Capítulo 20: "Baile de mentiras."
25 de noviembre del 2017
"Cada vez falta menos" se motivaba Namjoon, tratando de disminuir sus nervios, él no quería estar ahí pero no pudo luchar contra la insistencia de su profesor tutor, quien además había pagado por las entradas de su madre y él, sus trajes y todo lo necesario para el baile del final de curso.
En el transcurso del camino acomodó su corbata al menos quince veces, su madre al notar el nerviosismo de su hijo, tomó su mano acariciándole y transmitiendo protección, la misma protección que Namjoon necesitaba en ese justo momento. Sonrió agradecido y como muestra de ese agradecimiento no dudo en darle un casto beso en su frente, contacto que su madre añoró por muchos años, por lo que no evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas al instante. Lágrimas que cariñosamente su hijo ayudó a limpiar.
El imponente hotel Park Hyatt Seoul sobresalía desde lejos, desde la comodidad del carro se notaba las luces de las habitaciones iluminando el cielo, el gigante rascacielos se veía con más claridad conforme se acercaban, el lujo se notaba desde la entrada principal, al entrar Namjoon se sentía fuera de lugar, la elegancia era el factor predominante en la decoración, los colores sobrios y los detalles en dorado le daban ese toque de ostentosidad a la cual él no estaba familiarizado. La recepcionista del hotel se acercó con una gran sonrisa, luego de hacer una reverencia les indicó el camino al salón principal, donde se realizaría el evento.
Varias personas se encontraban en sus asientos, la decoración del salón era más distinguida que la de todo el hotel, arreglos florales en tonos vinos armonizaban con los colores de los manteles, las sillas estilo Luis XV en color blanco daban por logrado una tríada perfecta con los otros dos elementos, unas bonitas y sedosas telas colgaban desde el techo dando un aspecto estilizado, Namjoon no podía parar de contemplar el lugar, le era imposible disimular su asombro ante todos los detalles, todo le parecía excesivamente pulcro y costoso, su incomodidad aumentaba conforme se acercaba a sus asientos, se avergonzaba de el mismo pues no sabía como comportarse en situaciones como ésta.
Seokjin se encontraba ligeramente atrasado, el chofer estacionó el coche en el parqueo subterráneo, le avisó a sus padres que se adelantaría y aceleró el paso en busca de los ascensores, en cuestión de unos cinco minutos traspasó las grandes puertas de madera oscura, observando como Hoseok junto a sus padres y hermana buscaban entre la lista de invitados sus asientos correspondientes, se acercó palmeando la espalda de Hoseok llamando su atención.
– "Me alegra que estés aquí." – Lo abrazó mientras le susurraba en el oído.
– "Por más que me negué mis padres ya habían pagado todo y se notaban ilusionados." – Explicó Hoseok secamente soltándose del abrazo.
La familia Jung se encontraba en una mesa aparte, sin embargo estaban colocados a la par de las dos familias Kim, por lo que Seokjin y Namjoon se sentaron juntos quedando a espaldas de Hoseok, por lo que solo necesitaban voltearse para entablar una conversación, el salón se comenzaba a llenar rápidamente, estudiantes en sus mejores vestiduras se iban formando en una fila, listos para iniciar con una noche muy especial.
El maestro de ceremonias comenzó con las actividades, el discurso fue emotivo y precioso, los padres no podían contener las lágrimas al recordar como sus hijos lograron llegar hasta este momento, algunas fotografías se proyectaban mostrando como los jóvenes gastaban su tiempo estudiando y pasando sus horas en clases, otras imágenes se colaron enseñando a los estudiantes compartiendo momentos de ocio entre ellos. Un sollozo se escuchó a lo lejos en el momento que pasaron una fotografía de Yoongi acompañado de Hoseok, el castaño no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas cargadas de impotencia por lo que apenado se levantó buscando refugio en los baños. Namjoon fue detrás de su amigo para consolarlo, entrando a los cubículos escuchó el llanto imparable, por lo que se recostó al lavatorio dándole un poco de tiempo para desahogarse al mayor.
– "Odio que esto haya tenido que pasar." – Habló Hoseok saliendo.
– "Lo sé Hobi, pero no hay nada que pudiéramos haber hecho para evitarlo" – Le tendió su pañuelo.
– "Lo tengo muy claro Namu, pero ya estoy harto de fingir maldita sea..." – Secó su nariz y guardó el pañuelo en su bolsillo.
