que se considere que hablamos del mismísimo Nightmare en forma física, tomen las medidas necesarias. Corto contacto.- terminó el lobo antes de que la trasmisión acabara de golpe.
Élan se llevó una mano a la cara antes de poder decir una serie de palabras que estaban dirigidas al comportamiento tan "salvaje" de su gemelo. Soltó un suspiro y, como de película de terror, se dio la media vuelta para ver un enfurecido Signas y un asombrado Zero. De un momento a otro, hasta las operadoras se marcharon para un poco más de privacidad.
-¡¿NIGHTMARE?! - gritó el líder haciendo que Élan se sobresaltara un poco.- Es que acaso ¿Tu hermano no pensó en el riesgo que es traer a esa "cosa" aquí?.
-Señor, - intervino Zero.- Siento el mismo deseo de matar al lobo de ojos rojos al igual que usted, sin embargo, sé que podremos mantener aislado a Nghtmare. Además, sólo será un tiempo.
-Señor, - volvió a llamar Élan.- Discuta el lapso con Sagan y que revisen la celda aislada, lo demás...que nadie se acerque a Nightmare mientras está en la celda. Y, una última cosa, que tengan cuidado con sus manos, si las garras atraviesan el metal de nuestras armaduras, sufriremos el contagio.
El líder miró a ambos reploids que esperaban una respuesta de él, lo que fuera al menos para romper la tensión. No tenía otra alternativa, chasqueó la lengua y les dio la espalda diciendo que acordaría el plazo al día siguiente. En tanto, Élan soltó un suspiro y también se fue pero quien quedó pensando fue Zero. Nightmare en la base y había alguien que sentiría mucha curiosidad por verlo.Rápidamente, pensó en Axl.Debía tomar medidas o todo se sumiría en un irremediable caos. Salió con la frente en alto y a penas se limitó a hacerle un gesto a un hunter que se limitó a asentir y correr. El ojiazul llegó a la entrada de su recámara, abrió e inmediatamente, entró para cerrar detrás de su espalda, de manera rápida.Las palabras seguían sonando dentro de su cabeza "Nightmare en la base". Odiaba que esa frase lo hubiese puesto en un estado de paranoia interna. No temía por él, temía por...
-¿Papá? ¿E-estas bien?.
La infantil voz del hunter pelirrojo hizo que el rubio despertara de sus pensamientos. Lo vio ahí tan Confundido, sus grandes ojos verdes esperaban una respuesta del mayor ¿Y si la loba ya lo sabía? Pero Axl actuó como si solo quisiera pasarla con sus amigos.
-Si, tú tranquilo.- respondió el mayor pasando a su lado.
-Lamento haberte quitado tu momento con Élan, pensé que estabas solo.- se disculpó el pelirrojo jugueteando con sus dedos un poco nervioso.
- ... - Zero suspiró, se sentó en su camilla y dibujó una sonrisa pequeña, recordando su momento a la caída del sol.- Está bien, Axl. La próxima vez entiende que esto.- repitió el gesto de aquel momento.- es que salgas.
- Entiendo, la próxima los dejaré en paz. - asintió tímido el niño. El rubio colocó una mano a un costado suyo y la palmeó, invitando a el hunter de armadura azul marino se sentara con él.- Yo... quiero hablar algo contigo, Zero.
- Te oigo.- la mirada de Zero se llenó de intriga, los ojos de su pequeño tenían cierto rastro de tristeza.
- Es sobre... esto.
- ¿Esto?.
- Sí, esto. Es que... ya no me gusta... no me gusta ser TÚ secreto.
- También es tú secreto.
- Pero tú eres libre de andar por allí y... y... y técnicamente haces lo que tú quieras. En cambio, yo... yo... yo no puedo hacer eso. Tengo que alejarme de ti, tengo que actuar cada vez que me hablan de ti. Me escondes, papá. Lo único que falta es que me ates a tu cama y me pongas una correita. ¡No quiero seguir así!.
- Deja de gritar, te pueden oir.
- ¡Tú lo único que quieres es que Élan no se entere!.
- Pues sí, eso quiero. ¿Por qué no quieres entender que te quiero cuidar?.
- Me quieres lejos para andar con ella... - finalizó con voz quebrada y muy baja el pelirrojo antes de darle la espalda.
- Axl... - Alguien tocó la puerta y la tensión se rompió, Zero chitó a el niño de manera baja para que mantuviera silencio, mientras él atendía sin necesidad de abrir.
-¿Quién?.
-Zero, soy yo. ¿Has visto a Axl?, No lo encuentro.- era Élan que seguiría tomando su investigación.
-Aahh... De seguro debe estar jugando por ahí o quizá en el área de entrenamiento.- respondió el rubio sin dejar de ver su pequeño que estaba entre enojado y triste.
-¿Y porque demonios no me abres?.
-Élan, estoy ocupado con los informes. Te veo de rato o mañana.
-Como quieras, cuando te pones tan temperamental como una humana hasta prefiero que Dynamo este aquí.
Ni siquiera tuvo tiempo de responder ya que escuchó los pasos suaves de la peliceleste ir cada vez más lejos. Como odiaba cuando le mencionaba de ese maverick cobarde. Pero eso no era el tema a tratar sino el problema que estaba teniendo con su niño que seguía demasiado molesto.
-¿Sabes que creo al tenerme escondido?- el niño se quedó cerca de la puerta.- Que te avergüenza ser mi padre.
-No, no es eso.- negó el rubio.- Solamente, no te quiero poner en riesgo. Hablo de verdad.- Se acercó al niño y lo abrazo.- Me han intentado matar usando a Éls; no podría soportar que te usen a ti... - lo tomó de los hombros para verlo a sus ojitos verdes.- Yo haría lo que fuera para que estés a salvo.
