04 de diciembre de 2016

Los famosos "Mik" eran una organización criminal coreana muy poderosa, su fachada como sociedad mercantil lograba que sus actividades ilícitas fueran indetectables para la policía pero había un trasfondo aún mucho más oscuro; sus robos a grande escala, usura y asesinatos impecables eran algunas de las actividades que los caracterizan, además eran dueños de clubes nocturnos y clubes de ocio familiar, bares, medios de comunicación, y algunas empresas de idols, en los 17 años que llevaban habían obtenido destacables logros, su conexión con la mafia rusa estaba en su auge, los territorios de Gwangju, Mokpo, Incheon, Busan eran completamente de su dominio y mantenían actividades activas con grupos mafiosos japoneses, chinos y mexicanos lo que los convertía en una entidad del Crimen Organizado Internacional poderosa obteniendo como resultado que su imperio aumentará cada vez más. Pronto debían encontrar un heredero que se fuera acoplando a esta gran responsabilidad.

Y Kim Seokjin ansiaba tomar las riendas de esa vida tan excitante que le esperaba, las ganas de dominar ese peligro y hacerlo suyo cada vez eran más.

– "Seokjin, tenemos que hablar." – Dijo su padre entrando a la habitación de su hijo.

– "Pero papá, hoy es mi cumpleaños no vengas a regañarme de nuevo..." – Habló Seokjin en un tono un tanto mimado desentonando por completo con su rostro tan maduro.

Le acarició su cabello negro para luego irse a sentar en la cómoda cama. – "No he venido a eso, hoy es día especial ya cumples 18 años y debemos tener una conversación muy seria, pero antes quiero preguntarte algo."

Su hijo se levantó de su silla del escritorio para acercarse a su padre. – "Si claro, ¿Qué pasa?"

– "¿Sabes qué significa esto?" – Levantando la parte baja de su pantalón señaló un tatuaje que se encontraba localizado en su pantorrilla. Seokjin se acercó un poco más para verlo mejor.

– "Si lo sé, es un uróboro lo he visto grabado en algunas de las cosas de tu oficina y en tus armas, no sabía que lo llevas en la piel." – Habló su hijo sorprendido como si hubiera descubierto un tesoro.

– "Tienes toda la razón hijo, eres muy observador... Todas las geondal tienen un determinado emblema o figura que los diferencia de las demás y el nuestro significa la vida cíclica de las cosas." – Comenzó a explicar su padre serio. – "Es decir, nuestra existencia tendrá un inicio y un final, pero siempre volverá de nuevo a darse este ciclo, renacemos de una manera distinta pero constante." – Terminó de explicar mientras trazaba un círculo imaginario en el dorso de la mano de su hijo.

– "¿Por eso tienes un dragón que muerde su cola?" – Preguntó Seokjin sintiendo cosquillas en la mano producto del contacto áspero de su padre..

– "Exacto hijo y ahora que lo sabes debo preguntar si estás completamente seguro de formar parte de los Mik, una vez que estés dentro solo hay una manera de salir y es con tu muerte." – Habló Dae-hyun con un toque de nerviosismo en su voz, rogando que su hijo se negará.

– "Papá he esperado que me hablarás sobre esto desde que era niño y sabes que mi respuesta siempre sería la misma, por supuesto que sí quiero formar parte de los Mik, daré mi vida si es necesario." – Respondió el joven completamente serio y comprometido porque ya sabía la nueva vida que tendría.

– "Entonces tengo tu regalo hijo mío, iremos a hacerte una pequeña marca hoy." – Se levantó su padre un poco triste caminando hacia la salida, pero tranquilo al ver que Seokjin venía abrazado a él.

La angustia no le daba un buen sabor de boca, pero haría todo lo que estuviera en sus manos para proteger a su único hijo.

*Diseño del tatuaje de Seokjin.*