– "Pronto lo superarás." – Fue lo único que pudo responder Namjoon sintiéndose culpable al momento en que escuchó sus propias palabras.
Regresaron luego de un rato, la música ya había cambiado por algo más movido, padres e hijos bailaban juntos o por separado, pero muy pocas personas se encontraban en sus mesas, Seokjin y sus padres estaban muy enfrascados en una conversación con la señora Kim, Namjoon al notarlos tan afines se unió a la plática.
– "Tu madre es una señora muy agradable, Joonie." – Confesó Seokjin mostrando su sonrisa más encantadora, aunque un tanto fingida según la percepción de Namjoon.
– "Claro que lo es." – Fue lo único que respondió mientras veía a su madre tan relajada.
La conversación se fue haciendo más amena, recuerdos de la infancia de los dos jóvenes fueron saliendo entre risas, la señora Kim evocó los pocos momentos felices de la infancia de su hijo, evitando mencionar la historia de su esposo pues no estaba segura que tanto les había hablado Namjoon de su pasado. Kim Ha-Neul, en cada palabra transmitía pureza y bondad, el amor por su hijo era latente y difícil de ocultar, protegerlo era su tarea una de la cual no podía presumir que había cumplido con totalidad.
La charla cesó cuando los dos chicos tuvieron que irse para una actividad entre los estudiantes, todos se aglomeraban en la terraza esperando expectantes que venía a continuación, el maestro de ceremonias y sus asistentes comenzó a repartir unas linternas flotantes, algunos se formaban en parejas y otros en tríos, el ritual era sencillo, pedir un deseo y dejar que la linterna flotará hasta el cielo.
Los mejores amigos se acercaron tomando entre dos la linterna, mientras Seokjin se adueñaba del encendedor.
– "Cuidado quemas mi traje." – Habló Hoseok riendo por primera vez en la noche.
– "No soy tan torpe." – Respondió poniendo una mano en su pecho simulando estar ofendido.
– "Deberíamos comenzar, ya hay varias flotando." – Señaló Namjoon con su cabeza el cielo.
Los chicos dejaron de bromear para volver a la emotividad del momento, el primero que expresó su deseo fue Namjoon, mentalmente pidió porque todo acabará de buena manera para él, Seokjin serio pensaba en tener un futuro próspero y en poder ocultar sus secretos por bastante tiempo y Hoseok entre lágrimas solo elevó una plegaria por su amado novio, donde fuera que estuviera. Se miraron entre los tres y dejaron flotar la linterna que se fue alejando lo suficiente para perderse con las otras, convirtiéndose en un pequeño punto en el cielo. Hoseok debido a lo emocional que era ni dudó ni un segundo en atraer a los dos amigos a sus brazos, demostrándoles en ese abrazo cuánto los quería. Los otros dos incómodos aceptaron ese abrazo siendoles imposible pensar en todo la culpabilidad con la que cargaban.
El momento que más temía Namjoon se estaba acercando, los cubiertos y platos estaban meticulosamente colocados en la mesa de forma pulcra, los meseros se acercaban con la comida, sirviendo con cuidado en los platos y ofreciendo entre varias botellas de vino a los mayores. Para Seokjin no pasó desapercibido como su amigo observaba nervioso la cubertería, sin pensarlo posó su mano en la rodilla del menor por debajo de la mesa, dándole un pequeño apretón en señal de confianza y con la mano disponible escogió el cubierto necesario para el tipo de comida, cada cierto tiempo le susurraba al oído el proceso que debía seguir para comer correctamente, sin embargo, solo lo hacía a modo de enseñanza pues al cabo de un rato Seokjin solo estaba comiendo con dos cubiertos, así como pensaba hacerlo Namjoon. El mayor en ningún momento alejó su mano y cuando tuvo el coraje de separarse, sintió como el moreno le tomaba la mano impidiendo que se apartará. Namjoon estaba decidido a aprovechar esos íntimos toques, porque muy probablemente serían los últimos. Seokjin avergonzado y con sus orejas rojas desvió la mirada del plato hacia el rostro de Namjoon, que le sonreía mostrando sus hoyuelos los cuales apreció deslumbrado, tratando de guardar esa imagen en su memoria para recordarla cuando ya no los pudiera ver en persona.