-... Esta bien.- Finalmente exclamó el niño. Axl se acercó a la puerta y tomó el pomo.- Confío en ti. Yo... te veo mañana.
El pelirrojo se limitó a salir y a andar por los pasillos sin rumbo. La verdad era que no confiaba del todo, así que comenzó a crear un plan para ganarse su verdadera confizanza, sabía que aquello que le habían dicho no era del todo cierto. Caminaba con la cabeza gacha y sin ver a donde iba. Chocó con alguien y se disculpó con rapidez alzando su cabeza.Su sorpresa fue haberse topado con quien menos debía, pronto se cohibió un poco más. Hasta el punto de dar con la pared mientras aquel reploid se acercaba para seguir intimidando al pequeño. Se trataba de X con quien seguía teniendo problemas.
-¿Por que no te fijas?- gruñó molesto. Axl quería fundirse con la pared para evitarse algún golpe. Además, no respondió. -¿Te comió la lengua el Maverick?.
-Yo... yo... yo solo pasaba.- Finalmente, el pelirrojo se dignó a hablar.
-¿Y no tienes ojos para ver, idiota?.- X lo tomó con brusquedad de sus cabellos rojizos haciendo que el pequeño soltara un gritito por la sorpresa. La forma en que lo tenía hacía que el niño quisiera llorar.-¿Por que lloras? ¡No te estoy haciendo daño!.
Sin embargo, al escuchar el alto gruñido proveniente de su espalda, tuvo que ir soltando de poco a poco al niño hasta que volvió a pegar su espalda a la pared. El ojiverde mayor se giro lentamente para hacerle frente a la responsable de aquel sonido amenazante.
-Donde te vuelva a ver que estás usando tu autoridad en alguien menor a tu, me vas a conocer mejor.- gruñó Élan más alto.
- Tranquila, no creo que Axl me haya puesto de humor para conocerte, linda.- dijo el hunter de estela azul, procando cólera en la loba.
X se limitó a mirar con asco a el niño y retirarse por su original camino. Élan lo siguió con la mirada hasta perderlo en la infinidad de los pasillos, sintió algo cálido aferrarse a ella y se sobresaltó ante la sorpresa.
- Gracias, gracias... - susurró el pelirrojo enterrando su rostro en la armadura de la peliceleste.
- Con calma, cariño. Sabes que puedes contar conmigo.
Axl alzó su vista y mostró una sonrisa pequeña. Sintió como ella acarició sus cabelos y luego tomaba una de sus manos para llevarlo con ella. Desde un tiempo acá, X se portaba de una manera cruel hacia Axl, lo cual le resultaba extraño a la reploid. Él no se portaba así, antes trataba a todos por igual pero con Axl habia estado portandose como si el pequeño fuese su diversión. Ella se llevó al niño hasta el comedor donde varios hunters los vieron pero, rapidamente, siguieron en lo suyo, Élan tomó una rebanada de pastel y se fue a sentar con el niño, apartados de los demás. Empujó el pequeño plato hacia el pelirrojo.
-Vamos, come.
-Gracias.- Axl tomó el tenedor y picoteo una parte para luego llevarlo dentro de su boca.
-Hay veces en que desearía convertir a X en el juguete de mis lobos.- dijo Élan haciendo que el niño riera.
-Gracias por salvarme.
-No es nada, te dije que cuentas conmigo. Uhmm, Axl ¿Está todo bien contigo?.
-¿Porqué preguntas?.
-Me da curiosidad, no sé.- ella se encogió de hombros.
-Estoy... bien... - sonrió con naturalidad.- Sólo son pequeñeces, pero nada más
-Axl, lo que sea...sabes que estoy para ti. Zero será mi pareja pero tú y yo somos muy cercanos, después de todo, cuando llegué a la HQ tú me diste la confianza-sonrió ella.
"Somos pareja" aquello le daba rabia al niño, porque ellos si podían decirlo con libertad pero Axl y Zero no podían decir que eran hijo y padre. Sentía celos pero también tristeza; aunque ella no era responsable de lo que pasaba, no podía evitar esas emociones. Trató de disimular y llevó otro bocado a su boca, desgustando con lentitud aquel trozo de harina, crema y azúcar que creaban una fiesta de sabores deliciosos en su paladar artificial.
-Oww, Axl, quería hacerte un pequeño comentario. Resulta ser que llamó mi hermano y van a transferir a Nightmare.
-¡¿QUEEEÉ?!.- gritó el chiquillo haciendo que los demás voltearan a verle intrigados. Sin embargo, volvieron a lo suyo.- Pero... pero esa cosa te...
-Va a estar en aislamiento, sólo te pediré un favor, - ella le mostró su dedo índice.- No vayas a acercarte ¿De acuerdo? Nightmare es...muy peligroso.
- Bien... - el pequeño disimuló mal. - Pero ¿puedo ver al menos?.
Ella pensó y se le quedó viendo por unos instantes. Axl conocía a Élan y sabía que ni ella ni nadie en la Base se resistía a una adorable carita que él solía aplicar en ocasiones como estás. Así que, alargó un poco la cara e hizó que sus ojos se vieran grandes y brillantes. Lo más adorable que cualquier ser conciente y viviente haya visto. La loba rió ante su ternura y cedió colocando ciertas condiciones. Como quedarse cerca de ella y por ningún motivo, acercarse al área de trabajo. Aquellas condiciones eran aceptables para el nivel de travesuras de Axl aunque éste solo se imaginaba como sería ver al mismísimo Nightmare de cerca y en persona.
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