Capítulo 19: "Las dos caras de la luna"

25 de octubre de 2017

Kim Namjoon se podría describir como un adolescente normal, era torpe,

hormonal, aplicado en sus estudios, algo perezoso, hábil para los deportes y bastante serio pero con una risa melodiosa. Pero había una faceta que nadie conocía, Lynx era frío, inteligente, fuerte, calculador y sin emociones.

La muerte de su padre le había traído paz, pero esa paz luego se convertiría en desesperación, una que venía con un precio demasiado alto, el cual no valía la pena pagar, pero no tenía otra opción. Con tan solo dieciséis años debía buscar la forma de mantener a su madre y a él mismo, la única oportunidad que se le presentó fue el dinero fácil, pero la palabra fácil nunca estuvo en el contexto...

Primero comenzó con una pequeña pandilla, algún robo sin importancia y entregas de drogas, cosas simples según él. Pero su jefe sabía que ese joven con hoyuelos amables era algo más, un gran lince habitaba en su ser y debía aprovecharlo.

"Sé tú secreto Namjoon, te he protegido dándote un trabajo pero necesito más de ti." – Habló autoritariamente su jefe mientras fumaba un cigarro.

"Lo que sea señor." – Respondió impasible Namjoon aunque con por dentro era evidente el temor que sentía por ese hombre que le había dado una nueva vida.

Una de la cual buscaba como escapar con desesperación...

"Ya es hora de deshacernos de los Mik y tú serás quien lo haga." – Terminó de decir mientras apagaba el cigarro en el hombro de Namjoon, quemando su camisa y un poco de su morena piel.

Las cicatrices ya no dolían ni le incomodaban, ese era el trato que merecía. Se lo había dicho su padre y su jefe se lo recordaba cada vez que tenía la oportunidad.

"Eres un objeto" le susurraba en el oído para luego jalar bruscamente un mechón de su cabello...

"Sirves solo para ser mi esclavo." le gritaba en ocasiones cuando cometía un error seguido de un golpe como castigo...

"Nunca te salvarás de mí, Lynx" le amenazaba después de marcar su piel en modo de pertenencia. Recordaba a su padre cada vez que escuchaba como le hablaban de esa manera tan despectiva.

Namjoon ya no sentía temor, ni rabia, mucho menos angustia. Sus emociones se habían esfumado desde hace años, él sabía que estarían muy adentro de su ser, sin embargo, se sentían temerosos de salir por lo que simplemente callaba y aguantaba sumiso su destino.

El plan se había trazado desde hace un año y era muy sencillo según su jefe, debía entrar al colegio donde estaba el posible heredero de los Mik y se haría amigo cercano de ese joven, se acercaría tanto que el muchacho confiaría en él hasta con los ojos cerrados, comenzaría a conocer sus rutinas y sus secretos más profundos, para que luego muriera accidentalmente o no, ya que esa parte del plan no estaba confirmaba aún, pues se definiría con el tiempo y según el estado de animo de su jefe, eso provocaría que la cabecilla de los Mik se desmorone y dejaría a su geondal indefensa, así los Aka Manto tomarían el control de esa gran organización criminal, el plan tomaría tiempo pero sería efectivo. Namjoon tenía la tarea de encontrar la forma de acercarse a Kim Seokjin según la información que le brindaron, no tenía idea de como hacerlo, pero la vida irónicamente se había unido a este malicioso plan y le brindó a Seokjin en bandeja de plata ese primer día de clases hace unos meses. Al inicio debido a su ataque no lo reconoció pero luego cuando escuchó que sus nombres estaban juntos en la lista de clases agradeció silenciosamente a quien fuera que le hubiera dado esa oportunidad de adelantar toda la operación.

Fingir se le estaba dando de maravilla, se lamentaba que Seokjin fuera tan ingenuo, de hecho siempre se preguntaba que como ese mocoso tan cariñoso y coqueto sería jefe de una mafia, pero realmente trataba de no pensar en eso pues para el final de ese año Seokjin debería estar muerto. Pero con el pasar de los días las cosas se complicaron de manera abrupta, sus compañeros estaban siendo asesinados discretamente pero las muertes cada día eran más, su jefe se estaba poniendo histérico e incoherente y él se estaba acercando más de lo permitido a Seokjin y reconocía que estaba mal pero no podía ni quería alejarse...

Matar a Yoongi nunca estuvo en los planes, ni siquiera lo habían pensado pero Seokjin estaba con guardias todo el tiempo y además era un joven muy precavido, por lo que cuando descubrió que el mejor amigo, Min Yoongi era hijo de la mano derecha del líder, lo habló con su jefe y decidieron buscar una nueva ruta para su cometido, al inicio fue complicado pues como Seokjin tenía seguridad, Yoongi por supuesto que también la tendría pero además era un joven muy asustadizo, por lo tanto muy precavido, si salían juntos nunca se iba solo y siempre tenía hombres vigilando desde una distancia prudente, la salida al bar fue una oportunidad de oro y no dudó ni un segundo en aprovecharla, ni tampoco se arrepintió de pedirle ayuda a una persona que nunca se le paso por la mente que estaría dispuesto a aceptar.


NOTA DE LA AUTORA: Por favor no me odien por lo de YG:C ¿Cómo se sienten al descubrir la persona que estaba detrás de la identidad de Lynx? ¿Sospecharon en Nam alguna vez?

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