Las horas del baile se fueron agotando velozmente, entre risas y danzas improvisadas los tres muchachos disfrutaron una de sus últimas noches como colegiales, sus compañeras tímidamente se acercaban luego de reunir un poco de valor para invitarlos a bailar, pero cortésmente se excusaban alegando que querían pasar los tres juntos hasta el final, sin embargo, las invitaban a unirse por lo que el pequeño círculo se fue agrandando hasta el punto de que todos los estudiantes se encontraban saltando y abrazándose entre ellos.
Muchos estudiantes se despedían entre ellos emocionados por haber pasado una noche inolvidable, transitaban hacia la salida acompañados de sus familiares y varios se reunían para seguir la fiesta en otro lugar. Las familias Kim se dirigían en direcciones opuestas, al momento de separarse los padres se hicieron mutuamente una reverencia y una despedida cortés fue lo último que se dijeron, sin embargo, Seokjin tenía otros planes.
– "¡Señora Kim!" – La llamó robando la atención de su padre y Namjoon. – "¿Cree que podría salir un rato con Joonie?" – Preguntó pidiendo permiso. – "Prometo cuidarlo y llevarlo yo mismo de nuevo a su casa." – Habló rápidamente y con un toque de nerviosismo.
– "Por mi parte no hay problema cariño, pero solo si Nam quiere ir." – Respondió mirando a su hijo.
– "Me gustaría mucho ir, pero no quiero que te vayas sola." – Se dirigió a su madre.
– "No te preocupes por eso Namjoon, nosotros le diremos al chofer que la deje en la puerta de su casa." – Aseguró la madre de Seokjin. – "Ve a divertirte." – Ordenó mientras palmeaba su brazo.
Namjoon en señal de aceptación se quitó el saco y se lo entregó a su madre, besándola se despidió. – "Ten cuidado y avísame cuando llegues a casa." – Le pidió mientras se quitaba la corbata y la guardaba en el bolsillo del pantalón.
Se despidieron de sus padres y comenzaron a caminar, Seokjin se arremangó su camisa creando así un look más casual, Namjoon repitió el mismo proceso mientras se desabrochaba el primer botón de su camisa blanca. La caminata en busca de un taxi se fue extendiendo, Namjoon tenía la corazonada de que algo malo pasaría en cualquier momento por lo que fue disminuyendo la velocidad de sus pasos, el presentimiento de ser expuesto empezó a molestarle. Estaba tan absorto en sus ideas que no notó que Seokjin se encontraba muchos pasos atrás de él.
– "¿Por qué lo hiciste Joonie? ¿Creíste que nunca me daría cuenta de que tu mataste a mi mejor amigo?" – Habló Jin con la voz entrecortada y tratando de demostrar fortaleza.
– "¿Estás loco?" – Bufo Namjoon acercándose a su amigo. El momento que estaba presintiendo estaba cerca.
– "Por favor Joonie..." – Suplicó con un hilito de voz. – "No puedo más. dime si fuiste tú y no me mires a los ojos para decirme mentiras."
Ya no podía sostener más esa mentira que era su vida completa.
– "Nunca debiste aparecerte, estaba seguro que te quedarías en el local." – Confesó cansado de toda la falsedad.
– "Entonces era cierto..." – Sus lágrimas se amontonaban en sus ojos.
– "Joder Jin sí, si era cierto yo maté a tu estúpido amigo ¿Estás contento ahora?" – Gritó enfurecido y asqueado al ver como el chico que se encontraba con él comenzaba a llorar.
– "¿Cómo pudiste? ¡¡Eramos tus amigos!!" – Gritó tanto como su voz ronca se lo permitió. – "Yoongi te quería como nadie más, te cuido desde el inicio."
– "¿Y crees que eso a mi me importaba?"– Empezó a reír. – "Seokjin eres tan ingenuo o tan estúpido, y no se cual de las dos es peor..." – Paró de reírse para mostrar su ceño fruncido.
– "Eres un maldito, te dimos toda nuestra confianza, yo... yo..." - Su llanto imparable no le dejaba hablar con claridad.
La escena tan vergonzosa le estaba poniendo los nervios de punta, se estaba cansando de todo este teatro tan lastimoso. Sentía como los miraban desde lejos por lo que decidió dar por terminado esta bochornosa situación.
– "¡Joder entiende que todo era mentira! Su amistad era una mentira para mí, nunca los quise y jamás lo haré, los tres eran unos imbéciles que pasaban todo el día encima mio, me tenían harto..." – Se sentía bien decir todo lo que había planeado desde hace mucho.
– "¿Por qué Yoongi?" – Era lo único que quería saber Seokjin.
– "Porque tú eras mi objetivo inicial pero te sabes cuidar muy bien y Yoongi era un marica muy débil." – Respondió acomodando sus lentes. – "Deja de llorar y entiende que ustedes no me importaban, los odio de hecho."
– "Pero tratabas bien a Hoseok, a mí me demostrabas cariño y con Yoongi sonreías sin parar." – Seguía sin entender a que venían todas las palabras de Namjoon, jamás imaginó que las cosas se darían de esa manera, eso no estaba en sus planes.
– "Diablos sí, fue asqueroso fingir todo eso." – Quería alejarse de ahí pronto o las cosas empeorarían, así que estaba siendo más grosero de lo normal e inventando sobre la marcha todas esas palabras hirientes.
– "Eres un maldito, no tienes idea de todo lo que Hoseok está sufriendo por tu culpa, lo doloroso que ha sido escucharlo llorar desgarradamente por la muerte de su novio mientras se aferraba a mí, los gritos que pegaba por las pesadillas." – La rabia brotaba desde lo más profundo de su ser. – "Eres un monstruo y no puedo creer que yo te quise..."
– "Pues si querido Jin, soy un maldito monstruo y ¿Sabes qué?" – Se acercó lo suficiente para quedar justo a su frente. – "Me encanta ser así, debiste ver como lloraba Yoongi asustado en el callejón donde lo acorralé o como suplicaba que no le hiciera daño y debiste ver como decía el nombre de Hoseok y el tuyo estaba muy asustado y lo disfrute muchísimo." – Comenzó a tomar el cuello de Seokjin para pegarlo más a su rostro. – "Debiste sentir lo caliente que era su sangre cuando brotada de las cuchilladas que le di, como su última palabra fue Hoseok en modo de despedida, como sus ojos iban perdiendo el brillo que los caracterizaba mientras iba muriendo, todo eso fue un placer para mí, uno que no pude disfrutar porque al rato llegaste..."
– "¡¡¡BASTA, POR FAVOR NO DIGAS MÁS!!!" – Gritó llorando desesperado al imaginar toda esa situación.
– "Estropeaste mi plan por completo porque me lo iba a llevar para cortar esa paliducha piel de su espalda, sería mi premio personal y recordaría como fui tan inteligente para engañar a tres estúpidos e infiltrarme en su amistad, les derrumbe su hermosa vida y lo he disfrutado a cada segundo." – Siseaba las palabras con veneno.
Seokjin no aguantaba más, percibía como su mirada se tornaba borrosa, su corazón latía desbocado, notaba como Namjoon seguía burlándose de su amigo, pero no podía escuchar, comenzaba a experimentar un pitido en sus oídos, se estaba volviendo loco y ya no quería saber nada más quería irse, correr hasta que sus piernas se quedarán sin fuerzas, no podía creer que a quien consideraba su amigo y algo más le estuviera mintiendo por tanto tiempo, se sentía utilizado y torpe por haber permitido que todo esto sucedería, la muerte de su amigo había sido su culpa también.
– "Deberías cuidar a Hobi, podría ser el siguiente si no me dejas en paz." – Amenazó Namjoon con una sonrisa ladeada, estaba disfrutando ver como ese chico temblaba y se ponía pálido.
Seokjin reaccionó en ese momento al escuchar ese sobrenombre cariñoso que ya ese joven no tenía derecho de mencionar y sin esperarlo se soltó del agarre de Namjoon para luego abalanzarse sobre él dejándolo en el suelo y quedando encima de él, un puñetazo con su mano derecha impactó en el labio del moreno y con su mano izquierda lo tomó de la camisa para no dejarlo ir, rompiendo unos cuantos botones en el proceso.
– "¡Que sea la última vez que mencionas a MIS AMIGOS!" – Haciendo énfasis en las dos palabras, pues ya Namjoon no tenía ningún derecho de formar parte de esa amistad. – "Que sea la última vez que te veo cerca de Hoseok y de mí, has muerto a partir de hoy para nosotros." – Advirtió por encima de su hombro y se alejó dejando al moreno en el suelo.
Su actuación había salido excelente y le sorprendió mucho lo convincente que se había visto Seokjin, pero la percepción de ser vigilado seguía presente, sin embargo, estaba seguro de que a partir de ese momento se desvanecería para siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top